En las siguientes cifras se puede apreciar cuánto se recaudó
del sector pesquero por impuesto a la renta, derechos de pesca y cuánto se
devolvió en el periodo 2003—2016, único lapso de tiempo con cifras visibles de
todos los componentes analizados.
Cifras expresadas
en soles
EXPORTACIONES PESQUERAS ENTRE EL 2003 Y EL 2016:
95,201’311,964
IMPUESTO A LA RENTA RECAUDADO
2,299’800,000, que representa el 2.42% del total de
exportaciones
IMPUESTOS DEVUELTOS POR EL ESTADO A LA INDUSTRIA PESQUERA
8,505’300,000, que representa el 8.93% del total de
exportaciones
DERECHOS DE PESCA RECAUDADOS
648’346,941, que representa el 0.68% del total de
exportaciones
El 50% de la recaudación por
derechos de pesca alimenta el canon pesquero. El 50% de la recaudación por
impuesto a la renta proveniente del sector pesquero constituye el otro origen
de fondos del Canon. Este canon se distribuye a determinados gobiernos locales
y regionales en forma imperfecta.
El Producto Bruto
Interno (PBI) se define como el valor total de los bienes y servicios
producidos en un país durante un periodo determinado. Es la cifra más resaltada por los medios
porque está referida al crecimiento, al cual suman las grandes obras derivadas
de la corrupción también. Pero nunca se habla de la recaudación tributaria ni
de los derechos de pesca. La pesquería tiene un aporte relativamente importante
en el PBI del país.
El objetivo del Estado es el
bienestar de las mayorías. Para lograrlo, recauda impuestos, que le permite
sostener su presupuesto de gastos. Poca recaudación genera menor gasto
corriente y menor inversión.
Pero crecimiento económico y
bienestar de la gente no van, necesariamente, de la mano. Que crezca la economía no significa
necesariamente más bienestar general, ni tampoco mayor recaudación de
impuestos, fuente principal de financiamiento para atender los servicios
públicos. El bienestar general depende de la distribución de la riqueza que
produce la economía y del pago de impuestos.
El crecimiento económico se
refleja en el PBI. Pero de nada sirve que aumente si la riqueza resultante no
se distribuye con justicia y equidad, si no se paga impuestos justos. Porque no
significa necesariamente el bienestar de las mayorías. Las cifras son
evidentes: sueldos bajos, servicios públicos mediocres, programas sociales
insuficientes… obras faraónicas sobrevaluadas para pagar sobornos.
El enriquecimiento de las
empresas, si no va acompañado de una justa contribución con el país, priva de
recursos a la administración pública, que ofrece servicios inapropiados.
La pesca comprende a un
importante número de empresas y personas naturales dedicadas a actividades
relacionadas a la misma, que son informales. Por tanto no tributan nada. Los intentos
de formalizarlos no vienen siendo exitosos. Valga aclarar que formalizar a un
pescador artesanal no solamente debería implicar dotarlo de un registro de
matrícula para su embarcación y/o un permiso de pesca sino también de un RUC
que conlleva el deber de pagar impuestos. Un razonamiento para no formalizarse
es precisamente no tributar y permanecer fuera del radar de la Sunat.
Finalmente ¿porqué tributar si sus impuestos terminan alimentando la corrupción
como se viene observando en las últimas semanas? Obras faraónicas, algunas
inservibles y sobrevaloradas…¿con el dinero de quién?
Las cifras macroeconómicas son
solo una parte de la estadística. Por tanto, cuando se toman en forma sesgada
y/o exclusiva, se oculta la realidad y se le da al público una información
manipulada, dirigida a aplaudir el crecimiento a ciegas, soslayando el resto de
datos.
Sin voluntad política, no hay
nada que se pueda hacer para mejorar esta situación; pero la ciudadanía debe
conocer lo que en realidad constituye la contribución de la pesca con el país.
Si se habla de su aporte al PBI, debe hablarse también de su contribución a
través de los impuestos y los derechos de pesca.
Cuando se dice que la exportación
de productos pesqueros es buena y conveniente para el país, deberían decirnos y
los ciudadanos deberíamos preguntarnos: ¿Para quiénes es buena; cuántos son los
beneficiarios de la actividad; cuánto dinero recibe el país procedente de la
actividad exportadora pesquera; y en qué se invierte?
También deberíamos preguntarnos
¿cuánto del volumen de peces extraídos se destina a la reducción de la
desnutrición y la anemia infantil en el país?
En el Pacto Nacional contra la
anemia y la desnutrición crónica infantil firmado el 10 de febrero de 2017, el
Gobierno central se fija la meta de reducir los indicadores de anemia y
desnutrición crónica infantil que son altos en varias regiones. Por ejemplo, en
el caso de la anemia infantil, que registra una tasa de 43.5 por ciento la meta
es reducirla a 19 por ciento al finalizar la actual gestión.
¿Cómo va a participar la
actividad pesquera en este tema?
Marcos Kisner Bueno