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jueves, 30 de mayo de 2013

Editorial Revista Pesca Junio 2013

La designación de una nueva presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería, en reemplazo de Richard Inurritegui, abre la posibilidad de recomponer las relaciones entre dicho gremio y la autoridad de Pesquería.  Es razonable esperar esta mejoría debido a la calidad personal y cualidades de Elena Conterno, que con toda seguridad imprimirá un estilo más adecuado y prudente en el manejo de los intereses gremiales que empieza a representar.
                        Su corto paso por el Ministerio de la Producción, truncado  debido a decisiones políticas, abona a su favor por la experiencia obtenida, más que por los contactos que pueda suponerse que mantiene. Hay que recordar que la última reestructuración del Ministerio de la Producción, gestada durante el período oscuro, generó una alta rotación de funcionarios en dicho organismo.

            La relación con el Estado, que representa los intereses de la Nación, debe colocarse en el nivel que corresponde mantener entre administrado y autoridad sectorial. Detalle que no fue tenido en cuenta en lo que va de este Gobierno.

            Sin embargo la problemática pesquera no está totalmente centrada en la SNP. Este gremio es una parte de la industria pesquera; pero no representa a todo el sector.  Si bien es cierto concentra la porción más importante de producción de harina, lo cual es un atractivo para armadores que quieren convertir anchoveta extraída en la más alta ganancia posible (fuente importante del desorden),  existen otros problemas complejos y hasta más urgentes  relacionados con la pesquería artesanal (que cuenta con aproximadamente 800 gremios representativos); con los desembarcaderos pesqueros (que dependen de los Gobiernos Regionales); con la  flota pesquera no perteneciente a la SNP (agrupada en varias organizaciones también); con muchas empresas de CHD agremiadas en la SNI; y con las plantas procesadoras informales y embarcaciones ilegales que son también parte de la agenda.

            De alguna manera debería ser más fácil lograr consensos con un grupo pequeño de empresas agremiadas y bien representadas, que con muchas empresas productoras y miles de embarcaciones atomizadas en cientos de gremios.

            Aliviar las tensiones entre la SNP y el Estado, abonaría en beneficio de la búsqueda de consensos para el ordenamiento de la pesquería peruana, concentrando todos los esfuerzos necesarios en la definición de normativas adecuadas para todo el sector, sin perder tiempo en confrontaciones mediáticas.

            En todo caso, Elena Conterno aporta un aire fresco al clima de las relaciones del Estado con una porción de los administrados del sector; pero no es propietaria ni accionista de ninguna empresa pesquera, lo que la coloca tan solo en una posición de interlocutora y representante, con... ¿qué capacidad de decisión en las acciones de cada empresa agremiada en la SNP.

            Difícil compromiso servir a los intereses de parte de algunos administrados, habiendo sido Ministra del Sector.
           
Marcos Kisner Bueno


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