No creas en todo lo que se dice.

Aun cuando creas que algo aparece claro, ponlo en duda y no reposes. Duda de todo lo que parece ser bonito y verdadero. Pregúntate siempre: «¿Para qué?». No creas que una cosa sola es buena; lo recto no es recto y tampoco lo curvado es curvado. Si alguien dice que un valor es absoluto, pregúntale en voz baja: «¿Por qué?». La verdad de hoy puede mentir ya mañana. Sigue el río desde donde comenzó el torrente. No te basten las piezas aisladas. Pregúntate siempre: «¿Desde cuándo?». Busca las causas, une y disuelve, atrévete a mirar tras las palabras. Si alguien dice: «Esto es bueno (o malo)», pregúntale en voz baja: «¿Para quién?» Friedrich Paulus

La debida gestión pesquera

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero. En 2025 cumplimos 66 años de publicación en el Perú.

jueves, 5 de junio de 2025

LA PARTICIPACION DEL PAIS EN EL NEGOCIO PESQUERO

El país ¿recibe una participación adecuada en el negocio pesquero en términos de recaudación tributaria y por derechos de pesca, que se traslade realmente a la población y se traduzca en bienestar, beneficio y alimentación para el poblador peruano?

La constitución política del Perú en el CAPÍTULO II DEL AMBIENTE Y LOS RECURSOS NATURALES Artículo 66°, dice: Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación.  El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal.

Los peces en el agua no se cuidan, no se riegan, no se abonan, no se les alimenta. Nadie gasta en mantenerlos. Sobreviven por sí mismos. Cuando alguien los extrae de su hábitat, si bien es cierto tiene un gasto para hacerlo, al final los peces son gratis. ¿Deben serlo?

Los pescadores artesanales realizan capturas sin pagar ningún derecho de pesca, y los industriales pagan muy poco. Las tasas actuales de derechos de pesca ¿son suficientes o justas, para los recursos afectos?

La distribución del canon pesquero en base a índices, es ineficaz e injusta. El que existan algunos recursos que no pagan debido a la modalidad de extracción, empeora la situación.

Sobre el impuesto a la renta aportado por el sector se sabe poco o nada puesto que no se publica información oficial sobre montos recaudados, quienes pagaron y quienes no.

Es necesario entender que el impuesto a la renta se aplica sobre las utilidades obtenidas en el ejercicio. Sin embargo el nivel de eficiencia de una y otra empresa puede ser tan diferente como para producir estados financieros completamente distintos. Así puede ocurrir que en el supuesto de que dos empresas extraigan, por ejemplo, 500 mil toneladas de anchoveta u otro recurso cada una, la primera tenga pérdidas financieras y la segunda arroje utilidades pobres. Por tanto su contribución con el impuesto a la renta puede ser nula o pobre. Pero ocurre que la extracción de 500 mil TM de anchoveta produjo un impacto real sobre el ecosistema, independientemente de que haya generado utilidades o no. Ocurre que procesar 500 mil TM de anchoveta para convertirlas en harina o lo que fuese, ha generado un vertido de contaminantes al mar procedentes de las embarcaciones y de las plantas, independientemente de que haya generado utilidades o no. Y la contaminación atmosférica se produce con o sin utilidades.

Por lo tanto la industria debería pagar por el derecho a extraer un recurso natural. No solo para compensar el deterioro ambiental que produce, sino porque debe compensar a los propietarios, que somos todos los peruanos.

Impuesto a la renta, IGV o derechos de pesca, la extracción de recursos naturales renovables como los pesqueros debe pagar un justiprecio por el uso de recursos naturales de propiedad pública. “El justiprecio” intenta capturar, para beneficio del país, una parte adecuada del valor de la renta económica del recurso pesquero.

Este no es un pago caprichoso para aumentar los ingresos del tesoro público, sino que más bien es un instrumento que permitirá el adecuado balance entre la mortalidad comercial de los recursos naturales, los beneficios económicos de las empresas operadoras y los beneficios que se merecen los propietarios del recurso.

Es el justo precio o remuneración que debe recibir el propietario de los recursos naturales, como contrapartida del aporte que éste hace al ceder sus recursos en el proceso extractivo. Así como el trabajador que es dueño de su fuerza de trabajo recibe un salario como retribución a su participación en la producción, y el capitalista una rentabilidad por sus aportes de capital, los dueños de los recursos naturales, deben recibir una retribución justa y consistente con el aporte real que estos recursos hacen a la producción.

Hoy, existe un mayor dinamismo del sector pesquero exportador pero, ¿por qué no irradian este crecimiento al resto del país? Que les vaya bien a estas empresas no significa que le vaya bien al ciudadano medio

La información de la recaudación debiera ser de conocimiento público, de la misma manera como se hace propaganda con las exportaciones.

El sector pesquero exportador se puede renovar científica y tecnológicamente, capturar la renta y el beneficio del negocio; pero la degradación ambiental, del ecosistema y la reducción de la biomasa son datos que deben ser de público conocimiento, para lo cual es necesaria la existencia de una entidad científica con funciones más amplias que conduzcan a conocer esta información. De ahí la necesidad de la reestructuración del IMARPE que manda el DL 1677, el cual hasta ahora no se cumple debido a la demora de la PCM, según ha expresado el Ministerio de la Producción.