La debida gestión pesquera

El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas. Paul Greenberg

REVISTA PESCA

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero.

En 2023 cumplimos 64 años de publicación en el Perú.

Las ediciones a partir del 2010 se publican en formato digital (PDF) en la siguiente página web: http://www.issuu.com/revistapesca/docs


Merecemos una gestión de la pesca con visión de país y compromiso con el ciudadano.

Los peces del Perú, primero para los peruanos


domingo, 31 de octubre de 2010

MAS ALLA DE UNA DENUNCIA PUNTUAL POR CORRUPCION EN EL OTORGAMIENTO DE UN PERMISO DE PESCA

No es frecuente ver a un Ministro de la Producción denunciar a un Director de Extracción y Procesamiento Pesquero por corrupción. El Ministro merece ser felicitado por ello. Trasmite un mensaje de confianza.

La valiente denuncia pública por cohecho propio, falsedad ideológica y delito de falsificación de documentos del Ministro Villasante, podría ser tan solo la punta de un iceberg de tamaño desconocido que podría tener ramificaciones de todo tipo.

Resulta sorprendente que la metodología de otorgamiento de permisos de pesca se realice sin que existan filtros o controles superiores al rango de un Director.

Resulta preocupante que los sistemas de control sean ineficientes o inexistentes.

La denuncia puntual, que tuvo un buen rebote en la prensa peruana, referida a un hecho de corrupción en el otorgamiento de un permiso de pesca de anchoveta, crea la necesidad de respuestas a las siguientes interrogantes:

¿Quién es el armador favorecido con esta licencia?

¿Cómo se filtró la denuncia hacia el Despacho Ministerial?

¿Ha habido soborno de por medio para concretar el permiso?

¿Solo son dos los funcionarios responsables y coludidos en el tema en la DGEPP?

¿Cuál es la metodología existente para hacer un seguimiento y fiscalización a este tipo de permisos?

¿Qué otros implicados existen, tanto en la Dirección de Extracción como en otras áreas?

¿Quién es el responsable del control inmediato por encima del Director de Extracción y Procesamiento Pesquero?

¿Es solamente el Director el responsable del otorgamiento de permisos de pesca?

¿Quién supervisa, aprueba sus actos y fiscaliza al Director de Extracción?

La denuncia es preocupante para un sector urgido y necesitado de un ordenamiento que garantice honestidad, eficiencia, transparencia y conduzca a la sostenibilidad de los recursos pesqueros.

Presume, más allá de esta denuncia específica ya tramitada ante la Fiscalía, la necesidad de una investigación total y profunda que incluya una auditoría técnica y legal a todas las normas proyectadas por la Dirección de Extracción que hayan generado resoluciones de permisos de pesca y licencias de funcionamiento.

Implica la necesidad de investigar toda la cadena de supervisión, fiscalización, análisis y control del Ministerio, de tal forma que se garantice a todos los agentes del sector que las resoluciones emitidas se ajustan estrictamente a la legalidad,  que son integralmente adecuadas y que no solo se fundamenten en consideraciones biológicas .

Amerita una investigación y revisión los permisos de pesca de pota concedidos a embarcaciones de bandera extranjera. Esta denuncia incorpora nuevos elementos de juicio para afirmar que estos permisos son indebidos y perjudiciales para el sector.

viernes, 29 de octubre de 2010

Subsidios pesqueros, licencias pesqueras indebidas: la necesidad de una revision de normas

El Ministro de la Producción ha denunciado a fines de Octubre a dos funcionarios de le Dirección General de Extracción y Procesamiento Pesquero por actos de corrupción en el otorgamiento de licencias de Pesca. El Director fue reemplazado.

La Dirección General de Extracción y Procesamiento Pesquera es responsable del manejo de todo el sistema de licencias de pesca y su debido control.

Es dicha Dirección la responsable del DS 010-2010-PRODUCE y de la RM 163-2010-PRODUCE, entre otras.

Estas dos normas merecen ser revisadas por razones que se han expuesto en numerosos artículos durante el presente año 2010.

La primera de ellas porque omite normar sobre los procedimientos de desembarque de anchoveta para consumo humano en estado fresco, contradiciendo las políticas de promoción del consumo de anchoveta.

La segunda porque al autorizar licencias de pesca para pota a embarcaciones de bandera extranjera, omite analizar los impactos negativos sobre la industria congeladora nacional y sobre la actividad artesanal.

Existen suficientes argumentos técnicos para que dichas normas sean revisadas.

La existencia de convenios de cooperación con gobiernos extranjeros no puede ser compensada otorgando licencias pesqueras que atentan contra la industria pesquera nacional, por cuanto desnaturaliza el concepto de cooperación. Más aún cuando la cooperación tiene forma de subsidio a la pesca en el país de origen. Y la propia flota que realiza capturas en alta mar puede estar subsidiada.

La denuncia presentada por el Ministro incorpora un nuevo elemento de juicio para revisar dichas normas y es el de asegurar que en la formulación de las mismas no han intervenido otros factores que no sean los estrictamente técnicos y de conveniencia para el Estado y la pesquería peruana.

Por las mismas razones debería revisarse todas y cada una de las normas formuladas por la Administración anterior.

SUBSIDIOS PESQUEROS

Los gobiernos otorgan a sus flotas pesqueras entre 30 y 34 billones de dólares por año. De estas, por lo menos 20 billones apoyan directamente las operaciones pesqueras que de otra manera tendrían que ser financiadas por la propia industria. Y los resultados son devastadores. Los subsidios a los combustibles, además de devastar las poblaciones de peces, sustentan a la flota arrastrera de alta mar que destruye especies marinas de crecimiento lento, como los corales de profundidad de siglos de antigüedad o las esponjas marinas.

El punto es que estos subsidios han desordenado y distorsionado la dinámica del libre mercado, y han producido una verdadera armada pesquera global que supera en un 250% el tamaño de la flota que se requiere para hacer de la pesca industrial una actividad sustentable.

Quizás más perturbador aún es el hecho de que estos devastadores subsidios pesqueros sean una de las principales causas de la pesca ilegal, no reportada, y no regulada, conocida también como pesca "pirata".

La industria pesquera saca del agua entre 4 y 9 billones de dólares en peces cada año, dando un duro golpe a los países en vías de desarrollo altamente dependientes de la pesca como fuente primaria de ingresos y de proteína. Por ejemplo, el año 2005 y 2006 Oceana documentó en el Mediterráneo numerosos barcos que usaban redes de pesca ilegales. Muchos de estos operadores habían recibido dinero de un programa de la Unión Europea que proporcionó 200 millones de euros (240 millones dólares en aquel momento) para convertirse su sistema de pesca a redes legales.

En efecto, eliminar los subsidios pesqueros es acción más grande y simple que podría llevarse a cabo para proteger las pesquerías en mundo y las comunidades que dependen de ellas para subsistir.


Desde el punto de vista de la “sostenibilidad” de los recursos, los comentaristas distinguen dos tipos diferentes de subvenciones en la industria pesquera:

1)       Las negativas: Aquí se engloban las subvenciones que afectan adversamente a los recursos pesqueros al alentar el esfuerzo de pesca.

2)       La positivas: Comprende las subvenciones cuya finalidad es reducir el esfuerzo de pesca para que esta actividad sea más sostenible desde el punto de vista ambiental y para permitir la recuperación de las poblaciones de peces.

Sin embargo se requiere prudencia al hacer esta distinción a causa de los posibles efectos secundarios de las subvenciones; así una subvención "buena" puede tener efectos secundarios "malos" si no va acompañada de otras medidas de política general.

Las subvenciones más positivas son aquellas que están encaminadas a reducir la capacidad de la flota pesquera a fin de aliviar la presión sobre los caladeros, o bien para adaptar la dimensión de la flota a las posibilidades de pesca. Entre ellas cabe mencionar los planes de retiro de buques (o programas de retrocompra) para reestructurar la flota y alentar la eliminación gradual de ciertas embarcaciones de pesca; la asistencia financiera a proyectos o actividades encaminados a la reconversión de los pescadores en otras actividades; las ayudas para la construcción y/o la modernización de barcos pesqueros, sin aumentar la capacidad de pesca, con objeto de potenciar la eficacia, calidad y utilización de los recursos en el sector pesquero.

Estas medidas para ser eficaces por lo general, tienen que aplicarse junto con otras; por ejemplo, un programa de retrocompra de barcos deberá apoyarse con una moratoria sobre la entrada de cualquier nueva embarcación en la flota.

Está claro que cualquier forma de subvención a una industria pesquera puede conferir una ventaja competitiva a una empresa subvencionada respecto de otra que no lo está.



sábado, 16 de octubre de 2010

EDITORIAL REVISTA PESCA OCTUBRE 2010

Si bien los ministerios son los responsables en el rol del Estado para promover el desarrollo en su ámbito, no son los únicos. La forma de gestión fragmentada y sectorializada tiene como expresiones concretas una alta desestructuración entre las instancias estatales que realizan tareas similares, propician la duplicidad de esfuerzos, componen bases de datos no compatibles, velan por los intereses institucionales específicos antes que los del conjunto del territorio, reducen la capacidad de prevenir conflictos, mantienen un escaso conocimiento del valor de los daños y perjuicios, sub valoran la participación ciudadana, haciéndola más vulnerable a los grupos de presión, entre otras.

La definición de una política de Estado para el desarrollo de la pesquería en el corto mediano y largo plazo requiere de una base legal sólida cuidadosamente diseñada con participación de todos los sectores del Estado y de todos los agentes de la pesquería.

Una política pesquera debe ser parte de una estrategia general de desarrollo sostenible.

Una política exitosa debe basarse en un proceso de planificación completo e integrado, para armonizar los valores culturales, económicos, ambientales y para equilibrar la protección ambiental y el desarrollo económico. Sin un proceso integrado de planificación, ni de participación ciudadana, tiende a ser incompleta, desintegrada y sectorial.

Las propuesta electorales deben proponer un proyecto de un plan de gobierno debidamente financiado y no demagógico.

Esta acción requiere de la participación de personal de personal especializado en cada disciplina que actúe integrada y coherentemente con los agentes del sector.

Los riesgos del ejercicio del poder en forma absoluta y despótica deben ser minimizados mediante la creación de un Consejo Nacional de Pesca en el cual estén representados todos los agentes del Sector y de la Sociedad Civil, que actué como un real y genuino organismo consultor.

Aunque el escenario electoral parece que vendrá marcado por la música, el baile y las agresiones personales más que por propuestas programáticas. Aunque la prensa no cuestiona temas pesqueros, probablemente por desconocimiento, es necesario insistir en el diseño de una política de Estado para la Pesquería. El futuro de la pesca, de la alimentación y el impacto del cambio climático son más importantes que un proceso electoral lleno de promesas demagógicas e inalcanzables.

Una oferta electoral coherente debe incluir una política de largo plazo, cómo se implementará, quiénes la implementarán qué recursos financieros serán aplicados y cuál será el origen del financiamiento.

martes, 12 de octubre de 2010

LA SUPERVIVENCIA DE LA INDUSTRIA PESQUERA

Hace casi diez años la pesquería de la merluza en el Perú prácticamente colapsó y entró en una etapa de recuperación. Se acusó a la industria merlucera de depredación cuando en realidad lo que ocurrió fue que las cifras oficiales y la cuota anual de extracción concedida fueron erradas, como se desprende del análisis de los informes de la época.

El punto es que el impacto recibido por la industria fue asimilado y la misma sobrevivió. Se adaptó y concentró sus esfuerzos principalmente en la pota y en crear mayor valor agregado.

La industria congeladora se adaptó y creció. La flota merlucera se redujo. El Estado, gran creador del problema, no intervino mayormente en apoyar a la industria en su fase adaptativa.

Hoy la industria conservera sufre el impacto de la ausencia de jurel y caballa, principales recursos con los que tradicionalmente ha trabajado.

La supervivencia de la industria conservera debe seguir el ejemplo y el camino de la industria congeladora. El hecho de que la anchoveta constituya una biomasa de tamaño apreciable y notoriamente mayor que el de la merluza no necesariamente significa que puede soportar el impacto de mayor esfuerzo extractivo para atender la demanda de materia prima de la industria conservera. Tampoco significa que para facilitar la supervivencia de dicha industria se cree como efecto colateral un traslado de anchoveta a la industria reductora, aún en época de veda y generando situaciones de conflicto.

La anchoveta constituye un recurso forraje del cual se alimentan otras especies y constituye un importante eslabón de la cadena alimenticia del ecosistema marino de Humboldt. El manejo de esta pesquería impone la necesidad de aplicar el enfoque precautorio.

Pretender incrementar el esfuerzo extractivo sobre este recurso con el único objeto de apoyar a la industria conservera es una medida indebida. La inversión en pesca supone un alto componente de riesgo e incertidumbre que el inversionista tiene que conocer y estar dispuesto a asumir. Los problemas que genera la aleatoriedad de la pesquería no pueden ser resueltos por el Estado poniendo en riesgo no solamente la biomasa de la anchoveta, sino todo el sistema de ordenamiento pesquero vigente. Imperfecto aún; pero ordenamiento al fin.

viernes, 1 de octubre de 2010

Transparencia económica sector Pesca

Los datos de ejecución presupuestal correspondiente al sector Producción y pliegos del sector Pesca al 1 de octubre 2010 pueden leerse en la siguiente nota:
Haga click en el siguiente link: