LA INFORMACION
PESQUERA EN PERU
Los
poderes fácticos son sectores de la sociedad, al margen de las instituciones
políticas, que ejercen sobre aquella una gran influencia, basada en su
capacidad de presión o influencia. El poder fáctico no coincide necesariamente
con el aparato formal del Estado pero puede influir en las estructuras legales
y regulatorias, por intermedio de su autoridad informal o su capacidad de
presión. El poder fáctico no está legitimado ni siempre busca la legitimidad
para ejercerse, pero ejerce de hecho el poder, aunque no lo haga legalmente ya
que su mera existencia le hace ser determinante.
El
lobby en esencia no es malo ni es delito, dado que toda empresa buscará siempre
la protección de sus intereses y la consecución de sus objetivos. El problema
es que hay un funcionario amoral y el lobista lo sabe. Por ende, lo corrompe
para conseguir sus fines e intereses. Pero también existe la manipulación de la
opinión pública para crear corrientes de opinión favorables a determinados
intereses que pretenden ser legitimados por una opinión pública que, a veces,
apenas si lee los titulares de las noticias.
Si
bien es cierto la administración pública ha sido prostituida y corrompida por
políticos mediocres e inmorales, a un nivel jamás antes visto, o por lo menos
conocido, en la historia republicana de los últimos cincuenta años, el poder
del lobby y la manipulación de la información ha alcanzado niveles inéditos. La
realidad nos muestra que eso tiende a agravarse.
En
el caso de la pesca, en mayo 2012, la revista IDEELE publicó un artículo cuyo
contenido sigue vigente y del cual algunos extractos son los siguientes:
“El desconocimiento del sector
pesquero es abrumador, y la gran prensa se ocupa de no enterar a una sociedad
que vive de espaldas al mar, indiferente a la problemática pesquera, de cuya
solución depende en gran medida la seguridad y la soberanía alimentaria del
país. Los recursos pesqueros son valores que no pertenecen a quien los explota
sino a su dueño, que en el caso de los recursos marinos somos todos los
ciudadanos y no un oligopolio privilegiado. De la correcta gestión de tales
recursos depende el futuro del ecosistema marino y la adecuada nutrición de
millones de peruanos.
En este lamentable contexto, el
papel del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) resulta clave por ser la
institución que dice cómo, cuándo y cuánto pescar. Si no se respeta la opinión
científica del Imarpe por privilegiar intereses particulares, entonces
seguiremos el derrotero de la depredación, el abuso y la impunidad. Tras una
dilatada gestión de 15 años, corrieron los vientos del cambio en el Imarpe y el
Viceministerio de Pesquería. Aparentemente. Digo esto porque el ‘gatopardismo’
de quienes manejan el statu quo de la pesquería peruana admiraría al propio
Lampedusa. Mientras no se realice una auditoría científica a los estudios realizados
por el Imarpe y a toda la gestión durante los últimos 15 años, solo se cambiará
algo para que todo siga igual, como noveló el solitario Lampedusa.
En la actualidad resulta innegable
la merma de las poblaciones de peces e invertebrados, sobre todo los recursos
costeros. No es exagerado afirmar que la sardina ha sido extinguida
comercialmente, que la población de merluza es residual y ha sido revejida por
la sobreexplotación e irresponsabilidad del propio Estado. ¿Dónde estaba la
palabra del Imarpe entonces? ¿Quiénes eran los responsables de los estudios de
merluza y sardina? ¿Quiénes dijeron que había 500 mil toneladas de merluza y
luego se retractaron? ¿Quiénes otorgaban las cuotas de pesca? ¿Qué dicen ahora
esos gatopardos travestidos de científicos o de funcionarios encanecidos en el
Ministerio?
La SNP, un gremio que se ufana de
pesca responsable y ordenamiento pesquero, ¿cómo será su comportamiento frente
a la riqueza marina cuya pesquería es controlada por certificadoras pagadas por
ellos mismos?”
Fuente
https://revistaideele.com/ideele/content/y-todo-sigue-igual-el-sector-pesquero-peruano?fbclid=IwAR2C0L5S_gPwQ_rxmBwQVhuZPCb_dr6eCMteK3RxEikV7Vg2EIVgXtM7Yn8
En
este contexto, no resulta difícil identificar una campaña de desinformación o
de creación de corrientes de opinión en uno u otro sentido y no es difícil
comprender su poder corrosivo sobre la sociedad.
El
público se forma una opinión propia de la cosas, pero no significa que lo haga necesariamente
por sí mismo. Hay influyentes y hay influidos y hay siempre grupos de
difusores.
No
existen recetas infalibles contra la manipulación de la información. Pero
nuestras mejores armas se basan en nuestra capacidad de análisis, en nuestra
comprensión lectora y sobre todo en nuestra voluntad y deseo de informarnos,
más allá de los titulares y sumillas.
Debemos
ser más cuidadosos y analíticos al leer la información, sobre todo económica,
que se suele publicar sobre el sector. Sobre todo no deberíamos formarnos opinión leyendo solamente el titular, sino
siendo más curiosos, leyendo todo y sobre todo, pensando.
Veamos
lo ocurrido en marzo de 2024:
La
noticia que circuló en medios y que dice:
“De acuerdo al estudio de Macroconsult, si la
clasificación de anchovetas juveniles fuera como señala el IMARPE, se habrían
desembarcado 963,000 toneladas de anchoveta adicionales entre 2016 y 2023.
Además, se hubiera producido 233,000 toneladas de harina de pescado y 24,000
toneladas de aceite de pescado. Es decir, se han perdido exportaciones por el
valor de US$ 594 millones”,
presenta
un vacío al no mencionar el detalle del supuesto informe de Imarpe al que se
refiere sobre la clasificación de anchovetas juveniles. Deberíamos preguntarnos
si existe ese documento, su número, fecha de publicación, ubicarlo y leerlo.
Podría ser cierto o no. No lo sabemos.
Detalles
más amplios en los siguientes links:
https://revistapesca.blogspot.com/2024/03/los-numeros-en-el-sector-pesquero.html
https://revistapesca.blogspot.com/2024/03/la-pretension-de-reducir-la-talla.html
Esas
963,000 toneladas dejadas de pescar según esa noticia, hubieran representado en
pago de derechos de pesca, la cantidad de 7´826,301 dólares al precio de la
harina en diciembre 2023. Si tomásemos los precios año por año o mes por mes,
la cifra sería menor.
El
cálculo es sencillo: “El pago de derechos
por concepto de extracción de recursos hidrobiológicos destinados el consumo
humano indirecto se efectúa sobre la base de aplicar el 0.43% del valor FOB por
tonelada de harina de pescado, computable sobre el precio promedio mensual
según información oficial que emita ADUANET (…)” .
Para
diciembre de 2023 el precio de la harina de pescado, alcanzó unos US$1,890
dólares, según PRODUCE en base a la
información preliminar proporcionada por SUNAT.
Fuente. https://www.produce.gob.pe/index.php/dgchi/valor-fob
Por
tanto el derecho de pesca por TM sería de US$8.13 x tm.
Entonces
la noticia podría decir que “El Estado peruano, al no haber autorizado el desembarque
de 963,000 toneladas de anchoveta
adicionales entre 2016 y 2023, dejó
de percibir la cantidad de siete millones ochocientos veintiséis mil
trescientos un dólares (7´826,301) por concepto de derechos de pesca. O sea un
promedio de 1´118,043 dólares por año en el periodo descrito.
No
se ve tan grave como decir que se han perdido exportaciones por 594 millones de
dólares. Es la misma información numérica pero que causa un impacto diferente
sobre el público. ¿No?
También
se podría decir cuánto dejó de percibir el estado peruano por impuesto a la
renta de tercera categoría. Pero ese cálculo no se puede hacer sin tener la
información contable, a diferencia de los derechos de pesca cuya información sí
es posible de obtener. Por esa razón no se puede saber cuál es la utilidad neta
de la industria dejada de percibir; pero que definitivamente no son 594
millones.
Entonces
¿quién ha perdido y cuánto? ¿El país, la industria, el ciudadano común? No es
tan simple como lo dice la información aparecida en medios. Eso es lo que nos
debe obligar a ser más críticos y cuidadosos con la información para no
convertirnos en caja de resonancia de aparentes lobbys.
Otra
noticia:
“Imarpe consideró que la pesca de anchoveta
puede darse desde los 10.5 centímetros, pero Produce impuso que sea de 12,
cerrándole el camino al sector pesquero que está a punto de hundirse, sobre
todo al sur del país”.
Fuente
https://vigilante.pe/2024/03/14/incapacidad-tecnica-del-estado-petardea-la-pesca-menor-captura-de-anchoveta-genero-perdidas-millonarias/
¿En serio PRODUCE se impuso ante
una recomendación científica del IMARPE? ¿Dónde se puede leer esa recomendación
y esa supuesta imposición? En la administración pública todo lo que no proviene
de una Resolución o decreto, no existe para efectos prácticos de ejecución.
¿Dónde se puede leer que PRODUCE ignoró una recomendación de IMARPE que está
provocando el hundimiento del sector pesquero?
En el aviso siguiente, que fue
colgado en Instagram, es evidente que lo que dice es desproporcionado en
relación a la información de la cual se ha escrito en este artículo y
constituye un claro intento de manipulación grosera y exagerada para
influenciar a la opinión pública; pero en una indebida forma, por ser engañosa.
¿Se está hundiendo el sector
pesquero por efecto de la talla mínima de la anchoveta y la imposibilidad de
pesca dentro de las cinco millas en el sur? ¿Millones en juego por unos
centímetros?
Fuente:
https://www.instagram.com/tucontribuyes/p/C4ghLvCv01h/?img_index=1
Se debe prestar especial atención
al lobismo y a la actuación de los poderes fácticos en la pesquería peruana, a
fin de proteger la sostenibilidad de nuestros recursos pesqueros.
https://revistapesca.blogspot.com/2023/04/peru-la-pesca-el-lobby-y-los-poderes.html
EL CONSUMO DE PESCADO
De
acuerdo a cifras oficiales, tomadas de la página 98 del Anuario Estadístico
Pesquero y Acuícola 2022 elaborado por el Ministerio de la producción, el
consumo de pescado, aparente, per cápita en 2022 fue de 25 kilos por habitante,
para el 2021 fue de 26.4 y para el 2020 fue de 27.4 según se ve en el siguiente
cuadro:
Pero
en la página 31 del mismo documento se lee:
“El consumo
per cápita de pescado en el país durante el 2022 se estima alcanzó 17,5
kilogramos por habitante, con relación al año 2021, cuyo valor fue de 18,4 kilogramos”.
Podemos
darnos cuenta de que en un mismo documento del Ministerio de la producción se
muestran cifras diferentes del consumo per cápita de pescado, lo cual,
obviamente, genera confusión y dudas.
En
la página 32 del mismo Anuario de Produce, la descomposición por departamentos
que muestra el siguiente cuadro no es coherente ni consistente con la de la
página 98.
Consumo de productos
hidrobiológicos, 2018-2022 (kilogramos por persona)
|
Departamento
|
2018
|
2019
|
2020
|
2021
|
2022
|
Amazonas
|
9.5
|
11.4
|
12.0
|
14.0
|
12.8
|
Ancash
|
15.4
|
15.4
|
15.9
|
17.9
|
17.1
|
Apurímac
|
9.2
|
7.5
|
9.7
|
11.0
|
11.6
|
Arequipa
|
11.2
|
11.0
|
12.6
|
11.4
|
10.8
|
Ayacucho
|
10.4
|
11.7
|
12.4
|
12.0
|
11.8
|
Cajamarca
|
10.8
|
10.7
|
11.2
|
13.4
|
12.2
|
Callao
|
18.3
|
18.7
|
17.0
|
18.4
|
17.1
|
Cusco
|
8.9
|
9.3
|
10.6
|
12.2
|
11.6
|
Huancavelica
|
8.2
|
8.9
|
7.8
|
8.4
|
8.9
|
Huánuco
|
11.0
|
10.8
|
10.3
|
10.5
|
9.6
|
Ica
|
19.6
|
21.3
|
19.1
|
20.0
|
19.5
|
Junín
|
11.9
|
12.4
|
14.3
|
14.5
|
14.4
|
La
Libertad
|
12.3
|
14.7
|
14.2
|
15.8
|
15.7
|
Lambayeque
|
29.5
|
31.4
|
26.5
|
29.7
|
29.9
|
Lima
Metropolitana
|
17.5
|
17.3
|
16.4
|
18.2
|
16.8
|
Lima
Provincias
|
16.1
|
16.2
|
16.7
|
15.5
|
14.5
|
Loreto
|
46.5
|
44.0
|
52.4
|
51.0
|
49.8
|
Madre
de Dios
|
14.6
|
13.1
|
16.1
|
15.1
|
12.4
|
Moquegua
|
9.9
|
11.9
|
11.7
|
12.4
|
10.8
|
Pasco
|
9.8
|
10.8
|
11.1
|
11.5
|
10.8
|
Piura
|
26.9
|
26.5
|
26.1
|
30.0
|
27.0
|
Puno
|
8.4
|
8.9
|
8.4
|
7.2
|
8.9
|
San
Martin
|
18.2
|
17.2
|
15.2
|
16.5
|
15.8
|
Tacna
|
12.2
|
13.8
|
14.3
|
14.6
|
14.0
|
Tumbes
|
29.3
|
30.8
|
31.8
|
32.2
|
32.0
|
Ucayali
|
36.5
|
44.6
|
44.8
|
41.2
|
35.7
|
Perú
|
16.5
|
17.4
|
17.3
|
18.4
|
17.5
|
Fuente: Produce
|
Fuente: INEI - Encuesta Nacional de Hogares 2015 -
2022.
La
ENAHO, (Encuesta Nacional de Hogares) que elabora el INEI, brinda cifras de
consumo per cápita distintas a las de PRODUCE. Su data difiere de la que
muestra el Anuario Estadístico Pesquero y Acuícola del PRODUCE, por lo menos la
de la página 98, pero concuerda con la de la página 31. Pero, también tiene
algunas inconsistencias según se aprecia.
Ambas
entidades son organismos oficiales que proporcionan información diferente sobre
un mismo rubro, el consumo per cápita de pescado.
Probablemente
esto ocurre porque ambas utilizan métodos de medición diferentes.
Pero
no explica por qué PRODUCE muestra cifras diferentes en un mismo documento de
su propia autoría.
El
problema es que finalmente… ¿Qué cifras se deben usar para propósitos de
análisis o cualquier otro?
Cualquiera
que sea la metodología, el asunto es que nos muestran que en el Perú cada
habitante consume menos de 20 kilos de pescado por año.
Podemos
fácilmente darnos cuenta de que, observar el consumo por departamentos, nos da
una foto distinta a la del panorama nacional, más allá del problema de datos
diferentes de dos fuentes oficiales diferentes.
Podemos
ver que no es lo mismo hablar del consumo nacional que del consumo
departamental. Igual que podemos ver que la “no” extracción de 963,000
toneladas de anchoveta, puede verse desde distintas ópticas.
Tipos de información:
Información engañosa o errónea
Es lo que
se conoce como misinformation en inglés y se caracteriza por que, como
información que describe la realidad, está incompleta o es inexacta. Puede
partir de un hecho real, pero es sacado de contexto o malinterpretado. Por eso mismo, su existencia no se debe
necesariamente a una intención de faltar a la verdad, sino al desconocimiento
de un tema o a una conclusión apresurada.
Desinformación
A diferencia
del caso anterior, aquí sí estamos ante una mentira intencional. Alonso Estrada
Cuzcano, bibliotecólogo y especialista en ciencias de la información de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, recalca que se trata de un contenido
mucho más elaborado que “busca tergiversar un hecho y presentarlo como
veraz”. Estrada Cuzcano lo define como
“un conjunto de engaños sistemáticos y organizados en un contexto en donde los
medios de comunicación se hallan muy desarrollados”, y destaca como ejemplos de
ello a las teorías de la conspiración y las falsas llamadas de alarma.
Fake news
Son las
noticias falsas propiamente dichas, contenido pseudoperiodístico difundido a
través de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes
sociales, y por esa misma razón tienen un mayor impacto de cara al público, que
de esta manera es más proclive a creer en la mentira. Como en el caso de la desinformación, nace
de una intención deliberada de engañar, inducir a error, manipular decisiones
personales, desprestigiar o enaltecer a un tercero.
Posverdad
Cualquiera
sea el tipo de desorden informativo, este posee, de forma subyacente, un
ingrediente que explica su éxito a la hora de manipular la percepción de las
personas y asentarse en sus convicciones. Hablamos de la posverdad. Así como “fake news” fue la palabra del año
para el Diccionario de Oxford en el 2017, “posverdad” ocupó ese mismo puesto en
el 2016. Con este término, precisaron, se “denota circunstancias en que los
hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública
que las apelaciones a la emoción y la creencia personal”. Desde los sesgos cognitivos propios de cada
persona hasta la crisis de los medios de comunicación tradicionales, pasando
por el cada vez más arraigado uso de las redes sociales, hay un sinfín de
razones por las que somos más propensos a dejar de lado la información oficial
y tomar por cierto lo dicho por terceros sin ninguna clase de filtro. Por esa razón, la verificación de datos no
puede ser un complemento de la información relevante, sino lo más importante.
Fuente
https://observatorio.onpe.gob.pe/metodologia/
LA INFORMACION
ALIMENTARIA EN PERU
LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA
Los
departamentos ubicados en el primer quintil de inseguridad alimentaria son:
Ayacucho, Apurímac, Cusco, Puno y Áncash con valores por encima del 59%. En los
departamentos de la selva, el mayor porcentaje de inseguridad alimentaria se
encuentra en Amazonas (56.6%) y San Martín (55.3%).
En
promedio, 2 de cada 10 hogares (19.2%), tienen un consumo inadecuado de
alimentos (pobre o limitado en relación con una dieta diversificada).
índice de inseguridad alimentaria
por departamentos
Fuente: Evaluación de la seguridad alimentaria ante
emergencias (ESAE), 2021
“…Los análisis socioeconómicos en
el país posicionan a la costa como la región con mayor desarrollo y más
favorecida por las políticas públicas, mientras que la selva y la sierra son
las más rezagadas. En el caso del hambre, la situación ha sido similar; sin
embargo, durante el primer año de pandemia (2020), los territorios más
afectados fueron los costeros. En el 2021, la actividad económica inició su
recuperación regularizando los niveles de ingresos y empleo perdidos; sin
embargo, la inestabilidad política y la volatilidad de los mercados mundiales
terminaron frenando la velocidad de dicha recuperación. Los impactos más
notables en el hambre a raíz de la pérdida de capacidad adquisitiva se
localizaron en los territorios de la sierra del país”.
Fuente: Informe Perú GLOBAL HUNGER INDEX
“La seguridad alimentaria es
cuando todas las personas tienen en todo momento acceso fisico, social y
económico a suficientes alimentos inocuos y nutritives para satisfacer sus
necesidades alimentarias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de
llevar una vida activa y sana. En cambio, la inseguridad alimentaria es cuando
existe una “disponibilidad limitada o incierta de alimentos nutricionalmente
adecuados e inocuos, o la capacidad limitada e incierta para adquirir alimentos
adecuados en formas socialmente aceptables” (WFP, 2009).
En el año 2021, de acuerdo al
Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, la inseguridad alimentaria afecta al
51.0% de los hogares, de los cuales 3.5% se encuentran en inseguridad
alimentaria severa… Los
departamentos con mayor prevalencia de inseguridad alimentaria son Ayacucho,
Apurímac, Cusco, Puno y Ancash, mientras que La Libertad, lea, Arequipa, Lima
Metropolitana y Moquegua tienen una menor prevalencia de inseguridad
alimentaria.
Fuente:
Plan Multisectorial para la Prevención y Reducción
de la Anemia Materno Infantil en el Perú periodo 2024-2030
LA ANEMIA
Según
la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar - ENDES, la prevalencia de la
anemia en niños de 6 a 35 meses presentó una ligera reducción de 1.2 puntos
porcentuales, de 40.0% en el 2020 a 38.8% en el 2021, sin embargo, se incrementó
en 3.6 puntos porcentuales para el año 2022, alcanzado a 42.4% y de acuerdo con
el reporte al primer semestre de la ENDES 2023, se incrementó en 1.2 puntos
porcentuales ubicándose en 43.6%, por lo que, en nuestro país la anemia es considerada
por la Organización Mundial de Salud como un problema de salud pública severo.
Si
representamos esta información en un mapa, observaríamos que en la Selva y la
Sierra Sur del país tienen mayor presencia de niños y niñas entre 6 a 35 meses con
anemia. En cambio, en la Costa Norte y Costa Sur se observa una menor incidencia
de anemia infantil. Por último, se aprecia que el Perú cuenta con 9 departamentos
con alta presencia, 8 con media presencia, y 8 con baja presencia de esta
condición de salud.
Mapa sobre el porcentaje de niñas y niños de 6 a 35
meses con presencia de anemia según departamento de residencia en 2021
La
anemia sigue con el pasar de los años considerada en nuestro país un problema
de salud público
A
través del Decreto Supremo N° 002-2024-SA, el Poder Ejecutivo aprobó el Plan
Multisectorial para la Prevención y Reducción de la Anemia Materno Infantil en
el Perú periodo 2024-2030, con el fin de reducir la prevalencia de anemia a
37.2% en niñas y niños, con énfasis en menores de 36 meses de edad y gestantes.
Este plan es de alcance nacional y de
aplicación obligatoria por los órganos, organismos públicos y dependencias del
Ministerio de Salud (MINSA), Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social
(MIDIS), Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), Ministerio de
Educación (MINEDU), Ministerio de la Producción (PRODUCE), Ministerio de
Vivienda, Construcción y Saneamiento (VIVIENDA), Registro Nacional de Identificación
y Estado Civil (RENIEC), Gobiernos Regionales y Gobiernos Locales. Asimismo, es
de referencia para instituciones de cooperación técnica nacional e
internacional y las instituciones privadas, universidades, sociedades
científicas, colegios profesionales, entre otras instituciones vinculadas con
labores académicas, gestión del conocimiento y generación de evidencia.
El caso de la anemia es aún más
grave para la población infantil indígena u originaria. La presencia de anemia
es preocupante en todos los ámbitos y niveles de salud debido a que sus
consecuencias repercuten negativamente en el desarrollo de niñas y niños a
nivel cognitivo, motor, emocional y social (MINSA, 2017). En el Perú, la ENDES
2022 indica que el 47.0% de niñas y niños de 6 a 35 meses cuya madre tiene una
lengua indígena se encuentra con anemia, frente a un porcentaje inferior de
32.1% de niñas y niños de 6 a 35 meses de lengua no indígena materna. A pesar
de los niveles altos, es importante resaltar que la cifra se ha reducido en 7
puntos porcentuales para el caso de infantes indígenas u originarios con
respecto a los niveles del 2021.
Lo
anteriormente expuesto en el mencionado plan puede analizarse a la luz de las
cifras del consumo per cápita de pescado que, al mostrar la cifra global, hacen
perder de vista el bajo consumo en las poblaciones vulnerables, dispersas y
ubicadas por encima de los 3,000 metros. Impiden precisar que el consumo de
pescado sería de gran impacto en la reducción de la anemia.
Nuevamente
vemos como el uso de unos números puede crear corrientes de opinión diferentes,
resaltar algunas cosas y ocultar otras.
CONCLUSIONES
Si
a los datos de consumo de pescado le agregamos los índices de desnutrición y
anemia, veremos un asunto cuyos números son fríos, como los de la pesca; pero
impactan más en el sentimiento y la emoción, que en el intelecto de la
economía.
El
punto es que la información en la pesca, como en cualquier otra actividad, no
debe priorizarse su medición y análisis solamente en lo económico o numérico,
aun cuando las cifras fuesen objetivas y sin sesgo alguno. Hay aspectos
sociales, humanos y ambientales que tienen que integrarse para evaluar el tema
en conjunto. Centrarse tan solo lo económico resulta ser frío, incompleta y
conduce a la toma de decisiones poco acertadas.
Tenemos
que aprender a distinguir los números que presentan los medios, entre los que
responden a campañas de creación de corrientes de opinión y de influencia en la
población para satisfacer intereses de lobbies y los que presentan información
objetiva para estimular la toma de decisiones sobre temas reales de interés
público como son la desnutrición y la anemia.
Los
intereses de la industria pesquera de harina de pescado, son únicamente de la
industria y no son necesariamente de interés público nacional, dado que la
producción de harina de pescado, por ejemplo, no tiene mayor impacto sobre la
desnutrición y la anemia, que sí son de interés público nacional. Es obvio que
la industria está perjudicada; pero son los riesgos propios de la actividad que
todo pescador grande o chico conoce al incursionar en la pesca.
El
Plan Multisectorial para la Prevención y Reducción de la Anemia Materno
Infantil en el Perú periodo 2024-2030, hace escasa mención a la participación
de la pesca en la reducción de la anemia, obviando la posibilidad de que la
anchoveta sea un componente importante. No introduce ningún acción específica
por parte del ministerio de la Producción, lo cual parece ser una omisión
extraña, por decir lo menos.
Ignora
la existencia del Programa Nacional A Comer Pescado de dicho ministerio.
Apenas,
en el objetivo específico 3 se menciona:
En la Actividad 3.7: Educación alimentaria para mejorar el consumo de productos hidrobiológicos
y hábitos alimentarios dirigidos a madres y/o cuidadores de niñas y niños
menores de 3 años, gestantes y/o adolescentes.
En la Actividad 3.8:
Fortalecimiento de capacidades al personal de la salud sobre el fomento de
productos hidrobiológicos en la alimentación materno infantil.
En la Actividad 3.9: Ferias de
promoción para mejorar el acceso de productos hidrobiológicos.
Pero
los medios sí resaltan a la anchoveta en defensa de los intereses de la
industria, sin hacer mención alguna a su potencial para la lucha contra la
anemia.
Hay
temas realmente más importantes y urgentes para el país, como hacer campaña
para que la anchoveta y otros recursos hidrobiológicos más abundantes, se
integren al Plan de lucha contra la anemia.
Los
problemas de la industria no son un problema nacional, sino privado y de unas pocas plantas de harina de pescado; pero la anemia y la
inseguridad alimentaria sí lo son. Si se enfatiza uno de esos dos temas,
debería también hablarse del otro. ¿O no?
Aun cuando creas que algo
aparece claro, ponlo en duda y no reposes. Duda de todo lo que parece
ser bonito y verdadero. Pregúntate siempre: «¿Para qué?». No creas que una cosa sola
es buena; lo recto no es recto y
tampoco lo curvado es curvado. Si alguien dice que un
valor es absoluto, pregúntale en voz baja: «¿Por qué?». La verdad de hoy puede
mentir ya mañana. Sigue el río desde donde
comenzó el torrente. No te basten las piezas
aisladas. Pregúntate siempre: «¿Desde
cuándo?». Busca las causas, une y
disuelve, atrévete a mirar tras las palabras. Si alguien dice: «Esto es
bueno (o malo)», pregúntale en voz baja: «¿Para quién?».
FRIEDRICH von PAULUS
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