La exposición de la situación actual del EX CEP Paita y la necesidad de
un nuevo OPE que reasuma la capacitación del sector pesquero artesanal, no es un
reclamo ni crítica puntual a la actual administración de pesquería
específicamente. Tampoco es un tema coyuntural o político, sino que responde a una visión de futuro de la pesca artesanal y del consumo humano directo de productos hidrobiológicos, que debiera ser apoyado por la actual administración, el Congreso de la República y toda la comunidad pesquera.
No se trata de reaccionar a la realidad evidente del ex CEP Paita expuesta ultimamente, como si se tratase de un tema de imagen politica que deba defender la actual administración de pesquería. No se trata de reaccionar eventualmente ante algunas denuncias. Son hechos que merecen ser enfrentados con realismo y sin enfrentamientos pensando en lo mejor para los pescadores. Y eso requiere que todos apoyen la idea de un centro de capacitación nuevo y a dedicación exclusiva a su fin, que debe ser capacitar.
Esta nota de Andina muestra que se está tratando el asunto como si fuese una defensa o reacción ante un ataque. No se trata de nada de eso. Se trata de enfrentar la realidad y adoptar la mejor alternativa en beneficio de un aspecto de la realidad pesquera artesanal que está olvidado desde hace muchos años.
Es un reclamo a 15 años de abandono debido a una norma mal concebida e
indebida. En consecuencia, lo que corresponde es que toda la comunidad
pesquera, las autoridades del sector y el Congreso, unan esfuerzos para crear
un nuevo Centro de Entrenamiento Pesquero Artesanal en base a lo que fue el ex
CEP Paita, para de esta forma, entre otros objetivos, hacer justicia a ese
grupo humano que dio origen a esa entidad y que ha sido injustamente maltratado
y abandonado durante casi quince años.
El equipo de humano del CEP Paita pertenecía a un mismo régimen laboral y
permanecieron o permanecen en el cargo desde su creación a diferencia del resto
del personal de FONDEPES que mezcla una serie de regímenes laborales sin haber
integrado totalmente a su personal en una sola mística institucional.
Tampoco se ha apreciado que todo el personal del CEP, o casi todo, está
próximo o bastante próximo a jubilarse, lo que hará con una pensión pobrísima y
dejando a la entidad sin personal con experiencia. Porque nadie ha pensado en
preparar el relevo generacional contratando jóvenes que vayan aprendiendo de la
experiencia de los que aún están con el tiempo debido.
Esa es la realidad de la institución y una de la razones por las cuales
debe crearse un nuevo OPE sobre esa base rescatando la experiencia y reparando
el daño causado a su personal, que tenía una cultura organizacional y una
mística que jamás el FONDEPES pudo igualar, entender o apreciar.
Para que el sector artesanal crezca, se formalice y evolucione, requiere
capacitarse. No se puede demandar ni exigir calidad en los productos
hidrobiológicos capturados por la pesca artesanal destinados al consumo humano
directo mientras sus operadores carezcan de las capacidades adecuadas. La
educación y creación de capacidades son componentes fundamentales en el
desarrollo del sector pesquero artesanal en el corto, mediano y largo plazo,
por lo que es fundamental que las acciones en esta área respondan a una visión
política de futuro y orienten en forma coordinada y articulada toda la
estrategia de intervención.
Esto no funciona si la actividad está politizada y dirigida por
funcionarios ajenos al sector y sin vocación ni mística por la pesca. Por eso
se requiere de una institución educativa autónoma y sin el yugo de la cambiante
burocracia que solo ejecuta órdenes de jefes que probablemente saben menos que
ellos de pesca.
El Ministerio de la Producción tiene la competencia y la responsabilidad
de que el ciudadano peruano acceda a un recurso hidrobiológico inocuo y de
calidad. Hay falencias y debilidades en la materia, debido a la falta de
capacitación adecuada por lo que se configura la necesidad de disponer de un
Organismo Público Ejecutor (OPE) nuevo y autónomo, creado en base a lo que fue
el EX CEP Paita, sacándolo del ámbito del FONDEPES. Posteriormente proponer una política pública a ejecutarse a
través de un Plan Nacional de Capacitación para el sector pesquero de consumo
humano directo, ejecutado por el nuevo OPE.
Se necesita actividades educativas y de capacitación en beneficio de los
pescadores artesanales y de los operadores de la cadena productiva del consumo
humano directo. El objeto es contribuir a su inclusión en la economía formal
mejorando su desempeño laboral, que permita abastecer de productos
hidrobiológicos con la calidad que las plantas procesadoras y el mercado
nacional demandan. Para esto se necesita una nueva entidad educativa que
rescate lo que fue el ex CEP Paita.
La situación de abandono del mantenimiento de las instalaciones,
embarcaciones y vehículos de lo que una vez fue el CEP Paita, exponente
orgulloso del nivel de capacitación pesquera alcanzado por el Perú en
determinado momento, no es todo el problema. La situación, laboral de su
personal es quizá la más grave, e injusta. La fusión con el FONDEPES no trajo
nada bueno, pero sí creó la esperanza y expectativa de que la escala salarial
del personal del CEP se nivele con la del FONDEPES, que era mucho más alta.
No se hizo por falta de voluntad. Los primeros meses post fusión no se
tenía un ROF y se tuvo que apelar a la figura de un “programa” para seguir
operando. El ROF demoró demasiado, así como todos los ajuste de integración de
ambas entidades. En ese proceso las autoridades fueron cambiadas y desde ese
momento empezó, y por los siguientes años hasta el presente, una serie de
designaciones de funcionarios de todo nivel, en su mayor parte ajenos al
sector. En ese escenario a nadie le importó ejercer realmente la presión
suficiente y la gestión apropiada para la nivelación salarial del personal de
la zonal de Paita. La gente nueva estaba más preocupada en construir o reparar
desembarcaderos y/o defender sus empleos.