Por: Alonso
Núñez del Prado Magíster en Filosofía
¿Cuál
es la labor de los medios de comunicación? Sin duda, la primera y más
importante, informar; pero no puede olvidarse una segunda: educar. Los medios
cumplen un rol muy importante en este último aspecto, y no deben olvidarlo, en
particular en su proceder ético, porque la mejor enseñanza es el ejemplo.
El
gran problema es que la prensa, la radio y la televisión se han percatado de su
enorme poder y han cambiado sus prioridades, que deberían ser las señaladas en
el párrafo anterior, por la de pretender mangonear al público y, muchas veces,
hasta de gobernarlo, en especial en el plano negativo, es decir, en lo que no
se debe hacer. De ahí resulta que la función de informar para que el lector,
oyente o televidente tome sus propias decisiones, se haya convertido en un
abierto intento de manipulación de la opinión para presionar a las autoridades,
con el ingrediente de considerarse a sí mismos (los medios) como la opinión
pública. También se usan para estos fines las encuestas, de las que se resaltan
ciertos aspectos, con intencionalidad que no es evidente para todos los
niveles, por lo que deviene también manipuladora.
Es
necesario reconocer que, al final, los medios son parte del engranaje de la
maquinaria y que difícilmente pueden oponerse a cómo ésta funciona. Para
empezar, sus propietarios son, usualmente, integrantes del poder económico que
tiene ciertos intereses que defender y se sienten con derecho a instruir a los
periodistas o a exigirles cierta línea en su actuación y publicaciones; y
aunque hay una cierta tradición de independencia que algunos pocos defienden
con encono, resulta más fácil escalar en la organización si se opina como el
dueño o se defiende sus intereses. Proceder de esta manera suele ser parte del
subconsciente del periodista que, como la mayoría de personas, necesita
autojustificarse, ya que es muy complicado creer en algo y no proceder en ese
sentido. Por lo general, terminamos justificando nuestra conducta. Aunque no
nos guste reconocerlo, la historia del idealismo juvenil tiene mucho que ver
con lo expuesto. En otros casos, el autoengaño suele comenzar bastante
temprano, y algunos jóvenes abrazan la ideología de moda o la que haga más
fácil escalar los escalones del sistema.
Es
necesario reconocer que al final los medios son parte del engranaje de la
maquinaria y que difícilmente pueden oponerse a cómo ésta funciona. Para
empezar sus propietarios son, usualmente, integrantes del poder económico que
tiene ciertos intereses que defender
Para
colmo de las desgracias, el statu quo ha involucrado a los medios con los
grandes intereses económicos y resulta, por lo menos, muy difícil que alguno
subsista si deja de recibir avisaje y publicidad de las empresas y gobiernos.
De esa manera está sometido a éstos y pueden presionarlo indirectamente, de
forma que lo “obliguen” a actuar en tal dirección. Enfrentarse con los grandes
intereses suele ser suicida, aunque siempre hay algunos que lo logran, pero
muchas veces, como Jesús de Nazareth, terminan crucificados.
Cuando
aterrizamos en nuestra realidad peruana nos enfrentamos con que es,
desafortunadamente, cierto que el grueso de los medios, salvo honrosas
excepciones, cumple muy parcialmente con su función de informar y tiende a manipular,
a veces con grosería. Son pocos los que se libran de esta caracterización. En
cuanto a su obligación de educar, las excepciones son aún menores, ya que el
interés de la mayoría es vender más ejemplares para, de esa manera, poder
conseguir más avisaje; es por ese camino como llegamos a las noticias de los
grandes accidentes y los casos policiales en las primeras planas, porque son
los que interesan al gran público que, a su vez, es el que más necesita de
educación.
¿Cómo
solucionar los problemas del panorama expuesto? Ciertamente, el camino no es la
censura y los límites a la libertad de prensa; pero la autocensura parece ser
insuficiente. A su vez, el control ex post puede servir para casos
particulares, mas para enfrentar los grandes problemas que involucran, ¿qué
noticias publicar? Y ¿cómo publicarlas? Es decir, para lo que lleva a la
manipulación no parece haberse encontrado solución.
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