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jueves, 28 de marzo de 2013

Revista Pesca: editorial abril 2013


La compleja maraña de normas vigentes para la regulación del sector pesquero ha contribuido a crear un negocio atractivo cuyas cifras son constantemente expuestas en esta revista y cuyo balance es negativo para el país y la sociedad civil.

            Modificar ese estatus de privilegio injusto es la principal motivación que debe tener quien aspira a los cargos de administración del sector. La naturaleza de los motivos que cada quien expone para pretender ser mejor que la(s) autoridad(es) de turno es cosa que nadie puede saber con certeza.  Es evidente, en la guerra desatada este mes, por parte del sector privado, la inexistencia de propuestas de programas con objetivos coherentes e indicadores adecuados.

La crítica  sesgada y direccionada contra una u otra norma específica  trasluce defensa de intereses puntuales. El gran motivador de esta corriente de oposición al cambio, que encuentra en las debilidades de las autoridades de turno la materia prima adecuada para fortalecer la crítica, ¿es realmente la aspiración por llegar a tener una pesquería sustentable y justa o el interés por mantener un estatus que hace a la industria de anchoveta altamente rentable?

            La utilización de los medios de comunicación para exponer problemas y quejas derivadas del rechazo a normas, ha conducido al país a ser espectador inusual de un conflicto que, por el lado de los administrados llegó al ataque personal, al chauvinismo y a al apasionamiento antes que a la objetividad.

            ¿Qué se pretende al llevar esta polémica al pueblo peruano?  ¿Se pretende intimidar al Estado, que en ocasiones anteriores por temor a la prensa y a las reacciones de la población ha cedido a las exigencias del sector?  ¿Pretende poner como árbitro a un público con escaso conocimiento y poco interés en el sector y ya de por sí con opiniones divididas en cuanto al negocio de la anchoveta?

            La Ministra ha demostrado serenidad y objetividad y ha afirmado el principio de autoridad respaldada por el Presidente de la República en una serie de eventos inéditos en la historia de la pesquería peruana. La discusión no debió llegar al nivel de agravios, insultos, mentiras, desinformación e intentos de intimidación. Debe haber  voluntad de concertación y entendimiento; pero partiendo del principio del respeto y desprendiéndose la industria del mal hábito de la manipulación y la imposición de sus  intereses en varias formas. La participación del Jefe de Estado nos  lleva a otro escenario, hasta ahora por lo menos.

            El debate debe tener el sólido soporte de una voluntad moral y ética por alcanzar reformas basadas en criterios de justicia que conduzcan a un negocio en el cual toda la sociedad participe en forma justa e inclusiva. Es imperativo actuar en base a principios, ética y moralidad, así como entender que la democracia fue concebida para gobernar con justicia en beneficio de las mayorías.

            El actual gobierno, a través del PRODUCE (con excepción del período oscuro), ha demostrado vocación de servicio y voluntad de emprender reformas importantes, lo cual es inusual en la historia de la pesquería peruana. Sin embargo, será decisión de Palacio de Gobierno, apoyar la gestión  que defina el rumbo definitivo del cambio estructural que se requiere, en la medida que asuma como propia  esta necesidad, así como en la medida que la administración supere sus debilidades de gestión, que fundamentalmente son de inexperiencia en el sector. No es suficiente ser honesto y un buen gestor público.   

            Aquél que acepta un cargo público con buena voluntad, tiene que asumir toda la crítica maldiciente de diversas fuentes, resistir presiones y lobbies procedentes de todas las esferas; enfrentarse a trabajar en un sistema  diseñado para convertir en una pesadilla administrativa la labor de cualquier funcionario honesto con real intención de hacer obra para el país; y además convertirse en empleado inestable y precario que puede ser despedido en cualquier momento o cuando una turba manipulada por administrados del sector bloquee una carretera. Por ello, la mayoría de funcionarios merecen reconocimiento por todo el riesgo que asumieron y asumen al ocupar un cargo público de importancia, especialmente en un sector tan complicado.

            Lo positivo de esta confrontación es que los medios de comunicación, por primera vez, han dedicado a la pesca un cantidad de tiempo nunca antes empleada. Lo que debiera motivar a la Sociedad Civil a interesarse más por la explotación de los recursos pesqueros, de los cuales es la legítima propietaria.

domingo, 24 de marzo de 2013

La defensa de la pesquería peruana


Defensa de nuestra pesquería

Una nueva campaña orquestada por industriales harineros, apelando a impresentables operadores que mienten cínicamente y adjetivizan sin control, está propiciando una lamentable controversia sobre la pesca de anchoveta destinada a la fabricación de harina, actividad que no origina beneficios significativos al país, pero que viene depredando y contaminando nuestro mar, posponiendo a la alimentación popular como objetivo primordial.

Juan Rebaza Carpio

Durante los últimos veinte años, se han expedido cientos de licencias para embarcaciones y plantas industriales en forma fraudulenta, incumpliendo la Ley de Pesca, sobreexplotando la anchoveta, sin cálculo ni planificación, para fabricar harina destinada al engorde de animales; tras lo cual se vienen reduciendo las biomasas existentes, obligando a limitar las cuotas asignadas, ocasionando la disminución y alejamiento de las aves marinas, y el descenso en la producción del guano de islas.

Irrumpiendo como supuesto experto en pesca, Alberto Borea Odría, conocido personaje político, afirma sin ruborizarse, que se está permitiendo el desplazamiento de la anchoveta hacia Chile, sin fundamento alguno, más aún cuando se conoce que la Corriente Peruana o Humboldt, circula del sur hacia el norte, y no a la inversa como conjetura. Las Costas Peruanas significan la esperanza de volver a ser la zona pesquera más productiva del mundo, si se respetan las normas de racionalización y ordenamiento del Ministerio de la Producción.
La llamada Corriente Peruana o Humboldt, es una impresionante torrentera de agua fría, proveniente del Antártico, que transporta extraordinarias cantidades de sustancias nutritivas, favoreciendo la gran riqueza de pesca en aguas peruanas. La frialdad y beneficios de la Corriente Peruana, se repite en muy singulares lugares del planeta, como Groenlandia, el Golfo de Benguela, en África, e Islandia; lugares donde también se presentan las amenazas de sobreexplotaciones extractivas.

La masiva existencia del plancton en las costas sur y centro del Perú, originan escasa visibilidad de sus profundidades, por el color verde que invade nuestro mar, diferente a la transparencia de los mares Caribeños, además de que la especial frialdad de las aguas permiten una limpia oxigenación, estupenda energía solar y la gran concentración de nutrimentos.

Condiciones que aprovechan las anchovetas hembras, depositando sus millares de huevos, reproduciéndose en ese ambiente excepcional, y convirtiendo a nuestro país en LA PRIMERA potencia pesquera del mundo, ahora amenazada por un minúsculo grupo industrial, que pretende continuar enriqueciéndose, depredando e infectando el mar sin control alguno.

Una importante zona en el sur, de afloramiento y abundancia de la anchoveta, se encuentra justo dentro del triángulo marítimo, que es motivo del diferendo con Chile, y que en la práctica este país viene usufructuando ilegalmente. Pero definitivamente no existen decisiones ni fundamentos científicos que demuestren favorecimientos a Chile.
Lo que sí se confirma, es el antipatriotismo y perfidia de empresarios, quienes en los años ‘80, vendieron fábricas y embarcaciones a nuestro vecino del sur, fortaleciéndolo en detrimento de nuestra pesquería.

Fuente:


Pobrecita la Sociedad de Pesquería

Difícil de creer en la espontaneidad de tantos súbitos opinadores sobre la pesca de anchoveta que forman parte de la segunda ofensiva contra el DS 005-PRODUCE, sobre todo si se observa de qué manera se han repartido los argumentos que están siendo presentados ante el público.

   Raúl Wiener

Así estamos escuchando que los verdaderos depredadores del mar son las embarcaciones pequeñas y medianas que forman parte de la flota no industrial; también que si no autorizamos a los grandes a llevarse la anchoveta que está cerca de la costa se irá a ser pescada por naves Chilenas; que el Perú debería estar feliz de producir harina en vez de alimentos si por eso se paga más en el mercado internacional; que con las cuotas del año 2009 el mar peruano estaba “ordenado”, porque cada quién tenía su pedazo hasta que llegó Triveño y su DS 005; y que fue el estatismo de los ‘70 el que depredó la biomasa marina por lo que ahora no hay peligro de daño en manos privadas.

Todo esto es perfectamente falso. Pero lo dicen. Una enorme industria basada en unas cuantas empresas que captura casi el 98% de la anchoveta para harina y aceite, pretende que son los otros los que afectan la riqueza marina.

La ley de cuotas favoreció la concentración de la actividad pesquera eliminando a las empresas medianas y menores. Y hoy asistimos a una ofensiva de los barones del mar para reafirmar su poder monopólico.
Y claro que no es verdad que si no matamos lo que nos queda de anchoveta ésta se irá a Chile. Eso por simple física, porque la corriente marina va de sur a norte y los peces no nadan en sentido opuesto. También es una mentira de a kilo afirmar que se puede ganar más con harina que con alimentos.

En realidad lo que pasa es que no se quiere invertir en refrigeración y procesamiento, y se busca seguir ganando en un estatus quo que además paga pocos impuestos. ¿Y los índices de desnutrición en el país?

 Mala suerte.

Obviamente, si el DL 1084 de Rafael Rey hubiera cancelado las disputas por la anchoveta, la pesca negra, las balanzas alteradas, la falsa supervisión, la invasión de zonas prohibidas y la captura de especies jóvenes, no existirían. Pero continúan. Aunque esta vez el reparto es sólo entre unos pocos.

Por cierto que es una falsa historia decir que el mar se depredó en los ‘70, cuando eso ocurrió en la década anterior, con el primer auge de los privados. Finalmente lo que hoy vemos es la repetición de ese drama. Y es de esperar que al presidente y a la ministra no les falle esta vez el pulso para poner a la SNP en su sitio.

Fuente:


Campaña antinacional contra la pesquería

   El exministro de Pesquería, Juan Rebaza, calificó ayer como parte de una campaña antinacional las declaraciones del asesor de los armadores pesqueros del sur del Perú, Alberto Borea, y el abogado de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Aurelio Loret de Mola, contra el decreto supremo 005 que limita la pesca de anchoveta para uso industrial a partir de las diez millas.

Pretenden desestabilizar a la ministra Gladys Triveño y su decreto 005 "

    “Es una campaña antinacional que significa inclusive faltar a la verdad”, dijo y explicó que en los últimos 20 años los empresarios pesqueros se han acostumbrado a trabajar sin control y usando empresas fiscalizadoras como las compañías SGS International y Cerper que eran contratadas por los propios empresarios.
Indicó también que estas empresas y otras han estado acostumbradas a poner a sus propias autoridades. “Te puedo mencionar el caso de Javier Reátegui que fue ministro de Pesquería y terminó siendo un gran empresario pesquero”, dijo.

NIEGAN DEPREDACIÓN

El abogado de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Aurelio Loret de Mola, dijo recientemente que la ministra de la Producción y Pesquería, Gladys Triveño, “le sopla al oído” al presidente Ollanta Humala, información falsa sobre la pesca de anchoveta, lo que estaría generando una crisis en el sector pesquero.
Aseguró que las embarcaciones industriales no están acabando con la pesca artesanal depredando la biomasa ya que, según refirió, éstas solo pueden pescar cuando el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) lo permite.

Triveño defendió la promulgación del decreto supremo 005 que limita la pesca de anchoveta para uso industrial a partir de las 10 millas del litoral peruano e indicó que el trasfondo de la resistencia empresarial a cumplir la normativa tiene que ver con el alza del precio internacional de la harina de pescado.

“No soy la ministra de ocho empresas y la mayor herejía para recibir ataques, es decir que el mar es para todos porque es evidente que los empresarios nos están diciendo que no quieren cumplir con el ordenamiento”, sostuvo.

El decreto supremo 005 reserva cinco millas marítimas exclusivamente para la pesca artesanal (embarcaciones de capacidad de 0 a 10 metros cúbicos), orientada al consumo humano directo, para evitar la depredación del mar.

Ramiro Angulo M.
Redacción

Fuente:



martes, 19 de marzo de 2013

EL MAR PARA TODOS


Una salida para peruanos en la pobreza


El Perú tiene uno de los mares más ricos del mundo y, sin embargo, comer pescado es un privilegio de pocos, pues hoy cuesta 40% más que hace cuatro años. Los niños en Piura y Ancash siguen sufriendo de desnutrición, mientras que su mar cuenta con los recursos que necesitan para su desarrollo. La industria atrae la atención de inversionistas, entretanto buena parte de los 44 mil pescadores artesanales ganan menos de S/500 mensuales.

Los 30 millones de peruanos – dueños del mar del Perú – merecen más del sector pesquero nacional. La riqueza del mar debe llegar a la mesa de las familias a precios asequibles y beneficiar la economía de los pescadores artesanales.  Para que esto ocurra, hay que proteger a la anchoveta – en las diez millas que el Gobierno ha reservado para los pescadores artesanales y los de menor escala – porque esta es el alimento que asegura que especies como la lorna, el jurel, la merluza, el bonito, la caballa, el bagre, la corvina, el lenguado, el perico, entre otras, crezcan y se multipliquen.

Proteger a la anchoveta en las diez millas también es bueno para la industria pues asegura la sostenibilidad del recurso. Hacerlo liberará el enorme potencial acuícola del país, que hoy pasa inadvertido. El Perú no participa significativamente en el segmento más importante del sector pesquero mundial (pescados, crustáceos y moluscos), un mercado con un tamaño de más US$100 mil millones por año y que en promedio crece 7% anualmente. La industria harinera, en lugar de integrarse con empresarios acuícolas para forjar el liderazgo del Perú en esa categoría, está ayudando a otras potencias a consolidarse en el segmento acuícola.

Los números son elocuentes: hoy se paga por derechos de pesca US$12 por tonelada de harina y luego se vende a US$2,000, lo cual genera un gran negocio particular. Esa tonelada de harina son 4.5 toneladas de anchoveta cuyo valor transformado para el consumo, en la acuicultura y como alimento de otras especies, podría aumentar el valor obtenido hasta US$4,000 pero esta vez repartido entre pescadores artesanales, de menor escala y consumidores peruanos.
Equiparar la cancha podría aumentar el valor del sector sobre los US$2,500 millones; hoy está en US$3,800 millones. Así de enorme es el potencial del mar del Perú.
¿Cómo convertir ese potencial en realidad? ¿Cómo recuperar el mar para todos los peruanos y sus familias?

Primero, el manejo de políticas públicas que afectan el sector debe seguir modernizándose con una legislación de vanguardia y una supervisión de clase mundial. Su objetivo principal debe ser asegurar la sostenibilidad y el uso eficiente de los recursos pesqueros y el acceso a ellos de todos los peruanos.

Segundo, hay que salir de la trampa del corto plazo. Se trata de dejar en el pasado el modelo de crecimiento centrado en una sola pesquería y donde la mayor protección tiene que ver con la próxima cuota. La industria puede abrazar una nueva forma de hacer empresa en el sector pesquero. Los peruanos merecen un sector con empresas responsables, modernas, eficientes, comprometidas con generar cadenas de valor que fomenten la redistribución de oportunidades y que respeten la regulación.
No salir de esa trampa del corto plazo ha costado a otros países la sostenibilidad de sus recursos y eso explica la tendencia mundial hacia la reducción de los niveles de extracción y el crecimiento de la acuicultura. Han depredado sus mares.
En el Perú, el rostro de esa trampa son los miles de pescadores a lo largo del litoral que no encuentran en la pesca el sustento para sus familias, debido a la presión que se ha hecho sobre el mar, y tratan de refugiarse en otras actividades como la extracción de algas, sin darse cuenta de que muchas especies desovan en los varaderos de algas. Como resultado de ello, la afectación al ecosistema es mucho mayor, pero la desesperación es grande.

Tercero, hay que superar las prácticas asociadas a la pesca de juveniles, a dejar envejecer las multas, a desactivar el control satelital para entrar en zonas de reserva, entre otros que han multiplicado las sanciones existentes para la industria y que hoy están judicializadas. Pero los empresarios de menor escala también tienen la oportunidad de dar el salto y participar mejor en el mercado. Para ello, tendrán que dejar de sacarla la vuelta a las normas o desviar su pesca hacia otros objetivos.

Cuarto, todos los peruanos, desde nos toque actuar, debemos unirnos para proteger ese recurso, que puede ser el boleto de salida para peruanos que hoy están atrapados en la pobreza.

La opinión pública merece ser alertada de que no se trata del Decreto Supremo 005 o de una franja en el mar. Lo que está ocurriendo es que mientras el futuro para todos los peruanos está tratando de abrirse paso, hay quienes se aferran al pasado.

Gladys Triveño
Ministra de la Producción

Fuente:
Diario El Comercio del 18 de marzo 2013

NOTA DE PESCA

Esta declaración de la Ministra, hecha pública a través del Diario El Comercio, es un actitud totalmente inédita en la historia de la pesquería peruana. Por un lado representa la afirmación pública y valiente de una nueva corriente de opinión al interior del gobierno que pretende transformar una situación de fondo que ha dominado por décadas al sector pesquero. Por otro lado la Ministra transmite el sentir del pueblo peruano que exige y necesita una pesquería más participativa e inclusiva, concordante con el mensaje Presidencial.

Si esta nueva línea de manejo de la pesquería peruana cuenta con el absoluto respaldo de Palacio de Gobierno a la gestión de la ministra, se abre la posibilidad de que de aquí al 2016 la pesca en el Perú sufra una verdadera transformación y se desplace el eje del poder, del administrado, hacia el Ejecutivo, quien representa los intereses del pueblo peruano.

Tradicionalmente, de una forma u otra,  un importante sector de los administrados ha tenido influencia y manejo relevante en la administración de la pesquería, constituyendo factor importante en el estado actual de la misma, que es eminentemente poco inclusiva y poco distributiva. Se evidencia la intención de este gobierno por trasladar el poder al legítimo administrador de los recursos pesqueros, que es el Ministerio de la Producción.

lunes, 11 de marzo de 2013

La pesquería peruana en la agenda de Palacio de Gobierno


El presidente Ollanta Humala defendió el Decreto Supremo 005-2012 –que limita la pesca de anchoveta para uso industrial a partir de las 10 millas–, y rechazó que se esté beneficiando a la industria chilena de este recurso alimenticio con la medida, como sostienen algunos inversionistas.

“Reconocemos el sacrificio de los pequeños pescadores y la irresponsabilidad de las grandes empresas que han depredado la anchoveta. Si no hay anchoveta es porque la han depredado, y ese juego de decir que ‘se va para Chile’ está trillado y falto de sentido, porque el Gobierno no está interesado en fortalecer a Chile”, dijo.

El jefe de Estado dijo el citado dispositivo forma parte del reordenamiento del sector pesquero y advirtió que la anchoveta es una de las especies que está en peligro de extinción por la irresponsabilidad de la gran pesca.

“No se trata de buscar una solución de corto plazo, sino una política de Estado para la defensa de la pesca y que el Perú se vuelva a convertir en una potencia pesquera”, anotó.

Consultado sobre la falta de vigilancia en la frontera marítima con Chile que denunciaron pesqueros peruanos, Humala dijo que la Marina actúa con mucho profesionalismo. “Tenemos que actuar con prudencia, incluyendo los medios de prensa”, dijo.

Fuente:


“No se trata de buscar una solución de corto plazo, sino una política de Estado para la defensa de la pesca y que Perú se vuelva a convertir en una potencia pesquera y no sólo en quemar anchoveta para alimentar animales en otros países, cuando tenemos que alimentar con anchoveta a nuestros hijos”, refirió.

En ese sentido, Humala Tasso instó a que todos defendamos la anchoveta, que es depredada por la “gran pesca”. Por ello, añadió, se redujo a menos de la mitad la cuota de pesca de esta especie marina, “porque ya no hay”.

“(La grandes empresas) la cosechaban en el mar y luego la tiraban porque era pesca juvenil, y para que no las multasen en la costa la botaban en alta mar y eso provocó que la anchoveta peruana estuviera en peligro de extinción”, aseguró el Mandatario.

Por ello, refirió que esta situación afecta al Gobierno, a los pescadores artesanales e incluso “a quienes no tienen pesca”, e hizo un llamado para trabajar en una política en la que “todos actúen con responsabilidad”.
“Y el Gobierno está actuando con responsabilidad, tomando en cuenta la morfología del zócalo continental, la situación del sur, y por eso hay decretos que se han venido expidiendo. La ministra (de la Producción) ha venido en varias oportunidades para hablar (con los pescadores)”, explicó.

El Jefe del Estado dijo a los medios que el Gobierno reconoce el sacrificio de los pequeños pescadores, pero también sabe de la responsabilidad y corrupción de las grandes empresas que depredaron la anchoveta en el mar peruano.

El Ejecutivo ha emitido los decretos supremos 005-2012 y 001-2013 con la finalidad de proteger la reproducción de las especies hidrobiológicas dentro de las cinco millas marinas de Perú.

Fuente:


Nota de Pesca

La sociedad civil peruana escucha por primera vez un comentario enérgico en relación a la pesquería por parte del Presidente de la República. La definición de una Política de Estado, largamente reclamada por la Revista Pesca durante mucho tiempo, encuentra en este breve comentario una esperanza de que por fin el Estado peruano prestará atención a los grandes problemas de un sector urgido de ser incluído en la agenda nacional al más alto nivel, no solo para atender requerimientos de la industria, sino de la pesca artesanal y de todos los ciudadanos peruanos que ven como la proteína de sus recursos pesqueros se deriva hacia el extranjero sin considerar las necesidades del mercado nacional. 
Hasta ahora todos los intentos de reformas estructurales de dos de los ministros de la Producción de este régimen nunca habían tenido un pronunciamiento de Palacio de Gobierno. Esta oportuna reacción del Estado merece el pronunciamiento de la sociedad civil peruana que tiene el derecho a ser incluída en la bonanza pesquera. 

jueves, 7 de marzo de 2013

Las cifras de la pesca en Perú 1998 - 2012


Tradicionalmente las cifras del sector pesquero, en lo concerniente a las exportaciones, son ampliamente difundidas por los medios de comunicación.

Para que el país pueda formarse una opinión propia sobre la trascendencia de estas exportaciones, es necesario que también se publique y difunda toda la información derivada de la exportación de productos hidrobiológicos: contribuciones por impuesto a la renta, por derechos de pesca y canon pesquero.

Lamentablemente estas últimas carecen de la difusión debida. Este suplemento de la revista Pesca muestra en forma objetiva y numérica dicha información tomada de las fuentes oficiales: Sunat, Produce y MEF para que la estadística pesquera esté completa y permita mejorar la percepción de la Sociedad.

Léalo en el siguiente link:


domingo, 3 de marzo de 2013

La responsabilidad social del Estado en la pesca


La oferta de U$ 556 millones hecha por China Fishery Group (CFG) para comprar las acciones de COPEINCA y la de la coreana Dongwon Industries para hacer lo mismo con pesquera DIAMANTE por la que pagaría entre US$600 y US$800 millones, nos grafica el atractivo y paradisiaco escenario en el que se mueven los grandes empresarios dedicados a esta actividad extractiva, como es la pesca.

¿Cómo no va a ser atractiva esta actividad que genera millones de dólares de ganancias al año, con el trato privilegiado que le brinda el Estado, que pone a su disposición un recurso natural que es de todos los peruanos y por el cual solo exige a cambio el pago de una ridícula tasa por derechos de pesca?

¿Estamos todos los peruanos conformes con el comportamiento social del Estado en cuanto a fijar las reglas justas y equitativas a todos los actores involucrados en esta actividad extractiva? ¿Es justo que se defina el futuro de la pesca en comisiones en las que participan solamente el Estado y los que se benefician de ella, es decir los armadores e industriales pesqueros?¿Pueden nacer normas nacionales pesqueras con principios de justicia de la unión de estas dos voluntades? ¿Por qué no participan quienes se perjudican?¿Participa la sociedad civil en representación de quienes somos dueños de este patrimonio de la nación que enriquece a unos pocos y administra muy mal el Estado?  ¿Se exige compensación a quienes nos trasladan todo el pasivo ambiental y causan daños irreversibles a nuestras reservas naturales que deberían garantizar nuestro futuro alimentario? ¿Están debidamente representados los pescadores activos y jubilados por probos dirigentes que definan con convicción el futuro de miles de familias que dependen de esta actividad laboral? 

No es casualidad entonces ver por un  lado a un grupo empresarial chino con U$ 1,020 millones en la billetera dispuesto a comprarse a un pulpo empresarial pesquero como COPEINCA sin un mínimo  asomo de preocupación por las débiles políticas tributarias y de control ambiental de nuestro irresponsable Estado, y por el otro a pescadores activos con su remuneración fijada en 22.4% como participación de pesca en una norma que se pisotea y que no se respeta; pescadores jubilados agobiados con 39 meses de sus ínfimas pensiones impagas; y organizaciones sociales reclamando la contaminación de sus playas, sus aires  y el riesgo de su salud por normas ambientales que no se cumplen ni sancionan. ¿Dónde está la responsabilidad social del Estado? Ojo que no estoy en contra de la inversión privada nacional o extranjera, solo me preocupa la débil participación del Estado en su tarea de protección a sus recursos y a quienes les pertenecen. Se necesita en estos momentos en que la biomasa del recurso anchoveta está en disminución, que el Estado dicte reglas claras en cuanto al pago justo y trato digno a quienes participan en la extracción y el procesamiento de nuestros recursos hidrobiológicos, en un estricto cuidado del medioambiente con sanciones drásticas,  y en el desarrollo  de acciones concretas para aprovechar los recursos pesqueros como armas para enfrentar a la alta desnutrición que exhibe nuestra región.

Para que reaccione el Estado, hace falta la exigencia de los actores principales. Es necesario que los pescadores activos dejen sus discrepancias de lado y se unan, que los pescadores jubilados no agoten sus esfuerzos caminando en direcciones diferentes con dos proyectos acerca de su futuro pensionario y encuentren consenso, que la sociedad civil abandone su marasmo y participe exigiendo la compensación al empresariado pesquero por el daño que causa al ecosistema marino y a su medio ambiente con un real justiprecio y no solo con un irrisorio pago por derechos de pesca.

Hay que aprovechar la buena voluntad de la ministra Triveño en ordenar el sector y preservar el recurso. Ahora hace falta  involucrar  a los demás ministerios en la verdadera tarea de protección social que debe asumir el Estado en la actividad pesquera.

POR: CÉSAR CÓRDOVA PONCE