Transformación, inclusión social, redistribución y cualquier otra reforma positiva necesitan una fuente de financiamiento adecuada. Primera acción lógica a ejecutar, entonces, es analizar y tomar decisiones sobre como mejorar la escasa aportación de la industria pesquera con el país, en relación a sus ingresos. El impuesto a la renta es el resultado de aplicar una tasa del 30% a las utilidades brutas. Si este impuesto es bajo, es porque las utilidades son bajas. Si una industria que exporta 2,500 millones de dólares anuales reporta utilidades pobres, es un indicador de que algo está ocurriendo.
La redistribución y inclusión social de los trabajadores de la industria y de los pescadores artesanales, además de mayores ingresos fiscales para destinarlos a investigación e inversión, requiere eficiencia en la ejecución del gasto pública, segunda acción lógica sobre la cual debe trabajarse. Inversión en infraestructura, investigación y capacitación, requieren de atención prioritaria, financiamiento adecuado y funcionarios eficientes.
Es la pesca artesanal la que requiere de mayor atención, por ser la proveedora principal del pescado del cual se alimenta el país y la industria exportadora de CHD.
Marcos Kisner Bueno
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