En
la confrontación de la industria anchovetera con el Estado por el privilegio de
pescar en las cinco millas, materia sobre la cual algunos usan argumentos tales
como:
·
Que la industria
incurrirá en sobrecostos por tener que pescar más allá de las 5 millas y por
tanto merecen una compensación para no perder competitividad
·
Que el país está
perjudicándose porque está dejando de exportar miles de dólares.
·
Que el país está
perdiendo porque está dejando de cobrar miles de dólares en impuestos.
Y
muchos otros argumentos que reflejan intencionalidad negativa y desinformación
direccionada hacia una sociedad civil que no maneja las cifras y que
probablemente quien realiza esas afirmaciones tampoco, los números que deberían
analizar la Sociedad Civil peruana son los siguientes:
·
Las exportaciones
totales del sector entre 2003 y 2012 fueron: 63,358’908,020 soles
·
El desembarque total
de recursos pesqueros fue de 71’081,150 toneladas
·
El impuesto a la
renta de tercera categoría pagado fue de 1,593’100,000 soles (el 2.51% de lo
exportado)
·
Los derechos de
pesca pagados fueron de 488’649,005 soles (el 0.77% de lo exportado)
·
Los impuestos que el
estado le devolvió al sector fueron de 5,845’300,000 soles (el 9.23% de lo
exportado)
(El
canon pesquero se introduce en 2003 por lo cual las cifras se presentan desde
dicho año.)
En
conclusión: la industria le pago al Estado Peruano 2,081’749,05 soles y el
Estado le devolvió 5,845’300,000 soles. La operación aritmética indica que el Estado
subsidió al sector pesquero con la suma de 3,763’550,995 soles.
Cualquiera
que fuese el nombre técnico o definición que cualquiera quiera darle a esas
cifras, o cualquiera fuese la justificación, simple o compleja que quiera
otorgársele, el hecho es que el Estado peruano cobró a los exportadores
pesqueros menos de lo que les devolvió en impuestos. Por tanto, el Estado, el
Perú, el pueblo peruano, no ganó absolutamente nada. Con excepción de los
trabajadores de la industria que cobraron sus sueldos, obviamente, como también
los que brindan servicios a dicha industria.
Y
quien diga que las exportaciones traen divisas, es verdad pero esas divisas son del exportador y no del Estado.
Afirmar,
en consecuencia, que el país pierde cuando disminuyen las exportaciones
pesqueras es algo atrevido. Pierden los exportadores; pero no pierde la
Sociedad civil, puesto que nunca gana.
Por
tanto, ¿con qué derecho se puede siquiera insinuar que la exportación debe
recibir mayores compensaciones por el hecho de que una norma prohíbe la captura
de anchoveta en las 5 millas y ello implica mayor gasto de combustible? En
cinco millas ¿Cuántos galones más de petróleo consume una embarcación promedio?
Mientras
todo esto ocurre y se debate, la realidad nos muestra que:
·
Cada día el pescado
es más caro y más escaso y se aleja cada vez de las mesas populares, que son
quienes requieren de mayor aporte proteínico en su nutrición.
·
Los efectos
contaminantes de la flota y las plantas procesadoras están a la vista de
cualquiera que se detenga a observar lo que ocurre en el litoral donde dichas
actividades se realizan.
¿Qué es lo que pierde el Perú entonces si la
industria pesquera dejase de exportar recursos pesqueros? "Pierden" los exportadores pero no el país.