¿Conoces que anualmente el 50 por ciento de la basura de los océanos es plástico que tarda décadas antes de degradarse, y hay 200 áreas privadas de oxígeno y desprovistas de vida en el mar, número duplicado cada 10 años, desde 1960?
¿Sabías que la salud humana sufre la contaminación del agua costera con más de 250 millones de casos de gastroenteritis o enfermedades respiratorias por bañarse en aguas contaminadas, y que comer mariscos infectados causa de 50 mil a 100 mil muertes cada 12 meses?
Razones estas más que válidas para reflexionar, justo cuando celebramos este ocho de junio el Día Mundial de los Océanos, conmemoración resultante de una iniciativa canadiense, en 1992, en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, Brasil, y oficializada en 1994 por la Organización de las Naciones Unidas.
Los océanos cubren dos terceras partes de la superficie de la tierra, y son fuente de alimentos, energía, agua, hidrocarburos y recursos minerales.
Es imprescindible que el hombre, principal depredador, reconozca y actúe contra numerosos y graves problemas que afectan a los océanos al introducir grandes cantidades de sustancias tóxicas, y degradar los ecosistemas marinos mediante la explotación minera, el transporte, la pesca y cruceros de líneas.
La preservación del atún, el tiburón, el pez espada y otras especies marinas, constituye una de las principales tareas asumidas a través de las campañas en favor de la flora y la fauna marinas, por su importancia en el desarrollo sostenible de la humanidad.
Es importante saber que la mayoría de la contaminación en los océanos se produce en la tierra. Ejemplo de ello son los fertilizantes y pesticidas de granjas, el aceite de calles y calzadas, aguas residuales y la basura de las ciudades.
El impacto humano induce problemas ambientales como consecuencia de la construcción y desarrollo de instalaciones para el turismo, puertos y otras actividades como la agricultura y la industrialización, que alteran paisajes y hábitat naturales.
Un 90 por ciento del comercio internacional se transporta por mar, más del 29 por ciento de la producción mundial del petróleo viene de los océanos, y el turismo de playa y los cruceros devienen relevante fuente de ingresos para muchos países.
Cada año se capturan en todo el mundo casi 130 millones de toneladas de pescado, con un valor aproximado de 60 mil millones de dólares, y el sector pesquero y la acuicultura por si solos dan trabajo a 150 millones de personas.
Otras miradas nos reiteran el cuidado a mantener con esta fuente de recursos, de aguas cada vez más calientes y ácidas a causa de emisiones de gases de efecto invernadero, lo cual también hace difícil la sobrevivencia de ecosistemas marinos.
La solución está en tener conciencia de nuestras actividades y acciones como seres humanos, de nuestras decisiones desde el presente y a favor del futuro. (Por Yudaisis Moreno Benítez, AIN)