Dinara ha dejado de
innovar, de investigar, de hacer preguntas sobre los peces, o al menos de
buscar respuestas. El organismo no se diferencia de cualquier otra repartición
en el sitio web del Ministerio (MGAP). Sin planes ni mayores ambiciones, la
estrategia actual pasar por ordenar la pesca artesanal/altura y redactar planes
de acción solamente para cumplir con requisitos internacionales. La estructura
actual no garantiza, ni la búsqueda de la información científica crítica ni el
uso de toda la información científica obtenida. La investigación y sus
investigadores no son autónomos. En muchas ocasiones, relativas al otorgamiento
de permisos o cuotas, el poder político no procede con rigor científico para
asegurar la sustentabilidad del recurso pesquero. El Estado siempre estuvo
presente en el sector pesquero impulsando modelos productivos con diferentes
formas institucionales, interviniendo directamente en la producción,
industrialización, comercialización o en forma liberal. Entre los principales
incentivos se encontraba, el subsidio al combustible, subsidios por parte de la
banca pública y exoneraciones menores a la actividad empresarial.
El modelo de la
actividad pesquera en el Uruguay se encuentra agotado, cuyo principal
beneficiario ha sido el sector empresarial, en detrimento de los recursos
naturales. La creciente magnitud de las capturas contrastó en muchos casos con
la insuficiente información científica generada para proponer esquemas
adecuados de manejo. El buen resultado de un plan de manejo de la pesquería
depende de la seriedad de sus investigaciones, del diseño de sus políticas y de
las correspondientes medidas de manejo y fundamentalmente de la eficiencia con
la que estas medidas son implementadas.
DINARA debería ser un
servicio descentralizado, en lo que refiere a su liderazgo y planificación de
políticas pesqueras y al manejo ecosistémico de los ambientes acuáticos. No
para tener barcos pesqueros, ni actuar en la comercialización, sino para tener
independencia de políticas y de gestión, para dejar de ser una Unidad Ejecutora
del Ministerio de Ganadería y Pesca. De esa forma podría tener una relación
fluida con los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional, y
tener el peso correspondiente en la Delegación de la Comisión Mixta del Frente
Marítimo, donde se negocia el 95 por ciento de lo que se pesca. Falta de
políticas formales y actividades de control que sustentan las directivas de la
dirección, así como ausencia de reportes formales y de un continuo flujo de
información para la gestión
Además, debería ser de
interés del Gobierno-DINARA la formulación y ejecución de programas de
investigación en el área de los recursos acuáticos. Los programas pesqueros
deberían generar y adaptar tecnologías adecuadas a las necesidades del país y a
las condiciones socioeconómicas en torno a la producción y comercialización,
Asimismo, debería interesar a DINARA participar en el desarrollo del acervo
científico y tecnológico nacional en el área, a través de su propia actividad y
de una eficiente coordinación con programas de investigación que se lleven a
cabo a nivel público o privado.
Actualmente los
ciudadanos se deberían preguntar donde quedo la “Estrategia para el Desarrollo
Sostenible del Sistema Pesquero Uruguayo”, de manera participativa con los
diferentes actores del sector, de acuerdo a los objetivos de Río + 20. Es
imposible concebir un futuro para un país como Uruguay sin un desarrollo basado
en el conocimiento marino.
Sin Ciencia
Marina.....No hay futuro.
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