En 2016 PRODUCE estableció un
marco de lineamientos para asignar la cuota de captura del jurel de altamar,
asignada por la OROP P-S, de manera supletoria o complementaria a la flota
nacional. En 2017 se modificaron dichos lineamientos, a fin de que Perú pueda
aprovechar su cuota de jurel en altamar dentro de su jurisdicción, en la medida
que luego de varios años no hubo esfuerzo pesquero peruano en el área descrita.
Se dice que es mejor que el Perú esté dentro de la
OROP-PS que no estarlo, ya que no estar presente en dicha organización con voz
y voto, por su posición geográfica, es
perjudicar al país en las proyecciones de largo plazo con respecto no sólo al
jurel, sino a otros recursos transzonales, como la pota.
Dado que la flota nacional decide pescar sólo en aguas
nacionales, el Estado habría encontrado como mecanismo de aprovechamiento de los
recursos pesqueros que se encuentren más allá de las 200 millas, específicamente
en el caso de del Organismo Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur,
acudir a embarcaciones de bandera extranjera.
Si a la flota nacional no le interesa participar y el
Estado no encuentra mecanismos eficaces para incentivarlos, ¿cuál es el
beneficio práctico, más allá del diplomático, geopolítico o geoestratégico de
insistir en pertenecer a dicha organización?
En términos reales, ¿qué gana el Perú con eso? ¿Derechos
de Pesca? Si está cobrándolos, deberíamos saber cuánto estamos cobrando y
cuánto nos cuesta pertenecer a la OROP en términos de viajes y cuota anual por
la membresía. De pronto la relación beneficio costo sale negativa para el país.
¿Qué hace falta para que el empresario peruano realice
esfuerzo pesquero sobre el jurel en la jurisdicción de la OROP-PS y no debamos
recurrir a extranjeros?
El tema de fondo es que no existe una visión de la
pesquería para el Perú ni una Política de Estado para el sector, como afirma
habitualmente la revista Pesca. De lo contrario, si tuviésemos idea de lo que
queremos como país, tendríamos un marco promotor que incentive eficazmente a embarcaciones
de bandera peruana a operar en toda la jurisdicción de la OROP del Pacífico Sur
y en el triángulo del Sur, donde tampoco hay información, visible por lo menos,
de actividad extractiva. Este es el conocido Triángulo que el Perú obtuvo luego
del fallo de la Haya en relación a nuestra frontera marítima con Chile. Tampoco
hay mucho interés por la captura de atún al punto de que se estableció un
procedimiento de fletamiento de la cuota, es decir que alquilamos una parte o
toda nuestra cuota obtenida luego de arduas negociaciones en el marco de la
CIAT.
Si el sector privado no está operando en las áreas
descritas, debe existir un razonable motivo o una causa que les impide hacerlo.
Estas razones no están, aparentemente, debidamente atendidas por la autoridad
de pesquería en la medida que los resultados son evidentes: No hay presencia
peruana en estas zonas. Y si la hay, no lo sabemos por ausencia de comunicación
desde el Gobierno sobre estos temas.
La
revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y
de la pesquería. Proporciona información e ideas obtenidas de diversas fuentes,
que exponen la temática de la pesca en el Perú y el mundo, con el objeto de
contribuir a la formación de opinión propia en base a la lectura de las notas
publicadas.
Siendo
la pesca una actividad poco difundida y poco conocida por el ciudadano común,
pretende contribuir a la generación de mayor conocimiento individual derivada
del análisis de los artículos. Se publica en forma mensual, en formato
digital y su descarga es gratuita para quien desee conocer el sector
pesquero y mantenerse informado sobre su temática.
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