Páginas

sábado, 30 de noviembre de 2013

Editorial Revista Pesca Diciembre 2013

En 2013 la problemática pesquera tuvo una inusual difusión en los medios de comunicación. Hasta hoy la pesca fue mantenida en el anonimato para que la población no pesquera, siga aceptando el mito de que es un éxito para el país que exportemos mucha harina de pescado y muchos productos hidrobiológicos. La difusión se debió, fundamentalmente a:

1.      Los enfrentamientos derivados de una confrontación entre la industria y la Autoridad de Pesquería por el DS 005, en la cual la industria salió ganadora. La norma fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema. Los opositores  consiguieron imponer su agenda y la posición de la Ministra queda comprometida. Lo positivo fue la difusión de la problemática pesquera, que siempre mantuvo perfil bajo.
2.      La denuncia de la matanza de delfines que dio la vuelta al mundo.
3.      Algunos reportajes televisivos y periodísticos aislados, pero impactantes, pese a que algunos fueron censurados.
            
Existe cierto nivel difusión de la actividad pesquera, conferencias, talleres, hay propuestas de diversas entidades y foros con mucha discusión. Pero generalmente queda en el nivel académico o mediático y luego se archiva y olvida.

            Participan actores del propio sector, sea artesanal o industrial, los cuales tienen en común la defensa de sus propios intereses. Pero la ciudadanía no pesquera no tiene participación ni opinión. Está fuera del debate o de la negociación, por lo cual siempre resulta perjudicada en cuanto a una participación justa en la renta económica y en el aspecto ambiental. La pesca no tiene una agenda permanente en los medios. Solo se coloca cuando hay escándalo, denuncia, o presión de intereses que buscan legitimar sus demandas impactando a la población a través de los medios.

            Hubo voluntad y decisión política para aplicar reformas al inicio del actual gobierno, pero la falta de continuidad de los funcionarios, la falta de experiencia y el temor a la reacción, detuvieron el proceso. La voluntad sola es insuficiente para enfrentar la magnitud del cambio necesario.

            La oportunidad se perdió.

            Mientras tanto los ciudadanos observan, en silencio,  cómo los recursos pesqueros, de los cuales son propietarios, siguen siendo tratados como botín de minorías indiferentes a los intereses de las mayorías.

            La naturaleza de la industria es y será defender sus intereses, procurando la maximización de su renta económica. No está en su agenda ni en su función la defensa de los intereses nacionales. Eso le corresponde al Estado, que por lo que se ha visto en el 2013, ya perdió su oportunidad de hacerlo durante el presente gobierno.

            A los ciudadanos peruanos no involucrados directamente en la pesca, no les queda más opción que organizarse para plantear su agenda, conseguir un espacio en la toma de decisiones e imponer el respeto a sus derechos de inclusión y participación en la pesca.

            La inacción ciudadana permite a la industria avanzar en el establecimiento de alianzas que protejan sus intereses. El empleo de medios y formación de alianzas a través de operadores eficaces, es exitoso en la industria, a diferencia del Estado que muestra deficiencias en ese sentido.

La Revista Pesca les desea una feliz Navidad y que el año que viene sea mejor que el que está por terminar en materia pesquera, si es que aún es posible.


Marcos Kisner Bueno

No hay comentarios:

Publicar un comentario