Diana Kisner ilustra campaña que lucha contra la
desnutrición y la anemia. Sus mensajes vinculan la desigualdad de género con el
acceso a una alimentación sana
Diana Kisner, además de
practicar la ilustración, ejerce el periodismo. (Foto: Hugo Pérez)
“Me pidieron ilustrar cuatro
mensajes que recogen una serie de estadísticas sobre la desigualdad de género
en el Perú y plantean una gran pregunta: ¿será que hombres y mujeres no tenemos
las mismas oportunidades para acceder a alimentos nutritivos?”, cuenta Diana
Kisner, pintora autodidacta y dueña de una gran destreza para
plasmar todo lo que ve y le impresiona en pequeñas libretas, grandes cartulinas
o platos aporcelanados.
Por su parte, Sandra Salcedo, coordinadora de la iniciativa Hambre
Cero del Programa Mundial de Alimentos, sostiene que la idea de esta
nueva campaña, en la que sobre todo se involucrará, en una primera etapa, a
cocineros y cocineras jóvenes de Lima, Cusco e Iquitos, es “retratar el vínculo
que hay entre discriminación y violencia de género con alimentación y
bienestar”. Según ella, es un tema del que no hay mucha información a la mano
pero que resulta importante poner en vitrina en un contexto en el que la
violencia contra niñas y mujeres es descarnada.
“La desigualdad de género es una causa que por fin está movilizando al
mundo entero”, continúa Diana. Para la artista es importante prevenirla, que se
la trate desde el principio y no solo cuando reviente en la cara de todos
convertida en abuso sexual y feminicidio. “Por eso, estoy muy agradecida de
participar en una campaña que nos permite hablar del tema desde un espacio tan
vital y cotidiano como la alimentación”.
Vea el video:
Vea el video:
Tanto para las piezas gráficas como para la animación en 'stop motion',
se decidió eludir la victimización y crear escenarios de aparente normalidad en
las tres regiones del país. “Uno de ellos fue un cafetal, pues el café es una
de nuestras principales exportaciones y Junín es la zona con más producción.
Sin embargo, ese departamento también tiene el mayor índice de violencia contra
las mujeres”, detalla Diana, para luego citar un estudio reciente presentado
por la Universidad de San Martín de Porres y la Cooperación Alemana GIZ que
descubrió que las cosechadoras agredidas de esa zona tuvieron cero
productividad en relación a las que no vivieron algún tipo de violencia. “Si a
todo eso le sumamos que el 24% de mujeres en zonas rurales del Perú es
analfabeta y que el 47% no tiene ingresos propios, ¿nos hemos preguntado cómo esto
se refleja en su alimentación y en la de sus hijos? ¿Hay una relación entre
esas cifras y el hecho de que Junín tenga uno de los índices más altos de
desnutrición crónica infantil?”.
Y como la desigualdad de género es algo que todas las mujeres tenemos en
común, Diana quiso que el video de la campaña transcurriera en un mercado, “un
espacio en el que nos encontramos sin importar quiénes somos ni de dónde
venimos”. Finalmente, ella añade: “Mientras dibujaba el escenario, con un
calendario del papa Francisco en el puesto de pescado, una verdulería a cargo
de una pareja de Huánuco y una rubia cuyos lentes oscuros esconden un ojo
morado, me preguntaba cuánto machismo nos comemos todos los días. Tal vez
podríamos utilizar la energía que gastamos para indignarnos en cosas sencillas.
Esas cosas que hacemos en la cocina todos los días y que nos pueden cambiar la
vida”.
Unas de las piezas gráficas
elaboradas por la artista gráfica para Hambre Cero, iniciativa del Programa
Mundial de Alimentos cuya coordinadora es Sandra Salcedo . (Foto: Hugo Pérez/
El Comercio)
LAS CIFRAS DE LA DESIGUALDAD
+ El Programa Mundial de Alimentos contribuye
con el gobierno peruano para bajar los niveles de anemia del 43% al 19% en el
2021.
+ Se espera que los cocineros y cocineras,
desde sus restaurantes y redes sociales, activen la campaña poniendo los
afiches en sus lugares y repartiendo los stickers y volantes entre su público
al momento de pagar la cuenta.
+ Cifras a considerar: el 47% de mujeres en
zonas rurales del Perú no tienen ingresos propios, el 24% de mujeres de zonas
rurales del Perú son analfabetas, y las mujeres trabajan 9 horas más que los
hombres en la cocina.
+ De los 44 mil pescadores artesanales que hay en el Perú, 1.300 son
mujeres.
Fuente
NOTA DE PESCA
La anchoveta
constituye una importante herramienta en la lucha contra el hambre y también en
la generación de empleo.
Se merece mayor
atención de organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos a fin de
desarrollar campañas de creación del hábito de consumo y de micro empresas
capacitadas en la extracción y procesamiento de anchoveta para su
comercialización en el mercado nacional, abandonado por las políticas públicas
de los últimos años que solo fijan su atención en la rentabilidad económica y
en el crecimiento del PBI, mas no así en la rentabilidad social.
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