Culminó la sexta
reunión de la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur
realizada en Lima. Perú presentó la iniciativa "Red de Intercambio de
Información y Experiencias entre países de América Latina y el Caribe para
Prevenir, Desalentar y Eliminar la Pesca Ilegal no Declarada y no
Reglamentada".
Desde el punto de
vista de la organización logística y administrativa del evento este fue
excelente y demostró la experiencia y capacidad de los funcionarios de Produce
encargados del evento que se llevó a cabo en el Hotel Marriot de Miraflores. El
actual presidente de la Comisión OROP-PS, Osvaldo Urrutia, y varios de los
miembros de la Comisión felicitaron al Perú por la excelente organización de la
reunión.
La cuota de jurel
para Perú ha sido ampliada a 11,684 toneladas para 2018. Este incremento, que
ha sido otorgado en forma proporcional a todos los países miembros no es un
logro peruano exclusivamente sino un crecimiento vegetativo de la cuota. Debería
motivar a la autoridad de pesquería a diseñar acciones y estrategias orientadas
a que las capturas contribuyan prioritariamente a la alimentación nacional.
Por declaraciones
dadas a los medios hemos tomado conocimiento de que en 2017 el Perú capturó el
íntegro de su cuota de jurel que ascendió a 10 mil TM, de las cuales 6,500 fueron destinadas al consumo humano
directo en territorio peruano. De esta información se deduce que las otras
3,500 toneladas fueron exportadas o quedaron en poder de los barcos que
realizaron la captura. Esto significaría que eran embarcaciones de bandera
extranjera. El jurel es la especie de consumo más popular en el país, por ser
la más barata y a la que las familias de menores recursos están acostumbrada a
consumir.
Se ha mencionado
también que esta operación ha dejado 2 millones de soles para el Perú,
presumiblemente por el cobro de los derechos de pesca correspondiente.
En 2016 PRODUCE
estableció un marco de lineamientos para asignar la cuota de captura del jurel
de altamar, asignada por la OROP P-S, de manera supletoria o complementaria a
la flota nacional. En ese contexto, para poder determinar qué beneficio le trae
al país la participación en la OROP, que le permite una cuota de pesca en el
Océano Pacífico Sud Oriental, la ciudadanía peruana debería conocer:
1. Qué empresas y/o embarcaciones han realizado las capturas, donde han
desembarcado el producto y cuál fue su mercado de destino.
2. El detalle de la recaudación de los derechos de pesca.
Las 6,500 toneladas
que han sido destinadas al CHD pueden haber sido vendidas en territorio
nacional en forma de congelado, fresco, o pueden haber sido procesadas para
conservas. Si así fue, es importante saber cuál fue el destino de las
conservas, porque podrían haber sido exportadas o destinadas al mercado peruano
o una combinación de ambas.
Esta es una cara de
la moneda; pero más allá de la conveniencia geopolítica de ser miembros de esta
organización y las cifras mostradas, así como la eficiencia organizativa de
PRODUCE, es importante conocer la otra cara, o sea qué beneficio ha obtenido el
público consumidor peruano en forma real.
Porque no conocemos
el impacto que ha tenido sobre la población peruana, en especial por las
familias más vulnerables y necesitadas de proteína. ¿Cuántas familias peruanas
en condiciones de vulnerabilidad han sido beneficiadas por estas capturas de
jurel en el área controlada por la OROP del Pacífico Sur? Porque si todo este
gasto y esfuerzo no ha servido para atender a nuestra población ¿qué sentido
tiene?
Para efectos de una
adecuada transparencia, PRODUCE debería informar con detalle el monto de los
recursos directamente recaudados provenientes de los derechos de pesca, multas,
tasas y otros, así como el destino asignado a esos fondos. De esta manera, el país podría conocer cómo
se aplica el dinero recaudado.
Así podríamos saber
cuánto se gastó en esta reunión de la OROP, entre otros gastos y tal vez
podríamos comparar cómo son estas reuniones cuando se realizan en otro país.
Perú ha demostrado
en varias oportunidades que es un buen anfitrión, lo cual es bueno para la
imagen del país. Esta imagen, más allá de la foto del momento, debe
complementarse con una rendición de cuentas que muestre al país cuál es la
relación beneficio costo de su organización y/o asistencia a este tipo de
eventos.