PESQUERIA
CON REGALIAS, SOSTENIBLE Y CON CONTAMINACION CERO
La discusión y la confrontación entre la industria
anchovetera y el Estado omite temas de fondo que son determinantes; pero ha
puesto en vitrina al sector pesquero, lo que debiera estimular al público a
interesarse más sobre este tema. Para los medios de comunicación es una
extraordinaria oportunidad para analizar y difundir los beneficios y los
perjuicios que trae la pesquería industrial al país y permitir que la sociedad
civil juzgue y decida por sí misma con toda la información posible.
La harina de pescado, conservas y congelados se producen
y se seguirán produciéndose. Más o menos
cantidad, mayores o menores precios, más o menos embarcaciones, la industria
seguirá existiendo. Con cuota global, cuotas individuales, con mucho o poco
control, seguirá existiendo. El Estado
también seguirá existiendo, aunque las normas de rango de Decretos o
Resoluciones puedan modificarse, anularse o mantenerse.
Mientras hacer harina de pescado y exportar recursos
pesqueros congelados o en conserva sea un negocio más atractivo y rentable que
atender al consumo humano directo de la población peruana, la industria
pesquera, tal como está funcionando, seguirá existiendo. Mientras el mercado
nacional compita en inferioridad y desigualdad de condiciones con la
exportación, los peces seguirán alimentando a otros países y no al Perú.
El tema fundamental no es la existencia de la industria,
sino que pague un justiprecio por la extracción con cero contaminación, respetando
criterios de sustentabilidad, sin competencia desleal con el mercado interno
peruano.
Los
objetivos fríos, racionales e impostergables, más allá de la coyuntura y la
subjetividad, son:
1. Asignación
de un valor a la extracción de todos los recursos pesqueros, que debería ser
pagado por todos quienes realizan esfuerzo pesquero con fines comerciales dado
que el impuesto a la renta es bajo y hasta desaparece cuando se le contrasta
con los impuestos que el Estado devuelve al sector. La renta es un impuesto a las
utilidades que nada tiene que ver con el precio que debe tener la materia
prima. Los peces deben tener un precio,
que hasta hoy no lo tienen.
2. La
contaminación y reparación del daño causado al ambiente hasta el momento no
está resuelto. Los límites Máximos Permisibles para la descarga de efluentes
asignados a la industria reductora han sido generosos y los plazos de
adecuación a sus PAMAs (Programas de adecuación y manejo ambiental) también. La
industria de consumo humano directo no tiene hasta ahora límites máximos
permisibles que permitan controlar y eventualmente sancionar el exceso de
contaminantes vertidos al mar. Toda la flota pesquera no tiene el control
debido de sus descargas de aguas sucias y residuos oleosos porque no se aplica
la normativa del Marpol. Debe asegurarse la calidad ambiental de la actividad
pesquera y acuícola con cero contaminación.
3. Colocar
al mercado interno en igualdad de condiciones de competitividad que el mercado
externo.
4. Asegurar
la sostenibilidad de todas las pesquerías en base a la mejor información
científica con un enfoque ecosistémico.
Marcos Kisner Bueno