La industria pesquera atribuye a los recursos marinos, no solo el carácter de renovable, sino además, la cualidad de inagotable. Han elegido aceptar el mito, en obstinada ignorancia de los hechos. También simplifica, relega y/o evade las complejidades ecosistémicas y las asociadas con la dinámica de poblaciones, factores determinantes del tamaño y comportamiento de los stocks. Minimiza los impactos medioambientales y ecosistémicos así como los aspectos institucionales, y contribuye escasamente con el Estado. Los sistemas de gestión vigentes requieren renovación buscando soluciones que traten las causas del problema y no sus síntomas. Una nueva concepción de Estado y del gobierno que busca la “gran transformación”, implica nuevas ideas, nuevos actores. No se puede echar vino nuevo en odres viejos, en términos del evangelio.
La administración desconoce el volumen real de la biomasa de todas las especies del ecosistema marino de Humboldt y del ecosistema fluvial y lacustre. También desconoce el número exacto de pescadores y embarcaciones artesanales existentes. Careciendo de esta información no se puede determinar con precisión cuáles serían los límites máximos de captura por especie, ni cuándo deben aplicarse vedas biológicas y otra medidas. Por tanto es imposible aplicar el esfuerzo pesquero correcto para asegurar la sustentabilidad de las pesquerías.
Es impostergable realizar mayor investigación científica y estadística para disponer de la información mínima necesaria que permita: Primero asegurar la sostenibilidad de las pesquerías y segundo darles el ordenamiento adecuado dentro de un marco de redistribución e inclusión social.
La riqueza infinita del mar peruano no es más que un mito. Este error de percepción promueve un irrefrenable incremento del esfuerzo pesquero y confunde además a la opinión pública.
Antes de introducirse mayor esfuerzo pesquero al sistema, la autoridad científica debe proporcionar el conocimiento técnico necesario para la formulación de políticas, la toma de decisiones y la elaboración de planes y proyectos, los que deben tener como principal consideración el manejo sostenible de los recursos y la recuperación del medio ambiente marino y costero. Es la única forma de desarrollar un método de gestión que permita armonizar los valores culturales, económicos y ambientales,equilibrar la protección ambiental y el desarrollo económico de las zonas costeras y asegurar a la Nación la debida y justa participación en el negocio pesquero.