La debida gestión pesquera

El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas. Paul Greenberg

REVISTA PESCA

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero.

En 2023 cumplimos 64 años de publicación en el Perú.

Las ediciones a partir del 2010 se publican en formato digital (PDF) en la siguiente página web: http://www.issuu.com/revistapesca/docs


Merecemos una gestión de la pesca con visión de país y compromiso con el ciudadano.

Los peces del Perú, primero para los peruanos


jueves, 28 de febrero de 2013

Editorial Revista Pesca marzo 2013


Los dos impactos más serios que causa la industria pesquera en el país son: la contaminación del mar, ríos, lagos y  atmósfera así como la escasa contribución por el derecho y el privilegio de extraer recursos hidrobiológicos de su hábitat natural.

Se aprecia en las últimas semanas algunas acciones aisladas de sanción a empresas que impactan el medio ambiente mediante el vertido de efluentes contaminantes y la captura de ejemplares juveniles. Es destacable la intención y el acto de fiscalización y aplicación de una sanción, sin embargo no se aprecia acción visible sobre la escasa contribución tributaria del sector tanto en impuesto a la renta como en derechos de pesca.

La industria genera puestos de trabajo en una medida no conocida a través de cifras oficiales; pero esto no debe significar que este argumento se convierta en patente de corso para la contaminación y la escasa contribución ni para exigencias de todo tipo, muchas de las cuales se hacen manipulando a la población para crear desórdenes sociales, apoyados por sus propios empleados, los cuales obviamente defienden a sus patrones que les brindan empleo.

La lógica del empresario consiste en transformar naturaleza en dinero a una velocidad que maximice la rentabilidad del capital invertido. La idea es trasformar en el más corto plazo posible, la mayor cantidad de biomasa pesquera en dinero. La lógica empresarial es la acumulación y no la producción a largo plazo. Si mañana ya no resulta rentable la explotación pesquera, entonces emigran a otro sector.  Esta lógica no considera, generalmente, la conservación del recurso extraído ni del ecosistema ni la responsabilidad social. Los accionistas esperan los mejores resultados monetarios hasta cuando sea posible.

El Estado interviene como regulador y representante de los legítimos propietarios de los recursos naturales. Se legisla en beneficio del bien común, de las mayorías nacionales, pues esa es la función primordial del Estado. Está obligado a velar por la conservación de los ecosistemas y del medio ambiente, cuya salud constituye un derecho para las mayorías, con las cuales está obligado, antes que con una porción minoritaria de la población. El derecho al trabajo no puede significar perjuicio al medio ambiente ni  una escasa contribución para con el país.

La lógica del trabajador de la industria pesquera debiera considerar la defensa de la sostenibilidad del recurso y del medio ambiente, que son quienes realmente les proporcionan el trabajo.  Por lo tanto debieran constituir la primera línea de defensa del ecosistema y del medio ambiente a fin de asegurar la existencia sostenida de su empleo y no someterse a presiones ni manipulaciones para exigir acciones del Estado que perjudiquen a un recurso y a un ecosistema, gracias a los cual poseen una fuente de ingresos. Antes que defender a sus empleadores, deberían defender a la verdadera fuente exigiendo un irrestricto respeto y cumplimiento por el ordenamiento existente. La visión de corto plazo, en este caso, puede ser más nociva porque el dinero de hoy podría significar hambre para mañana.

Marcos Kisner Bueno


La edición de marzo se puede descargar en la página web de la Revista en los siguientes links:




sábado, 16 de febrero de 2013

La pesca, el intento de regulación y la nada


Hildebrandt en sus trece, en la edición número 142 del 15 de febrero del 2013 dedica las páginas 2, 3, 4, 5, 38 y 39 a la pesca, en un artículo denominado “Estos son los tiburones de la pesca”.  Vale la pena leerlo. Ilustra la cantidad de sanciones que tienen las principales empresas pesqueras y cómo hacen para no pagarlas.

En el tema, por ejemplo de la captura de juveniles de anchoveta, la industria viene cuestionando, con apoyo de algunos por cierto, que la norma es antitécnica. O sea que da lo mismo traer juveniles o no puesto que el patrón no puede adivinar que es lo que caerá en la red. Algo de razón puede haber, pero más grave sería que la autoridad de Pesquería no haga nada. Si hoy día con sanciones, la industria sigue infraccionando normas, cómo sería con una normatividad más laxa….

Veamos lo que dice Alonso Ramos, el autor del artículo en este aspecto:

“El Ministerio de la Producción estima que cada cinco años se pierde el 15% de la biomasa de anchoveta, lo que supone un descenso de 200 mil toneladas por año. La principal causa es la sobrepesca de juveniles. La crítica situación que vive esta especie llevó a Gladys Triveño Chan Jan, ministra de la Producción, a disminuir, para la segunda temporada de pesca (desde el 21 de diciembre pasado hasta el 31 de enero del 2013), la cuota de captura de anchoveta a 810 mil toneladas en el norte y el centro del país. En la primera temporada la cuota se había fijado en 2.7 millones de toneladas”

“A pesar de lo dispuesto por el ministerio para dar cumplimiento a esta medida, en Produce denuncian que los industriales hicieron caso omiso. La Sociedad Nacional de Pesquería se defendió argumentando que la captura de juveniles es accidental e involuntaria en vista de que no hay forma técnica de saber cuánto corresponde a ejemplares adultos o juveniles”

“Sin embargo, el sistema satelital captó que las flotas que capturaban juveniles en una zona, al día siguiente regresaban a la misma área a pesar de saber que los bancos de anchoveta no daban la talla”

“En Piura se acaba de conformar el Frente de Defensa de Pesquerías de la Región Piura…Este frente tendría como finalidad realizar movilizaciones para tumbarse el ordenamiento del sector pesquero que empezó Produce con el DS 005, que busca preservar la anchoveta”

En relación a esto ultimo, hay antecedentes de la debilidad del Gobierno en ceder al chantaje de algunas industrias pesqueras que movilizando masas y bloqueando carreteras impusieron su voluntad a dos Ministros tímidos y débiles. Por tanto es posible que tengan éxito.

Ver los siguientes links



El punto es que la Sociedad Civil observa impasible, como un pequeño grupo de personas depreda y destruye un ecosistema y una biomasa que es de su propiedad, sin hacer nada al respecto. La sociedad civil peruana en algún momento debe organizarse para defender sus recursos pesqueros y su derecho a un medio ambiente limpio. La actitud del Estado es débil y blanda, además de que la mano fuerte la aplica solo excepcionalmente cuando accede un ministro de carácter como la actual titular del Pliego y como pretendió hacer Burneo.

¿Podrá poner orden en el sector la actual administración antes de que la presión del lobby pesquero la saque del cargo? ¿O Palacio será firme en introducir reformas y hacer a la pesca inclusiva para todos los peruanos y no solamente para industriales y pescadores? ¿Palacio de Gobierno recuperará la dignidad perdida en abril del 2012?

martes, 12 de febrero de 2013

GESTIONAR LOS OCÉANOS PARA GARANTIZAR EL FUTURO


"Ningún empresario inteligente gestionaría su negocio de la forma en la que la Humanidad gestiona los océanos".

En estos términos se pronunciaba hace poco José Maria Figueres, expresidente de Costa Rica y exdirector ejecutivo del Foro Economico de Davos. Con toda razón: las aguas internacionales -que suponen nada menos que el 50% de nuestro planeta- son el escenario de prácticas, ilegales o simplemente irresponsables, que ponen en riesgo la seguridad alimentaria, agravan el proceso del calentamiento global, y anticipan conflictos geoestratégicos por el control de un inmenso patrimonio natural (recursos energéticos, riqueza genética...).

En febrero se presentó en Londres la Global Ocean Commission -presidida precisamente por José Maria Figueres, por Trevor Manuel, exministro de Finanzas de Sudáfrica, y por David Miliband, exministro de Exteriores del Reino Unido-, Comisión de la que formaré parte dando así continuidad a mi compromiso frente a los grandes desafíos ambientales, y en concreto a mi pertenencia al anterior Panel sobre Sostenibilidad Global de Naciones Unidas. Esta Comisión, que no comporta ninguna retribución para quienes participan en ella, celebrará solo cuatro reuniones presenciales durante los próximos catorce meses, siendo por tanto plenamente compatible con las tareas profesionales de cada uno de sus miembros.

La Comisión reúne a quince personas, procedentes de los cinco continentes, sin ninguna responsabilidad actual de gobierno en nuestros respectivos países, que compartimos la voluntad de contribuir a diseñar una auténtica gobernanza mundial de los océanos, mediante la elaboracion de recomendaciones dirigidas a instituciones públicas y privadas, de ámbito nacional e internacional. Una tarea en la que contaremos con las aportaciones, cada vez más importantes, de la comunidad científica, a través del asesoramiento de los mejores expertos en oceanografía y biodiversidad marina: una disciplina en la que, por cierto, España cuenta con especialistas de prestigio internacional. La Comision también recabará la opinión de empresarios y trabajadores de los sectores económicos relacionados con el mar, así como de las organizaciones no gubernamentales más comprometidas con la protección de los océanos.

En plena crisis económica, resulta más necesario que nunca introducir ética, racionalidad y conocimiento científico en la gestión tanto de lo público como de lo privado. Es inaudito, por ejemplo, que hayamos llegado al actual grado de sobreexplotación de los recursos pesqueros -el 80% de las poblaciones del Mediterráneo y casi el 50% de las del Atlántico-, sin establecer mecanismos realmente eficaces que eviten capturas muy superiores a la capacidad de recuperación de los caladeros.

Afortunadamente, el Parlamento Europeo acaba de aprobar una ambiciosa propuesta de reforma de la política pesquera común, prohibiendo los descartes (más del 25% de la pesca se devuelve al mar) y fomentando la recuperación efectiva de las especies en el horizonte 2020: ello comportaría un aumento significativo (y duradero) de la actividad y del empleo en este sector. Se trata de incorporar, de una vez por todas, el principio de precaución así como el conocimiento de los ecosistemas marinos, desde un enfoque de medio y largo plazo, superando la irresponsable miopía actual.

Pero no basta con que la Unión Europea avance en esta dirección. Otros países son protagonistas determinantes del futuro de nuestros océanos, y es imprescindible implementar acuerdos bilaterales y multilaterales que hagan efectivos los principios de la Convención del Derecho del Mar de Naciones Unidas, adoptada hace treinta años. Durante este periodo, las amenazas se han hecho mucho mas visibles: desde los efectos de las emisiones de CO2 en la acidificación de los océanos y del cambio climático en la alteración de las corrientes marinas ( que, a su vez, agravan los fenómenos adversos asociados al calentamiento global), a la pérdida creciente de biodiversidad (favorecida por embarcaciones y sistemas de pesca cada vez más "eficientes" en la destrucción de los ecosistemas y en el agotamiento de los recursos pesqueros), al aumento de la pesca ilegal (que supone en torno al 20% de la pesca total) y de la piratería... Frente a tales desafíos, la comunidad internacional carece de los instrumentos adecuados para garantizar la supervivencia de aquellas actividades que, cuando se ajustan a la legalidad, contribuyen notablemente a la creación de empleo y a la provisión de alimentos de un número creciente de ciudadanos en todo el planeta.

Otras amenazas, como el rápido deshielo de los casquetes polares y la pugna por recursos energéticos hasta ahora inaccesibles (solo bajo el Ártico se almacenan más del 20% de los yacimientos de petróleo sin explotar) hacen aun más urgente una auténtica gobernanza de los mares más allá de las jurisdicciones nacionales; de aquellos mares que, no siendo privativos de ningún país, son responsabilidad de todos. Como la atmósfera, cuya protección se ha ido incorporando en los acuerdos internacionales sobre protección de la capa de ozono, contaminación transfronteriza, cambio climático, etc., con resultados todavía insatisfactorios, pero sin duda más articulados que la Convención del Derecho del mar fuera de las jurisdicciones nacionales.

España tiene una larga tradición de relación con los océanos. Nuestros pescadores vascos llegaron a las costas de Canadá en busca de ballenas y de bacalao mucho antes del desembarco de Cristobal Colón en la hoy Republica Dominicana; un desembarco que marcó definitivamente nuestra historia, generando vínculos duraderos al otro lado del Atlántico. Nos corresponde ahora, como país con clara dimension marítima, contribuir a una nueva gesta, mucho más difícil y trascedente: la gestión responsable de los océanos, antes de que sea demasiado tarde. Ojalá el debate que ha tenido lugar en el Parlamento Europeo -en el que los eurodiputados del PP han sido parte de la escasa minoría contraria a la reforma propuesta- sea motivo de reflexión para el Gobierno, que, lamentablemente, ha demostrado, desde el inicio de la legislatura, su posición contraria a cualquier compromiso serio por la sostenibilidad, a diferencia de muchos otros gobiernos conservadores de la UE.

Fuente:

jueves, 7 de febrero de 2013

Artículos publicados en la revista Pesca de Febrero


MAR ABIERTO

En los últimos 30 años el escenario pesquero ha cambiado radicalmente. Los indicadores lo evidencian:
- Menores volúmenes y menores tallas en las capturas,
- Los pescadores costeros se han convertido en pescadores de altura.
- Los botes y aparejos artesanales tradicionales se han reconvertido y mecanizado
- La capacidad de bodega y el esfuerzo pesquero se multiplica
- El número de partícipes aumenta.- Las temporadas de pesca exitosa de acortan
- Persiste la ilusión del pescador de tomar riqueza del mar y aumenta su frustración.

Debe entenderse que la pesca industrial y la pesca artesanal son actividades humanas que provocan mortalidad y por tanto afectan la estructura poblacional de los recursos hidrobiológicos. La tendencia de la población costera por apostar por la extracción debe ser revertida. La percepción es errada y debido a desinformación.

La pesca está sujeta a la disponibilidad de los recursos. La existencia de demasiadas embarcaciones pesqueras acarrea la sobreexplotación y la disminución de las poblaciones. La reducción de la flota debe ser un objetivo fundamental de la política pesquera.

Cada pez capturado deja de estar disponible para los demás pescadores. Cada pescador se ve afectado por la actividad de los demás pescadores, artesanales o industriales. Por tanto, a mayor cantidad de pescadores, menos capturas para cada uno, sobre todo en un escenario de pesquerías plenamente explotadas. Por tanto, la pesquería no debe admitir más participantes…..

LOS PROBLEMAS DE LA PESQUERIA PERUANA

…Los problemas de la pesquería peruana son de una magnitud tal que no podrán resolverse en el corto plazo.

Por ello se requiere el diseño de una política de Estado de largo plazo que se sostenga y continúe en forma independiente de los avatares de la política y la politiquería nacionales.

El planeamiento y el diseño de largo plazo no debe estar sujeto a los cambios de personas. Requiere de continuidad.

Las personas pueden cambiar en el tiempo, pero el objetivo nacional, la política de Estado, debe continuar.
Para empezar a enfrentar este reto, el paso inicial y lógico es ordenar rápidamente lo urgente del sector (ejecutar el PESEM vigente) y generar los recursos financieros necesarios para emprender reformas y el cambio de modelo.

El modelo de pesquería peruano adolece de serias imperfecciones en sus aspectos conceptuales y tributarios, y las críticas a las personas y a las políticas no lo cambiarán, sino los hechos concretos derivados de decisión y voluntad políticas…

LA RELACION PREDADOR-PRESA

…Es la presencia de una especie o de un grupo de especies en cantidades suficientes como para que puedan ser consideradas como un recurso pesquero lo que determina el inicio, crecimiento y desarrollo de cada pesquería, y esto hace que en cada caso, la infraestructura y la forma de operar de las flotas y de los pescadores esté orientada a capturar y utilizar éste y no otro tipo de peces. Excluyéndose de esta forma la posibilidad de que una pesquería desarrollada para capturar y utilizar una especie pueda al mismo tiempo explotar otra especie que tiene características morfométricas o de comportamiento diferentes.

Existe, sin embargo, la posibilidad y a veces es un hecho inevitable, de que al tratar de capturar una especie (que es el objetivo principal de una pesquería) se capturen también ejemplares de otras especies que son el objetivo de otras pesquerías. Por ejemplo, la captura de sardina juvenil en la pesquería de anchoveta en el Pacifico Suroriental, la captura de hipogloso juvenil en la pesquería del abade jo de Alaska en el Mar do Bering, la captura de eglefino y bacalao pequeño en la pesquería de merluza en el Atlántico Norte, la captura de sciénidos pequeías en las diversas pesquerías de camarón penneido, entre otros….

PORQUE EL MAR ES TAN SALADO

…La salinidad del océano se la dan las sustancias disueltas como el cloruro, el sodio y otros 72 elementos adicionales. Estos llegaron a través de los ríos producto de la erosión -por millones de años- de la corteza terrestre. Además, parte de estas sales llegan del propio fondo marino donde hay actividad volcánica e inyección de agua muy caliente vía las ventilas hidrotermales, grietas en la corteza oceánica que permiten la salida, desde el interior del planeta, de aguas muy calientes con grandes cantidades de elementos disueltos…

LA DEUDA ECOLOGICA

…El término pasivo ambiental tiene un curioso origen y, como el concepto de deuda ecológica, deriva del lenguaje económico.

En una empresa, el pasivo es el apartado del balance del ejercicio donde se registra el conjunto de deudas y gravámenes que disminuyen el activo. Usado en términos ambientales, el vocablo se refiere al conjunto de daños ambientales realizados sin compensar y el conjunto de gastos compensatorios que la empresa transfiere a la colectividad a lo largo de su historia.

Muchas veces, el contexto legal hace que las empresas no consideren como costos la contaminación ni los daños ambientales que producen, así que no tienen límites en cuanto a su explotación, que no sean los estrictamente económicos. De hecho, en la mayoría de los casos las empresas incluyen en la contabilidad de sus beneficios y de sus costos, los efectos de sus actividades sobre el medio ambiente y la comunidad, sólo si existe una normativa que les obligue a pagar por su reparación o compensación, y esta condición, muchas veces, falta…

Léalos en la revista Pesca de Febrero en los siguientes links, donde puede bajarlos libremente: