En la edición de noviembre de la Revista Pesca se informa sobre la presencia del buque oceanográfico español Miguel Oliver en aguas ecuatorianas, el mismo que está realizando un estudio en un proyecto conjunto de los Gobiernos de España y Ecuador, en el que han trabajado científicos de ambos países.
Según datos preliminares del estudio, en los mares ecuatorianos podría haber 720.000 toneladas de merluza
La merluza constituye uno de los principales recursos pesqueros de Ecuador, según este mapeo
El Miguel Oliver contabilizó los recursos pesqueros de toda la costa ecuatoriana, estudiando la composición y distribución de la fauna marina existente entre los 100 y 1.500 metros de profundidad.
Los investigadores de ambos países realizaron un primer informe que detalla que de los peces encontrados el 52% son merluzas (merlucios gayis), el 23% barrigajuma (ectenosciaena peruviana), el 5,7% un tipo de pámpano (tetrilus medius), el 5,4% guabina, el 4,4% otro tipo de pámpano (peprilus snyderi) y el resto otras especies.
Dentro de los crustáceos mayoritariamente se contabilizaron camarones de profundidad y un 74,7% de los moluscos pertenecen a la especie calamar gigante (Dosidicus gigas).
A partir del año 2000, la merluza que tenía una cuota anual de extracción del orden de las 100 mil toneladas en Perú entró en crisis, generando una larga veda y una reducción sustantiva de la cuota. Hasta este año dicho recurso no se recupera.
En los años del inicio de la crisis una de las hipótesis que se manejaron fue que la merluza había sufrido un desplazamiento hacia el norte por efecto de condiciones oceanográficas.
Los resultados del Miguel Oliver parecerían confirmarlo.
Ecuador no es ni ha sido un país merlucero. Se encuentra ahora ante un escenario muy favorable para el desarrollo de la pesquería de la merluza, para lo cual deberá implementar toda una infraestructura de extracción, procesamiento y comercialización. La pota también se perfila como un recurso potencial.
La otra posibilidad es que buques pesqueros españoles obtengan licencias para pescar merluza en aguas ecuatorianas, lo que sería el siguiente paso lógico de España si se mira como compensación por la cooperación en esta investigación.
Perú ya dio el ejemplo otorgando permisos de pesca para pota a países que tienen convenios de cooperación.
La experiencia merlucera peruana podría trasladarse a Ecuador como otra posibilidad también.
¿El Miguel Oliver hará una investigación similar en aguas peruanas?
No deberíamos depender de ese tipo de cooperación en la medida que el Imarpe fuese potenciado para hacerlo.
Si el buque español operase en Perú en función a un convenio de cooperación estricta sería destacable.
Si a cambio de esa investigación tuviésemos que ver buques pesqueros de bandera española en nuestro dominio marítimo, sumándose a los buques japoneses dedicados a la extracción de pota bajo el régimen actual, la situación tendría una connotación diferente y delicada por muchas razones.
¿Cuál es la política de la administración peruana en esta materia?
Otorgar permisos de pesca a cambio de cooperación es un tema que tiene muchas aristas que deben ser analizadas, evaluadas y consensuada con la industria pesquera y artesanal peruanas.