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lunes, 26 de febrero de 2018

Editorial Revista Pesca marzo 2018


La mayor parte de los análisis y comentarios sobre la pesca que aparecen en los medios, apuntan a evaluar su desempeño en términos de crecimiento, impacto sobre el PBI y rentabilidad económica. Comentaristas y analistas salen a la luz cuando pueden generar un impacto mediático en base al tema pesquero del día, que generalmente es por algún escándalo, problema o queja. Después de 48 horas el asunto queda olvidado, como todo en la prensa peruana.

Pero no se dice que es lo que gana el país en términos de rentabilidad social, de reducción de la desnutrición y de alivio del hambre en las poblaciones más necesitadas. Las mayorías peruanas no forman parte del sector pesquero; pero son propietarias de sus recursos, mereciendo ser atendidas y debidamente informadas. Con conocimiento de la pesca, tal vez podrían exigir una gobernanza justa y adecuada de sus peces, moluscos y mariscos.

La estadística pesquera es deficiente en términos de oportunidad de su difusión. A febrero de 2018, el boletín estadístico mensual que publica PRODUCE solo exhibe en su web el correspondiente a mayo de 2017. En cuanto al anuario estadístico anual, a la misma fecha solo se encuentra publicado el correspondiente a 2015. ¿Cómo se pueden realizar análisis y/o tomar decisiones sobre pesca en ausencia de información actualizada, o administrarla debidamente?

Hace años que la sociedad peruana viene asistiendo a una confrontación estéril e infructuosa sobre diversas problemáticas pesqueras, especialmente las referidas a la industria de harina de pescado. Los ciudadanos somos simples espectadores de enfrentamientos y debates interminables entre administrados y autoridades sobre un recurso natural que no es propiedad del sector pesquero, sino de la Nación. Nadie nos dice que los peruanos tenemos derecho a disfrutar de una alimentación saludable proveniente de los recursos pesqueros. Más allá de noticias periódicas sobre la incidencia en el PBI, y sobre impuestos y costos que no nos generan beneficio directo alguno, no sabemos qué ganamos cada uno de nosotros.

¿Cuánto tiempo más debe el Perú soportar la ausencia de una visión de largo plazo de la pesquería, la inexistencia de una política de Estado que garantice el bienestar y la salud de todos los peruanos y dejar de ser  simple observador de una confrontación por la pesca de anchoveta?

Necesitamos una agenda pesquera que genere consensos y resultados para toda la población.

El fin de la pesca no puede ser solo la ganancia empresarial o personal de unos pocos.

La pesquería no puede ser administrada en base a la intriga y la improvisación, o para satisfacer los intereses de unos cuantos. Su fin mayor debe ser el bienestar de las mayorías, sin que ello signifique  que sus operadores no disfruten de las ganancias de su trabajo. Se requiere evaluar la rentabilidad social del negocio pesquero porque el insumo principal, los peces, mariscos y moluscos, son de todos nosotros.

Mientras el país siga administrado por funcionarios improvisados dominados por paradigmas, que rotan con demasiada velocidad, que no poseen un objetivo de largo plazo; y mientras los ciudadanos mantengamos una cultura de indiferencia y pasividad por la cosa pública, estamos condenados al deterioro económico, moral y ambiental del país.

La corrupción no es el único problema nacional. La indiferencia y la inacción ciudadanas podría ser peor.


La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Proporciona información e ideas obtenidas de diversas fuentes, que exponen la temática de la pesca en el Perú y el mundo, con el objeto de contribuir a la formación de opinión propia en base a la lectura de las notas publicadas.

Siendo la pesca una actividad poco difundida y poco conocida por el ciudadano común, pretende contribuir a la generación de mayor conocimiento individual derivada del  análisis de los artículos. Se publica en forma mensual, en formato digital y su descarga es gratuita para quien desee conocer el sector  pesquero y mantenerse informado sobre su temática.

Para mantenerse informado los invito a formar parte del grupo Pesca y Mar, en Facebook, que además transcribe información periódica de relevancia para el sector pesquero.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a MARZO 2018 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

En formato revista en el siguiente link:


En PDF en el siguiente link:



jueves, 22 de febrero de 2018

LOS PAGOS DE LA INDUSTRIA PESQUERA Y SU CONTRIBUCION A LA ECONOMIA PERUANA


La industria reductora de harina de pescado y aceite está efectivamente gravada con una serie de sobrecostos. relacionados con los trabajadores y derivados del DL 1084, como la tasa del 1.95 dólar por TM de anchoveta extraída, los FONCOPES y los dispuestos por la Ley 30003, no solamente derivados a la industria sino que crean un grupo de trabajadores privilegiados, que son los tripulantes de la flota industrial, en circunstancias que los tripulantes de la flota artesanal no disponen de los mismos privilegios y beneficios.

Los sobrecostos aplicados a la anchoveta necesitan ser replanteadas. Por ejemplo, la anchoveta destinada al CHD no está permitida de ser extraída por embarcaciones industriales, pero si lo estuviese ¿cuánto pagaría por derechos de pesca?. Si es extraída por embarcaciones artesanales no paga. En ambos casos será exportada mayormente sin beneficiario al ciudadano peruano. ¿Es posible mantener esta caótica situación? Esta regulación diferenciada a una misma especie no es racional.   

Los sobrecostos existentes a la fecha no benefician a las mayorías sino a unas minorías que laboran en el sector ya las empresas fiscalizadoras, que tienen un negocio cautivo y un pago seguro con el sistema de vigilancia y control actual. El Estado debe recuperar el control y fiscalización en forma directa y no a través de terceros que son pagados por los propios inspeccionados, distorsionando el concepto de fiscalización. Estos pagos deben ser asumidos por el Estado a fin de optimizar el sistema ya través de una Superintendencia de Fiscalización, proyecto que no prosperó en el régimen anterior.


Debería quedar solo el impuesto a la renta, (que sería mayor al disponer la industria de mayores utilidades por la reducción de sobre costos) y los derechos de pesca, que podrían ser incrementados; pero no solo a la anchoveta sino a todos los que realizan esfuerzo pesquero, porque es indebido, por más que la Ley de Pesca lo establezca así, que las especies capturadas por la flota artesanal (como la pota) no paguen derechos de pesca. En general, la industria de Consumo Humano Directo (CHD), que exporta casi la totalidad de su producción, no está gravada con tantos sobrecostos como sí lo está la industria de Consumo Humano Indirecto (CHI). Como ambos sectores industriales atienden básicamente el mercado externo y no el interno,las mayorías nacionales solo pueden recibir un beneficio indirecto a través del impuesto a la renta y de los derechos de pesca, ya que el consumo local de su producción es mínimo. Mayor impuesto a la renta y mayores derechos de pesca generarían mayores recursos financieros para beneficio de todo el país.

La perspectiva de la industria harinera es correcta cuando afirma que tiene demasiados sobrecostos.

La perspectiva ciudadana es correcta cuando aprecia que el sector (CHD más CHI), contribuye en forma injusta con el país. Por tanto se requiere un cambio bajo una nueva fórmula de participación del país en la pesquería peruana. El asunto no radica en aumentar más los derechos de pesca sino, además de hacerlos justos y aplicables a todas las especies, hacer que su distribución sea más inclusiva pensando en los más. Esta tasa no puede ni debe financiar gasto corriente sino ser invertida en beneficio de todos, bien sea a través del Canon Pesquero o de programas sociales de alimentación.

El exceso de sobrecostos en la industria de CHI, la fórmula de pago de derechos de pesca, (tanto para las especies de CHI como de CHD) y el paradigma actual que dirige la pesquería peruana deben ser reformulados teniendo en cuenta las necesidades de los más y de los menos.


Pero ¿quién tendrá el valor para hacerlo?


miércoles, 14 de febrero de 2018

LA ARTISTA GRÁFICA DIANA KISNER LE PONE TRAZO Y COLOR A HAMBRE CERO Por: Teresina Muñoz-Najar


Diana Kisner ilustra campaña que lucha contra la desnutrición y la anemia. Sus mensajes vinculan la desigualdad de género con el acceso a una alimentación sana
Diana Kisner, además de practicar la ilustración, ejerce el periodismo. (Foto: Hugo Pérez)
 “Me pidieron ilustrar cuatro mensajes que recogen una serie de estadísticas sobre la desigualdad de género en el Perú y plantean una gran pregunta: ¿será que hombres y mujeres no tenemos las mismas oportunidades para acceder a alimentos nutritivos?”, cuenta Diana Kisner, pintora autodidacta y dueña de una gran destreza para plasmar todo lo que ve y le impresiona en pequeñas libretas, grandes cartulinas o platos aporcelanados.
Por su parte, Sandra Salcedo, coordinadora de la iniciativa Hambre Cero del Programa Mundial de Alimentos, sostiene que la idea de esta nueva campaña, en la que sobre todo se involucrará, en una primera etapa, a cocineros y cocineras jóvenes de Lima, Cusco e Iquitos, es “retratar el vínculo que hay entre discriminación y violencia de género con alimentación y bienestar”. Según ella, es un tema del que no hay mucha información a la mano pero que resulta importante poner en vitrina en un contexto en el que la violencia contra niñas y mujeres es descarnada.
“La desigualdad de género es una causa que por fin está movilizando al mundo entero”, continúa Diana. Para la artista es importante prevenirla, que se la trate desde el principio y no solo cuando reviente en la cara de todos convertida en abuso sexual y feminicidio. “Por eso, estoy muy agradecida de participar en una campaña que nos permite hablar del tema desde un espacio tan vital y cotidiano como la alimentación”.

Vea el video:


Tanto para las piezas gráficas como para la animación en 'stop motion', se decidió eludir la victimización y crear escenarios de aparente normalidad en las tres regiones del país. “Uno de ellos fue un cafetal, pues el café es una de nuestras principales exportaciones y Junín es la zona con más producción. Sin embargo, ese departamento también tiene el mayor índice de violencia contra las mujeres”, detalla Diana, para luego citar un estudio reciente presentado por la Universidad de San Martín de Porres y la Cooperación Alemana GIZ que descubrió que las cosechadoras agredidas de esa zona tuvieron cero productividad en relación a las que no vivieron algún tipo de violencia. “Si a todo eso le sumamos que el 24% de mujeres en zonas rurales del Perú es analfabeta y que el 47% no tiene ingresos propios, ¿nos hemos preguntado cómo esto se refleja en su alimentación y en la de sus hijos? ¿Hay una relación entre esas cifras y el hecho de que Junín tenga uno de los índices más altos de desnutrición crónica infantil?”.
Y como la desigualdad de género es algo que todas las mujeres tenemos en común, Diana quiso que el video de la campaña transcurriera en un mercado, “un espacio en el que nos encontramos sin importar quiénes somos ni de dónde venimos”. Finalmente, ella añade: “Mientras dibujaba el escenario, con un calendario del papa Francisco en el puesto de pescado, una verdulería a cargo de una pareja de Huánuco y una rubia cuyos lentes oscuros esconden un ojo morado, me preguntaba cuánto machismo nos comemos todos los días. Tal vez podríamos utilizar la energía que gastamos para indignarnos en cosas sencillas. Esas cosas que hacemos en la cocina todos los días y que nos pueden cambiar la vida”.

Unas de las piezas gráficas elaboradas por la artista gráfica para Hambre Cero, iniciativa del Programa Mundial de Alimentos cuya coordinadora es Sandra Salcedo . (Foto: Hugo Pérez/ El Comercio)

LAS CIFRAS DE LA DESIGUALDAD
+ El Programa Mundial de Alimentos contribuye con el gobierno peruano para bajar los niveles de anemia del 43% al 19% en el 2021.
+ Se espera que los cocineros y cocineras, desde sus restaurantes y redes sociales, activen la campaña poniendo los afiches en sus lugares y repartiendo los stickers y volantes entre su público al momento de pagar la cuenta.
+ Cifras a considerar: el 47% de mujeres en zonas rurales del Perú no tienen ingresos propios, el 24% de mujeres de zonas rurales del Perú son analfabetas, y las mujeres trabajan 9 horas más que los hombres en la cocina.
+ De los 44 mil pescadores artesanales que hay en el Perú, 1.300 son mujeres.

Fuente

NOTA DE PESCA

La anchoveta constituye una importante herramienta en la lucha contra el hambre y también en la generación de empleo.

Se merece mayor atención de organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos a fin de desarrollar campañas de creación del hábito de consumo y de micro empresas capacitadas en la extracción y procesamiento de anchoveta para su comercialización en el mercado nacional, abandonado por las políticas públicas de los últimos años que solo fijan su atención en la rentabilidad económica y en el crecimiento del PBI, mas no así en la rentabilidad social.

lunes, 5 de febrero de 2018

LA NUEVA CUOTA DE JUREL PARA PERU

Culminó la sexta reunión de la Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur realizada en Lima. Perú presentó la iniciativa "Red de Intercambio de Información y Experiencias entre países de América Latina y el Caribe para Prevenir, Desalentar y Eliminar la Pesca Ilegal no Declarada y no Reglamentada".

Desde el punto de vista de la organización logística y administrativa del evento este fue excelente y demostró la experiencia y capacidad de los funcionarios de Produce encargados del evento que se llevó a cabo en el Hotel Marriot de Miraflores. El actual presidente de la Comisión OROP-PS, Osvaldo Urrutia, y varios de los miembros de la Comisión felicitaron al Perú por la excelente organización de la reunión.

La cuota de jurel para Perú ha sido ampliada a 11,684 toneladas para 2018. Este incremento, que ha sido otorgado en forma proporcional a todos los países miembros no es un logro peruano exclusivamente sino un crecimiento vegetativo de la cuota. Debería motivar a la autoridad de pesquería a diseñar acciones y estrategias orientadas a que las capturas contribuyan prioritariamente a la alimentación nacional.

Por declaraciones dadas a los medios hemos tomado conocimiento de que en 2017 el Perú capturó el íntegro de su cuota de jurel que ascendió a 10 mil TM, de las cuales  6,500 fueron destinadas al consumo humano directo en territorio peruano. De esta información se deduce que las otras 3,500 toneladas fueron exportadas o quedaron en poder de los barcos que realizaron la captura. Esto significaría que eran embarcaciones de bandera extranjera. El jurel es la especie de consumo más popular en el país, por ser la más barata y a la que las familias de menores recursos están acostumbrada a consumir.

Se ha mencionado también que esta operación ha dejado 2 millones de soles para el Perú, presumiblemente por el cobro de los derechos de pesca correspondiente.

En 2016 PRODUCE estableció un marco de lineamientos para asignar la cuota de captura del jurel de altamar, asignada por la OROP P-S, de manera supletoria o complementaria a la flota nacional. En ese contexto, para poder determinar qué beneficio le trae al país la participación en la OROP, que le permite una cuota de pesca en el Océano Pacífico Sud Oriental, la ciudadanía peruana debería conocer:

1.  Qué empresas y/o embarcaciones han realizado las capturas, donde han desembarcado el producto y cuál fue su mercado de destino.
2.    El detalle de la recaudación de los derechos de pesca.

Las 6,500 toneladas que han sido destinadas al CHD pueden haber sido vendidas en territorio nacional en forma de congelado, fresco, o pueden haber sido procesadas para conservas. Si así fue, es importante saber cuál fue el destino de las conservas, porque podrían haber sido exportadas o destinadas al mercado peruano o una combinación de ambas.

Esta es una cara de la moneda; pero más allá de la conveniencia geopolítica de ser miembros de esta organización y las cifras mostradas, así como la eficiencia organizativa de PRODUCE, es importante conocer la otra cara, o sea qué beneficio ha obtenido el público consumidor peruano en forma real.

Porque no conocemos el impacto que ha tenido sobre la población peruana, en especial por las familias más vulnerables y necesitadas de proteína. ¿Cuántas familias peruanas en condiciones de vulnerabilidad han sido beneficiadas por estas capturas de jurel en el área controlada por la OROP del Pacífico Sur? Porque si todo este gasto y esfuerzo no ha servido para atender a nuestra población ¿qué sentido tiene?

Para efectos de una adecuada transparencia, PRODUCE debería informar con detalle el monto de los recursos directamente recaudados provenientes de los derechos de pesca, multas, tasas y otros, así como el destino asignado a esos fondos.  De esta manera, el país podría conocer cómo se aplica el dinero recaudado.

Así podríamos saber cuánto se gastó en esta reunión de la OROP, entre otros gastos y tal vez podríamos comparar cómo son estas reuniones cuando se realizan en otro país.


Perú ha demostrado en varias oportunidades que es un buen anfitrión, lo cual es bueno para la imagen del país. Esta imagen, más allá de la foto del momento, debe complementarse con una rendición de cuentas que muestre al país cuál es la relación beneficio costo de su organización y/o asistencia a este tipo de eventos.


sábado, 3 de febrero de 2018

SNI saluda rectificación de PRODUCE en el caso del atún


·         El Presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la SNI, Alfonso Miranda Eyzaguirre expresó que las embarcaciones extranjeras continuarán dejando el 30% del total del atún extraído para ser procesados por las conserveras nacionales.
·         Con esta disposición, se evitó las pérdidas de 5,000 puestos de trabajo y 60 millones de dólares en inversiones realizadas por el sector privado.
·         Sobre futuras inversiones en la industria del atún en nuestro país, estimó en 100 millones de dólares para los próximos tres años. 

La Sociedad Nacional de Industrias (SNI) saludó la rápida rectificación del Ministerio de la Producción (PRODUCE), a través de su titular, Lieneke Schol, en la que se mantiene el 30 por ciento del total del atún extraído por embarcaciones extranjeras en aguas peruanas para ser procesadas por conserveras nacionales.

Al respecto, el Presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la SNI, Alfonso Miranda Eyzaguirre expresó que el D.S. 001-2018-PRODUCE normaliza el procesamiento del atún en las empresas conserveras de nuestro país y la posibilidad de incrementar las inversiones en la industria del atún.

“Con esta disposición se mantienen las esperanzas en ser potencia mundial en el mediano plazo, respetando las reglas de juego para ser una industria competitiva y liberando los obstáculos que afectan la competitividad del sector pesquero para consumo humano”, afirmó Miranda Eyzaguirre.

Miranda Eyzaguirre señaló que el D.S. 001-2018-PRODUCE se podrá aprovechar los avances realizados en materia atunera durante la gestión ministerial de Bruno Giuffra entre julio 2016 y mayo 2017.

Igualmente, manifestó que la decisión del PRODUCE  se evitará la pérdida de los 5,000 puestos de trabajo y de los 60 millones de dólares en inversiones en el rubro atunero.

Sobre futuras inversiones, el dirigente empresarial estimó en unos 100 millones de dólares para los próximos tres años, siempre y cuando se mantengan las reglas de juego en la industria del atún.

Finalmente, Miranda Eyzaguirre expresó que para los próximos dos años, se espera duplicar las extracciones del atún en nuestro litoral, teniendo en cuenta que extraoficialmente, el año pasado se habría descargado unos 20 mil toneladas de la mencionada especie marina.


San Isidro, 03 de febrero de 2018
Oficina de Prensa e Imagen
Comité de Pesca y Acuicultura de la SNI



Contacto:
Carlos Chuquín
Asesor de Prensa e Imagen

Celular: 99963-4710

LA RECTIFICACION DE LA NORMA SOBRE EL ATUN

Se ha publicado el DS 001-2018-PRODUCE que dice:

Que, a fin de fortalecer el marco de estabilidad jurídica y económica que fomente la participación e inversión privada en la industria del recurso atún, con la finalidad de lograr los mayores beneficios económicos y sociales por el aprovechamiento racional de los recursos hidrobiológicos, así como a la promoción del desarrollo y la diversificación de la industria atunera para consumo humano directo con el aprovechamiento de recursos de oportunidad altamente migratorios que ingresan a aguas nacionales, en concordancia con los objetivos del artículo 2 del Reglamento de Ordenamiento Pesquero del Atún, aprobado por Decreto Supremo Nº 032-2003-PRODUCE, resulta necesaria, ante nueva información sobre la demanda de materia prima, la revisión del Decreto Supremo Nº 021-2017-PRODUCE, Decreto Supremo que modifica la Segunda y Tercera Disposición Complementaria Transitoria del Decreto Supremo Nº 026-2016-PRODUCE;


Este dispositivo responde a la revisión del DS 021—2017-PRODUCE que la Ministra de la Producción ofreció hacer ante el reclamo presentado por la industria atunera peruana. Es de resaltar que no es común modificar un Decreto Supremo, en la medida que es como reconocer un error o un acto indebido. Lo ideal hubiese sido derogar íntegramente el dispositivo y dejar las cosas como estaban, pero debe reconocerse la voluntad de la nueva Administración por atender y escuchar a los administrados.


Sin embargo esto no resuelve el tema de fondo, el cual es conocer quién fue el gestor del dispositivo y cuáles sus razones. Debe exhibirse el informe técnico que sustentó el DS 021, y explicar las razones por las cuales no fue pre publicado a fin de evitar que este tipo de situaciones se repitan. 

También sería interesante saber cuál es la nueva información a la que alude el DS 001 y que se resalta al comienzo de esta nota.