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jueves, 28 de marzo de 2013

Revista Pesca: editorial abril 2013


La compleja maraña de normas vigentes para la regulación del sector pesquero ha contribuido a crear un negocio atractivo cuyas cifras son constantemente expuestas en esta revista y cuyo balance es negativo para el país y la sociedad civil.

            Modificar ese estatus de privilegio injusto es la principal motivación que debe tener quien aspira a los cargos de administración del sector. La naturaleza de los motivos que cada quien expone para pretender ser mejor que la(s) autoridad(es) de turno es cosa que nadie puede saber con certeza.  Es evidente, en la guerra desatada este mes, por parte del sector privado, la inexistencia de propuestas de programas con objetivos coherentes e indicadores adecuados.

La crítica  sesgada y direccionada contra una u otra norma específica  trasluce defensa de intereses puntuales. El gran motivador de esta corriente de oposición al cambio, que encuentra en las debilidades de las autoridades de turno la materia prima adecuada para fortalecer la crítica, ¿es realmente la aspiración por llegar a tener una pesquería sustentable y justa o el interés por mantener un estatus que hace a la industria de anchoveta altamente rentable?

            La utilización de los medios de comunicación para exponer problemas y quejas derivadas del rechazo a normas, ha conducido al país a ser espectador inusual de un conflicto que, por el lado de los administrados llegó al ataque personal, al chauvinismo y a al apasionamiento antes que a la objetividad.

            ¿Qué se pretende al llevar esta polémica al pueblo peruano?  ¿Se pretende intimidar al Estado, que en ocasiones anteriores por temor a la prensa y a las reacciones de la población ha cedido a las exigencias del sector?  ¿Pretende poner como árbitro a un público con escaso conocimiento y poco interés en el sector y ya de por sí con opiniones divididas en cuanto al negocio de la anchoveta?

            La Ministra ha demostrado serenidad y objetividad y ha afirmado el principio de autoridad respaldada por el Presidente de la República en una serie de eventos inéditos en la historia de la pesquería peruana. La discusión no debió llegar al nivel de agravios, insultos, mentiras, desinformación e intentos de intimidación. Debe haber  voluntad de concertación y entendimiento; pero partiendo del principio del respeto y desprendiéndose la industria del mal hábito de la manipulación y la imposición de sus  intereses en varias formas. La participación del Jefe de Estado nos  lleva a otro escenario, hasta ahora por lo menos.

            El debate debe tener el sólido soporte de una voluntad moral y ética por alcanzar reformas basadas en criterios de justicia que conduzcan a un negocio en el cual toda la sociedad participe en forma justa e inclusiva. Es imperativo actuar en base a principios, ética y moralidad, así como entender que la democracia fue concebida para gobernar con justicia en beneficio de las mayorías.

            El actual gobierno, a través del PRODUCE (con excepción del período oscuro), ha demostrado vocación de servicio y voluntad de emprender reformas importantes, lo cual es inusual en la historia de la pesquería peruana. Sin embargo, será decisión de Palacio de Gobierno, apoyar la gestión  que defina el rumbo definitivo del cambio estructural que se requiere, en la medida que asuma como propia  esta necesidad, así como en la medida que la administración supere sus debilidades de gestión, que fundamentalmente son de inexperiencia en el sector. No es suficiente ser honesto y un buen gestor público.   

            Aquél que acepta un cargo público con buena voluntad, tiene que asumir toda la crítica maldiciente de diversas fuentes, resistir presiones y lobbies procedentes de todas las esferas; enfrentarse a trabajar en un sistema  diseñado para convertir en una pesadilla administrativa la labor de cualquier funcionario honesto con real intención de hacer obra para el país; y además convertirse en empleado inestable y precario que puede ser despedido en cualquier momento o cuando una turba manipulada por administrados del sector bloquee una carretera. Por ello, la mayoría de funcionarios merecen reconocimiento por todo el riesgo que asumieron y asumen al ocupar un cargo público de importancia, especialmente en un sector tan complicado.

            Lo positivo de esta confrontación es que los medios de comunicación, por primera vez, han dedicado a la pesca un cantidad de tiempo nunca antes empleada. Lo que debiera motivar a la Sociedad Civil a interesarse más por la explotación de los recursos pesqueros, de los cuales es la legítima propietaria.

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