La
flota pesquera artesanal peruana dedicada a la extracción de pota, a través de
los gremios en los cuales se encuentra representada, viene librando una batalla
en contra de la flota pesquera china a la cual acusa de ser responsable de la
escasez actual de la pota.
En
este escenario, las autoridades peruanas, utilizando informes de Imarpe,
desestiman los reclamos aduciendo que lo que está ocurriendo se debe a
fenómenos ambientales naturales.
En
lo que es, obviamente, una defensa de la flota china, las normas que podrían
resolver este problema no se dictan y si lo hiciesen no serían del todo
favorables a los peruanos, sino a los chinos. La razón es evidente: China tiene
miles de millones de dólares invertidos en el Perú en diversos proyectos como
el mega puerto de Chancay y otros. Por tanto, su influencia y poder sobre el
gobierno peruano es harto evidente.
China
tiene intereses en la pesca de la pota y su flota opera al borde las 200 millas
peruanas, siendo probable que incursione dentro del dominio marítimo peruano y
además necesita los servicios logísticos de puertos y astilleros peruanos. Eso
es una realidad, es un hecho. Ante esto, es totalmente previsible que utilizará
toda su fuerza diplomática para presionar e influenciar en el gobierno peruano
para que las facilidades de acceso a la logística peruana sean cada vez
mejores. Tienen la fuerza diplomática y el poder económico derivado de los
intereses peruanos en su inversiones en territorio nacional, además de su mercado
de exportaciones que recibe importantes productos peruanos.
Entonces,
en este escenario de hechos reales, ¿se puede esperar que el gobierno peruano
actúe en defensa de los intereses de la flota potera peruana?
El
gobierno es y ha sido tímido y laxo en los controles a la flota china, cuenta
con un instituto científico como el Imarpe, cuya credibilidad puede ser
cuestionable dado que los hechos, lo sindican como poco
imparcial en algunos temas. Si no fuese así, ¿por qué el PRODUCE se ha negado a
reestructurarlo tal como manda el DU 015-2020? ¿No será porque su actual
estructura es fácil de manejar en el sentido que los intereses de los poderes
fácticos le piden?
Seamos
realistas y asumamos la primacía de la realidad. La pota no será defendida de
la flota china por este gobierno. Por tanto, los pescadores artesanales deberán
enfrentarse a esta realidad y decidir qué harán para defenderse.
Cualquiera
fuesen las razones de la escasez de pota, el hecho es que la presencia de la
flota china es un problema que de una u otra forma afecta a la sostenibilidad
del recurso y a la salud del ecosistema. Esta realidad no está siendo
debidamente entendida por el gobierno, o si lo está, se encuentra paralizado
por las presiones del poder chino sobre la economía peruana que además,
encuentra importantes defensores en el país. Esos defensores son quienes reciben de una u
otra forma, beneficios económicos de esta flota, bien sea a través de la
atención de sus necesidades logísticas u otros. Existe un lobby a favor de la flota china, que está a la vista.
Seguir
insistiendo el tema, a sabiendas de que no habrá reacción del gobierno que
defienda los intereses de la flota potera, ya resulta absurdo. Ningún
funcionario púbico actuará en contra de lo que la política económica nacional
dictamine y determine como favorable a la misma y nadie se enfrentará al poder
chino en el país, con o sin informes de IMARPE.
Al final, con lobbies o sin ellos, con informes, o sin ellos, con verdades o mentiras, la realidad impone su propio paisaje.