No creas en todo lo que se dice.

Aun cuando creas que algo aparece claro, ponlo en duda y no reposes. Duda de todo lo que parece ser bonito y verdadero. Pregúntate siempre: a «¿Para qué?». No creas que una cosa sola es buena; lo recto no es recto y tampoco lo curvado es curvado. Si alguien dice que un valor es absoluto, pregúntale en voz baja: «¿Por qué?». La verdad de hoy puede mentir ya mañana. Sigue el río desde donde comenzó el torrente. No te basten las piezas aisladas. Pregúntate siempre: «¿Desde cuándo?». Busca las causas, une y disuelve, atrévete a mirar tras las palabras. Si alguien dice: «Esto es bueno (o malo)», pregúntale en voz baja: «¿Para quién?» Friedrich Paulus

La debida gestión pesquera

El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas. Paul Greenberg.

REVISTA PESCA

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero.

En 2024 cumplimos 65 años de publicación en el Perú.

Las ediciones a partir del 2010 se publican en formato digital (PDF) en la siguiente página web: http://www.issuu.com/revistapesca/docs


Merecemos una gestión de la pesca con visión de país y compromiso con el ciudadano.

Los peces del Perú, primero para los peruanos


sábado, 27 de agosto de 2016

Editorial Revista Pesca septiembre 2016

En pesquería el discurso viene centrado, hasta ahora, en las zonas de pesca y en dos decretos supremos promulgados por el gobierno anterior. En términos generales se ha mencionado como metas ante el Congreso de la República, el uso óptimo de los recursos pesqueros sin afectar al medio ambiente, acciones sobre tecnología e infraestructura de desembarque artesanal, fortalecimiento del control y el potenciamiento de la acuicultura y la pesca artesanal. Este discurso debe formalizarse a través de planes y presupuestos. Mientras no sea modificado, continúa vigente el Plan Estratégico Sectorial Multianual (PESEM) formulado en diciembre de 2015 por la administración anterior.

Al no existir objetivos de largo plazo que trasciendan un período de gobierno, convertidos en Política de Estado, no hay garantía de continuidad de políticas. En el país, cada cinco años las administraciones pueden ignorar los planes y objetivos de sus antecesores y diseñar los propios para el periodo que dura su mandato.

Si el actual PESEM se mantuviese, sería porque la nueva administración no tiene pensado formular uno nuevo. También se puede no diseñar nada nuevo ni respetar lo existente, sino seguir la inercia de la coyuntura política. 

Sin embargo, lo que el ciudadano espera al inicio de un gobierno, cuando no hay políticas de Estado ni objetivos de largo plazo, (como es el caso de la pesca peruana), es que se reformule el PESEM en función a nuevos objetivos estratégicos para el quinquenio y que estén de acuerdo con la visión del plan del nuevo gobierno. El problema es ¿Quién pone la agenda cuando no existen objetivos precisos formulados en el Plan de Gobierno?

La intención de hacer cosas durante una gestión, requiere del sustento técnico legal que la soporte y permita elaborar los planes operativos y presupuestos correspondientes, que conduzcan a productos identificables y medibles como resultado de la gestión. El tema es que el ordenamiento legal en cuestión de planeamiento, no parece ser muy respetado, o conocido. 

En esta edición se analiza la problemática del diseño de planes en la Gestión Pública.

La importancia de la pesca en el Perú y la necesidad de que su administración cuente con planes de largo plazo, manejados por funcionarios conocedores de la problemática pesquera, no ha sido entendida, aceptada, o asumida por el Ejecutivo desde hace varios años. La pesca no es un tema importante desde hace un buen tiempo atrás.  Existen opiniones, sugerencias y recomendaciones técnicas procedentes de varias fuentes con adecuada experiencia pesquera, que pareciera no son conocidas por quienes tiene capacidad de decisión en el Gobierno. 

La inexperiencia en temas pesqueros, sobre todo de pesca artesanal, ha sido una debilidad de varias administraciones.

El desconocimiento del sector pesquero es compartido por la prensa y por la propia sociedad. Por tanto ambos resultan indolentes al problema. Existe un vacío de conocimiento que permite la manipulación de información. El ciudadano común está expuesto a una u otra corriente de opinión sin mayor posibilidad de argumentación. Lo único claro en el inconsciente colectivo, es que somos buenos porque exportamos mucho pescado en forma de harina, conservas o congelado. Por tanto, lo demás deviene en irrelevante. La problemática pesquera seguirá siendo tema de pocos, ignorado por los más y en manos de la política de turno.

La restitución del Ministerio de Pesquería, que es un consenso casi general dentro del sector, no tendrá eco,  al menos por ahora.

La pesquería no es exclusivamente un tema de macroeconomía, exportación, harina de pescado, congelados y conservas. Pero eso requiere de funcionarios con experiencia, conocimiento del tema e ideas al respecto.

Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería.

Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente. Pero sobre todo, contribuir con información amplia y variada para que el lector empiece a formarse una opinión propia sobre la problemática pesquera.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a SEPTIEMBRE 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

https://www.yumpu.com/es/document/view/55881125/revista-pesca-setiembre-2016

viernes, 19 de agosto de 2016

POLITICA DE GOBIERNO PARA EL SECTOR PESQUERO: LA AGENDA SECTORIAL

En relación a las acciones de gobierno anunciadas para la pesquería peruana en la presentación del Gabinete ante el Congreso de la República, más allá del impacto político y el mandato constitucional para hacerlo, en los hechos concretos debe tenerse en cuenta y respetarse la metodología para la implementación de objetivos estratégicos, y que está contenida en la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública (PNMGP) que fue aprobada con DS 004-2013-PCM.

Este documento debe ser tenido en cuenta al momento de diseñar una agenda sectorial en el marco de la implementación de políticas de gobierno cuando se produce la transferencia constitucional de cambio de autoridades.

Más allá de quién sea quien pone la agenda, es necesario respetar las normas y procedimientos vigentes para convertirla en un documento de gestión apropiado.

A continuación se transcribe algunos conceptos importantes a tener en cuenta que están referidos al planeamiento estratégico y que están expuestos en el siguiente link:

“La Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública tiene el siguiente objetivo general:

Orientar, articular e impulsar en todas las entidades públicas, el proceso de modernización hacia una gestión pública para resultados que impacte positivamente en el bienestar del ciudadano y el desarrollo del país.

La gestión pública moderna es una gestión orientada a resultados al servicio del ciudadano. Esto es una gestión en la que funcionarios públicos calificados y motivados se preocupan en el marco de políticas públicas de Estado, nacionales, regionales y locales, según las competencias que corresponden a cada nivel de gobierno- por entender las necesidades de los ciudadanos y organizan tanto los procesos de producción o actividades (como conjunto de acciones que transforman los insumos en productos en la “cadena de valor”) como los de soporte (los sistemas administrativos), con el fin de trasformar los insumos en productos (seguridad jurídica, normas, regulaciones, bienes o servicios públicos) que arrojen como resultado la mayor satisfacción de los ciudadanos, garantizando sus derechos y al menor costo posible.

Una gestión pública orientada a resultados efectiva se alcanzará cuando las entidades estén en capacidad de:

I. Establecer objetivos claros y articulados, a nivel sectorial así como territorial (nacional, regional y local), expresados en metas de producción (cantidades de servicios de una determinada calidad) que brindarán como resultado un mayor nivel de satisfacción al ciudadano.

II. Reasignar los recursos presupuestales para maximizar los niveles de producto y resultados esperados. Es decir, formular el presupuesto en función de los objetivos establecidos en los planes.

III. Desarrollar y optimizar los procesos de producción o trabajo (la “cadena de valor”) y los de soporte (que alimentan a los anteriores), con el fin de alcanzar los niveles de producción de bienes y servicios públicos de calidad esperados por la población, con la mayor eficacia y eficiencia posibles en el uso de los recursos.

IV. Reordenar o reorganizar a nivel nacional, regional y local, las competencias y funciones contenidas en la estructura funcional actual adecuándolos a una organización basada en procesos de la cadena de valor.

V. Establecer un sistema de indicadores de desempeño y resultados que le permitan monitorear y evaluar si los insumos se están transformando en los productos cuyos resultados son los que los ciudadanos demandan, y si están aplicando los procesos más eficaces y eficientes. La información que provea el monitoreo y desempeño deberá capitalizarse en un sistema de Gestión del Conocimiento que permita establecer procesos de Cambio Cultural o de Mejora Continua de la Calidad, sobre la base de las mejores prácticas internacionales (“benchmark”) y nacionales, y a través de la sistematización y el almacenamiento de la información relativa a los estándares de trabajo que mejor funcionaron o los procesos más eficaces y eficientes, de los formatos más amigables, los términos de referencia o el alcance de los proyectos, los contratos más seguros, los precios y costos pactados, los perfiles profesionales que mejor se desempeñaron, las empresas consultoras con las que se trabajó y una evaluación de su desempeño y otros aspectos recogidos durante la gestión.

Estas Políticas Públicas Nacionales son las que permiten integrar y dar coherencia a toda la acción del Estado al servicio del ciudadano, debiéndose reflejar en los objetivos establecidos en los Planes Sectoriales, en los Planes de Desarrollo Concertado Regionales y Locales, y en los Planes Estratégicos y Operativos de todas y cada una las entidades del sector público en los tres niveles de gobierno. De ese modo el Estado buscará actuar como un todo coherente y articulado con el propósito de servir mejor a los ciudadanos y al desarrollo nacional.

En ese proceso, el Estado se encuentra en la obligación de atender las demandas ciudadanas recogiendo información respecto a sus necesidades, escuchando a la población a través de los canales adecuados, así como informándola acerca de las opciones posibles de política, promoviendo el debate técnico y político entre los distintos actores involucrados en el proceso de elaboración de la política (grupos representativos de la sociedad que tenga un legítimo interés, las universidades, los colegios profesionales, las organizaciones no gubernamentales, empresas privadas, etc.) Este debate permitirá evaluar si las políticas responden genuinamente al interés público y por ende, aumentan el bienestar de la sociedad; o si sólo responden a los intereses particulares de un grupo o segmento de la sociedad.

Componentes de la Gestión Pública orientada a Resultados

a. Planeamiento de Estado: Políticas de Estado y de gobierno

Las Políticas Públicas son diseños que sustentan la acción pública. Basadas en políticas nacionales del Estado, los gobiernos de turno, establecen prioridades de gobierno claras y pertinentes, tomando en cuenta también las demandas y necesidades de la población, que luego las entidades públicas expresarán en objetivos, metas y los respectivos procesos que los convertirán en productos institucionales: regulaciones, procedimientos administrativos, bienes y servicios públicos, todos los cuales tendrán un impacto positivo en el ciudadano, dados determinados recursos disponibles.

En un Estado unitario y descentralizado, las Políticas Públicas son las que permiten integrar y dar coherencia a la intervención del Estado al servicio del ciudadano, a través de los objetivos establecidos en los Planes Gubernamentales, los Sectoriales, así como en los Planes Regionales y Locales de Desarrollo Concertado, y en los Planes Estratégicos y Operativos de todas y cada una las entidades del sector público en los tres niveles de gobierno. De ese modo, el Estado busca actuar como un todo coherente y articulado con el propósito de servir mejor al ciudadano, brindándole un nivel de satisfacción mayor al que este obtendría si cada entidad lo atendiera de manera individual y en forma desarticulada.

b. Planeamiento estratégico

El Planeamiento Estratégico parte de considerar las prioridades del país y de sus ámbitos de gobierno (central, regional, local). Es además, un proceso en el que cada institución, además de considerar los compromisos políticos y los mandatos de los planes gubernamentales, reflexionan rigurosamente sobre los temas del entorno:

i.              sobre las oportunidades o sobre la justificación de una necesaria intervención del Estado, así como sobre los riesgos de un inadecuado accionar del sector público;
ii.             sobre el entorno macro económico, legal, político e institucional;
iii.            sobre las demandas que establecen los ciudadanos a los que tienen que atender;
iv.            sobre las formas en que la sociedad se organiza para resolver esas demandas ciudadanas; y,
v.             sobre la forma como el Estado ha venido satisfaciendo esas necesidades, mediante qué políticas, qué estrategias, a través de qué agencias involucradas, qué resultados e impactos ha logrado y qué lecciones ha sacado del pasado.

Producto de ese proceso, el Plan Estratégico debe contener tanto los objetivos gubernamentales como los objetivos generales de la entidad, que se expresan como los resultados que ésta espera alcanzar en relación a la demanda ciudadana.

Para llevar esto a la práctica, los objetivos generales del Plan Estratégico deben reflejarse en los Planes Operativos, que contienen objetivos más específicos y metas claras de cantidad y calidad de producción de bienes o servicios que permitirán articular el presupuesto o programas presupuestales y así satisfacer las demandas ciudadanas de la manera más eficaz y eficiente.

Planeamiento Estratégico Institucional

El proceso de Planeamiento Estratégico se inicia identificando al público objetivo al cual la institución debe servir y determinando los bienes y servicios que le corresponde producir o entregar. La base de este análisis es el mandato legal que la entidad ha recibido, la información recogida acerca de las necesidades de la población, así como los compromisos asumidos por el gobierno para su periodo de gestión, todos los cuales servirán para determinar la misión de la entidad con respecto al plan.

El siguiente paso del proceso será identificar el tamaño de las “brechas” de satisfacción, cobertura y calidad existente entre la “demanda ciudadana” y la “oferta pública o privada” de los bienes y servicios públicos que le corresponde atender a la entidad.

Luego de ese proceso, se determina la visión, los objetivos estratégicos y los valores de la entidad. La construcción colectiva y la consecuente internalización de la “visión” por los funcionarios y servidores de la entidad la convertirán en la idea unificadora de todos los esfuerzos.

Sobre esta base, la entidad podrá diseñar las estrategias para alcanzar los resultados e impactos a lograr para cada objetivo en el periodo de gestión, para lo cual se podrán seguir los siguientes pasos:

• Identificar las alternativas de proyectos y actividades posibles para el cierre de las brechas identificadas;

• Seleccionar las mejores alternativas;

• Estimar el costo estratégico del cierre de las brechas identificadas (incluyendo costos de inversión y gastos corrientes) que se requeriría para alcanzar las metas de satisfacción, cobertura y calidad que le brindarían mayor satisfacción al ciudadano con eficacia, eficiencia y trasparencia.

Así, el Planeamiento Estratégico debe dar la dirección que debe tomar la entidad en el marco de sus mandatos legales y ser la base para diseñar la estructura organizacional y los procesos de gestión que permitan alcanzar los objetivos planteados de la manera más oportuna y eficiente.

Planeamiento Operativo Institucional

Anualmente, las entidades deben elaborar un “Plan Operativo”, que es la herramienta que permite poner en marcha las estrategias institucionales.

En él se detallan las metas anuales de todos los objetivos y entregables y se precisan todas las actividades o tareas necesarias para alcanzar los productos a entregar. Asimismo, se establecen los recursos, plazos, costos por actividad, estándares de calidad, la logística necesaria, los planes de contingencia frente a los riesgos. Por último, se determinarán los indicadores cuantitativos y cualitativos de insumo-proceso-producto que servirán para evaluar la gestión y determinar si se han alcanzado o no los indicadores de resultado e impacto establecidos (estos indicadores deben guardar relación con los indicadores incluidos para los programas presupuestales u otros indicadores de gestión, para evitar duplicidades). Estos “tableros” de indicadores deberían permitir posteriormente evaluar el desempeño institucional y generar el conocimiento adecuado para la mejora continua de la calidad de la acción del Estado al servicio del ciudadano.

Los procesos de Planeamiento Estratégico y Planeamiento Operativo articulados entre sí y con los planes de otras entidades a través de las Políticas Públicas nacionales, aplican por igual a todas las entidades del Estado, sean éstas gobiernos regionales, locales, ministerios u organismos públicos.


Ahora bien, las políticas, planes y sus respectivos objetivos también deberán estar articulados con el presupuesto multianual con el que estima contar la entidad en el periodo de gestión abarcado por el Plan Estratégico Institucional (un periodo de gobierno), así como con los presupuestos de inversión y gasto corriente anual. Ello con el fin de alinear la gestión institucional de los recursos con el logro de los resultados que mayor satisfacción brinden al ciudadano”

martes, 16 de agosto de 2016

PESCA, DESNUTRICION Y ANEMIA EN EL PERU

Causas de la Desnutrición Crónica Infantil y Anemia

La desnutrición crónica infantil es un problema de salud pública que afecta el desarrollo infantil temprano, que tiene como causas directas a las enfermedades comunes de la infancia (diarreas e infecciones respiratorias) que junto a una alimentación diaria deficiente en calidad y cantidad en sus hogares la generan. Es por ello, que compromete la salud y la calidad de vida de miles niños y niñas peruanas.

Esta enfermedad se manifiesta en las niñas y los niños al presentar retardo en su crecimiento, que se expresa en un déficit de la talla para la edad, afectando también el desarrollo de sus capacidades físicas, intelectuales, emocionales y sociales.

La anemia por deficiencia de hierro, se genera por el bajo consumo de alimentos ricos en hierro (sangrecita, vísceras, pescado, etc) en la alimentación diaria. Produce consecuencias adversas en el desarrollo cognitivo, principalmente nocivos en los primeros dos años de vida, cuyas secuelas marcan la vida del infante.

En el Perú, la anemia afecta a los niños más pequeños, sobre todo en zonas rurales, en la sierra y a los que se encuentran en el quintil inferior de pobreza. Pero también, en los últimos años se observa un incremento en los índices de las zonas urbanas de las principales ciudades del país, lo que exige realizar un trabajo que implique diferentes escenarios y público objetivo.

Los principales factores asociados a este problema son el deficiente régimen alimenticio y continuos episodios de enfermedades infecciosas (probablemente ligado a inadecuadas prácticas de higiene), así como otras determinantes de la salud, asociados a la pobreza y brechas de inequidad que incluyen causas básicas como la desigualdad de oportunidades, la exclusión, desigualdad, entre otros.

Estrategia extramural

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2014, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INEI), a nivel nacional, la desnutrición crónica afectó al 14,6% de niñas y niños menores de cinco años. En el 2009 teníamos una prevalencia del 23,8%

Asimismo, la ENDES indica que la desnutrición crónica en áreas rurales, en niños menores de cinco años, se ha reducido entre el 2013 al 2014, en 3.4%. Inicialmente, esta enfermedad alcanzaba al 25.3% mientras que en el 2014, bajó a 21.9%.

Otro dato revelador, manifiesta que esta enfermedad se presenta principalmente en zonas rurales (21.9%) y en menor proporción en lugares urbanos (5.8%).

La anemia, a nivel nacional, afecta al 46.8% de niñas y niños menores de tres años de edad. Se presenta con mayor frecuencia en áreas rurales (57.5%), a comparación con la zona urbana (42.3%).

A Nivel Regional:

La Desnutrición Crónica Infantil se comportó el año 2014 de la siguiente manera:
Disminuyó en 17 Regiones, siendo las más importantes: Huancavelica, Cajamarca, Huánuco, Ayacucho, Loreto, Arequipa y Puno.

Se mantiene en tres Regiones, que son: Lima, Lambayeque y Moquegua.

Y aumentó en cuatro Regiones: Tacna, San Martin, Ucayali y Amazonas.

La anemia, en el 2014, tuvo el siguiente comportamiento:
En 12 Regiones aumentó, siendo las significativas: Amazonas, San Martin, Ucayali, Loreto, Junín y Puno. En 8 Regiones disminuyó: Lima, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Huánuco y Ayacucho.

En 4 Regiones, las cifras se mantienen: Ica, Arequipa, Piura y Cusco.

Fuente

NOTA DE PESCA

Siendo las cifras transcritas en los párrafos anteriores, la expresión de la realidad nacional, el empleo de recursos hidrobiológicos como la anchoveta y pota para reducir la anemia y la desnutrición, debiera priorizarse en las áreas descritas. Se requiere un enfoque adicional diferente de los que se vienen empleando para promocionar el consumo de pescado en las ciudades principales y áreas urbanas.

Es necesaria la creación de programas sociales efectivos que cubran esta necesidad, antes que dedicar recursos fiscales a la promoción del consumo de pescado en zonas urbanas.

En las ciudades principales y zonas urbanas, las necesidades de alimentación del sector poblacional afectado por desnutrición y anemia, pueden ser atendidas por el sector privado con el apoyo normativo del Estado con relativa facilidad, como se ha demostrado con el convenio suscrito por la Sociedad Nacional de Industrias con el Puericultorio Pérez Araníbar el día 15 de agosto.

El dinero que el Estado pueda dedicar a la promoción de consumo de productos hidrobiológicos tiene que destinarse a las zonas rurales y a las poblaciones más vulnerables, zonas donde la gran empresa tiene limitaciones por razones de costos, de acceso y de mercado. 

No se puede obligar a la empresa privada a atender áreas geográficas que le pueden representar pérdidas económicas, por más necesidad de atención que exista en la zona. Eso es responsabilidad del Estado. Puede establecer alianzas estratégicas en la medida que haya empresas dispuestas a colaborar; pero sigue siendo responsabilidad del Estado tomar la iniciativa.

domingo, 14 de agosto de 2016

La sostenibilidad de la anchoveta

LA SOSTENIBILIDAD DE LA ANCHOVETA EN EL FUTURO

Por: Timoteo Querevalú Eca

La preciada anchoveta es una especie hidrobiológica con incalculables bondades alimenticias; pero muy poco aprovechada para el consumo humano directo en la alimentación de la población. Es la especie más codiciada por la industria harinera de nuestro país; y de importante participación en las exportaciones pesqueras. Estas razones nos conducen a preguntarnos ¿Está garantizada la sostenibilidad de la Anchoveta para el Futuro?

Las voces del empresariado pesquero, exigiendo mayores zonas de pesca, adelantar las temporadas de extracción, asumiendo comportamientos responsables, firmando compromisos para velar y respetar la sostenibilidad de la anchoveta, no han sido visibles en la práctica.

En nuestro afán constructivo, nos corresponde dinamizar la polémica, orientándola a responder con acierto los retos que nos impone el destino, que en la actualidad son innumerables y que de acuerdo a las circunstancias los podemos identificar claramente.

En esa visión, corresponde asumir, como un primer reto responsable, que la anchoveta desarrolle sin interrupciones y alteraciones su ciclo biológico reproductivo, ciclo que lo conocemos y sabemos todos los que estamos involucrados en tan importante sector productivo. Como segundo reto responsable está la obediencia a los informes de IMARPE, para la apertura de cada temporada de extracción;  que dichos informes estén sustentados como resultado de la práctica de cada crucero de investigación científico y operaciones Eureka, que son las que permiten conocer la información de biomasa susceptible de ser extraída. Que las operaciones Acústicas no sean determinantes para la apertura de actividades extractivas, debido a que en las últimas temporadas de pesca no han sido acertadas perjudicando a pequeños y medianos Armadores. Como un tercer reto responsable, respetar las tallas de anchoveta.

Asumir por lo menos estos tres RETOS RESPONSABLES, fortalecerán las decisiones que adopte el Estado a través del Ministerio de la Producción como Órgano Normativo, cuyo propósito debe garantizar la sostenibilidad de la anchoveta en el futuro y que a dicha especie se le dé mayor importancia en el consumo Humano Directo, como fuente de alimentación de nuestra Población. Que de tranquilidad económica a los tripulantes pesqueros, a todos los armadores, a los empresarios a fin de garantizas su aporte a la economía de nuestro país. Cabe mencionar que más allá de normas aisladas, no existe un ROP integral de la anchoveta que regule su extracción para el CHI y el CHD, tanto por la flota industrial como artesanal, lo que impone una regulación apropiada en forma inmediata.

El beneplácito expresado por los Industriales sobre la modificación del Decreto Supremo 011, debe comprometerlos en su voluntaria disponibilidad para la instalación de cámaras de filmación en las tolvas de descarga de la plantas industriales, como una demostración de transparencia en la fiscalización y control de las tallas de la anchoveta.


En consecuencia hoy afirmamos que los Retos Responsables son irrenunciables para garantizar la sostenibilidad de la anchoveta  en  el futuro; y sobre todo para el ejercicio de una PESCA RESPONSABLE.