Al 16 de octubre de 2016, los
resultados de la ejecución presupuestal del Programa “A comer pescado” son los
siguientes en términos generales:
La Unidad Ejecutora 003-1516, Fomento al Consumo Humano Directo – A Comer Pescado (que es el
nombre técnico) dispone de un presupuesto anual para el ejercicio 2016 de 13
millones y medio de soles. La fuente de estas cifras es la consulta amigable del SIAF en el portal del MEF.
Al 16 de octubre ha devengado
seis millones de soles, es decir el 44.9% del total. Cifra que permite
proyectar que al cierre del ejercicio no habrá ejecutado el cien por ciento de
su presupuesto.
En términos fríos, se podría
decir que su ejecución presupuestal es deficiente o ineficaz y que
probablemente se devolverá dinero al tesoro público por incapacidad de gasto ya
que solo quedan dos meses y medio para cerrar el ejercicio.
Ese dinero quizá hubiese sido
mejor empleado en otros programas.
¿Cómo se han asignado presupuestalmente estos recursos financieros?
A través de dos grupos
funcionales.
El primero recibe el nombre de
Regulación y Administración del Recurso Ictiológico. Aquí hay un componente de
gestión administrativa que tiene un avance del 68.9% y uno llamado Programa Inclusivo A Comer Pescado, que muestra un avance del 42.4%.
Menciona dos metas físicas, la primera de las cuales tiene un avance del 50% y la segunda del 71.8% respectivamente.
Pero a través del análisis del
presupuesto no se puede saber que significa ese nombre ni que resultados
cualitativos ha obtenido.
El segundo recibe el nombre de Asesoramiento y Apoyo. Aquí hay un solo componente denominado Gestión Administrativa que muestra una ejecución del 16.6% y una meta física con un avance del 50%.
Hasta aquí se puede analizar cuantitativamente el gasto de este programa.
Lo que no se aprecia ni se ve, y que sería apropiado que el Ministerio lo publique, es qué ha ganado la población peruana y el país en general con el gasto de este dinero.
¿Ha aumentado de consumo per
cápita de pescado? Si es así ¿cuánto y donde esta la cifra oficial del INEI que
lo demuestre y evidencie?
¿Se ha reducido el índice de
desnutrición o de anemia infantil con este gasto? Si es así ¿cuáles son las
cifras oficiales que lo demuestran y evidencian?
Porque comer más pescado, si no
tiene resultados medibles que muestren que la población está comiendo más
pescado y por consiguiente mejorando su salud, no tendría mucho sentido.
Y aún dentro de ese análisis habría
que conocer qué segmentos de la población habrían sido favorecidos con este gasto.
¿El segmento A, o el B, el C quizá, o el D? ¿Las poblaciones vulnerables? ¿De
qué regiones del país?
O también podría presentar
resultados que muestren que la industria pesquera ha incrementado su producción
y sus ventas gracias al programa. Lo cual podría tener un doble impacto. La
industria creció y la población consumió más pescado. Pero ¿quiénes lo
consumieron, dónde y cuánto? ¿Y quiénes vendieron más pescado?
Es un asunto de transparencia
para que la sociedad peruana conozca la eficiencia de los programas
presupuestales y la eficacia con que se implementan las políticas públicas, en
relación al beneficio que reciben los ciudadanos peruanos.
La guerra contra la desnutrición
y la anemia infantil tiene que ser prioritaria, por lo tanto el gasto de dinero
del Estado tiene que ser eficaz en este combate. No se necesita que toda la
población coma más pescado, aunque sería lo ideal. La urgencia es que los niños
desnutridos y anémicos lo consuman.
Parte de esta ausencia de
información cualitativa del gasto es la excesiva demora que tiene PRODUCE en
publicar sus anuarios estadísticos. Casi a finales de 2016 aún no se publica el
Anuario Estadístico de 2015.
Tampoco se tiene información de
la recaudación de los derechos de pesca ni en qué se han empleado.
¿Cómo se pueden medir los avances
sectoriales con información oficial tan retrasada y/o ausente?
El país tiene el derecho a estar
mejor informado y a que sus dineros sean empleados en forma eficaz en beneficio
de las mayorías nacionales, no de los menos.
Marcos Kisner Bueno