Además de la censurable
falta de publicación de estadísticas de desembarque y producción actualizadas
en forma prudencial, la ejecución presupuestal del sector Producción al 31 de
mayo es cuestionable.
El sistema no permite
evaluar el cumplimiento o avance de cumplimiento de los objetivos estratégicos
vigentes y diseñados en el Plan Estratégico Sectorial Multianual, pese a que
existen indicadores claros.
El único indicador visible
es el índice de ejecución presupuestal.
El presupuesto aprobado
deriva, teóricamente, de un Plan Operativo Institucional (POI), el cual se
desprende del Plan Estratégico Institucional (PEI) para el ejercicio fiscal. El
cual a su vez debe ser concordante y coherente con el Plan Estratégico
Sectorial Multianual (PESEM).
Por tanto podría
presumirse, cuantitativamente, que los índices de ejecución presupuestal
muestran el índice de eficiencia de la gestión, aunque no miden
cuantitativamente el avance hacia el cumplimiento de objetivos.
El índice al 31 de mayo
muestra un nivel de eficiencia preocupante, el cual sumada a la ausencia de
datos estadísticos, nos muestra una debilidad de esta administración que debe
ser corregida. Lo cual es un tema relativamente sencillo por cuanto es cuestión
de capacidad de gestión institucional que no está afectada por factores
externos o políticos.
25% de avance en 5 meses no
es precisamente la mejor tarjeta de presentación para el sector, del cual destaca
el pobre índice del FONDEPES del 17%. Siendo este último el principal ente que
realiza inversión en infraestructura, el ratio es preocupante.
Es probable que estos
ratios se deriven de una organización inadecuada para el sector, ya que antes
de la reestructuración si bien es cierto los índices eran parecidos, por lo
menos la opinión pública tenía acceso a mejor data estadística.