En los siguientes cuadros se
presentan las ejecuciones presupuestales del Programa A Comer Pescado del ejercicio
2015 y de 2016 a la fecha.
También las ejecuciones
presupuestales de los ejercicios 2006 y 2007 del Centro de Entrenamiento
Pesquero de Paita, hoy absorbido por el FONDEPES.
Nótese que al ex CEP Paita,
que cumplía funciones de capacitación al sector pesquero artesanal y de
promoción del consumo de pescado se le asignó en esos años un presupuesto
inferior al que hoy dispone el Programa A Comer Pescado.
En su momento ese nivel
presupuestal fue uno de los argumentos para desactivar al CEP Paita y
fusionarlo con el FONDEPES.
Hoy, asistimos a un Programa
que no evidencia mayores logros en la promoción de consumo de los únicos
recursos capaces de ser promocionados en forma sostenible, la anchoveta y la
pota. Tampoco evidencia mayores éxitos en la contribución a la reducción de la
desnutrición de las poblaciones vulnerables y de la anemia infantil en esas
zonas. Tampoco evidencia éxitos en la capacitación de pescadores para la
actividad de transformación y comercialización de pota y anchoveta.
Probablemente no son sus funciones; pero el hecho es que es allí donde se
requiere promocionar y atender mayor consumo de pescado y no en la costa y
principales ciudades.
El tema puntual es que con un
presupuesto menor del que dispone hoy el Programa a Comer Pescado, el CEP Paita
desarrollaba más funciones y tareas en beneficio de la capacitación de los
pescadores artesanales y evidenció un éxito en la promoción del consumo de anchoveta
a través del proyecto piloto “Pesca Responsable”, con la cooperación de la
Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA).
El proyecto “Pesca
Responsable” pretendió hacer lo siguiente:
Fortalecer la ingesta
Calórico-Proteica prioritariamente de la población vulnerable: niños menores de
5 años de la zona objetivo, incrementando el consumo de recursos ícticos de
manera sostenible y promoviendo la participación del sector pesquero artesanal
en la extracción, procesamiento y comercialización de estos productos. Para
conseguir este propósito se requiere alcanzar dos objetivos:
1. Propiciar que el pescador
artesanal se transforme de recolector de materia prima a comercializador de
productos pesqueros con valor agregado, participando activamente en otros
segmentos de la cadena de comercialización de sus productos.
2. Generar capacidades
competitivas en los pescadores artesanales y personal relacionado con el sector
pesquero del área costera cercana, con un enfoque de competencias,
responsabilidad social y preservación del medio ambiente, propiciando su acceso
al desarrollo sostenible.
3. Formar microempresas en la
zona objetivo y en el área costera cuyo objetivo primordial sea la
comercialización de los productos obtenidos como resultados del proyecto.
Este proyecto debía ser
replicado en las instalaciones de La Puntilla en Pisco, acciones que se
iniciaron durante la gestión de Mercedes Araoz cuando fue Ministra de la
Producción, que permitieron implementar una sede de capacitación del ex CEP Paita
(ya fusionado por el FONDEPES, pero que nunca perdió su identidad) en las
instalaciones de ese antiguo complejo pesquero abandonado e improductivo, como
es La Puntilla.
Lamentablemente sus sucesores
no continuaron con el impulso inicial. La alta rotación de funcionarios del
sector es una limitante para la continuidad de proyectos, como este, por
ejemplo.
El actual gobierno crea el
Programa A Comer Pescado, cuyos objetivos se pueden apreciar en las siguientes
notas de prensa:
Los hechos se presentan para
ser analizados objetivamente con el objeto de que sirvan como reflexión para la
toma de decisiones por parte de la nueva administración. Se extinguió una
Unidad Operacional eficiente, con mística y vocación de servicio como fue el
CEP Paita y después de un tiempo se crea un programa que no rescata lo actuado,
no solo por la entidad extinguida, sino por todas las actividades desarrolladas
para promocionar el consumo de anchoveta durante casi diez años.
El daño que causa la
inexistencia de políticas que trasciendan a los gobiernos, sobre todo las que
se refieren a seguridad alimentaria de poblaciones vulnerables, es importante y
debería ser evitado mediante el diseño de proyectos de largo plazo que no sean
detenidos con cada cambio de administración.
Marcos Kisner Bueno