La edición de mayo de la Revista Pesca presenta una síntesis de las principales cifras sobre el desenvolvimiento del sector pesquero, las cuales deben ser conocidas por todos los agentes sectoriales; pero en especial por los equipos de plan de gobierno de los dos partidos en carrera hacia la Presidencia.
Es necesario destacar que ningún partido menciona a la pesca nacional en sus discursos y no se conoce a expertos del sector que integren los equipos de asesores o de planes de gobierno. Por lo menos no se muestran visibles.
Es conveniente y necesario conocer a los equipos que, en términos prácticos y reales, conducirán al sector pesquero durante los próximos 5 años, así como conocer qué es lo que harán a partir del 1 de agosto del 2011.
Los discursos y planes de gobierno son una cosa y otra es lo que en la realidad ocurre a partir del 1 de agosto. Ese debería ser el principal interés del sector: saber qué es lo que ofrecen en términos prácticos y reales.
Los últimos 5 años nos han dejado la experiencia de un plan de gobierno para el sector pesquero formulado por el partido ganador; pero que fue ignorado por los Titulares de Pliego que ocuparon la dirección política del sector durante todo el gobierno. Por lo tanto, es legítimo pretender concocer quién será el Titular de la cartera de Producción para saber a que se atendrá la pesquería peruana.
EDITORIAL
La Revista Pesca, dentro de su sección estadísticas, publica periódicamente las cifras de desembarques pesqueros, exportaciones, impuesto a la renta de tercera categoría y derechos de pesca.
Esta información no se ve frecuentemente en los medios, por alguna razón. Evidencia que, independientemente de los volúmenes de desembarque y de exportación de productos pesqueros en toneladas métricas, las cifras en dólares tienen crecimiento. Pero la contribución del sector al país en la forma de impuesto a la renta de tercera categoría y derechos de pesca sigue siendo, pese a todo, injusta, insuficiente y pobre. El canon pesquero, por su lado, está tan mal estructurado que el reparto del mismo entre los gobiernos regionales y locales resulta grotesco.
Los partidos en la actual contienda electoral no han expresado ninguna opinión, idea, o propuesta para corregir esta desviación que permita redistribuir el beneficio pesquero en forma justa y equitativa.
Las cifras de exportaciones evidencian una bonanza y un crecimiento realizado con un recurso natural que es propiedad de la Nación. Esta última, como legítima propietaria de estos recursos no solamente no está siendo adecuadamente compensada sino que además está sufriendo los efectos de la contaminación que produce la industria y el impacto sobre el ecosistema.
El nuevo gobierno tiene la oportunidad, que se presenta solamente cada 5 años, de efectuar una profunda transformación y reordenamiento de la pesquería nacional. Es deber del Estado procurar que la riqueza y el beneficio derivados de la explotación de recursos naturales sean justamente distribuidos y no concentrados en una pequeña élite.
El sector no requiere acciones mediáticas de impacto publicitario ni políticas asistencialistas, sino actuar en profundidad sobre una verdadera reforma estructural de la administración y gobernanza de la pesquería peruana que asegure su sustentabilidad y una adecuada redistribución de beneficios para toda la población. El sector exige una administración más técnica y eficiente que lo que las cifras indican en los últimos diez años, tomando la ejecución del presupuesto público como indicador de la gestión.
Aquellos involucrados laboral o comercialmente con la pesca en el Perú tienen una obligación con el país y el sector mediante un voto informado y meditado.
Marcos Kisner