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miércoles, 30 de agosto de 2017

Editorial Revista Pesca septiembre 2017

El PESEM 2017-2021, recientemente aprobado,  no menciona acciones concretas en cuanto a la pesca industrial, porque probablemente se haya considerado que ya no son tan prioritarias como prestar preferente atención a la pesca artesanal, consumo interno y acuicultura. Existen muchas acciones por ejecutar y problemas por atender; pero todos ellos podrían enmarcarse dentro del objetivo 3: “mejorar la cadena de valor de los productos hidrobiológicos”. Aun cuando el título no define muy bien las acciones estratégicas consignadas, es importante no confundir el título del objetivo estratégico con las acciones estratégicas.

Que las cosas funcionen o no, es un tema de voluntad y eficiencia de los funcionarios responsables de ejecutar los planes. Lo destacable es que el marco conceptual y teórico sobre el cual se basarán los Planes Operativos del sector y sus presupuestos, a partir de ahora, para este gobierno por lo menos, son más apropiados que lo que se hizo en diciembre de 2015.

La actividad industrial de extracción y procesamiento pesqueros no es la misma de hace diez años. Ha alcanzado un importante nivel de ordenamiento, regulación y administración. Probablemente la normatividad vigente aún es perfectible; pero no se puede negar que es notoriamente superior a lo existente antes de 2008. 

Por otro lado, algo está pasando. Algo está germinando en las mentes de las nuevas generaciones del Perú, que poco a poco vienen mostrando mayor interés por la pesca y el ambiente, sobre todo a través de las redes sociales. La participación ciudadana se incrementa y eso es algo que deberá cambiar la estructura del sector pesquero en los años por venir. Falta que se incorpore a la ciudadanía a la mesa de discusiones y toma de decisiones en su calidad de propietaria del recurso pesquero y consumidor final del producto pesquero. Hasta ahora viene siendo excluida, olvidando que toda la industria existe en función de un consumidor el cual tiene derecho a la participación.

La industria pesquera de CHI y la de CHD son componentes importantes del PBI. Eso es una realidad, por lo cual  no deberían ser objetos de confrontación. El sector ha perdido mucho tiempo en enfrentamientos estériles que no han dado resultados positivos para nadie, por lo cual se debe evolucionar hacia la búsqueda armónica de consensos.

Lo que deberá hacer la industria es ubicarse en una justa dimensión de contribución a la Nación, legítima propietaria de los recursos naturales. Deberá basarse en un enfoque ecosistémico. Deberá ser una industria limpia que no contamine perjudicando la calidad de vida del poblador costero y seguirá existiendo, dentro de una justa y adecuada dimensión.

Las poblaciones costeras deberán organizarse y contribuir al esfuerzo. Su bienestar y el de las futuras generaciones dependen de lo que hagan o dejen de hacer hoy en defensa de su calidad de vida, de su sustento, y de la primacía de la realidad. Una realidad que reclama el diseño de una Política de Estado integral, coherente  y de largo plazo.

Es necesario un escenario sin conflictos entre la industria y el Estado que permita prestar atención a temas pendientes. Dentro de ello no cabe ninguna duda de que se encuentra la problemática de la pesca artesanal, de la acuicultura y de la alimentación nacional, como prioritarios.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Proporciona información, ideas y opiniones obtenidas de fuentes diversas, que tienen por objeto exponer la problemática de la pesca en el Perú y el mundo.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a SETIEMBRE 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

En formato revista en el siguiente link:
https://www.yumpu.com/es/document/view/59392058/revista-pesca-setiembre-2017

lunes, 28 de agosto de 2017

DOS TEMAS PESQUEROS DE ACTUALIDAD: PESCA ILEGAL Y ANCHOVETA PARA CHD

El Presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias, Alfonso Miranda, ha denunciado que la cuota de 300 mil toneladas está siendo utilizada por plantas harineras ilegales que la procesan sin restricciones. En consecuencia, manifiesta que las plantas de anchoveta para consumo humano directo no podrán utilizar este año esta cuota.

Parte del problema radica en la existencia de plantas reductoras que, indebida e ilegalmente emplean anchoveta en perjuicio del abastecimiento a la industria conservera.

Otra arista del asunto es la ejecución de procesos sancionadores por captura de juveniles, pese a haber sido reportada su captura.

Finalmente se tiene la competencia desleal de conservas importadas y productos congelados de procedencia cuestionada, tanto por motivos sanitarios como por denuncias de trabajo esclavo en las plantas de origen.

La noticia completa puede verse en el siguiente link.

El asunto es que, pese a la existencia de diferentes dispositivos y normas que tienen la intención de ordenar la pesquería de anchoveta para consumo humano directo, todavía no puede llegarse a establecer un Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) para esta pesquería que real y definitivamente resuelva el problema de la gestión de este recurso. Si bien es cierto que el tema es complicado, su importancia amerita una evaluación y el dictado de medidas consensuadas que puedan ser efectivamente implementadas.

La extracción de anchoveta para Consumo Humano Indirecto fue regulada por el DL 1084 y aunque no constituye un ROP propiamente dicho, resulta ser lo mejor que había hecho para ordenar dicho recurso. El consumo humano directo no ha tenido una norma del mismo nivel de éxito.

En 2018 se cumplen diez años de este Decreto Legislativo y se vencen algunos plazos, como el congelamiento de los derechos de pesca y tal vez la vigencia de la norma, aunque algunas interpretaciones indican que los diez años se cuentan a partir de la suscripción de los convenios, que tienen fechas distintas en cada empresa. Sin embargo, sería una oportunidad para revisar la norma, perfeccionarla e incluir a la pesquería de anchoveta para consumo humano directo de tal forma que se pueda generar un ROP definitivo que tenga alcance sobre el CHD y el CHI, toda vez que se trata de un mismo recurso pesquero.

El otro punto que ha sido noticia es el referente a la presencia de una flota china operando frente a Perú y Ecuador, sobre el cual se han hecho varios comentarios. Los Ministros de la Producción y de Defensa han sido invitados al Congreso de la República para informar sobre el tema. Sería interesante que se aproveche esta coyuntura para que se informe al país cuántas embarcaciones de bandera extranjera que operan frente a nuestro dominio marítimo y que se sospecha realizarían actividades de pesca incursionando en el mismo, han sido atendidas en puerto peruano en los últimos años.

Los servicios de mantenimiento que se  brindan en astilleros peruanos, los aduaneros, logísticos, de transbordo (si hubiesen) y de avituallamiento, al cuantificarse pueden mostrar el impacto económico favorable que tienen en la economía peruana. Esto tiene que contrastarse contra el impacto desfavorable que causaría la captura de especies en forma ilegal y el perjuicio que le causaría al ecosistema marino del Perú y a la industria pesquera nacional.

Todo este análisis debe hacerse, para evaluar la conveniencia de cerrar los puertos nacionales a estas embarcaciones en resguardo de nuestros intereses. No es la única medida ni es la solución final al tema, pero sí se convertiría en una real medida de protesta y de obstaculización a operaciones pesqueras ilegales que se presume podrian estar realizando mediante incursiones dentro de nuestro dominio marítimo.


Por otro lado mostraría en forma transparente, si el beneficio económico que se recibe por la atención de estas embarcaciones en nuestros puertos, podría generar un conflicto de intereses con la erradicación de la pesca ilegal.

sábado, 19 de agosto de 2017

El riesgo de la flota pesquera china para el Perú

En los últimos días, a raíz de la captura de un barco pesquero chino,  hemos tomado conocimiento de la presencia de una enorme flota china que incursiona en la Zona Reservada de la Las Galápagos en Ecuador. La noticia puede ser vista en los siguientes links:



“La Cancillería ecuatoriana denunció la presencia de "una amplia flota de barcos pesqueros de bandera china en las inmediaciones de la Zona Económica Exclusiva de Ecuador, de 200 millas marinas de extensión".

Bustos señaló, al respecto, que el PNG ha desplazado un equipo de vigilancia aérea que, en coordinación con la Armada ecuatoriana, pretende tener una visión clara de la situación”

“La imagen satelital muestra a la flota pesquera china, que se halla frente a las costas ecuatorianas y de las Galápagos, como una mancha gigantesca. Tan grande como la provincia del Guayas, ha dicho un militar ecuatoriano. Es tan grande que se antoja irreal e inverosímil. Pero basta una investigación en fuentes confiables y especializadas  para entender que, cuando se habla de la flota pesquera china, no existe exageración posible y que se trata de una amenaza que debería poner a temblar a las autoridades del Ecuador. O de cualquier otro país, en verdad”

Esta no es la primera vez que se tiene este tipo de informaciones. En el Perú la SNI y varias otras organizaciones han venido haciendo estas denuncias dese hace tiempo.

No se conoce de ninguna acción realizada por la Marina de Guerra peruana,  si está realizando un patrullaje para detectar probables incursiones en nuestro dominio marítimo o si ha efectuado alguna interdicción.

La gravedad del problema impone que el Perú tome acciones puntuales para detener a esta flota, una de las cuales debe ser prohibir su atraque en puertos peruanos para operaciones de avituallamiento o mantenimiento o de trasbordo.

Los astilleros peruanos deben negarse a brindar servicios de mantenimiento y los puertos no deben brindar facilidades logísticas. Los intereses económicos no pueden sobreponerse a los intereses nacionales.

Si no se toman medidas apropiadas, la industria de CHD nacional puede ser severamente perjudicada, así como la depredación de los recursos marinos incrementada en niveles insospechados.

El Estado está en la obligación de actuar y establecer con claridad las competencias sectoriales en materia de control e interdicción de naves extranjeras operando dentro del dominio marítimo y las del sector que debe impedir el uso de puertos peruanos a esta flota.



domingo, 13 de agosto de 2017

EL CIRCULO PESQUERO, LOS PAGOS DE LA ANCHOVETA, EL DECENIO DE LAS CUOTAS DE PESCA, LA ACUICULTURA

Durante la segunda semana de agosto, el sector pesquero ha tenido una atención poco usual por parte de los medios, los cuales usualmente no le dedican mucho espacio.

Ojo Público publicó un artículo sobre la concentración del círculo pesquero en el Perú, que fue de alguna manera respondido por la Presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería con el artículo “pagamos un precio bastante razonable por extraer anchoveta”. Ambas notas, de Ojo Público.

La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental publicó un artículo sobre la Historia y balance de cómo se ha manejado la pesca de anchoveta en el Perú.

Este último, entre otras cosas, trae a la memoria el proyecto de ley de creación de la Superintendencia Nacional de Pesca y Acuicultura (Sunapes) que fue presentado al Congreso por el gobierno anterior; pero que nunca fue aprobado.

La Revista Pesca ha publicado, en su página web, los tres documentos con algunos comentarios, los cuales pueden verse en los siguientes links:




La designación del ex viceministro de Pesquería, Alfonso Miranda como vicepresidente de la CIAT, prestigia al Perú, aunque según algunos los empresarios privados no deberían ser funcionarios públicos y viceversa, lo que es una afirmación incorrecta.

El Ministro de la Producción anunció que se está estudiando la restitución de incentivos tributarios a la acuicultura. El tema está vigente en Perú desde el año 2000 que se definió el desarrollo de la acuicultura como como un objetivo importante. Se promulgó una ley de promoción con incentivos y el Plan Nacional de Desarrollo Acuículo para el período 2009 – 2021. Pero al no haber tenido mayores éxitos y haberse cambiado la ley en el gobierno anterior, parece que hay un problema o con el diagnóstico o con las medidas y acciones estratégicos porque la realidad es que no se consiguen los objetivos esperados.

Al acercarse el año 2018 se generan inquietudes en relación al DL 1084, que fue promulgado en 2008 y que indebidamente se le conoce como la ley de  “cuotas de pesca de anchoveta”. Técnicamente lo que hizo la norma es otorgar límites máximos de captura por embarcación. Estas varían anualmente en función a la cuota de captura anual, la cual es repartida entre las embarcaciones con permiso de pesca para anchoveta, de acuerdo a los procedimientos que establece la propia norma. No asigna derechos de propiedad, simplemente mejora la normatividad relativa a la extracción.

La primera disposición final congeló por diez años el monto a pagar por derechos de pesca de anchoveta, o sea hasta el 2018 si se interpreta debidamente la norma. No hay, por otro lado una claridad expresa en cuanto a la duración de esta repartición de límites de captura por embarcación. Algunos interpretan que la norma cesa su vigencia a los diez años y otros dicen que ello está en función a las fechas los convenios de estabilidad que se fueron estableciendo.

La norma dictada incluye la creación de un aporte social de las plantas procesadoras, de US$1.95 por TM de pescado descargado que, se estimaba rendiría US$140 millones en 10 años, para construir un fondo que permitiese dar un beneficio a quienes se quedaron sin pensión. Se venía recaudando a través de un fideicomiso en el Scotiabank, el mismo que fue transferido al Fondo Consolidado de Reservas Previsionales (FCR) por mandato de la Ley N° 30003, que establece que este aporte social constituye un recurso del Fondo Extraordinario del Pescador – FEP cuyo  objeto es financiar la Pensión de Rescate Complementaria, la Transferencia Directa al Ex pescador y el Régimen Especial de Pensiones para los Trabajadores Pesqueros, los que deben ser administrados por la ONP.

Al mes de abril de 2017 el aporte de los US$1.95 sigue vigente pues la norma no ha sido derogada, sin embargo su recaudación NO se puede realizar desde febrero del 2014 puesto que se cerró el fideicomiso y no se ha emitido ninguna norma que establezca el procedimiento para continuar depositando los aportes, ni dónde hacerlo.

La industria no se ha negado a contribuir con el aporte,  sino que sencillamente se cambió la norma y ningún funcionario se dio cuenta de que se creaba un vacío que impediría seguir realizando el aporte, situación que sigue sin ser resuelta a la fecha.

La norma, además, prohibió despidos y permitió incentivos para quienes desearon renunciar o adelantar su jubilación. También creó un sistema de rotación para los tripulantes. De otro lado, creó un Fondo de Compensación para el Ordenamiento Pesquero (Foncopes), financiado al 100% por el sector pesquero, que aportaría hasta S/. 270 millones en los siguientes diez años.

Como fuese, el año 2018 se presenta para la pesquería de anchoveta, con polémicas interesantes que debería introducir algunas mejoras en el DL 1084 y actualizar lo necesario, como el aporte del US$ 1.95 por TM de anchoveta descargada.

El monto que se paga actualmente por derecho de pesca será, probablemente, el detalle más controversial del debate durante los meses venideros.

Un balance de los resultados del DL 1084 en cuanto a sus resultados operativos, económicos y destino de los aportes creados, así como de la performance del Foncopes, sería conveniente. Más allá de pasiones y controversias, se requiere de un análisis objetivo y estrictamente técnico.

Toda idea nueva genera oposición, como ocurre con muchos cambios ocurridos en la pesquería peruana; pero si nos remontamos diez años atrás, podremos apreciar que algo está pasando. Algo nuevo está ocurriendo y es el visible mayor interés que la pesca despierta en la ciudadanía, en gran parte motivada por la incursión del tema en las redes sociales y por el periodismo de investigación.  Algo está germinando en las mentes de las nuevas generaciones del Perú. Algo que debería cambiar irreversiblemente al sector pesquero en los años por venir. Algo que debe tener el sustento y visión de una Política de Estado.

La industria reductora es una realidad y no debería ser objeto de ataque, pues no podría serlo. Deberá ubicarse en una justa dimensión de contribución a la Nación, legítima propietaria de los recursos naturales. Deberá basarse en un enfoque ecosistémico. Deberá ser una industria limpia que no contamine perjudicando la calidad de vida del poblador costero y seguirá existiendo, dentro de una justa y adecuada dimensión.

Las poblaciones costeras deberán organizarse y contribuir al esfuerzo. Su bienestar y el de las futuras generaciones dependen de lo que hagan o dejen de hacer hoy en defensa de su calidad de vida, de su sustento, y de la primacía de la realidad. Una realidad que nos impone el diseño de una Política de Estado integral, coherente  y de largo plazo. Y voluntad y decisión políticas para llevar adelante un nuevo diseño estructural de la pesquería peruana, que priorice la alimentación nacional.

Solo entonces podremos vanagloriarnos de ser un país pesquero.

Marcos Kisner Bueno

Presidente de la Revista Pesca

miércoles, 2 de agosto de 2017

EL PLAN ESTRATEGICO 2017 – 2021 DEL SUB SECTOR PESCA EN EL PERU

La Resolución Ministerial N° 354-2017-PRODUCE, del 27 de julio de 2017 aprueba el Plan Estratégico Sectorial Multianual (PESEM) 2017 – 2021 del Sector Producción.

Este documento reemplaza al que fue aprobado casi a la salida del gobierno anterior y que relegó a la pesquería a su más mínima expresión.

El nuevo, incorpora elementos de la problemática pesquera y de desarrollo que no se habían considerado anteriormente y le devuelve importancia a la pesca, aunque la orientación principal continúa enfocada en el área de Industria y MIPYMES.

Aunque de alguna manera la industria pesquera de transformación, por definición debiera pertenecer al subsector Industria, se encuentra en el subsector pesca probablemente, por costumbre o en atención a la cadena productiva. En todo caso este PESEM está mucho mejor estructurado que el anterior y muestra una recuperación de la importancia que tienen la pesca y la acuicultura.

Es de destacar que el tema de fondo al cual se le concede una importancia especial es  la contribución de la pesca al crecimiento del PBI y las exportaciones, que es la orientación básica de la política del actual gobierno.

Al parecer se parte de la premisa de que la pesca industrial ya se encuentra en un nivel adecuado de regulación en la medida en que no se aprecian acciones orientadas a esta actividad en forma puntual, sino que más bien se focaliza en la pesca artesanal y la acuicultura.

Se ha diseñado tres objetivos estratégicos (OE):

El Objetivo Estratégico Nº: 1 “Incrementar la competitividad de los agentes económicos del Sector Producción, teniendo como indicador el volumen de exportaciones de productos manufacturados de mediana y alta tecnología”.

El Objetivo Estratégico Nº: 2  “Fortalecer el desarrollo empresarial de las MIPYMES, teniendo como indicador el volumen de producción de las MIPYMES.

El Objetivo Estratégico Nº: 3 “Mejorar la cadena de valor de los productos hidrobiológicos, teniendo como indicador el Producto Bruto Interno de la Actividad Pesca y acuicultura expresado en millones de soles constantes al 2007.

Acciones Estratégicas (AE)  para el OE Nº 3:
  1.  Promover la formalización de la actividad pesquera artesanal y acuícola.
  2.  Mejorar el nivel de cumplimiento de los estándares de sanidad e inocuidad de los productos de origen pesquero y acuícola.
  3. Promover el acceso al financiamiento de las unidades económicas de la pesca artesanal y acuicultura.
  4. Promover la innovación en pesca y acuicultura.
  5.  Promover el comercio interno de productos hidrobiológicos.
  6.  Fortalecer el ordenamiento de la pesca y acuicultura haciendo uso sostenible de los recursos hidrobiológicos.
  7. Promover el desarrollo sostenible de la acuicultura.

Indicadores de las Acciones Estratégicas (AE):

AE 1
·           Porcentaje de embarcaciones pesqueras artesanales formalizados.
·           Porcentaje de centros de producción acuícolas formalizados.
AE 2
·           Desembarcaderos pesqueros artesanales habilitados sanitariamente.
·           Porcentaje de centros de producción acuícolas habilitados sanitariamente.
·           Porcentaje de embarcaciones pesqueras habilitadas sanitariamente.
AE 3
·           Porcentaje de unidades económicas del sector pesca y acuicultura con acceso al financiamiento.
AE 4
·           Gasto en Investigación, desarrollo e innovación en el sector  pesca y acuicultura.
AE 5
·           Consumo per cápita anual de pescados y mariscos.
AE 6
·           Número de normas aprobadas
·           Cobertura de supervisión y fiscalización de las actividades pesqueras y acuícolas.
AE 7
·           Volumen de cosecha de la acuicultura.

Cabe destacar que este PESEM muestra como línea de base en cuanto al consumo per cápita anual de pescado y mariscos de 16.2 pp en 2015.

Sin embargo la cifra expresada en el Anuario Estadístico de 2015 del propio Ministerio de la Producción, muestra la cifra de 24,4 como consumo aparente en 2015.

Esta diferencia en la línea de partida puede distorsionar los resultados de los próximos años, por lo cual debería ser precisada en relación a saber cuál es la fuente oficial que debiera tomarse en cuenta.

La Acción Estratégica Nº 5, referida a promover el comercio interno de productos hidrobiológicos, es particularmente importante porque articulada con los planes de reducción de la desnutrición y anemia infantil del MIDIS y el MINSA, puede contribuir en forma importante a alcanzar sus objetivos y además llegar a la población peruana que actualmente no tiene acceso a productos hidrobiológicos.

Hacer un Plan Estratégico para un Ministerio que integra dos actividades como pesca e industria, es difícil en la medida que se busca objetivos comunes a ambos sectores. Diseñarlos no es sencillo y siempre quedarán algunas acciones, en el subsector pesca, relegadas por la propia tendencia y orientación de una entidad dirigida por funcionarios con mayor experiencia en industria que en pesca.

La orientación sería diferente en un Ministerio de Pesca y Acuicultura exclusivo. Pero es lo que se tiene y no se puede negar que este nuevo documento es una significativa mejora para el sector.

Marcos Kisner Bueno

Presidente de la Revista Pesca