“La biomasa de anchoveta observada en abril de 2025 fue
de 10.9 millones de toneladas, una de las más altas desde 1996, lo que confirma
la buena salud del recurso. Esta cifra, obtenida mediante cruceros científicos
de IMARPE, respalda la decisión de mantener activa la temporada bajo control
técnico.
La pesca industrial de anchoveta genera más de 250 mil
empleos directos e indirectos, dinamiza las economías regionales y representa
una fuente importante de divisas para el país. Más del 80 % de las capturas
pesqueras en el Perú corresponden a anchoveta, utilizada principalmente para la
producción de harina y aceite de pescado, insumos esenciales para la
acuicultura global y la seguridad alimentaria. Esta pesquería es considerada un
caso de éxito a nivel mundial.
El Ministerio de la Producción reafirma su compromiso
con una pesca responsable, basada en evidencia científica, diálogo permanente
con los actores del sector y una visión de largo plazo que garantice la
sostenibilidad del recurso y el bienestar de quienes viven del mar”.
¿Quién garantiza que la
recomendación científica no es errada, direccionada o manipulada? ¿Hay
auditorías al respecto? Si este podría ser el origen del problema, la atención
principal debiera fijarse en la calidad, seriedad y veracidad de la información
científica. Por eso el IMARPE debe ser reestructurado y su presidente debe ser
un científico. Ese es el mandato del DL 1677. ¿Por qué alguien lo está
bloqueando?
Pareciera ser que en el tema
de anchoveta juvenil, así como en otros como el de la pota, las reclamaciones
de los gremios se estuviesen concentrando en los efectos y no se estaría
evaluando debidamente las causas del problema, la cual podría estar en el
modelo de gestión.
Este manda que las regulación
administrativa se fundamente en un informe científico de la única entidad
existente en el Perú autorizada y/o capaz de hacerlo. Estos documentos siempre
son muy cuidadosamente elaborados para no ser abiertamente claros. Siempre
sugieren posibilidades y dejan, en una clara intención de no asumir
responsabilidades concretas, la decisión final al Ministerio de la producción,
quien la adopta eligiendo algunas alternativas que le brinda el ente
científico. Se aprecia muy claramente en la determinación de la cuota. Se
sugiere un rango de posibilidades pero la decisión final es política y sin
compromiso alguno para ninguna de las partes. Una dice que su decisión se basa
en la recomendación científica y otra dice que la decisión es política.
En este modelo, el Ministerio
elude sus responsabilidades diciendo que es el Imarpe quien hace la
recomendación científica. El Imarpe elude las suyas diciendo que no es de su
competencia tomar decisiones sino solo elaborar recomendaciones para que el
Ministro decida.
El afectado, al final, es el
pescador artesanal y el industrial. El beneficiario, generalmente ¿quién sería?
Hay que agregar que la
prioridad del Estado es el crecimiento del PBI y de las exportaciones,
escenario en el cual pescar más anchoveta juvenil, por ejemplo, podría ser
irrelevante en el contexto macroeconómico. Total, los efectos caerán cuando
sean otras las autoridades en el cargo y en el modelo nadie recibe sanción por
tomar decisiones equivocadas, sobre todo porque no se sabe con certeza y
claridad quién es el responsable.
Si el presidente del IMARPE es
designado por el Ministro de la Producción, se convierte en un empleado, en un
subordinado suyo. En consecuencia se vería obligado a hacer o dejar de hacer lo
que su empleador le ordena, bajo riesgo de perder el empleo, ya que es un cargo
de confianza.
Esta situación minimiza la
credibilidad en la institución.
Si el IMARPE tuviese otra
estructura y su Presidente fuera un científico, la información podría ser más
creíble. Pero incluso el DL 1677 no se atreve a darle autonomía a la
institución. ¿Por qué?
La presidencia del IMARPE
debería tener el mismo tratamiento que ocurre con la presidencia del INACAL,
cuya ley dice textualmente: “el
Presidente Ejecutivo solo puede ser removido de su cargo por la comisión de
falta grave, según los supuestos establecidos en la normativa aplicable al
sector público”. Esta situación le otorga cierta seguridad en que no será
removido del cargo por no hace lo que su jefe le ordene.
El nuevo ROF del IMARPE,
bloqueado actualmente, podría considerar una situación parecida.
Con un entidad científica
cuyos informes fueran más creíbles y más claros en cuando a sus recomendaciones
de manejo, probablemente las decisiones políticas y administrativas como el manejo
de las vedas y el tema de juveniles serían más efectivos en cuanto a la
sostenibilidad de los recursos.
Resulta en consecuencia,
curioso, que gremios e instituciones solo se refieran a los efectos del
problema y nunca aborden la causa, la que se encuentra en el modelo vigente y
en la estructura del IMARPE.
Mayor análisis en los
siguientes links:
https://revistapesca.blogspot.com/2025/06/investigacion-cientifica-en-la-pesca.html
https://revistapesca.blogspot.com/2022/01/quien-debe-presidir-el-imarpe.html
https://revistapesca.blogspot.com/2025/05/la-demora-en-la-reestructuracion-del.html
https://revistapesca.blogspot.com/2025/05/la-pesca-la-naturaleza-y-la-politica.html