La debida gestión pesquera

El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas. Paul Greenberg

REVISTA PESCA

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero.

En 2023 cumplimos 64 años de publicación en el Perú.

Las ediciones a partir del 2010 se publican en formato digital (PDF) en la siguiente página web: http://www.issuu.com/revistapesca/docs


Merecemos una gestión de la pesca con visión de país y compromiso con el ciudadano.

Los peces del Perú, primero para los peruanos


lunes, 27 de febrero de 2017

Editorial Revista Pesca marzo 2017

El desarrollo histórico de la pesquería peruana se caracteriza por la marcada orientación hacia la producción de harina y aceite de pescado. Este desarrollo ha estado condicionado principalmente por la abundancia de los recursos pelágicos susceptibles de ser capturados y procesados masivamente y por la gran demanda de piensos y suplementos proteicos en el mercado internacional. 

Ésta marcada orientación hacia la producción industrial de harina y aceite de pescado ha influenciado la marcha y el desarrollo de las investigaciones científicas y tecnológicas, el establecimiento de los sistemas de información y colección de estadísticas, e infraestructuras de apoyo y servicios. Esta afirmación se evidencia en la mayor proporción de informes e investigaciones sobre la anchoveta en relación al resto de recursos.

En ese sentido no se evidencia, en la estructura del modelo de gestión vigente, que exista una entidad especializada en ciencia, tecnología e innovación que ocupe una posición rectora y articuladora, lo que se presenta como una importante limitación del modelo organizacional para la pesquería en el contexto actual, donde las necesidades de I+D+i son vitales.

En Mayo 2015, a solicitud del Ministro de la Producción, el Consejo de Ministros aprobó iniciar las gestiones para el endeudamiento ante el BM para el financiamiento del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA), por USD 40 millones, encargando al Despacho Viceministerial de Pesca y Acuicultura de PRODUCE constituirse en la Unidad Formuladora del PNIPA.

Sobre la base de estos pasos y aprobaciones previas, el Ministerio de la Producción, a través del Vice Ministerio de Pesquería formuló el Estudio de Factibilidad del PNIPA,  orientado a fortalecer los procesos de innovación en el sector pesca y acuicultura (P&A) del Perú.  Este Programa se enmarca en la línea del fomento de la I+D+i que se impulsan desde diversos sectores, con el apoyo del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), desde hace unos 15 años.

Hace pocas semanas el préstamo en mención fue oficializado. Por lo tanto, el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura ya dispone de financiamiento.

El PNIPA y sus Proyectos se construyen en un contexto de fomento de la innovación que no tiene parangón en la historia reciente del país. Si bien es cierto, algunas de estas iniciativas han hecho algún esfuerzo por canalizar recursos hacia el sector Pesca y Acuicultura, estos aparecen totalmente insuficientes, frente a las necesidades de renovación del modelo de desarrollo del sector P&A.  Este requiere una mayor especialización y envergadura, menor dispersión, y coherencia con la política de fomento de la innovación del sector P&A.

En consecuencia, el sector pesca y acuicultura peruano entra a una nueva etapa en el campo de la investigación, desarrollo e innovación, que se espera alcance óptimos resultados en el futuro inmediato.

La nueva visión de la pesquería peruana debiera ser, no de promoción e incentivo por mayor extracción, sino de consolidación y tecnificación de los niveles alcanzados. Capturas más eficientes pero dentro de límites sostenibles, mayor valor agregado, óptimo nivel sanitario de los productos que ingresan al mercado, igualdad de condiciones para el mercado interno y externo.

La innovación y la tecnología alcanzan en este contexto su máxima necesidad.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a MARZO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

En formato revista en el siguiente link:

lunes, 20 de febrero de 2017

LA PARTICIPACION DE LA PESCA EN EL CRECIMIENTO DEL PAIS

En las siguientes cifras se puede apreciar cuánto se recaudó del sector pesquero por impuesto a la renta, derechos de pesca y cuánto se devolvió en el periodo 2003—2016, único lapso de tiempo con cifras visibles de todos los componentes analizados.

Cifras expresadas en soles

EXPORTACIONES PESQUERAS ENTRE EL 2003 Y EL 2016:
95,201’311,964                                             
IMPUESTO A LA RENTA RECAUDADO
2,299’800,000, que representa el 2.42% del total de exportaciones
IMPUESTOS DEVUELTOS POR EL ESTADO A LA INDUSTRIA PESQUERA
8,505’300,000, que representa el 8.93% del total de exportaciones
DERECHOS DE PESCA RECAUDADOS
648’346,941, que representa el 0.68% del total de exportaciones

La pesca genera ingresos para el Estado a través del pago de impuestos, en especial el de renta, ya que la comercialización de pescado fresco está exonerada del IGV. También a través de los derechos de pesca que se cobra por concepto de extracción.  Estos derechos los pagan los armadores industriales nacionales y extranjeros que ingresan a pescar en aguas peruanas. Los pescadores artesanales están exonerados de esta tasa.

El 50% de la recaudación por derechos de pesca alimenta el canon pesquero. El 50% de la recaudación por impuesto a la renta proveniente del sector pesquero constituye el otro origen de fondos del Canon. Este canon se distribuye a determinados gobiernos locales y regionales en forma imperfecta.

El Producto Bruto Interno (PBI) se define como el valor total de los bienes y servicios producidos en un país durante un periodo determinado.  Es la cifra más resaltada por los medios porque está referida al crecimiento, al cual suman las grandes obras derivadas de la corrupción también. Pero nunca se habla de la recaudación tributaria ni de los derechos de pesca. La pesquería tiene un aporte relativamente importante en el PBI del país.

El objetivo del Estado es el bienestar de las mayorías. Para lograrlo, recauda impuestos, que le permite sostener su presupuesto de gastos. Poca recaudación genera menor gasto corriente y menor inversión.

Pero crecimiento económico y bienestar de la gente no van, necesariamente, de la mano.  Que crezca la economía no significa necesariamente más bienestar general, ni tampoco mayor recaudación de impuestos, fuente principal de financiamiento para atender los servicios públicos. El bienestar general depende de la distribución de la riqueza que produce la economía y del pago de impuestos. 

El crecimiento económico se refleja en el PBI. Pero de nada sirve que aumente si la riqueza resultante no se distribuye con justicia y equidad, si no se paga impuestos justos. Porque no significa necesariamente el bienestar de las mayorías. Las cifras son evidentes: sueldos bajos, servicios públicos mediocres, programas sociales insuficientes… obras faraónicas sobrevaluadas para pagar sobornos.

El enriquecimiento de las empresas, si no va acompañado de una justa contribución con el país, priva de recursos a la administración pública, que ofrece servicios inapropiados.

La pesca comprende a un importante número de empresas y personas naturales dedicadas a actividades relacionadas a la misma, que son informales. Por tanto no tributan nada. Los intentos de formalizarlos no vienen siendo exitosos. Valga aclarar que formalizar a un pescador artesanal no solamente debería implicar dotarlo de un registro de matrícula para su embarcación y/o un permiso de pesca sino también de un RUC que conlleva el deber de pagar impuestos. Un razonamiento para no formalizarse es precisamente no tributar y permanecer fuera del radar de la Sunat. Finalmente ¿porqué tributar si sus impuestos terminan alimentando la corrupción como se viene observando en las últimas semanas? Obras faraónicas, algunas inservibles y sobrevaloradas…¿con el dinero de quién?

Las cifras macroeconómicas son solo una parte de la estadística. Por tanto, cuando se toman en forma sesgada y/o exclusiva, se oculta la realidad y se le da al público una información manipulada, dirigida a aplaudir el crecimiento a ciegas, soslayando el resto de datos.

Sin voluntad política, no hay nada que se pueda hacer para mejorar esta situación; pero la ciudadanía debe conocer lo que en realidad constituye la contribución de la pesca con el país. Si se habla de su aporte al PBI, debe hablarse también de su contribución a través de los impuestos y los derechos de pesca.

Cuando se dice que la exportación de productos pesqueros es buena y conveniente para el país, deberían decirnos y los ciudadanos deberíamos preguntarnos: ¿Para quiénes es buena; cuántos son los beneficiarios de la actividad; cuánto dinero recibe el país procedente de la actividad exportadora pesquera; y en qué se invierte?

También deberíamos preguntarnos ¿cuánto del volumen de peces extraídos se destina a la reducción de la desnutrición y la anemia infantil en el país?

En el Pacto Nacional contra la anemia y la desnutrición crónica infantil firmado el 10 de febrero de 2017, el Gobierno central se fija la meta de reducir los indicadores de anemia y desnutrición crónica infantil que son altos en varias regiones. Por ejemplo, en el caso de la anemia infantil, que registra una tasa de 43.5 por ciento la meta es reducirla a 19 por ciento al finalizar la actual gestión.


¿Cómo va a participar la actividad pesquera en este tema?


Marcos Kisner Bueno

lunes, 13 de febrero de 2017

Institucionalidad de la pesquería peruana

Desde el año 2001, en que se promulga el reglamento de la Ley General de Pesca, muchas cosas han ocurrido en materia de cambio climático, agotamiento de las especies y en el contexto general de la actividad extractiva y transformadora, no solamente en el Perú sino en el mundo.

El reglamento en mención ha sufrido tantas modificaciones, que hoy en día aún si se hiciese un compendio o actualización de todo ello, su interpretación seguiría siendo confusa.

Se han promulgado una serie de decretos complementarios y varios Reglamentos de Ordenamiento Pesquero que en conjunto hacen que la legislación actual sea difícil de interpretar. La profusión de normas dictadas desde el día que se reglamentó la ley es de tal magnitud que aún formulando un texto único ordenado de la normatividad pesquera seguiría siendo confuso y desordenada

Lo que se impone en consecuencia, como una primera medida para perfeccionar la institucionalidad pesquera peruana, es la formulación de una nueva Ley General de Pesca con su respectivo reglamento que, a través de una normativa moderna y sencilla incorpore todas las normas vigentes, reemplace lo que ya devino en obsoleto, e incorpore conceptos modernos de tal forma que pueda ordenarse debidamente el sector.

Tres conceptos fundamentales que debería contener la ley son:

·           Incorporar el criterio de que una nueva ley para la pesca en el Perú no puede tener un carácter estimulador de la actividad, sino más bien debe tener un enfoque precautorio, limitando el crecimiento de la extracción a fin de asegurar la sostenibilidad de las especies actualmente disponibles. La falta de información científica sobre el volumen y estado de las biomasas de las especies de consumo directo en el Perú impone adoptar un enfoque precautorio y no promotor, en tanto no se disponga de datos científicos que permitan definir cuotas o límites máximos de extracción. No se puede incentivar la extracción y el consumo sin saber qué especies pueden promoverse sin alterar el equilibrio del ecosistema.

·           Proteger el mercado nacional dándole las mismas condiciones de operación que las existentes  para el mercado externo a fin de garantizar la seguridad alimentaria nacional, en vista de que actualmente la exportación ofrece ventajas sobre la venta al mercado interno, al punto de que deviene en competencia desleal. Es difícil hacer que la venta de productos hidrobiológicos al mercado interno sea competitiva mientras existan incentivos solamente para la exportación y no para el mercado peruano. Lo que colateralmente dificulta la promoción del consumo de pescado, que además no debiera hacerse en la medida de lo expuesto en el párrafo anterior.

·           Asignar derechos de pesca justos y equitativos para la Nación. Los peces no pueden ser gratis, especialmente aquellos que se destinan al mercado externo y alimentan a otras poblaciones mientras gran parte de la población peruana padece de desnutrición y anemia. Mejores tasas de derechos de pesca permitirían financiar programas sociales para contribuir al mejoramiento de la alimentación de las poblaciones vulnerables, especialmente aquellas poblaciones dispersas por encima de los 3,000 metros de altura.


La siguiente medida es diseñar una Política de Estado para la pesquería peruana que esté alineada con una nueva ley general de pesca, que marque objetivos y metas claras y precisas para el corto, mediano y largo plazo, asegurando mecanismos que reduzcan los riesgos de que en cada nuevo gobierno se introduzcan cambios que alteren el espíritu de la ley y de la politica establecida, la cual debe tener un consenso no solo político sino de los administrados, industriales, artesanales y sociedad civil.

Marcos Kisner Bueno