El PESEM 2017-2021, recientemente aprobado, no menciona acciones concretas en cuanto a la
pesca industrial, porque probablemente se haya considerado que ya no son tan
prioritarias como prestar preferente atención a la pesca artesanal, consumo
interno y acuicultura. Existen muchas acciones por ejecutar y problemas por
atender; pero todos ellos podrían enmarcarse dentro del objetivo 3: “mejorar la
cadena de valor de los productos hidrobiológicos”. Aun cuando el título no define
muy bien las acciones estratégicas consignadas, es importante no confundir el
título del objetivo estratégico con las acciones estratégicas.
Que las cosas funcionen o no, es un tema de voluntad y
eficiencia de los funcionarios responsables de ejecutar los planes. Lo
destacable es que el marco conceptual y teórico sobre el cual se basarán los
Planes Operativos del sector y sus presupuestos, a partir de ahora, para este
gobierno por lo menos, son más apropiados que lo que se hizo en diciembre de
2015.
La actividad industrial de extracción y procesamiento
pesqueros no es la misma de hace diez años. Ha alcanzado un importante nivel de
ordenamiento, regulación y administración. Probablemente la normatividad
vigente aún es perfectible; pero no se puede negar que es notoriamente superior
a lo existente antes de 2008.
Por otro lado, algo está pasando. Algo está germinando en
las mentes de las nuevas generaciones del Perú, que poco a poco vienen
mostrando mayor interés por la pesca y el ambiente, sobre todo a través de las
redes sociales. La participación ciudadana se incrementa y eso es algo que
deberá cambiar la estructura del sector pesquero en los años por venir. Falta
que se incorpore a la ciudadanía a la mesa de discusiones y toma de decisiones
en su calidad de propietaria del recurso pesquero y consumidor final del
producto pesquero. Hasta ahora viene siendo excluida, olvidando que toda la
industria existe en función de un consumidor el cual tiene derecho a la
participación.
La industria pesquera de CHI y la de CHD son componentes
importantes del PBI. Eso es una realidad, por lo cual no deberían ser objetos de confrontación. El
sector ha perdido mucho tiempo en enfrentamientos estériles que no han dado
resultados positivos para nadie, por lo cual se debe evolucionar hacia la
búsqueda armónica de consensos.
Lo que deberá hacer la industria es ubicarse en una justa
dimensión de contribución a la Nación, legítima propietaria de los recursos
naturales. Deberá basarse en un enfoque ecosistémico. Deberá ser una industria
limpia que no contamine perjudicando la calidad de vida del poblador costero y
seguirá existiendo, dentro de una justa y adecuada dimensión.
Las poblaciones costeras deberán organizarse y contribuir
al esfuerzo. Su bienestar y el de las futuras generaciones dependen de lo que
hagan o dejen de hacer hoy en defensa de su calidad de vida, de su sustento, y
de la primacía de la realidad. Una realidad que reclama el diseño de una
Política de Estado integral, coherente y de largo plazo.
Es necesario un escenario sin conflictos entre la
industria y el Estado que permita prestar atención a temas pendientes. Dentro
de ello no cabe ninguna duda de que se encuentra la problemática de la pesca
artesanal, de la acuicultura y de la alimentación nacional, como prioritarios.
La
revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y
de la pesquería. Proporciona información, ideas y opiniones obtenidas de
fuentes diversas, que tienen por objeto exponer la problemática de la pesca en
el Perú y el mundo.
Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista
Pesca correspondiente a SETIEMBRE 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y
redes sociales.
En formato revista en el siguiente link:
https://www.yumpu.com/es/document/view/59392058/revista-pesca-setiembre-2017
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