La debida gestión pesquera

El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas. Paul Greenberg

REVISTA PESCA

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero.

En 2023 cumplimos 64 años de publicación en el Perú.

Las ediciones a partir del 2010 se publican en formato digital (PDF) en la siguiente página web: http://www.issuu.com/revistapesca/docs


Merecemos una gestión de la pesca con visión de país y compromiso con el ciudadano.

Los peces del Perú, primero para los peruanos


sábado, 28 de octubre de 2017

EDITORIAL REVISTA PESCA NOVIEMBRE 2017

Es importante saber que, en el ejercicio del poder,  la aplicación de políticas de Estado y/o de gobierno, deben ser ejecutadas por una  administración cuyos miembros rotan constantemente y que incorpora funcionarios, muchas veces, poco conocedores del tema para el cual son designados. Se agrava la situación con el poco tiempo que duran en la función. Llegan nuevos funcionarios e incorporan personal nuevo. Se van y esas personas que llevaron también son reemplazadas por el nuevo jefe. No solo cambian personas, sino que generalmente también se cambia la agenda, exista o no un PESEM aprobado y vigente.

Entre el 2006 y el 2017 ha habido 12 ministros y 10 viceministros. Cada uno de ellos ha introducido cambios de personal y de agenda. Las consecuencias son la ausencia de continuidad en las políticas del sector.

Es una situación inevitable en la medida que las decisiones políticas, en un sistema democrático, se sustentan en el derecho concedido en el acto electoral por el pueblo a las autoridades elegidas. Este derecho les permite designar a los funcionarios responsables para administrar el país, teóricamente, en beneficio de las mayorías.  Todo es legal, aunque no necesariamente es lo debido y lo conveniente para el país.

Es necesario que el Estado intervenga en la explotación de recursos naturales, no solo para asegurar su sostenibilidad, sino para priorizar la atención al mercado nacional en el caso de los recursos hidrobiológicos. Tiene que ser actor en un sector en el que se trabaja con activos cuya propiedad es de toda la Nación, como es el caso de los peces, crustáceos y moluscos.

El equilibrio necesario para la administración y gestión de la pesca requiere de un consenso y una participación de los principales actores. Hoy día solamente la industria pesquera a través de sus dos principales gremios, la SNP y la SNI, tiene una presencia importante y fuerte, que es visible en los medios de comunicación. Ambas son dialogantes con el Estado en defensa de sus intereses, precisamente por la falta de políticas de Estado, lo que genera altas probabilidades de cambios frecuentes de funcionarios y de agenda. Pero también aportan a la gobernanza del sector.

Sin embargo para que la ecuación esté completa hace falta la presencia del mismo nivel por parte de la Pesca Artesanal, la Academia y la Ciudadanía.

Esta última, como propietaria del recurso pesquero y como beneficiaria de la actividad pesquera, bien podría estar representada por la Defensoría del Pueblo. A la fecha, el ciudadano peruano es el gran ausente en la toma de decisiones y el manejo de sus recursos naturales. Los recursos pesqueros son de todos los peruanos y debieran ser para todos ellos. No pueden, por tanto,  estar ausentes en la toma de decisiones sobre la administración de los mismos.

La Pesca artesanal, atomizada y dispersa, requiere de un gran esfuerzo para unificarse y designar un representante que se siente en la mesa al mismo nivel y visibilidad que sus pares de la industria pesquera, defendiendo sus intereses y aportando a la gobernanza también.

La Academia tiene que ser la contraparte de la ciencia oficial que es manejada por el Estado a través de su ente científico.


Una suerte de “Directorio” o “Consejo”, conformado de esta manera, no solo legitimaría el manejo pesquero, sino que lo democratizaría y le daría permanencia y visión de largo plazo.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Proporciona información e ideas obtenidas de diversas fuentes, que exponen la temática de la pesca en el Perú y el mundo, con el objeto de contribuir a la formación de opinión propia en base a la lectura de las notas publicadas.

Siendo la pesca una actividad poco difundida y poco conocida por el ciudadano común, pretende contribuir a la generación de mayor conocimiento individual derivada del  análisis de los artículos. Se publica en forma mensual, en formato digital y su descarga es gratuita para quien desee conocer el sector  pesquero y mantenerse informado sobre su temática.

Para mantenerse informado los invito a formar parte del grupo Pesca y Mar, en Facebook, que además transcribe información periódica de relevancia para el sector pesquero.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a NOVIEMBRE 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

En formato revista en el siguiente link:



sábado, 14 de octubre de 2017

¿CUÁL ES EL CONSUMO DE PESCADO PER CAPITA EN EL PERU?

A la luz del DS-007-2012-PRODUCE, que prorroga la vigencia del programa A Comer Pescado, publicado recientemente y en el cual, en uno de los considerandos se aprecia una estadística del consumo per cápita de pescado en el Perú, llama la atención que las cifras no sean concordantes con la información oficial del Ministerio de la Producción.
El Decreto Supremo que modifica el Decreto Supremo N° 007-2012-PRODUCE, en uno de sus considerandos dice:
Que, de la evaluación efectuada por el programa, considerando los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2013-2016, se evidencia que el consumo per cápita de productos hidrobiológicos a nivel nacional se ha incrementado a 14.6 kg en el año 2013, 15.4 kg en el año 2014, 16.2 kg en el año 2015, a 16.5 kg en el año 2016, manteniendo un crecimiento sostenido; asimismo, se ha identificado que la población de las zonas de la sierra del país son las que consumen la menor cantidad de productos hidrobiológicos en sus diferentes presentaciones, teniendo las zonas de la costa peruana un nivel medio de consumo y las zonas de la selva un nivel de consumo más elevado;
El anuario estadístico del Ministerio de la Producción correspondiente a 2015 (el del 2016 aún no se publica, dice:

PERÚ: CONSUMO PER - CÁPITA APARENTE DE RECURSOS HIDROBIOLÓGICOS SEGÚN TIPO DE UTILIZACIÓN, 2006-15
(KILOS / HABITANTE)

   
CIFRAS COMPARATIVAS DEL INDICE DE CONSUMO DE PESCADO
AÑO
DS 007-2012-PRODUCE BASADA EN LA ENAHO
ANUARIO ESTADISTICO 2015 PRODUCE CONSUMO TOTAL APARENTE
2013
14.6
22.7
2014
15.4
23.3
2015
16.2
24.4

Dada esta discrepancia, ¿cuál es el real consumo de pescado per cápita en el Perú?

Sin embargo, en ambas fuentes de información el consumo aumenta. Pero otras informaciones, como la del informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2017”, publicado por la FAO, el número total de personas que sufre hambre en el Perú alcanzó los 2,5 millones en promedio para el periodo 2014-2016, lo que supone un incremento de 100 mil personas con respecto a la medición anterior (2013-2015). Respecto a la malnutrición, la prevalencia del sobrepeso en menores de cinco años se encuentra muy cercana al promedio regional, alcanzando el 7,2%; mientras que la desnutrición crónica, aunque con reducciones importantes en los últimos cinco años, todavía afecta a cerca de 400 mil niños y niñas menores de cinco años (13,1%).

Lo que significa es que el consumo de pescado aumenta; pero en los sectores que económicamente pueden comprar un pescado que, en su mayor parte, es más caro que el pollo. Esto muestra que la acción del Estado para incrementar el consumo no está funcionando en los sectores que realmente lo necesitan, sino en quienes no lo requieren realmente como factor crítico para combatir la desnutrición.

El mercado peruano, en especial las poblaciones vulnerables más expuestas a la desnutrición y la anemia infantil, requieren de un nuevo enfoque por parte de la pesca artesanal, que es la principal fuente proveedora de pescado para el público más necesitado. 

Ello requiere de una visión apropiada de capacitación en buenas prácticas de manejo, de transformación, de conservación de las capturas y de educación y creación del hábito de consumo en el consumidor más urgido de proteína. No necesitamos promover el consumo en sectores de la población que ya lo consumen y no lo necesitan como proteína con la urgencia que otros. Tampoco podemos incentivar mayor esfuerzo de pesca sobre especies cuyos datos como biomasa y límites máximos de extracción aún no se conocen.

Creo que esto no se está haciendo con el enfoque adecuado. La organización más aparente y calificada para brindar este programa educativo, capacitador y de acompañamiento al pescador artesanal, que pueden extenderse al consumidor de las zonas más vulnerables, era y es lo que fue el EX CEP Paita, hoy Fondepes.

Solo es cuestión de voluntad y decisión políticas.

Marcos Kisner Bueno

Presidente de la Revista Pesca

jueves, 12 de octubre de 2017

EL CASO DEL EX CENTRO DE ENTRENAMIENTO PESQUERO DE PAITA

Mediante Decreto Supremo N° 009-2007-PRODUCE del 2 de abril del 2007 se aprobó la fusión del Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita (CEP- Paita ) con el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero bajo la modalidad de fusión por absorción.

Hoy no existe una denominación oficial “Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita”. FONDEPES lo absorvió. Pero la fusión no eliminó del inconsciente colectivo del sector pesquero artesanal ese nombre original, que está grabado a fuego en el corazón de sus empleados y de todos los pescadores artesanales que gracias a él aprendieron y se hicieron de un oficio.

No se destruye una identidad cultural y organizacional con un Decreto Supremo. No se borra de la memoria y del corazón los orígenes de una persona ni de una organización con una norma legal.

Pero sí se destruye la institución cuando se empieza a perder la mística y la convicción de su aporte al desarrollo de la pesca artesanal como parece ser que está ocurriendo hoy en día.

El nuevo TUSNE (Texto único de servicios no esenciales), al parecer elimina la prestación de los servicios de muelle e instalaciones que fueron construidos como parte estructural de la entidad para brindar servicios a la comunidad y dar capacitación y entrenamiento. Lo mismo ocurre con sus embarcaciones escuela, que tienen un potencial enorme en la capacitación sobre buenas prácticas de captura, en especial de anchoveta, así como para prácticas de navegación y empleo de aparejos de pesca. Se dice que serán desactivadas por falta de presupuesto. Si esto es verdad, analizado a la luz de la ejecución presupuestal de la entidad de los últimos años, existe un problema que no está siendo debidamente manejado.

La visión de un plan de capacitación y de educación para el sector pesquero artesanal y las comunidades costeras tampoco existe más. Su personal se ha venido reduciendo en el tiempo. Su moral no está en el nivel que por su antigüedad debería tener. No se aprecia el reconocimiento al esfuerzo de años de servicios y tampoco se vislumbran planes para el relevo generacional que corresponde.

Ausencia de políticas de largo plazo, es verdad; pero también desconocimiento por parte de las administraciones que no tienen experiencia pesquera ni pasión por su desarrollo.

Quienes han tenido la oportunidad de estar en el CEP Paita un día lunes cualquiera han observado un acto interesante, significativo y emotivo. Cada lunes a las 8 de la mañana, todo el personal de trabajadores se reúne frente al asta de la bandera en ordenada formación, correctamente uniformados y asisten a una pequeña ceremonia de izamiento del pabellón nacional seguido por la entonación del himno nacional. Luego, un empleado dirige una palabras a todo el personal alentando a iniciar una nueva jornada dentro del espíritu y la mística con la cual dicho centro fue creado hace más de 20 años. No se puede dejar de sentir el impacto del ambiente de respeto y de armonía que se respira. Empleados con más de 20 años de convivencia en esa sede se siguen tratando de “usted”, con respeto y con amistad. No dejan de sorprender los alumnos que transitando por el Centro se presentan uniformados, limpios, respetuosos y saludando a quien se cruza con ellos.

La formación del Centro produjo hombres y mujeres especiales, imbuidos de una mística destacable en el sector pesquero que durante toda su existencia produjo resultados importantes en beneficio del sector pesquero artesanal.

El CEP Paita con sus sede de Ilo y la que puede establecerse en La Puntilla, necesita desarrollarse en un escenario que requiere, más que nunca, que se eduque y capacite a los pescadores artesanales, quienes son los llamados a defender la sostenibilidad de las pesquerías y la alimentación nacional, merced a una mejor comprensión del mar y los cambios que está sufriendo.

El CEP Paita era un pliego presupuestal con funciones distintas a las del FONDEPES.

Nunca hubo una justificación técnica para fusionarlo estableciendo a este último como entidad incorporante. La fusión no cumplió ningún objetivo de reducción de costos. El tiempo de formalización del proceso demoró más de lo esperado y no produjo ninguna homologación de haberes del personal de Paita con el del FONDEPES, que ganaban mejor. La mejora de niveles de eficiencia y de su función educadora mejoró un tiempo; pero fue producto de las personas del momento, de la coyuntura y no necesariamente derivado de la fusión.

Las siguientes administraciones fueron perdiendo de vista la importancia de la misión, relegando al CEP y sumergiéndolo en el fondo de las prioridades en una entidad diseñada para dar créditos y encargarse de infraestructura de desembarque y no para educar y acompañar al pescador artesanal. En el tiempo, salvo los funcionarios que llevaron a cabo el proceso de fusión los primeros meses, nadie reconoció el error de esta decisión política ni tuvo mayor voluntad de rectificarla. Es el resultado de la ausencia de una agenda pesquera en el Estado.

La problemática de la pesca artesanal y de la alimentación nacional están indiscutiblemente ligadas y merecen la mejor atención posible debido a las necesidades alimentarias de la población.

En ese contexto, la función educadora de lo que fue el CEP Paita no puede diluirse dentro de un mar de otras prioridades como la infraestructura y el financiamiento a la pesca artesanal, que fueron específicas del FONDEPES. Esta entidad no es un banco ni una empresa de construcción. Se creó para apoyar integralmente a la pesca artesanal, y eso requiere de una visión distinta a la actual.

La pesca artesanal no es solo dinero y desembarcaderos. Requiere de capacitación y también de pasión, de cariño por el pescador artesanal y de identificación con sus problemas. Los trabajadores del CEP Paita desarrollaron esa mística por el sector artesanal que hoy languidece en ausencia de una visión apropiada.


El siguiente cuadro muestra la ejecución presupuestal de lo que fue el ex CEP Paita hasta su último año como pliego. Es evidente la eficacia en el manejo del gasto, exclusivamente orientado a capacitación y educación para el sector pesquero artesanal.


El siguiente cuadro muestra la ejecución presupuestal del FONDEPES entre el 2007 y el 2016. Se aprecia el incremento de presupuesto a partir del 2013 y la calidad de su ejecución. Pero ese incremento, no solo es por la absorción del ex CEP Paita sino por el incremento de las partidas para construcción y modernización de infraestructura pesquera. No para capacitación.



Cuando se decidió la fusión, para que una entidad ejecutora pudiese ser considera pliego debería tener un presupuesto de 10 millones de soles. Es notorio que el CEP Paita disponía de menos de esa cifra, lo cual no era un argumento para fusionarlo. La visión debida era que la cifra era insuficiente para atender la necesidad de la pesca artesanal del Perú por lo cual debía incrementarse y fortalecer la función capacitadora. Sobre todo porque estaba próxima la incorporación de la sede de Ilo, construida por el Gobierno Regional de Moquegua y la cooperación internacional. También se perdió de vista la posibilidad de incorporar las instalaciones del ex Complejo Pesquero La Puntilla, en desuso, a una gran entidad con una visión educadora de otro nivel más amplio que permita, no solo capacitar, sino acompañar el pescador artesanal en todos sus procesos y actividades hasta llevarlo a otro nivel de desarrollo.

Las posibilidades del CEP Paita requerían de una visión diferente a la adoptada en su momento.

Marcos Kisner Bueno
Presidente de la Revista Pesca

miércoles, 11 de octubre de 2017

LA FALTA DE VISION DE LARGO PLAZO

Cada cinco años, en el mejor de los casos, se reformula el Plan Estratégico Sectorial Multianual del sector pesquero, en base a la agenda política del gobierno que gana las elecciones. Pero puede ocurrir que no exista una agenda pesquera en el plan de gobierno, en cuyo caso se improvisa o se continúa con la existente.

El gobierno saliente generalmente deja un PESEM elaborado, en la creencia de que el gobierno entrante lo continuará. Pero ello no siempre ocurre, o no necesariamente por lo menos.  Esto no ocurriría de existir un Plan Estratégico de largo plazo derivado de una Política de Estado. En su ausencia es poco probable que un gobierno trabaje la agenda de su antecesor.

Pero si se diseña un nuevo PESEM, considerando que el nuevo gobierno empieza en agosto, el último semestre del primer año de gobierno se crea un vacío: o no se hace nada o se continúa el vigente, por cuanto un documento de esta naturaleza no se hace en dos días, salvo que haya una agenda y se haya formulado durante la etapa de campaña, o previa.

Por otro lado hay un presupuesto que ejecutar; pero además hay nuevos funcionarios que reemplazan a los designados por la administración saliente. No todos ellos conocen el sector ni lo actuado anteriormente. El tiempo de aprendizaje juego en contra de la pesquería. Por tanto el nuevo PESEM estará listo para enero del año siguiente.

Sin embargo, el presupuesto para siguiente ejercicio ya se encuentra formulado por el gobierno de salida también y debe presentarse en agosto al MEF, o sea que hay poco tiempo para reformularlo y ajustarlo a un nuevo plan estratégico, que por cierto aún no estaría listo.

La inexistencia de una política de Estado de largo plazo y la ausencia de una visión nacional de lo que se busca para que la pesca contribuya al bien común de la Nación en el futuro, genera el problema.

En medio de este vacío político y la ausencia de una debida alianza entre la sociedad, el Estado, la industria pesquera y la pesca artesanal, estas últimas se desenvuelven prácticamente solas, diseñando mecanismos y estructuras que aseguren su supervivencia y desarrollo ante la falta de visión de largo plazo y de país, así como a la constante rotación de funcionarios que conducen a cambio tras cambio; improvisación tras improvisación. Círculos de poder tras círculos de poder, glorias efímeras de personajes que pasan sin dejar huella. Eso nos conduce a ninguna parte y diluye esfuerzos que bien racionalizados, podrían concentrarse en objetivos nacionales específicos.

Una prueba de lo expresado puede verse en la triste suerte que corrió el Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita. En 2007 alguien decidió que había que achicar el tamaño del Estado y por tanto debían reducirse los Organismos Públicos.

En el caso del sector Pesca, le tocó desaparecer al CEP Paita para ser absorbido por el FONDEPES. Se pensaba con esto reducir gastos y optimizar su eficiencia, de acuerdo al pensamiento del momento. Pero sin embargo, en el gobierno nuevo se crean dos OPDS nuevos: el SANIPES y el INACAL, lo que introduce un pensamiento distinto en menos de 5 años.


Significa que los argumentos que fueron válidos para el gobierno anterior dejaron de serlo para el siguiente. Consecuencia natural de la falta de visión de largo plazo y de la improvisación quinquenal en la cual la política peruana sume al sector.

viernes, 6 de octubre de 2017

ANCHOVETA: ¿HARINA O CONSUMO HUMANO DIRECTO?

Se ha publicado un estudio de caso formulado por la IFFO y la SNP,  que puede leerse en el siguiente link:


que a la letra dice:

“De entre todas las especies de peces, la anchoveta peruana es una de las que tiene más contenido de ácidos grasos poliinsaturados EPA y DHA. Aunque se consume como pescado entero, la mayor parte de la anchoveta peruana se convierte en aceite de pescado para alimentos balanceados y cápsulas, así como en harina de pescado, utilizada principalmente en alimentos balanceados acuáticos. Las tasas comparativamente bajas de consumo humano directo han llevado a algunos a acusar a la industria y al Gobierno peruano de privar a las comunidades locales de una fuente valiosa de alimentos.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno peruano y el sector privado, el consumo humano directo de la anchoveta peruana permanece en un nivel muy bajo en el país. Este es un interesante caso de estudio que indica el malentendido de suponer que las especies de peces forrajeras son mejores para el consumo directo de las personas. En este caso existen otras especies más aptas para el consumo de los hogares en el país y éstas son las preferidas en el mercado.

En cambio, el consumo indirecto de esta especie a través del suministro de harina y aceite de pescado alimenta a la población mundial vía la acuicultura. Esta declaración fue hecha por el Viceministro de Pesca y Acuicultura del Perú, Sr. Héctor Soldi, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos de 2017, en la que destacó la contribución de la anchoveta peruana en la acuicultura mundial.

De similar manera, el profesor Manuel Barange, Director de Políticas de Pesca y Acuicultura de la FAO, destacó en la reunión de Sostenibilidad de Productos Marinos llevada a cabo en Seaweb Seafood Summit 2017, que los peces son un conversor de alimentos balanceados a proteína mucho más efectivo que el pollo o el chancho. Así, resaltó: “Si tenemos que criar animales para nuestra alimentación, criar peces es una forma muy efectiva de hacerlo”.

Las perspectivas señaladas en este caso de estudio no son específicas al Perú sino comunes a otras regiones donde existe abundancia de pequeños pelágicos”

La nota anterior no deja de tener razón en la medida que existe suficiente biomasa de anchoveta para atender el CHD y el CHI.

El tema de fondo es sencillamente una cuestión de rentabilidad. La empresa privada, por su propia esencia, orienta sus inversiones a la obtención de ganancias y en este sentido es evidente que la producción de harina es más rentable que cualquier otra. Sin desmerecer los esfuerzos en pro del desarrollo de productos y alternativas para el CHD que se vienen realizando, resultan insuficientes si no existe un mercado adecuado.

Lo que corresponde, en cuanto a la alimentación en el Perú,  es la participación eficiente del Estado a través de políticas públicas, para facilitar la creación de un mercado que ofrezca un atractivo apropiado a la empresa privada a fin de que se oriente a la atención del mercado nacional de CHD. Una intervención de esta naturaleza está ampliamente justificada por la necesidad de mejorar la alimentación nacional.

Por otro lado es justificable e indispensable la intervención del Estado a través de programas sociales que empleen anchoveta para combatir la desnutrición y la anemia infantil, así como también para la alimentación popular, en especial de las poblaciones vulnerables.

Este rol social, simultáneamente puede contribuir a la creación del hábito de consumo de anchoveta en la población peruana. Son cosas que van por cuerdas separadas y que no debieran generar enfrentamiento ni confrontación entre el Estado, la industria y la sociedad.

Educar a la población peruana, en especial a la infantil,  en el consumo de anchoveta significa no solo contribuir con el combate contra la anemia y desnutrición, sino crear las bases para que las nuevas generaciones adquieran nuevos hábitos de consumo de proteína de origen hidrobiológico. Dada la abundancia de anchoveta en el ecosistema marino peruano, es de presumir que en el mediano plazo, destinar recursos a la extracción y comercialización de esta especie en el mercado interno, resultaría un negocio rentable que coexistiría con el de producción de harina de pescado para exportación.

Es un esfuerzo de largo plazo que no necesariamente generará resultados visibles en un solo período de gobierno; pero desde la perspectiva de una Política de Estado es una acción necesaria e impostergable.


El tema de fondo es que la pesca industrial y artesanal van desarrollándose y creciendo solas, en ausencia de una política de Estado de largo plazo. Podría llegarse a un desarrollo sostenible mejor articulado, si existiese una visión nacional que muestre qué futuro queremos y fijando como meta prioritaria la alimentación nacional.