La
administración y regulación de la pesca se basa en la existencia de especies
hidrobiológicas. Especies extinguidas son imposibles de ser reguladas, por lo
cual no existiría ni la administración pesquera ni el derecho pesquero.
Ese
debiera ser el problema público principal. Pero no ha sido definido así en la Política
de Pesca. Sin embargo, siendo un hecho real, solo se puede asegurar la
existencia de las especies a través de garantizar la sostenibilidad de la
mismas. Lo cual no se puede hacer sin una base científica, lo cual nos lleva a
concluir que es el IMARPE, como entidad científica, el organismo más
importante. De sus opiniones y recomendaciones se derivan las normas y
regulaciones. Por eso debe ser un ente autónomo e independiente.
El
segundo elemento que garantiza la sostenibilidad es la educación y capacitación
de todos los agentes de la cadena productiva de la pesca.
Existen
dos políticas que tienen que ver con la pesca en el Perú. Una es la Marítima y
otra es la de pesca. La primera, formulada en 2019 es probablemente poco
conocida y la segunda es reciente, de este año 2025.
También
existe una Política Nacional de Acuicultura al 2030.
Han
pasado ya seis años desde que se promulgó la Política Marítima y poco se sabe,
o no se ha hecho público en todo caso, del avance en su ejecución y
cumplimiento. Por lo menos en lo referente a pesca, lo que la Política Marítima
propone como lineamientos del objetivo prioritario 2, no se han cumplido. Mas
bien por el contrario, en el tema capacitación por ejemplo, estos últimos años
el daño que se le hizo al ex CEP Paita, fusionado con Fondepes como único ente
de capacitación fue muy grande. Prácticamente se le terminó de destruir. En
investigación no se avanzó nada. Lo que nos lleva a preguntarnos si la
elaboración de políticas nacionales tendrá un efecto práctico real.
La
Política Marítima coincide con la de Pesca en los temas de investigación y
desarrollo y de capacitación.
En
este artículo se transcriben los párrafos de la primera de ellas relacionadas
con la pesca, para que el lector pueda evaluar y analizar los criterios
contenidos en la misma y compararlos con la política de pesca.
Podría
decirse que la primera ya contempló lo que dice la de Pesca, o que una no
debería abarcar lo de la otra por no ser de su competencia. En fin…¿Habrán
conversado los autores de la política de Pesca con los que elaboraron la
Marítima para no entrar en duplicidad y conflicto de competencias? Pareciera
que no.
El
tema de fondo, más allá de eso, es que son solo palabras puestas en un papel.
La verdadera situación que debe analizarse es si ambos deseos plasmados en las
dos políticas serán cumplidos por este gobierno por los venideros.
La
política marítima expresa con mayor claridad y convicción que la política de
pesca, el problema de la investigación, al igual que la necesidad de
incrementar el nivel técnico y profesional según corresponda, de las mujeres y
hombres involucrados en el ámbito marítimo. En otras palabras, el Ministerio de
Defensa, encargado de su elaboración, define mejor y con mayor preocupación el
tema de la investigación y de la capacitación. En PRODUCE no se aprecia mucho
entusiasmo por la capacitación, como lo demuestra la destrucción sistemática de
lo que fue el CEP Paita, fusionado con FONDEPES, solo para anularlo.
El
asunto es que la política marítima es de 2019 y por lo que se ve en pesca hasta
la fecha, solo ha sido un buen deseo en el papel, sin acciones reales concretas
que puedan verse en la práctica y en la realidad. Y ese es el problema con las
políticas, al igual que con los planes de gobierno. Son letras para crear
imagen y propaganda; pero que no contienen elementos vinculantes que garanticen
que serán llevadas a cabo. Los ciudadanos seguimos creyendo en esas ofertas que
son parte del modelo de gestión y de gobierno que tenemos.
El
objetivo prioritario 1 de la Política de Pesca, minimiza el hecho de que para que
tenga éxito, es vital actuar con fuerza en la educación y capacitación de los
pescadores, tripulantes, fileteros y todos los trabajadores de la cadena
productiva. Olvida que estos últimos trabajadores, sin ser pescadores, son la
pieza fundamental para la elaboración de productos congelados, curados y
enlatados de calidad.
Los
objetivos prioritarios 2 y el 3 omiten mencionar si existe base científica que
permita incrementar la extracción de especies y cuáles serían estas. Como se
define en la Política Marítima, “Las actividades de investigación científica e innovación tecnológica se
concentran en los recursos vivos de alto rendimiento comercial y son realizadas
por instituciones públicas y privadas. Varias universidades nacionales y otras
instituciones académicas y científicas han incorporado la pesca y acuicultura
en sus programas de investigación, aunque todavía esta participación es mínima.
Asimismo, la cooperación y el intercambio de información, experiencias y
recursos entre estas instituciones son escasos.”
Entonces,
siendo que solo hay 3 o cuatro especies de alto rendimiento comercial, (anchoveta,
pota, jurel, merluza) ¿Cómo gestionará la Política de Pesca, pescar más para,
en consecuencia, producir más? ¿Se puede pescar más de lo que se pesca
actualmente? Si ya se han puesto límites máximos de extracción a la captura de
esas especies…¿significa que se va a capturar otras especies? ¿Cuáles?
En
el árbol de problemas se define como un efecto de la limitada competitividad de
los agentes una menor recaudación del impuesto a la renta. En el proyecto
mencionaban el canon pesquero y es corregido de esta manera en el documento
final. Sin embargo solo han modificado la forma y no el fondo, ya que es necesario
saber si se ha medido la cantidad de agentes que conforman la cadena pesquera
que poseen RUC y pagan impuesto a la renta. Porque si la cantidad es poca, sobre
todo en relación a la pesca artesanal, de menor escala y comercializadores de
productos, entonces la menor recaudación de renta, además de ser un efecto, es
un problema diferente y requiere un enfoque diferenciado para resolverlo. Pero
no se ha tomado en cuenta. Tampoco se ha mencionado el tema de los derechos de
pesca. Renta y derechos de pesca son aspectos que, al generar recursos
financieros al sector, impactan directamente en la investigación y
capacitación.
Como
dato curioso, las Políticas de Acuicultura y Marítima tienen un gran volumen de
información y 277 páginas en el caso de la primera y 64 en el caso de la
segunda. La de pesca, solo tiene 5 páginas. Es más fácil de leer que las dos
primeras, lo que puede resultar interesante para quienes no gustan de leer
mucho. Pero en todo caso, no se aprecia una metodología standard.
La
Política Marítima fue elaborada por el Ministerio de Defensa y en su proceso
contó con el aporte de uno o más funcionarios del Despacho Viceministerial de
Pesca y Acuicultura. Para la elaboración de la Política de Pesca, ¿se habrá
realizado algún tipo de colaboración o coordinación?
La
Política de Pesca, recientemente promulgada en 2025…, ¿Qué futuro tendrá
teniendo en cuenta que la política marítima tiene 6 años y no implementó nada
de lo que menciona en pesca?
La
Ley General de Pesca tiene tantos parches y modificaciones que requiere ser
actualizada para estar en línea con las políticas descritas en el presente
artículo. El DL 1677 que dispone la reestructuración del IMARPE también debe
ser cumplido.
Finalmente,
para llegar a la mejor situación para la pesca peruana, todo el modelo de
gestión debiera ser reformado, partiendo de la necesidad de entender que el
órgano científico debe ser independiente y su presidente debe ser un científico
de renombre y acceder al cargo por concurso público para que esté libre de
influencias políticas y de intereses de parte.
Mayores detalles de las políticas pueden leerse en el siguiente link:
https://app.box.com/s/i0681rt92zrjmyadkbco4z8n6hmh8bax