El
sector pesquero es complejo, y tiene características especiales que hacen
difícil su administración y regulación. Requiere atención no solo técnica sino
económica, social, ambiental y política. Requiere capacidad de diálogo y de
concertación; pero también de autoridad fuerte, cuando sea necesario.
Es necesario diseñar una
Política de Estado concertando un objetivo común entre la autoridad, los
administrados y los ciudadanos. Es preciso establecer objetivos estratégicos en
temas en los cuales las diferencias no sean posibles. Las estrategias y
políticas derivadas de una Política inteligentemente diseñada ofrecerán mayor
garantía de cumplimiento.
Si los administrados
están de acuerdo con la regulación, el cumplimiento está casi garantizado. Esto
no significa que la autoridad abdique de su función normativa, regulatoria y de
control ni que ceda a todas las demandas, sino que a través de una negociación
política diseñe normas técnicas consensuadas.
Solo cuando el interés nacional y el bien común ofrezca resistencia por
parte del administrado, puede y tiene que imponerse el principio de autoridad
Sin embargo una política
no puede regular lo que sus funcionarios
no conocen y no puede dictar medidas regulatorias si previamente no se han
creado las capacidades de fiscalización y control. Esto implica no solamente
una plataforma normativa y regulatoria, sino infraestructura, personal y
presupuesto.
Existen temas de fondo
que deberían constituir el núcleo básico de una política de Estado de largo
plazo: alcanzar pesquerías sostenibles, limpias, amigables con el medio
ambiente, que contribuyan con la seguridad y la soberanía alimentarias y que
sean equitativas a través de la asignación de un valor justo a la extracción de
todos los recursos pesqueros.
El
Perú debe dirigirse a un ideal pesquero común. La política pública debe ser
guiada por principios superiores a los intereses de parte o de grupo. Para ello
debemos actuar como ciudadanos activos para determinar qué es lo que queremos
como sociedad y como Estado. La explotación de nuestros recursos pesqueros no
es interés solamente de quienes los extraen y lucran con ellos. Es interés y
responsabilidad de todos los peruanos por las implicancias y consecuencias
derivadas de su explotación.
La regulación tiene que
buscar la equidad en la sociedad peruana. La inequidad perjudica a la
democracia porque puede inducir al conflicto y a la confrontación. Los peruanos
somos ciudadanos pasivos. Pero el
ciudadano pertenece a una comunidad política, es sujeto de derecho y de
responsabilidades, por tanto debe ser activo. Esta condición no se cumple en el
caso pesquero peruano porque desconoce casi todo sobre el tema. Es en la
educación e información donde se tiene que actuar con especial dedicación.
Debemos dejar de ser ciudadanos pasivos e interesarnos por lo que ocurre con
nuestros recursos naturales.
Marcos
Kisner Bueno
Quedan cordialmente invitados a leer la edición de la
Revista Pesca correspondiente a JUNIO 2014
EN
LA EDICION DE JUNIO:
En el dia mundial de los océanos y del
pescador peruano
Debate
de un socialista vs un liberal;
El
estado constitucional y la democracia;
La
merluza: exportaciones y derechos;
Ejecución
presupuestal sector pesca;
Flota
móvil de pesca de altura (4);
Las
comunidades marinas;
Ciclos
tecnológicos y recursos naturales;
Apps
que promueve pesca responsable;
Se
acabo la voluntad desde palacio;
La
oferta política y la realidad;
El
problema del mar argentino;
Directrices
FAO para la sostenibilidad;
La
pesca como significado de vida;
Conocer
la pesca para protegerla;
Salvando
el Océano y alimentando;
Cuidemos
los océanos para cuidar el clima;
Datos
marinos en tiempo real;
Océanos,
la última frontera;
El
calentamiento del mar y el bacalao;
La
basura en el mar;
Océanos
más ácidos;
La
sopa tóxica del océano
La
revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y
de la pesquería que, además de informar, agita conciencias y trasmite ideas
y corrientes de opinión que tienen por
objeto crear conciencia de sostenibilidad de los recursos marinos, de seguridad
alimentaria, de cuidado y protección del
medio ambiente y ecosistemas acuáticos,
de la necesidad de una participación del país más justa en la renta pesquera.
Representa una opción de acceso a
información alternativa sobre la realidad de nuestra pesquería y la necesidad de dirigirnos hacia una
pesquería sustentable para las futuras generaciones, por encima de intereses
cortoplacistas que no benefician al ciudadano peruano común y corriente, sino
tan solo a una mínima fracción de la población.