Mediante Decreto Supremo N° 009-2007-PRODUCE del 2 de
abril del 2007 se aprobó la fusión del Centro de Entrenamiento Pesquero de
Paita (CEP- Paita ) con el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero bajo la
modalidad de fusión por absorción.
Hoy no existe una denominación oficial “Centro de
Entrenamiento Pesquero de Paita”. FONDEPES lo absorvió. Pero la fusión no
eliminó del inconsciente colectivo del sector pesquero artesanal ese nombre
original, que está grabado a fuego en el corazón de sus empleados y de todos
los pescadores artesanales que gracias a él aprendieron y se hicieron de un
oficio.
No se destruye una identidad cultural y organizacional
con un Decreto Supremo. No se borra de la memoria y del corazón los orígenes de
una persona ni de una organización con una norma legal.
Pero sí se destruye la institución cuando se empieza a
perder la mística y la convicción de su aporte al desarrollo de la pesca
artesanal como parece ser que está ocurriendo hoy en día.
El nuevo TUSNE (Texto único de servicios no esenciales),
al parecer elimina la prestación de los servicios de muelle e instalaciones que
fueron construidos como parte estructural de la entidad para brindar servicios
a la comunidad y dar capacitación y entrenamiento. Lo mismo ocurre con sus
embarcaciones escuela, que tienen un potencial enorme en la capacitación sobre
buenas prácticas de captura, en especial de anchoveta, así como para prácticas
de navegación y empleo de aparejos de pesca. Se dice que serán desactivadas por
falta de presupuesto. Si esto es verdad, analizado a la luz de la ejecución
presupuestal de la entidad de los últimos años, existe un problema que no está
siendo debidamente manejado.
La visión de un plan de capacitación y de educación para
el sector pesquero artesanal y las comunidades costeras tampoco existe más. Su
personal se ha venido reduciendo en el tiempo. Su moral no está en el nivel que
por su antigüedad debería tener. No se aprecia el reconocimiento al esfuerzo de
años de servicios y tampoco se vislumbran planes para el relevo generacional
que corresponde.
Ausencia de políticas de largo plazo, es verdad; pero
también desconocimiento por parte de las administraciones que no tienen
experiencia pesquera ni pasión por su desarrollo.
Quienes han tenido la oportunidad de estar en el CEP
Paita un día lunes cualquiera han observado un acto interesante, significativo
y emotivo. Cada lunes a las 8 de la mañana, todo el personal de trabajadores se
reúne frente al asta de la bandera en ordenada formación, correctamente
uniformados y asisten a una pequeña ceremonia de izamiento del pabellón
nacional seguido por la entonación del himno nacional. Luego, un empleado
dirige una palabras a todo el personal alentando a iniciar una nueva jornada
dentro del espíritu y la mística con la cual dicho centro fue creado hace más
de 20 años. No se puede dejar de sentir el impacto del ambiente de respeto y de
armonía que se respira. Empleados con más de 20 años de convivencia en esa sede
se siguen tratando de “usted”, con respeto y con amistad. No dejan de
sorprender los alumnos que transitando por el Centro se presentan uniformados,
limpios, respetuosos y saludando a quien se cruza con ellos.
La formación del Centro produjo hombres y mujeres
especiales, imbuidos de una mística destacable en el sector pesquero que
durante toda su existencia produjo resultados importantes en beneficio del
sector pesquero artesanal.
El CEP Paita con sus sede de Ilo y la que puede
establecerse en La Puntilla, necesita desarrollarse en un escenario que requiere,
más que nunca, que se eduque y capacite a los pescadores artesanales, quienes
son los llamados a defender la sostenibilidad de las pesquerías y la
alimentación nacional, merced a una mejor comprensión del mar y los cambios que
está sufriendo.
El CEP Paita era un pliego presupuestal con funciones
distintas a las del FONDEPES.
Nunca hubo una justificación técnica para fusionarlo
estableciendo a este último como entidad incorporante. La fusión no cumplió
ningún objetivo de reducción de costos. El tiempo de formalización del proceso
demoró más de lo esperado y no produjo ninguna homologación de haberes del
personal de Paita con el del FONDEPES, que ganaban mejor. La mejora de niveles
de eficiencia y de su función educadora mejoró un tiempo; pero fue producto de
las personas del momento, de la coyuntura y no necesariamente derivado de la
fusión.
Las siguientes administraciones fueron perdiendo de vista
la importancia de la misión, relegando al CEP y sumergiéndolo en el fondo de
las prioridades en una entidad diseñada para dar créditos y encargarse de
infraestructura de desembarque y no para educar y acompañar al pescador
artesanal. En el tiempo, salvo los funcionarios que llevaron a cabo el proceso
de fusión los primeros meses, nadie reconoció el error de esta decisión
política ni tuvo mayor voluntad de rectificarla. Es el resultado de la ausencia
de una agenda pesquera en el Estado.
La problemática de la pesca artesanal y de la
alimentación nacional están indiscutiblemente ligadas y merecen la mejor
atención posible debido a las necesidades alimentarias de la población.
En ese contexto, la función educadora de lo que fue el
CEP Paita no puede diluirse dentro de un mar de otras prioridades como la
infraestructura y el financiamiento a la pesca artesanal, que fueron
específicas del FONDEPES. Esta entidad no es un banco ni una empresa de
construcción. Se creó para apoyar integralmente a la pesca artesanal, y eso
requiere de una visión distinta a la actual.
La pesca artesanal no es solo dinero y desembarcaderos.
Requiere de capacitación y también de pasión, de cariño por el pescador
artesanal y de identificación con sus problemas. Los trabajadores del CEP Paita
desarrollaron esa mística por el sector artesanal que hoy languidece en
ausencia de una visión apropiada.
El siguiente cuadro muestra la ejecución presupuestal de
lo que fue el ex CEP Paita hasta su último año como pliego. Es evidente la
eficacia en el manejo del gasto, exclusivamente orientado a capacitación y
educación para el sector pesquero artesanal.
El siguiente cuadro muestra la ejecución presupuestal del
FONDEPES entre el 2007 y el 2016. Se aprecia el incremento de presupuesto a
partir del 2013 y la calidad de su ejecución. Pero ese incremento, no solo es
por la absorción del ex CEP Paita sino por el incremento de las partidas para
construcción y modernización de infraestructura pesquera. No para capacitación.
Cuando se decidió la fusión, para que una entidad
ejecutora pudiese ser considera pliego debería tener un presupuesto de 10
millones de soles. Es notorio que el CEP Paita disponía de menos de esa cifra,
lo cual no era un argumento para fusionarlo. La visión debida era que la cifra
era insuficiente para atender la necesidad de la pesca artesanal del Perú por
lo cual debía incrementarse y fortalecer la función capacitadora. Sobre todo
porque estaba próxima la incorporación de la sede de Ilo, construida por el
Gobierno Regional de Moquegua y la cooperación internacional. También se perdió
de vista la posibilidad de incorporar las instalaciones del ex Complejo Pesquero
La Puntilla, en desuso, a una gran entidad con una visión educadora de otro
nivel más amplio que permita, no solo capacitar, sino acompañar el pescador
artesanal en todos sus procesos y actividades hasta llevarlo a otro nivel de
desarrollo.
Las posibilidades del CEP Paita requerían de una visión
diferente a la adoptada en su momento.
Marcos Kisner Bueno
Presidente de la Revista Pesca