El
primer objetivo de una política pesquera debe ser asegurar la SOSTENIBILIDAD DE
LAS PESQUERÍAS. Lo cual pese a ser una afirmación simple, implica una serie de
actividades, procedimientos y acciones de diferentes grados de complejidad. En
ese sentido si los esfuerzos de la administración se concentrasen en este
objetivo, se generarían todas las acciones colaterales que provean los insumos
necesarios para cumplirlo.
El
segundo objetivo de la política pesquera debiera ser: ASEGURAR LA CALIDAD
AMBIENTAL DE LA ACTIVIDAD PESQUERA Y ACUICOLA. Las plantas de procesamiento
deberían reducir el vertido de contaminantes al mar a un 0%. Los Límites
máximos permisibles actuales son demasiado generosos en algunos casos y en
otros ni siquiera existen, como es el caso de la industria de CHD. De igual
forma debería actuarse sobre los contaminantes atmosféricos. Las embarcaciones
pesqueras de cualquier tonelaje deberían detener el vertido de contaminantes al
mar, bien sea en bahía o mar adentro. Incluye residuos oleosos, combustible,
basura y aguas sucias.
Debería
perfeccionarse las medidas de control y normatividad existentes, fomentando la
contribución de la Sociedad Civil y/o agentes vinculados con el sector pesquero
a la conservación ambiental.
Debe
insistirse con el MINAM la definición de los LMPs para la industria de CHD y
los DPAs y los ECAs para el sector, fiscalizando la aplicación de los LMPs a
los PAMAs. Se debería identificar, calificar y gestionar los pasivos
ambientales pesqueros y coordinar con los demás sectores la mitigación de los
impactos de actividades conexas (saneamiento, industria y minería)
El
tercer objetivo debiera ser: FORTALECER EL ORDENAMIENTO DE LAS ACTIVIDADES
PESQUERAS, debiendo imponerse el pago
por derechos de extracción a todas las pesquerías que realizan esfuerzo
pesquero comercial. Deberían revisarse todos los reglamentos de ordenamiento
pesquero existentes, actualizando o perfeccionando aquellos que fuese necesario
y procurando gestionar formas de ordenamiento para todas las especies marítimas
y continentales, determinando cuotas anuales de captura impidiéndose el ingreso
de nuevos actores al escenario de la extracción.
Es
necesario el mejoramiento del proceso del proceso administrativo sancionador;
la elaboración de un Reglamento de Ordenamiento pesquero de todas las especies
que son extraídas por la pesca artesanal; la revisión de la contribución por
concepto de derechos de pesca y de los derechos por el aprovechamiento de las
concesiones acuícolas; coadyuvar al
ordenamiento territorial de la zona marino costera y promover la implementación
de la trazabilidad y las denominaciones de origen.
Debería
designarse directores y funcionarios independientes, con experiencia y criterio
propio que no respondan consignas de patrocinador alguno, si es que se quiere
hacer una reforma y una gestión en beneficio del país y no de ciertos
intereses.
Las
poblaciones de peces son recursos renovables; pero solamente si se tiene
cuidado de permitirles renovarse, podrán explotarse indefinidamente. Por ello
se impone una ordenación, lo que significa que las cantidades capturadas deben
mantenerse dentro de los límites ecosistémicos definidos científicamente. Las
pesquerías deben regularse para que sean sostenibles.
La
revista Pesca, en su mes aniversario cuando cumple 55 años de existencia,
presenta su visión de política pesquera para el próximo quinquenio.
Marcos
Kisner Bueno
Los invito cordialmente a leer la edición de
la Revista Pesca correspondiente a OCTUBRE 2015.
La
revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y
de la pesquería. Difunde
información, ideas y corrientes de
opinión que tienen por objeto crear conciencia de la necesidad de hacer
sostenible la extracción de los recursos marinos, de seguridad alimentaria y del cuidado del medio ambiente. Pero sobre
todo, contribuir con información para que el lector empiece a formarse una
opinión propia sobre la problemática pesquera.
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