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lunes, 16 de diciembre de 2013

SIGUE LA LUCHA, LA SOCIEDAD CIVIL SOLO MIRA

POR: CÉSAR CÓRDOVA PONCE

Se ha publicado el 14 de diciembre, el Decreto Supremo 011-2013-PRODUCE, el mismo que mantiene el espíritu del D.S. 005-2012-PRODUCE que es el de preservar las primeras 10 millas marinas como área de reproducción de la anchoveta y demás especies que van a las mesas populares, y reservarlas para la pesca destinada para consumo humano directo.  

Se cuestionó la ausencia de evidencias científicas y socioeconómicas en la dación del D.S. 005 y se plantearon demandas contra PRODUCE, todas ellas a través de la misma Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) y por las organizaciones que tiene bajo su poder, es decir por la Asociación de Armadores de Nuevas Embarcaciones  Pesqueras (AANEP) y por su brazo sindical pro patronal llamado Sindicato único de Pescadores de Nuevas Embarcaciones del Perú (SUPNEP).

Como efecto de estas acciones legales, el Poder Judicial emitió un fallo declarando inconstitucional el numeral 2 del artículo 2 de dicha norma, y la ejecución de su sentencia (permitiendo el ingreso de las embarcaciones industriales a partir de la milla 5),  debería darse el 15 de diciembre, plazo que le otorgó a la instancia competente (PRODUCE) para que pueda emitir una nueva norma jurídica. La oportuna publicación del D.S. 011 enmienda la forma legal e incluye en sus considerandos las evidencias científicas y socioeconómicas que adolecía el D.S. 005 y que exige el Art. 9 de la Ley General de Pesca, y se ha logrado poner a buen recaudo las primeras 10 millas marinas, fuera de la acción voraz y depredadora de la flota industrial harinera.

La  lucha legal y mediática de PRODUCE seguirá, sin duda alguna, en el sector industrial; pero otro frente en donde se libra una encarnizada batalla es en el de  menor escala y desgasta también a la ministra Triveño y al equipo de asesores que la acompañan, puesto que las normas para instalar orden en este sector (en donde la informalidad y el desvío de la anchoveta a la harina ilegal ha creado un poderoso grupo económico), colisionan frontalmente con autoridades regionales e inescrupulosos empresarios harineros que conviven en la corrupción, y con medios desinformados o contratados para defender esos viles intereses que se nutren del desorden y la informalidad creados a partir de la Resolución Ministerial 100-2009-PRODUCE firmada por la ex ministra Elena Conterno, hoy presidenta de la SNP.

Este escenario nada favorable a la encomiable y valiente voluntad de la ministra Triveño, se puede apreciar en discursos hipócritas de los representantes de este sector, que aplauden las normas que se dictan contra el desorden y privilegios en el sector industrial, pero rechazan las que se dictan buscando la formalidad y el debido control en el sector de consumo humano directo. Con esa conducta, la ministra pasa rápidamente de valiente a incapaz o viceversa.   

Otro factor que la ministra tiene en contra, es una verdad que, aunque duele admitirlo, no tengo temor en decirlo: La sociedad civil está acostumbrada a mirar y callar. La cobardía es más fuerte que su indignación.

De que hay mucho que hacer en el sector de pesca de consumo humano directo, no cabe la menor  duda, tanto en infraestructuras físicas como en la optimización del aprovechamiento de  los recursos marinos, pero primero hay que acabar con la corrupción instalada en ese sector.

Las normas que dicte PRODUCE en esa dirección no son suficientes, sino participa la sociedad civil en su conjunto acudiendo en su defensa. ¿Qué más puede hacer una ministra en representación de 30 millones de peruanos, si éstos permanecen callados e indiferentes?


No se puede diseñar un mejor futuro para la pesca peruana, si permitimos que siga atrapado en un presente corrupto, con una sociedad civil indiferente y con un discurso hipócrita de quienes lucran del desorden actual.