La debida gestión pesquera

El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas. Paul Greenberg

REVISTA PESCA

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero.

En 2023 cumplimos 64 años de publicación en el Perú.

Las ediciones a partir del 2010 se publican en formato digital (PDF) en la siguiente página web: http://www.issuu.com/revistapesca/docs


Merecemos una gestión de la pesca con visión de país y compromiso con el ciudadano.

Los peces del Perú, primero para los peruanos


lunes, 20 de febrero de 2017

LA PARTICIPACION DE LA PESCA EN EL CRECIMIENTO DEL PAIS

En las siguientes cifras se puede apreciar cuánto se recaudó del sector pesquero por impuesto a la renta, derechos de pesca y cuánto se devolvió en el periodo 2003—2016, único lapso de tiempo con cifras visibles de todos los componentes analizados.

Cifras expresadas en soles

EXPORTACIONES PESQUERAS ENTRE EL 2003 Y EL 2016:
95,201’311,964                                             
IMPUESTO A LA RENTA RECAUDADO
2,299’800,000, que representa el 2.42% del total de exportaciones
IMPUESTOS DEVUELTOS POR EL ESTADO A LA INDUSTRIA PESQUERA
8,505’300,000, que representa el 8.93% del total de exportaciones
DERECHOS DE PESCA RECAUDADOS
648’346,941, que representa el 0.68% del total de exportaciones

La pesca genera ingresos para el Estado a través del pago de impuestos, en especial el de renta, ya que la comercialización de pescado fresco está exonerada del IGV. También a través de los derechos de pesca que se cobra por concepto de extracción.  Estos derechos los pagan los armadores industriales nacionales y extranjeros que ingresan a pescar en aguas peruanas. Los pescadores artesanales están exonerados de esta tasa.

El 50% de la recaudación por derechos de pesca alimenta el canon pesquero. El 50% de la recaudación por impuesto a la renta proveniente del sector pesquero constituye el otro origen de fondos del Canon. Este canon se distribuye a determinados gobiernos locales y regionales en forma imperfecta.

El Producto Bruto Interno (PBI) se define como el valor total de los bienes y servicios producidos en un país durante un periodo determinado.  Es la cifra más resaltada por los medios porque está referida al crecimiento, al cual suman las grandes obras derivadas de la corrupción también. Pero nunca se habla de la recaudación tributaria ni de los derechos de pesca. La pesquería tiene un aporte relativamente importante en el PBI del país.

El objetivo del Estado es el bienestar de las mayorías. Para lograrlo, recauda impuestos, que le permite sostener su presupuesto de gastos. Poca recaudación genera menor gasto corriente y menor inversión.

Pero crecimiento económico y bienestar de la gente no van, necesariamente, de la mano.  Que crezca la economía no significa necesariamente más bienestar general, ni tampoco mayor recaudación de impuestos, fuente principal de financiamiento para atender los servicios públicos. El bienestar general depende de la distribución de la riqueza que produce la economía y del pago de impuestos. 

El crecimiento económico se refleja en el PBI. Pero de nada sirve que aumente si la riqueza resultante no se distribuye con justicia y equidad, si no se paga impuestos justos. Porque no significa necesariamente el bienestar de las mayorías. Las cifras son evidentes: sueldos bajos, servicios públicos mediocres, programas sociales insuficientes… obras faraónicas sobrevaluadas para pagar sobornos.

El enriquecimiento de las empresas, si no va acompañado de una justa contribución con el país, priva de recursos a la administración pública, que ofrece servicios inapropiados.

La pesca comprende a un importante número de empresas y personas naturales dedicadas a actividades relacionadas a la misma, que son informales. Por tanto no tributan nada. Los intentos de formalizarlos no vienen siendo exitosos. Valga aclarar que formalizar a un pescador artesanal no solamente debería implicar dotarlo de un registro de matrícula para su embarcación y/o un permiso de pesca sino también de un RUC que conlleva el deber de pagar impuestos. Un razonamiento para no formalizarse es precisamente no tributar y permanecer fuera del radar de la Sunat. Finalmente ¿porqué tributar si sus impuestos terminan alimentando la corrupción como se viene observando en las últimas semanas? Obras faraónicas, algunas inservibles y sobrevaloradas…¿con el dinero de quién?

Las cifras macroeconómicas son solo una parte de la estadística. Por tanto, cuando se toman en forma sesgada y/o exclusiva, se oculta la realidad y se le da al público una información manipulada, dirigida a aplaudir el crecimiento a ciegas, soslayando el resto de datos.

Sin voluntad política, no hay nada que se pueda hacer para mejorar esta situación; pero la ciudadanía debe conocer lo que en realidad constituye la contribución de la pesca con el país. Si se habla de su aporte al PBI, debe hablarse también de su contribución a través de los impuestos y los derechos de pesca.

Cuando se dice que la exportación de productos pesqueros es buena y conveniente para el país, deberían decirnos y los ciudadanos deberíamos preguntarnos: ¿Para quiénes es buena; cuántos son los beneficiarios de la actividad; cuánto dinero recibe el país procedente de la actividad exportadora pesquera; y en qué se invierte?

También deberíamos preguntarnos ¿cuánto del volumen de peces extraídos se destina a la reducción de la desnutrición y la anemia infantil en el país?

En el Pacto Nacional contra la anemia y la desnutrición crónica infantil firmado el 10 de febrero de 2017, el Gobierno central se fija la meta de reducir los indicadores de anemia y desnutrición crónica infantil que son altos en varias regiones. Por ejemplo, en el caso de la anemia infantil, que registra una tasa de 43.5 por ciento la meta es reducirla a 19 por ciento al finalizar la actual gestión.


¿Cómo va a participar la actividad pesquera en este tema?


Marcos Kisner Bueno