No creas en todo lo que se dice.

Aun cuando creas que algo aparece claro, ponlo en duda y no reposes. Duda de todo lo que parece ser bonito y verdadero. Pregúntate siempre: a «¿Para qué?». No creas que una cosa sola es buena; lo recto no es recto y tampoco lo curvado es curvado. Si alguien dice que un valor es absoluto, pregúntale en voz baja: «¿Por qué?». La verdad de hoy puede mentir ya mañana. Sigue el río desde donde comenzó el torrente. No te basten las piezas aisladas. Pregúntate siempre: «¿Desde cuándo?». Busca las causas, une y disuelve, atrévete a mirar tras las palabras. Si alguien dice: «Esto es bueno (o malo)», pregúntale en voz baja: «¿Para quién?» Friedrich Paulus

La debida gestión pesquera

El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas. Paul Greenberg.

REVISTA PESCA

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero.

En 2024 cumplimos 65 años de publicación en el Perú.

Las ediciones a partir del 2010 se publican en formato digital (PDF) en la siguiente página web: http://www.issuu.com/revistapesca/docs


Merecemos una gestión de la pesca con visión de país y compromiso con el ciudadano.

Los peces del Perú, primero para los peruanos


sábado, 28 de enero de 2012

Editorial Revista Pesca Febrero 2012

La responsabilidad de la conducción del país recae en el Presidente de la República, elegido por voto popular. Basado en esa autoridad, designa a los Ministros, que son los titulares de Pliego responsables de ejecutar las políticas de Estado definidas en la oferta electoral por el partido ganador, del cual el Presidente es el líder.

  Esta edición analiza, desde una perspectiva singular, el impacto que causa la política nacional en el sector pesquero.

  Los cargos de confianza que significan ministros y viceministros devienen  en empleos de suma importancia para la conducción política del país.  Sin embargo, cabe cuestionar las razones por las cuales algunos aspiran y pugnan por ocupar esos cargos, aún sabiendo la temporalidad y precariedad de los mismos. ¿Vocación de servicio?  ¿Vanidad y ansia de poder? ¿O intereses comerciales y personales?

  El tema fundamental en la pesquería peruana ha sido, es y será, la debida y justa contribución de la industria, a fin de que el Estado disponga de los recursos económicos necesarios para la inversión en investigación, modernización de la pesca artesanal e infraestructura. Ello implica compromiso de la Presidencia de la República y voluntad política para actuar. Ministros sin respaldo político del más alto nivel corren el riesgo de ser de derrumbados por el poder fáctico, como presumiblemente ha ocurrido recientemente.

   Es Palacio de Gobierno  quien tiene que asumir el liderazgo de emprender las reformas necesarias para la pesca en el Perú.

   Se espera que el Ministro del Sector tenga un mínimo de tiempo garantizado que le permita administrar el sector con el mínimo de rotación posible de funcionarios. Pero ocurre que el empleo temporal de Ministro, viceministro o director, va  más allá de ser temporal y se está convirtiendo en precario.

  En un escenario donde el cambio de Ministro, que implica una rotación de todos los cargos directivos de confianza, no tiene un plazo determinado, el sector se sumerge en una incertidumbre tal que aleja la posibilidad de que personas de calidad acepten empleos en la administración e incrementa la probabilidad de no introducir las reformas necesarias.

   Trabajar o invertir en medio de una administración que tiene un plazo de vida corto, incierto o indefinido, implica un riesgo alto y un costo personal innecesario.Bueno


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