No creas en todo lo que se dice.

Aun cuando creas que algo aparece claro, ponlo en duda y no reposes. Duda de todo lo que parece ser bonito y verdadero. Pregúntate siempre: «¿Para qué?». No creas que una cosa sola es buena; lo recto no es recto y tampoco lo curvado es curvado. Si alguien dice que un valor es absoluto, pregúntale en voz baja: «¿Por qué?». La verdad de hoy puede mentir ya mañana. Sigue el río desde donde comenzó el torrente. No te basten las piezas aisladas. Pregúntate siempre: «¿Desde cuándo?». Busca las causas, une y disuelve, atrévete a mirar tras las palabras. Si alguien dice: «Esto es bueno (o malo)», pregúntale en voz baja: «¿Para quién?» Friedrich Paulus

La debida gestión pesquera

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero. En 2025 cumplimos 66 años de publicación en el Perú.

lunes, 13 de febrero de 2017

Institucionalidad de la pesquería peruana

Desde el año 2001, en que se promulga el reglamento de la Ley General de Pesca, muchas cosas han ocurrido en materia de cambio climático, agotamiento de las especies y en el contexto general de la actividad extractiva y transformadora, no solamente en el Perú sino en el mundo.

El reglamento en mención ha sufrido tantas modificaciones, que hoy en día aún si se hiciese un compendio o actualización de todo ello, su interpretación seguiría siendo confusa.

Se han promulgado una serie de decretos complementarios y varios Reglamentos de Ordenamiento Pesquero que en conjunto hacen que la legislación actual sea difícil de interpretar. La profusión de normas dictadas desde el día que se reglamentó la ley es de tal magnitud que aún formulando un texto único ordenado de la normatividad pesquera seguiría siendo confuso y desordenada

Lo que se impone en consecuencia, como una primera medida para perfeccionar la institucionalidad pesquera peruana, es la formulación de una nueva Ley General de Pesca con su respectivo reglamento que, a través de una normativa moderna y sencilla incorpore todas las normas vigentes, reemplace lo que ya devino en obsoleto, e incorpore conceptos modernos de tal forma que pueda ordenarse debidamente el sector.

Tres conceptos fundamentales que debería contener la ley son:

·           Incorporar el criterio de que una nueva ley para la pesca en el Perú no puede tener un carácter estimulador de la actividad, sino más bien debe tener un enfoque precautorio, limitando el crecimiento de la extracción a fin de asegurar la sostenibilidad de las especies actualmente disponibles. La falta de información científica sobre el volumen y estado de las biomasas de las especies de consumo directo en el Perú impone adoptar un enfoque precautorio y no promotor, en tanto no se disponga de datos científicos que permitan definir cuotas o límites máximos de extracción. No se puede incentivar la extracción y el consumo sin saber qué especies pueden promoverse sin alterar el equilibrio del ecosistema.

·           Proteger el mercado nacional dándole las mismas condiciones de operación que las existentes  para el mercado externo a fin de garantizar la seguridad alimentaria nacional, en vista de que actualmente la exportación ofrece ventajas sobre la venta al mercado interno, al punto de que deviene en competencia desleal. Es difícil hacer que la venta de productos hidrobiológicos al mercado interno sea competitiva mientras existan incentivos solamente para la exportación y no para el mercado peruano. Lo que colateralmente dificulta la promoción del consumo de pescado, que además no debiera hacerse en la medida de lo expuesto en el párrafo anterior.

·           Asignar derechos de pesca justos y equitativos para la Nación. Los peces no pueden ser gratis, especialmente aquellos que se destinan al mercado externo y alimentan a otras poblaciones mientras gran parte de la población peruana padece de desnutrición y anemia. Mejores tasas de derechos de pesca permitirían financiar programas sociales para contribuir al mejoramiento de la alimentación de las poblaciones vulnerables, especialmente aquellas poblaciones dispersas por encima de los 3,000 metros de altura.


La siguiente medida es diseñar una Política de Estado para la pesquería peruana que esté alineada con una nueva ley general de pesca, que marque objetivos y metas claras y precisas para el corto, mediano y largo plazo, asegurando mecanismos que reduzcan los riesgos de que en cada nuevo gobierno se introduzcan cambios que alteren el espíritu de la ley y de la politica establecida, la cual debe tener un consenso no solo político sino de los administrados, industriales, artesanales y sociedad civil.

Marcos Kisner Bueno

martes, 31 de enero de 2017

Editorial Revista Pesca febrero 2017

La exportación de productos pesqueros, en el caso de la pota y otros, recibe un drawback, que viene a ser una especie de subsidio, cuyas cifras oficiales no se encuentran visibles en forma precisa. La extracción de pota, por efectuarse por la flota artesanal ya que no existe flota industrial actualmente que pueda extraerla, está exenta del pago de derechos de pesca. La comercialización de este recurso, por tratarse de un recurso pesquero en estado fresco, está exonerada del pago del IGV bien sea en el mercado nacional o cuando se vende a una planta procesadora.

La pesca artesanal no está obligada al pago de derechos de pesca. Pero si bien es cierto una parte de sus desembarques va a los mercados nacionales para consumo interno (lo cual puede ser un argumento para esta exoneración de pago fijada en la Ley General de Pesca), también es verdad que la mayor parte va a las plantas congeladoras y enlatadoras que exportan sus productos. En este caso, no hay justificación alguna para que la materia prima, procesada o no que se exporta, no pague un derecho por la extracción.

Por otro lado, las exportaciones en general, no pagan IGV por cuanto se les devuelve ese impuesto, así que no se puede considerar ese tributo como un aporte de la industria pesquera.

Por tanto, en términos de contribución monetaria al  país, el monto cobrado por el Estado por derechos de pesca a la actividad pesquera, no es el más conveniente a los intereses nacionales.

No es equitativo, desde el enfoque ciudadano, que se exporten productos sin pago de derechos de pesca. La venta para el consumo interno sí se puede justificar que sea exceptuada, porque la extracción de un recurso natural del cual los 30 millones de peruanos somos propietarios, si fuese gravada, sería trasladada al consumidor nacional lo que lo encarecería injustamente. Sin embargo, el recurso natural que se exporta para ser consumido por poblaciones de otros países, no debe ser gratis.

Que la pesca es relativamente importante en el crecimiento del PBI, no hay duda, pero ello no necesariamente implica o significa que el país está recibiendo una justa participación en el negocio, considerando que es el propietario de la materia prima.

Este es el tema de fondo que requiere de una reforma en el sistema. La atención no debe enfocarse exclusiva ni principalmente en la sostenibilidad de la anchoveta ni en la industria de harina de pescado, ni en la creación de conflictos. Es poco probable que la industria esté forzando al colapso de este u otro recurso y es aún menos probable que el IMARPE no sea responsable en sus recomendaciones. Insistir en una confrontación con la industria, en especial con la de harina de pescado, no es eficiente ni tendrá resultado positivo alguno. Genera un desgaste improductivo. Resulta insensato creer que alguien va a ganar una pelea contra la industria. La historia, los hechos y la práctica lo evidencian.

El enfoque debe centrarse en llegar a una equitativa contribución de toda la industria procesadora y extractiva de recursos hidrobiológicos con el Estado peruano y por consecuencia con el propietario del recurso pesquero: la Nación.

Tres puntos básicos alrededor de los cuales deben diseñarse nuevas políticas:
·       La extracción de recursos pesqueros que se destinan a la exportación, no puede ser gratis ni barata.
·       La atención de las necesidades de alimentación de la población peruana debe estar por encima de las conveniencias y beneficios de su exportación.
·       Los derechos de pesca y la participación de la Nación en el negocio pesquero deben ser más equitativos.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a FEBRERO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

En formato revista en el siguiente link:


En PDF en el siguiente link:

sábado, 28 de enero de 2017

El programa de innovación en pesca y acuicultura en el Perú

El Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura – PNIPA, es un proyecto que ha tomado algunos años en diseñarse dentro del marco del SNIP. Es el resultado de un gran esfuerzo de un pequeño grupo de personas que, con mucho profesionalismo y convicción de la necesidad de su existencia para beneficio de la pesca y acuicultura del Perú, empeñaron lo mejor de sus capacidades y tiempo para hacer realidad esta idea.
El mismo busca promover el desarrollo de largo plazo del sector Pesca y Acuicultura de manera sostenible e inclusiva, de tal manera de lograr ampliar la base productiva del país, aumentar la productividad, incrementar la competitividad y el valor agregado de nuestra exportación pesquera, fortalecer la seguridad alimentaria y el aprovechamiento de la biodiversidad pesquera y acuícola y generar respuestas innovadoras para la adaptación al cambio y a la inestabilidad climática.
Busca fomentar la articulación sistémica entre los diferentes agentes económicos e institucionales para: Generar y acelerar la dinámica de innovación de las cadenas de la pesquería y acuicultura nacional, de manera sostenible e inclusiva; fortalecer las capacidades de los principales actores del Sistema Nacional de Innovación, para identificar, generar o adquirir, validar y promover la adopción de productos y procesos innovadores en la pesca y la acuicultura; poder ampliar y mejorar la disponibilidad del mercado de servicios para innovar en productos y procesos en la producción, transformación, comercialización y consumo de la pesquería y acuicultura nacional, y construir un marco institucional sistémico y coherente, en los tres niveles de gobierno que garantice una activa conducción política y administrativa del proceso de renovación del sector pesca y acuicultura y del fomento de la inversión privada.
Hoy tomamos conocimiento de la aprobación del préstamo del Banco Mundial que dará origen a la etapa de implementación y activación del PNIPA.
Terminó la etapa dura del planeamiento, de la declaratoria de viabilidad por parte del MEF hasta llegar al desembolso del préstamo. Ahora viene la fase de implementación y ejecución.
Desde la Revista Pesca expresamos una gran felicitación y reconocimiento al trabajo desarrollado por el equipo del PNIPA y les deseamos el mejor de los éxitos en las etapas por venir.

Marcos Kisner Bueno

BM APRUEBA PRÉSTAMO POR US$ 40 MILLONES INNOVACIÓN PESQUERA Y ACUÍCOLA EN PERÚ
El costo total del programa cofinanciado por el Banco Mundial asciende a US$ 120.90 millones, de los cuales el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aportará US$ 80.90 millones.
El directorio ejecutivo del Banco Mundial aprobó un préstamo de US$ 40 millones con el propósito de hacer de la pesca industrial y artesanal del Perú una actividad más sostenible y aumentar la productividad y la diversidad en su acuicultura.
A través del Programa Nacional para la Innovación de la Pesca y la Acuicultura, la financiación buscará mejorar las cadenas de valor de la pesca y la acuicultura peruanas y promover menor dependencia de la pesca de captura.
El Perú se encuentra entre los principales productores de pesca en el mundo gracias a su ubicación geográfica que le permite capturar cerca de 20% de la captura mundial de peces, principalmente especies pequeñas como la anchoveta.
Dicha pesca es de vital importancia para la economía nacional, representando en la última década un promedio de 7% del total de exportaciones del país.
Este proyecto está alineado con los dos grandes objetivos paralelos del Gobierno del Perú.
El primero es desarrollar el sector pesquero y de acuicultura al reorientar la estrategia de explotación de pesca marina hacia el incremento relativo de otras especies que no sean anchoveta mientras se garantiza la sostenibilidad de la masa biológica marina.
 El segundo objetivo es expandir el sector acuícola marino y de agua dulce al promover la inversión a través de las cadenas de valor de manera que incremente los ingresos, genere empleo y mejore la nutrición de la población, especialmente la de más bajos recursos.
“Este programa contribuirá a promover la innovación y la sostenibilidad del sistema pesquero y acuícola en el Perú, apoyará los esfuerzos del Gobierno para impulsar el desarrollo del sector, lo que generará más empleo, ingresos económicos y opciones de alimentación para una gran parte de la población”, afirmó el director regional del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela Alberto Rodríguez.
El proyecto beneficiará de manera directa a más de 12,000 individuos, grupos de productores y empresas artesanales involucradas en la pesca y acuicultura, procesamiento y distribución de especies acuáticas.
Igualmente, trabajará con cerca de 10,000 instituciones, organizaciones no gubernamentales, asociaciones comunitarias, agencias gubernamentales e internacionales que desarrollan actividades de innovación en el área pesquera.
Al aumentar la competitividad y sostenibilidad del sector, el proyecto busca reducir la pobreza extrema proporcionando nuevas fuentes de empleo e ingresos para los pescadores de bajos recursos y los productores de acuicultura.
También busca fortalecer la gobernanza del sector mediante mejores sistemas de monitoreo y seguimiento, así como mayores capacidades analíticas para la formulación de políticas.
El proyecto tiene cuatro componentes: la promoción de la innovación en el subsector de pesca, la promoción de la innovación en el subsector acuícola, el fortalecimiento del Sistema Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura además de las instituciones y las políticas para mejorar la gobernanza de la pesca y la acuicultura.
También el fortalecimiento de la capacidad institucional y organizativa del Viceministerio de Pesca y Acuicultura dentro del Ministerio de Producción (Produce), necesaria para la exitosa implementación del Proyecto.
El costo total del programa asciende a US$ 120.90 millones, de los cuales el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aportará US$ 80.90 millones.
El cierre del proyecto está previsto para el 2022. El préstamo es reembolsable en un plazo de nueve años y medio, incluyendo un periodo de gracia de cinco años y medio.
Fuente


BANCO MUNDIAL PRESTARÁ AL PERÚ 40 MILLONES DE DÓLARES

Apoyan innovación pesquera y acuícola

Con el propósito de hacer de la pesca industrial y artesanal del Perú una actividad más sostenible y aumentar la productividad y la diversidad en su acuicultura, el directorio ejecutivo del Banco Mundial (BM) aprobó un préstamo de 40 millones de dólares, informó la entidad multilateral.

Mediante el Programa Nacional para la Innovación de la Pesca y la Acuicultura, la financiación buscará mejorar las cadenas de valor de la pesca y la acuicultura peruanas, y promover menor dependencia de la pesca de captura.

El Perú se encuentra entre los principales productores de pesca en el mundo gracias a su ubicación geográfica, que le permite capturar cerca del 20% de lo registrado en el mundo, sobre todo especies pequeñas como la anchoveta.

Dicha pesca es de vital importancia para la economía nacional; en la última década ha representado un promedio de 7% del total de exportaciones.

Este proyecto está alineado con los dos grandes objetivos paralelos del Gobierno del Perú.
Metas

El primero es desarrollar el sector pesquero y de acuicultura al reorientar la estrategia de explotación de pesca marina hacia el incremento relativo de otras especies que no sean anchoveta, mientras se garantiza la sostenibilidad de la masa biológica marina.

El segundo objetivo es expandir el sector acuícola marino y de agua dulce al promover la inversión con cadenas de valor de manera que incremente los ingresos, genere empleo y mejore la nutrición de la población.

Fuente



viernes, 20 de enero de 2017

El seguro obligatorio del pescador artesanal

SEGURO OBLIGATORIO DEL PESCADOR ARTESANAL (SOPA)

Por: Timoteo Querevalú Eca

Como es de conocimiento público, el DR. BRUNO GIUFFRA MONTEVERDE, MINISTRO DE LA PRODUCCION, a pocos días de haber asumido tan importante Cargo, se le escuchó, entre sus anuncios prioritarios, a implementar en favor de los Pescadores Artesanales, el SEGURO OBLIGATORIO DEL PESCADOR ARTESANAL (SOPA), sin lugar a dudas la iniciativa, por su nombre resulta ser novedosa, y, si en particular dicho seguro, tan anunciado y publicitado, viene con un nuevo tarifario de pago para el aseguramiento y además que sea administrado por PRODUCE, en ese caso se confirma, que dicha iniciativa si está dentro de marco de una nueva Reforma para el sector Pesquero artesanal.

Conforme a lo anunciado por el Ministro, a pesar del carácter obligatorio, que se le pretende dar la creación del SOPA, no tiene un Impacto de importancia en los Pescadores Artesanales, ni, anunciando que el importe del aseguramiento, será cancelado obligatoriamente por el Armador Artesanal, la negativa del impacto se debe principalmente porque ya EXISTE LA POLIZA DE SEGURO DE VIDA DE LOS TRIPULANTES, SEGURO COMPLEMENTARIO DE TRABAJO DE RIESGO Y SEGURO SOCIAL DE SALUD.

Los beneficios antes descritos, tienen una particular característica de cumplimiento obligatorio al 100%, en los Puertos Pesqueros de la zona sur país, partiendo desde San Juan de Marcona hasta Vila Vila, la efectividad del cumplimiento de pago por parte de los Armadores Artesanales y de Menor Escala, se debe por la constante Fiscalización de las Capitanías Instaladas en dichos Puertos, además de las Inspecciones que realiza la Dirección de Trabajo, ACCIÓN QUE SE DA EN CUMPLIMIENTO DEL DECRETO SUPREMO N° 019-2007-PRODUCE, que en su Artículo 1 Dice: 

Artículo 1.- La autorización de zarpe se otorga a las embarcaciones pesqueras previa acreditación del cumplimiento de las siguientes obligaciones:
 a. Póliza de seguro de vida vigente a favor de los tripulantes, de conformidad con el Decreto Legislativo Nº 688 - Ley de Consolidación de Beneficios Sociales.
b. Constancia de pago del seguro complementario de trabajo de riesgo y seguro social de salud vigente, según corresponda
c. Declaración Jurada del patrón de la E/P detallando el inventario de equipo de ropa de agua y otros elementos de seguridad, de conformidad con lo dispuesto en el Código de Seguridad de Equipos para Naves y Artefactos Navales Marítimos, Fluviales y Lacustres, aprobado por Resolución Directoral Nº 0562-2003/DCG, incluyéndose además tres (3) unidades de los equipos y bienes inventariados en adición al número de pescadores embarcados.
 d. Abono del concepto de víveres que corresponde a la faena de pesca cuya autorización de zarpe se solicita.

Artículo 2.- La Autoridad Nacional competente remite a los Ministerios de Trabajo y Promoción del Empleo y de la Producción, el listado de las autorizaciones de zarpe otorgadas, así como, el listado que identifique los casos y las razones por los cuales dicho documento no se expidió, para la adopción de las acciones de supervisión, fiscalización y, en su caso, aplicación de las sanciones correspondientes.

Referente al seguro, el mismo viene siendo administrado por prestadoras de seguro particular, Positiva, Rímac entre otras, en la actualidad, desde Pisco hasta Tumbes aproximadamente un 20% cumple con el seguro, se tiene que tomar en cuenta, que si dichos beneficios no han sido implementados en su totalidad en otros Puertos, es por la falta de acción de las Capitanías de Puerto, que son las entidades Autorizadas de hacer efectivo su implementación, conforme lo dispone el Art. 1° del Decreto Supremo 019-2007-PRODUCE, en consecuencia el Ministerio de la Producción como Órgano Rector, debe coordinar con las Autoridades firmantes del indicado Dispositivo para su cumplimiento en todos y cada uno de los Puertos, dado que el Universo de beneficiarios Directos supera los 100 mil Pescadores Artesanales, que con sus familiares son más de 300 mil, que esperan ser incorporados a los beneficios del DS N° 019-2007-PRODUCE.      

Timoteo Querevalú Eca
     DNI 25830610

Email: tiqueeca@hotmail.com                Cel.  947329972.

domingo, 15 de enero de 2017

El Instituto Tecnológico de la Producción y la pesca en Perú

Desde la transformación del Instituto Tecnológico Pesquero en Instituto Tecnológico de la Producción, ¿cuáles son los beneficios, logros y avances alcanzados en el sector pesquero?

El tema es amplio para analizar, sin embargo en este nota me remito a uno de los principales indicadores que muestran a la ciudadanía el nivel de eficiencia y de actuación de dicha entidad en beneficio de la pesca peruana.

La ejecución presupuestal del 2016 se resumen en los siguientes cuadros tomados del portal de transparencia económica del MEF y hablan por sí solos.

El lector interesado puede sacar sus propias conclusiones evaluando estas cifras.

Sin dejar de considerar que es una apreciación meramente cuantitativa, faltando la evaluación cualitativa. No se conoce logros concretos que hayan favorecido a la pesca en términos de innovación, investigación y transferencia de tecnología.
















viernes, 30 de diciembre de 2016

Editorial Revista Pesca enero 2017

La contribución del sector pesquero con el Estado se reduce al impuesto a la renta de tercera categoría y al pago de derechos de pesca.  El IGV se devuelve al empresario en el caso de exportaciones. La comercialización de pescado en estado fresco está exonerada del IGV. La estructuración del canon pesquero, se hace sobre la incorporación del 50% de los derechos de pesca recaudados y del 50% del impuesto a la renta de tercera categoría del sector. El otro 50% de los derechos de pesca permanece a disposición de Produce.

“Derechos de pesca” es un término empleado para expresar que por la extracción de determinadas especies se paga una tasa, es decir una suma de dinero, por tonelada métrica extraída.  En el caso de la anchoveta, el principal recurso pesquero, la norma vigente introduce como factor de pago de derecho de pesca de anchoveta el 0.25% del valor FOB de la harina de pescado computable sobre el precio promedio mensual según información oficial que emita Aduanas. El aceite de pescado derivado de la producción, queda libre de pago de derechos en esta ecuación, asumiendo que la producción de harina absorbe la contribución.  Otros recursos pesqueros como la pota, la merluza, el jurel y la caballa son también sujetos de “derechos de pesca”. Tienen tasas de pago diferenciadas y solamente si son capturados por embarcaciones industriales o de bandera extranjera. La extracción realizada por la pesquería artesanal no es sujeto de pago de derechos de pesca. 

La distribución de los recursos del canon a los gobiernos locales y regionales necesita ser revisada porque es no es la mejor. Existen gobiernos locales que reciben menos de 30 soles.

La proporción entre lo que factura la industria como exportaciones y lo que le paga a la Nación, como propietaria del recurso pesquero a través del impuesto a la renta y los derechos de pesca, necesita ser revisada. El Estado debe redefinir las tasas para hacerlas más justas y evaluar la conveniencia de que todos quienes realizan esfuerzo pesquero contribuyan con el país. El subsidio a la exportación de algunos productos pesqueros vía “drawback” debería ser evaluado también a fin de que la exportación no signifique una competencia desleal a la venta al mercado interno.

El sector artesanal demanda apoyo del Estado y construcción de infraestructura. La industria tiene necesidades como mayor investigación y transferencia tecnológica. ¿Con qué recursos económicos podría atenderse esta demanda?. ¿Con qué recursos cuenta el Estado para mitigar los impactos ambientales que causan la flota y la industria pesquera, así como para inversiones en infraestructura del sector?

El sector pesquero debe contribuir con el Estado en forma justa y proporcional a la renta que genera y a las demandas de inversión que necesita que el Estado efectúe.

La participación de la Nación en la renta pesquera es un tema diferente al de su participación en el PBI. Ambos aspectos tienen que ser analizados en sus propios contextos.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a ENERO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.


http://www.revistapescaperu.org/images/revistas/2017/REVISTA_PESCA_ENERO_2017.pdf

domingo, 27 de noviembre de 2016

Editorial Revista Pesca diciembre 2016

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2014, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INEI) a nivel nacional, la desnutrición crónica afectó al 14,6% de niñas y niños menores de cinco años.  Se presenta principalmente en zonas rurales (21.9%) y en menor proporción en lugares urbanos (5.8%). La anemia, a nivel nacional, afecta al 46.8% de niñas y niños menores de tres años de edad. Se presenta con mayor frecuencia en áreas rurales (57.5%), a comparación con la zona urbana (42.3%).

A pesar de su inmensa riqueza marina, este porcentaje de niños sufren de desnutrición crónica, consecuencia en gran medida de la escasa disponibilidad de alimentos nutritivos. Por ello, entre otras razones, somos un país obligado a conocer el mar y sus recursos, para priorizar acciones orientadas a atender las necesidades primarias de alimentación y nutrición de nuestra población. O para exigirlas.

Mientras esto no se resuelva, no podremos crecer con equidad y con inclusión. El modelo nos lleva a considerar que el producto pesquero es más rentable cuando se exporta. La necesidad de otros países es una fórmula mágica que lo transforma todo en oro.  Nos jactamos, groseramente, del éxito económico que significan los volúmenes de proteína exportados tanto en forma de harina de pescado como de productos hidrobiológicos congelados y en conservas, mientras niños peruanos padecen hambre. Lo censurable es que la exportación se subsidia y se incentiva, mientras que la venta de pescado al mercado nacional no tiene ningún beneficio ni apoyo estatal. No se compite con equidad por ambos mercados.

La actual contribución de la pesca a través de derechos de pesca e impuesto a la renta de tercera categoría es insuficiente e inequitativa. No es inclusiva ni redistributiva. Los índices de distribución del canon pesquero son errados: distribuyen escasos recursos en forma ineficiente. La exportación de nuestros recursos pesqueros no beneficia sino a una pequeña porción de la población.

No se puede proteger lo que no se conoce, por eso hay que conocer el mar y la pesca. No se puede distribuir lo que no ha sido cobrado, por eso hay que cobrar derechos de pesca justos. No se debe explotar recursos naturales sin compensar adecuadamente a la sociedad. No debe existir desnutrición en un país con tanta abundancia de proteína proveniente de recursos pesqueros. Por eso debe someterse a debate la necesidad de una mejor participación de la Nación en la bonanza de la pesquería del Perú, cuyo paradigma dominante es el de una pesquería mono específica que desembarca los volúmenes más grandes de recursos pesqueros del planeta, sin generar beneficios adecuados para la sociedad peruana.

Utilizar los recursos pesqueros para la alimentación nacional en forma prioritaria, debería ser un objetivo nacional fundamental en la elaboración de una Política de Estado para la pesquería peruana.

La pesquería no es solamente un tema de exportación, ni de sus empresarios o trabajadores, ni de los pescadores. Debe ser, fundamentalmente, una actividad que focaliza su atención en el ciudadano, que es el consumidor final. Debemos procurar que este sea, prioritariamente nacional y no extranjero.

 “El derecho a pescar debería basarse en criterios ambientales y sociales”

Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a DICIEMBRE 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

http://issuu.com/revistapesca/docs/revista_pesca_diciembre_2016/1

domingo, 13 de noviembre de 2016

Revista Pesca

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información, ideas y  corrientes de opinión que tienen por objeto crear conciencia de la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos, de seguridad alimentaria y  del cuidado del medio ambiente. Pero sobre todo, contribuir con información para que el lector empiece a formarse una opinión propia sobre la problemática pesquera.

Tratamos de comunicar  información objetiva, técnica y política que nos permita contribuir al engrandecimiento del conocimiento mar y de sus recursos por parte de la ciudadanía, la misma que tiene la obligación de conocer para poder defender el buen uso de sus recursos naturales y de sus ecosistemas marinos, fluviales y lacustres.

En 2016 cumplimos 56 años al servicio de la información pesquera.

A partir del 6 de marzo del 2010,  la revista suspendió su publicación en formato impreso y se empieza a publicar en formato digital (PDF) en una página web.

A través de Facebook, en un grupo denominado “Pesca y Mar” se cuelgan noticias  que se evalúa tienen trascendente interés para sus miembros y lectores de la Revista.


Las ediciones en formato PDF pueden bajarse gratuitamente en el portal: 


jueves, 27 de octubre de 2016

Revista Pesca noviembre 2016: Editorial

Eventualmente se hacen públicas algunas denuncias o se difunden noticias relacionadas con la pesca; pero en términos generales, una vez pasado el impacto mediático, se olvida el asunto y no pasa nada que genere un cambio. Este tipo de información coyuntural no surte efecto práctico y real de cambio para mejorar las cosas, simplemente crea impactos temporales que son rápidamente olvidados.

La ciudadanía peruana no pesquera, no tiene posibilidad de incrementar su conocimiento e información sobre la pesquería, en gran parte debido a la ausencia de información; pero también por desinterés ya que no tiene motivación para preocuparse por el mar y la pesca.

Las autoridades políticas tampoco evidencian conocimiento suficiente sobre esta materia como para asumir su administración en forma eficaz. Por otro lado cambian demasiado frecuentemente y los planes de trabajo duran poco, se descontinúan y/o se inventan nuevos sin respetar los existentes.

El manejo político de la gestión pesquera es sensacionalista y cortoplacista, busca figurar en la foto mientras dure el mandato, el cual es generalmente más corto que el gobierno mismo. Basta con echar una mirada a la cantidad de ministros y viceministros designados en los últimos 10 años, para darse cuenta del daño que le hace al sector la excesiva rotación de funcionarios. Porque cada cambio genera movimientos adicionales de personal en la estructura. Entre 2006 y 2016 se ha tenido 11 Ministros de la Producción y 9 viceministros de Pesquería (un promedio de uno por año).

El insuficiente conocimiento sectorial sumado a la velocidad con que rotan, limita la capacidad de confección de planes de largo plazo; pero además convierte al funcionario en fácil presa de lobistas y operadores políticos que tienen agendas particulares, o de parte, orientadas a satisfacer intereses de sus empleadores. A menor conocimiento e inexistencia de políticas de largo plazo, mayor capacidad de influencia del lobista.

Lo que sabemos es que el aspecto más elogiado por la prensa y alabado por los agentes económicos es la exportación. Nos han inculcado la idea de que somos buenos porque exportamos y/o pretendemos exportar mucho más. Si eso es lo mejor para el futuro alimentario del país, es discutible. Si la participación del Estado en la renta generada por la pesca y sus exportaciones es la justa, también es discutible.

Deberíamos tener presente que la Constitución establece en su Artículo 66°, que los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación.  El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La  concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal.

Por tanto los pescadores artesanales, los empresarios y los trabajadores de la industria no son los propietarios de los recursos pesqueros, sino la Nación. Es obligación del Estado regular las condiciones de las concesiones que otorga, priorizando el interés nacional y no los intereses de parte. El bien común de las mayorías peruanas necesitadas de proteína que puede provenir de la pesca, se antepone a las necesidades e intereses de los administrados.

Aparentemente la inadecuada comprensión del mandato constitucional ha generado la errónea percepción de que existen propietarios de los recursos pesqueros, o que unos tienen más derechos que otros a su explotación. La verdad es que no es así. El único propietario es la Nación, o sea todos los ciudadanos peruanos. Nadie tiene más o menos derechos que otro. Es el Estado quien establece las reglas para su manejo y debe hacerlo ajustándose al mandato constitucional en la forma más eficiente y eficaz posible.

Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a NOVIEMBRE 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

https://www.yumpu.com/es/document/view/56178611/revista-pesca-noviembre-2016

domingo, 16 de octubre de 2016

LOS RESULTADOS DEL PROGRAMA “A COMER PESCADO”

Al 16 de octubre de 2016, los resultados de la ejecución presupuestal del Programa “A comer pescado” son los siguientes en términos generales:

La Unidad Ejecutora  003-1516, Fomento al Consumo Humano Directo – A Comer Pescado (que es el nombre técnico) dispone de un presupuesto anual para el ejercicio 2016 de 13 millones y medio de soles. La fuente de estas cifras es la consulta amigable del SIAF en el portal del MEF.

Al 16 de octubre ha devengado seis millones de soles, es decir el 44.9% del total. Cifra que permite proyectar que al cierre del ejercicio no habrá ejecutado el cien por ciento de su presupuesto.
En términos fríos, se podría decir que su ejecución presupuestal es deficiente o ineficaz y que probablemente se devolverá dinero al tesoro público por incapacidad de gasto ya que solo quedan dos meses y medio para cerrar el ejercicio.

Ese dinero quizá hubiese sido mejor empleado en otros programas.

¿Cómo se han asignado presupuestalmente estos recursos financieros?
A través de dos grupos funcionales.


El primero recibe el nombre de Regulación y Administración del Recurso Ictiológico. Aquí hay un componente de gestión administrativa que tiene un avance del 68.9% y uno llamado Programa Inclusivo A Comer Pescado, que muestra un avance del 42.4%.

Menciona dos metas físicas, la primera de las cuales tiene un avance del 50% y la segunda del 71.8% respectivamente.
Pero a través del análisis del presupuesto no se puede saber que significa ese nombre ni que resultados cualitativos ha obtenido.








El segundo recibe el nombre de Asesoramiento y Apoyo. Aquí hay un solo componente denominado Gestión Administrativa que muestra una ejecución del 16.6% y una meta física con un avance del 50%.




Hasta aquí se puede analizar cuantitativamente el gasto de este programa.

Lo que no se aprecia ni se ve, y que sería apropiado que el Ministerio lo publique, es qué ha ganado la población peruana y el país en general con el gasto de este dinero.

¿Ha aumentado de consumo per cápita de pescado? Si es así ¿cuánto y donde esta la cifra oficial del INEI que lo demuestre y evidencie?

¿Se ha reducido el índice de desnutrición o de anemia infantil con este gasto? Si es así ¿cuáles son las cifras oficiales que lo demuestran y evidencian?

Porque comer más pescado, si no tiene resultados medibles que muestren que la población está comiendo más pescado y por consiguiente mejorando su salud, no tendría mucho sentido.

Y aún dentro de ese análisis habría que conocer qué segmentos de la población habrían sido favorecidos con este gasto. ¿El segmento A, o el B, el C quizá, o el D? ¿Las poblaciones vulnerables? ¿De qué regiones del país?

O también podría presentar resultados que muestren que la industria pesquera ha incrementado su producción y sus ventas gracias al programa. Lo cual podría tener un doble impacto. La industria creció y la población consumió más pescado. Pero ¿quiénes lo consumieron, dónde y cuánto? ¿Y quiénes vendieron más pescado?

Es un asunto de transparencia para que la sociedad peruana conozca la eficiencia de los programas presupuestales y la eficacia con que se implementan las políticas públicas, en relación al beneficio que reciben los ciudadanos peruanos.

La guerra contra la desnutrición y la anemia infantil tiene que ser prioritaria, por lo tanto el gasto de dinero del Estado tiene que ser eficaz en este combate. No se necesita que toda la población coma más pescado, aunque sería lo ideal. La urgencia es que los niños desnutridos y anémicos lo consuman.

Parte de esta ausencia de información cualitativa del gasto es la excesiva demora que tiene PRODUCE en publicar sus anuarios estadísticos. Casi a finales de 2016 aún no se publica el Anuario Estadístico de 2015. 

Tampoco se tiene información de la recaudación de los derechos de pesca ni en qué se han empleado.

¿Cómo se pueden medir los avances sectoriales con información oficial tan retrasada y/o ausente?

El país tiene el derecho a estar mejor informado y a que sus dineros sean empleados en forma eficaz en beneficio de las mayorías nacionales, no de los menos.


Marcos Kisner Bueno

viernes, 14 de octubre de 2016

LA PESCA ILEGAL Y LAS ACCIONES DEL ESTADO

Los dos relatos que se transcribe a continuación son historia de épocas pasadas en las cuales el Estado Peruano hacía respetar su soberanía dentro del dominio marítimo y protegía los recursos pesqueros en beneficio de la sostenibilidad de los mismos. Se refiere a la captura de la flota pesquera de Onassis en el dominio marítimo peruano en 1954.

En 2016 las imágenes satelitales muestran una flota extranjera impresionante que realiza sus faenas casi en el límite del dominio marítimo peruano de 200 millas y realizando, probablemente, incursiones dentro del mismo.

Hoy en día ¿Tenemos la capacidad de patrulleras y disponibilidad presupuestal para operaciones de interdicción de embarcaciones ilegales en el dominio marítimo peruano? ¿Existe la misma voluntad política para ordenar la intervención de la Armada peruana para capturar embarcaciones ilegales, detenerlas y conducirlas a puerto peruano para ser sancionadas?

Sin embargo el Estado si es presto para otorgar bandera peruana a embarcaciones severamente cuestionadas como el Damazaihao, (ex Lafayette) que se encuentra fondeado frente a Chimbote. Esta embarcación se dijo que iba a realizar operaciones de logística para precisamente esa flota que está en el borde de nuestro dominio marítimo. Concedemos permisos como este exponiendo al país a cuestionamientos de la ORP del Pacífico Sur en circunstancias que a nivel mundial se están tomando acciones para combatir la pesca ilegal y nos demoramos en aprobar tratados internacionales como el de la FAO que justamente busca cerrar puertos a estas embarcaciones  y que aún está en el Congreso esperando aprobación.

La pregunta es ¿quién va a hacer algo al respecto? Hay una competencia de patrullaje que es del Ministerio de Defensa y también hay un tema de atención de servicios portuarios y de avituallamiento que se le da a esas embarcaciones en puertos peruanos que debería prohibirse para embarcaciones que violan el dominio marítimo. ¿Habrá alguna autoridad capaz de comerse el pleito?

El problema nacional es que reaccionamos a los escándalos o a las noticias de este tipo para olvidarlas rápidamente. Y no pasa nada porque nadie se comerá el pleito y no hay ciudadanía que sea insistente, perseverante y exigente con el tema al punto que cree una incidencia política, la cual se define como una acción provocada por ciudadanos para provocar y generar cambios.

¿O es que habrá otra forma de que las cosas cambien? Este tema de pesca ilegal tiene años o tal vez décadas de existencia, así como otros problemas de la pesca que se denuncian de vez en cuando para que no pase absolutamente nada.

¿Alguna vez la ciudadanía se organizara para exigir cambios hasta lograrlos?

Marcos Kisner

“En la primavera de 1952, cuando el Perú proclamaba su soberanía sobre las 200 millas de mar territorial (tesis que constituye una daga en el corazón para la ConveMar), la cual –por supuesto- quedó oleada y sacramentada cuando la “Flota Imperial” de Onassis fue apresada y puesta en fuga por la Armada Peruana, siendo presidente el Gral. Odría.
Cuando la “Olympic Whaling Company” emprendió una expedición en busca de ballenas por las costas del Perú en agosto de 1954, la prensa peruana calificó a Onassis como “pirata ballenero”. Los encabezados atacaban a la expedición de Onassis: “Flota pirata ballenera desafía a nuestra Armada”, apareció como titular de carátula.
La prensa informó que la flota de Onassis, encabezada por el imponente Olympic Challenger, no solamente incumplía los reglamentos de la Comisión Internacional Ballenera, sino que el propio Onassis había violado la soberanía del Perú cazando ballenas dentro del límite de 200 millas fijado por el gobierno peruano. El límite de 200 millas fue discutido en Santiago, en agosto de 1952, cuando Perú, Chile y Ecuador decidieron establecer un mar territorial de 200 millas de ancho a lo largo de sus costas. Estas naciones votaron por capturar a cualquier “invasor” de sus mares territoriales y multarlos en proporción. Una editorial en La Prensa decía: “Las invasiones piratas, como las practica Onassis no pueden ser toleradas. Si llegan a ocurrir, los transgresores deben ser aprehendidos y sus naves confiscadas por la Armada”. Onassis, creía que el límite de 200 millas era absurdo, alegando que los mares eran “libres al tráfico marítimo” y que fuera de las 3 millas del límite “convenido desde la Edad Media”, sus barcos podían desempeñar sus actividades como les viniera en gana; consideraba cualquier interferencia, de algún gobierno ribereño, como “acto bélico”.
Ya que la mayoría de la tripulación de los barcos de Onassis eran alemanes, los temperamentos se exaltaban mucho cuando las noticias llegaban a la prensa de Berlín. “Los peruanos no se atreverán a detener al Olympic Challenger, “rezongaba el de Hamburgo”: Los peruanos están en plan de alarde”.Pero los peruanos no estaban alardeando. El presidente Odría estaba furioso contra Onassis y no tenía la menor intención de permitirle que “violara el mar del Perú”. El 15 de noviembre de 1954, Perú embistió: Cuando dos de los barcos de Onassis, el Olympic Lightning y el Olympic Victor, fueron localizados cazando ballenas a 180 millas de las costas, dos destructores peruanos, el Aguirre y el Rodríguez, le ordenaron a los balleneros entregarse “por invasión de aguas nacionales”. Los barcos fueron escoltados al puerto de Paita. El mismo día otro navío peruano, el Castilla, y varios destructores más, capturaron más buques del equipo de Onassis. Los miembros de la tripulación fueron arrestados y sometidos a interrogatorios por la policía peruana.
A la mañana siguiente el barco madre, Olympic Challenger, fue realmente atacado por la Fuerza Aérea Peruana. Como una advertencia, se dejaron caer bombas alrededor del barco; el capitán Reichert ordenó al jefe de máquinas que se pusiera la nave a toda marcha para alejarse de las costas peruanas. Una de las bombas desgarró un agujero en el costado del barco, y el fuego de ametralladoras salpicó la cubierta. Nadie fue muerto ni herido pero la intención estaba bien clara. El Olympic Challenger se entregó.
Aunque un portavoz de la flota de Onassis declaró que los barcos estaban bien alejados del límite de 200 millas impuesto por el Perú, el gobierno peruano anunció que todos los balleneros habían sido capturados dentro. En los días que siguieron a la captura del Olympic Challenger, otros dos balleneros de la flota de Onassis, el Olympic Conqueror y el Olympic Fighter, se entregaron a los peruanos. Apenas seis de los barcos de Onassis escaparon y se refugiaron en el puerto de Balboa, en Panamá. Onassis estaba en Londres cuando supo de las dificultades de su flota. Públicamente estaba sorprendentemente calmado. “Estamos esperando para ver lo que se hace”, dijo. En privado, estaba considerando en mandar un convoy con mercenarios en sus propias naves, muy bien pertrechadas, para atacar a los peruanos. Sarcásticamente agregó que si los peruanos pueden extender sus límites territoriales de 3 a 200 millas “pues entonces un par de miles de millas más, y que incluyan a Australia entre sus posesiones territoriales”. Onassis declaró a los reporteros británicos que su flota había entrado a aguas peruanas porque el presidente del Perú le había prometido al presidente de Panamá que su flota podría operar a 50 millas del litoral peruano. Puesto que la flota de Onassis navegaba bajo el pabellón de Panamá (“bandera de conveniencia”), Onassis llamó por teléfono a funcionarios de ese país y les dio instrucciones para que tomaran una acción diplomática contra el Perú. La protesta, sin embargo, unida a las quejas propuestas ante la ONU y la OEA, no pudo resolver nada. Entonces hizo la transferencia del pabellón de su flota, de Panamá, al de la nación de su patria adoptiva, Argentina.
En Alemania, la captura y agresión al Challenger revelada por la prensa escandalizó a la opinión pública. Un encabezado a ocho columnas en el Bild-Zeitung de Hamburgo decía: “Bombas sobre marinos de Hamburgo: nuestros hombres del mar tratados como piezas de caza”. Las familias de los tripulantes exigían información relativa a la seguridad de sus seres queridos. Los temores se calmaron el 22 de noviembre, cuando la agencia de Onassis en Hamburgo recibió un telegrama del capitán Reichert: “Todas las restricciones sobre las tripulaciones a bordo de los barcos, así como en tierra, suspendidas (…) Nuestra gente todos en buen estado de salud, mandan saludos a sus parientes”.
Cuando los investigadores peruanos revisaron el confiscado Challenger, la bitácora indicaba que casi tres mil ballenas se habían cazado en las inmediaciones de la costa peruana. En menos de dos semanas de la captura de la flota, los Tribunales Navales peruanos habían multado a la Olympic Whaling Company con tres millones de dólares. Si la multa no era pagada inmediatamente, Perú amenazaba con incorporar los barcos de Onassis a la Armada Peruana. Onassis se rió de la amenaza considerándola como “un sueño loco peruano”.
Alemania ya había protestado por las acciones de los peruanos, y el gobierno británico pronto habría de seguir el mismo curso, apoyando a Onassis y su expedición ballenera, señalando que el Perú no tenía el derecho legal para evitar que los balleneros surcaran las aguas del mar a lo largo de las costas peruanas. Los británicos recomendaron a Onassis “poner a prueba” la validez del límite peruano de las 200 millas”.
Finalmente, el 13 de diciembre de 1952 un representante de Onassis y un alto funcionario del Ministro de las Finanzas del Perú, se reunieron para completar el pago de la multa. El dinero había sido remitido a Lima, procedente del City Bank de Nueva York. El representante de Onassis pagó la multa asignada al funcionario peruano, pero no sin presentar una propuesta formal al gobierno peruano. Se le concedió al Sr. Alemán el permiso para que apelara la multa de un tribunal superior. El gobierno peruano anunció que el pago de la multa quería decir que el límite marítimo del Perú era sagrado. De esa manera Perú obtuvo la seguridad que le daba reconocimiento mundial a su soberanía sobre las 200 millas de mar territorial. (“ONASSIS – F. Brady“).”
Fuentehttps://reportperu.wordpress.com/2010/04/11/1952-peru-hace-respetar-%E2%80%9Cmanu-militari%E2%80%9D-su-soberania-maritima-ante-flota-de-onassis/ 
“En 1945, Estados Unidos, México y Argentina, de manera independiente, proclaman su derecho a explotar las plataformas continentales y las aguas que las cubren. En 1947 Chile proclama lo propio sobre las 200 millas marítimas, acicateado por la invasión de las flotas de balleneros que inundaban el Océano Pacifico y depredaban los mares del sur. Perú, Chile y Ecuador realizan una declaración conjunta que defenderán la soberanía hasta el límite de las 200 millas, dado que tenían intereses comunes los defenderían. La costumbre y norma hasta entonces era que el zócalo continental era considerado hasta el límite donde se llegue a la profundidad de 200 metros, esto beneficiaba a muchos países que tenían playas en el Océano Atlántico pero perjudicaba a los países que circundaban el Océano Pacifico, que se profundiza rápidamente. Las 200 millas eran una forma de lograr la equidad entre los países.
Dado este contexto, durante el gobierno de Manuel A. Odría, el 16 de noviembre de 1954 la flota ballenera de Onassis irrumpió en el mar peruano, por lo que de inmediato el Presidente ordenó la captura de las embarcaciones, logrando detener a 5 naves. El barco nodriza, el Olympic Challenger emitió por radio un mensaje que fue recogido en Panamá: “... estamos siendo bombardeados y recibimos disparos de aviones del Perú”.
Los tripulantes de la flota ballenera de Onassis dijeron que ellos estaban a 380 millas y las autoridades del Perú que los barcos estaban dentro de las 200 millas, como quiera que haya sido los barcos fueron capturados.
Una división de destructores capturo cuatro de los 5 barcos y el quinto fue forzado por un avión de la FAP a dirigirse al puerto de Talara como prisionero. La flota entera fue sorprendida a 180 millas de Punta Aguja y se rindieron sin resistencia. Otros barcos peruanos patrullaban el mar en búsqueda de la “flota pirata”. Las autoridades dijeron que los barcos peruanos tenían órdenes expresas de abrir fuego contra cualquier embarcación de la flota ballenera que ofrezca resistencia armada. Al menos uno de los buques de Onassis tenía armas. Finalmente la flota fue objeto de una multa de tres millones de dólares para ser liberada. El proceso fue escrupuloso legalmente y rápido.
Los destructores Aguirre y Rodríguez apresaron a los balleneros Olympic Victor y Olympic Lightning, a unas 180 millas frente a Punta Aguja. Otros dos balleneros fueron capturados por los mismos destructores 40 millas más al sur, frente al puerto petrolero de Talara. Un quinto ballenero fue obligado a entrar al puerto citado por un avión peruano.
Las protestas diplomáticas no se hicieron esperar. Los británicos, indicaron que la flota ballenera estaba asegurada por la firma Lloyd’s, de Londres, y además Inglaterra no reconocía el límite de las 200 millas. La respuesta del Presidente Odría fue que “los procedimientos y actitudes asumidos por el Perú, en relación con la flota ballenera del citado Onassis, son actos de soberanía, en cuyo respecto mi Gobierno no puede aceptar reservas o reclamaciones”.
La firma Lloyd’s estuvo de acuerdo con pagar la multa de tres millones de dólares impuesta por el gobierno peruano a Aristóteles Onassis, considerando que la flota ballenera estaba asegurada en más de cuatro millones de libras esterlinas. El 14 de diciembre, los cinco balleneros fueron puestos en libertad.
Este suceso consagro la soberanía peruana en las 200 millas del mar de Grau ante la comunidad internacional”
Fuentehttp://polidrez.blogspot.pe/2010/04/las-200-millas-de-mar-peruano-y-la.html