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viernes, 30 de agosto de 2013

REVISTA PESCA EDITORIAL SEPTIEMBRE 2013

Casi a la mitad del mandato del actual gobierno, el sector pesquero peruano puede dejar de esperar grandes reformas de fondo en el sector. Si bien es cierto la actual administración ha marcado un hito histórico al haber enfrentado, sin ceder, al poder tradicional que ha ejercido la industria en el manejo de la pesquería, involucrando al propio presidente de la República, debe reconocerse que no ha implementado un cambio sustancial en los temas principales. Un simple decreto supremo, como es el caso del DS 005 generó un largo debate y un desgaste innecesario que se detuvo allí mismo. Es una norma importante pero imperfecta que lo que ha generado es una inmovilización de la autoridad sectorial. Después de la guerra desatada por el mismo, todo se silenció. Los medios perdieron interés, los administrados decidieron esperar que termine la gestión y el Estado se quedó estático. Pero por primera vez fue el Gobierno quien puso la agenda y no los medios.

            En primer lugar el plan de gobierno no tenía objetivos estratégicos claros para el sector, aunque es usual en el país que dichos documentos son tan solo para comprar votos y no constituyen realmente una agenda de gobierno. En segundo lugar, no existe una política de Estado que marque un rumbo para el largo plazo. En tercer lugar, la política de gobierno diseñada por el Ministro Burneo, que fue el primer titular del pliego de la Producción y expresada a través de un Plan Estratégico Multianual, no ha tenido una continuidad visible y al parecer la actual administración carece de mayor interés en el mismo. Sin embargo tampoco diseña un nuevo plan, aunque esto último sería absurdo en un escenario de tan corto plazo para el término de su mandato.

            En la historia de la pesquería peruana de los últimos 20 años, ninguna administración o partido político ha tenido voluntad para prestar atención a la problemática pesquera, dejando su manejo a los propios administrados a través de múltiples mecanismos de intervención y manipulación.

            Este es el escenario que enfrentan los interesados en acceder al poder en el 2016. Si el país tuviese la suerte de contar entre los candidatos o partidos que disputarán por el poder en las próximas elecciones, voluntad política para introducir reformas pesqueras, es momento de que vayan diseñando programas efectivos de gobierno, e ir formando cuadros y equipos que participen en la implementación de dichos planes una vez conseguido el acceso al poder.

            De otra manera, la pesquería peruana seguirá siendo más de lo mismo y el poder fáctico recuperará su poder para disfrutar del beneficio propio de la bonanza pesquera, sin que la Nación participe debidamente de la misma. A menos que los ciudadanos peruanos tomen conciencia de la importancia de la pesca y empiecen a movilizarse para demandar las reformas que son necesarias.
           

Marcos Kisner Bueno

lunes, 12 de agosto de 2013

SNP: Pesca industrial en el sur cayó 85% y se perdió US$ 200 millones en exportaciones

Balance del primer semestre prueba que “mover la pesca industrial a la milla 7 -impulsada por el Gobierno- tiene efectos devastadores”, dijo el gremio pesquero. “Monto hubiera evitado la caída drástica de las exportaciones”.

Si bien en el mes de julio la captura de anchoveta estuvo en buen nivel en la región sur del Perú, en el acumulado enero–junio la actividad industrial estuvo paralizada -según el propio Imarpe-, con una caída de 85% frente a similar periodo del 2012, resaltó la Sociedad Nacional de Pesquería.

Explicó que en el sur, sobre todo en los periodos más cálidos (noviembre–mayo), la anchoveta se pega a la costa, con lo cual “la medida de mover la pesca industrial a la milla 7 tiene efectos devastadores”. El gremio se refirió al reordenamiento pesquero emprendido por el Ministerio de la Producción, el cual aducen que favorecería a la pesca chilena.

Frente a una pesca promedio de 295,000 toneladas en los periodos enero–junio en el sur entre el 2009 y 2012 -indicó el gremio-, durante este año solo se pescó 42,000, registrándose una diferencia de 253,000 toneladas.

“Ello equivale a US$ 200 millones en exportaciones, que de haberse realizado habrían evitado una caída tan drástica de las exportaciones peruanas en lo que va del año”, aseguró en su boletín “Aportes al debate en pesquería”.

“Si no se hace una corrección, esta situación se repetirá en el periodo noviembre 2013–mayo 2014”, criticó.

Fuente:


NOTA DE PESCA: 
Las exportaciones peruanas se redujeron en 200 millones de dólares. Es una expresión que infunde alarma y culpa a la autoridad de pesquería.

Pero la información completa debería ser que: es la industria pesquera quien dejó de exportar 200 millones de dólares quedando "devastada" y no el país. De esos 200 millones ¿cuánto perdió el Perú en IGV y renta dejada de percibir? Debería precisarse, porque a la vista de las estadísticas continuamente publicadas, lo que el país ha perdido en términos de dólares es muy poco, si consideramos además la devolución del IGV que cobra el sector exportador.

También debería decirse cuánto ha mejorado la salud del ecosistema por esa menor extracción de anchoveta. 

Pero como eso no genera cifras alarmistas ni está debidamente cuantificada, y la autoridad científica no lo dice, simplemente no se menciona.

Finalmente no todo se puede medir en términos de exportación y la información no debe ser dirigida en ese sentido nada más. El problema es que los medios solamente dan la noticia en el sentido que le conviene a la industria sin analizar el impacto completo para el país.

En los siguientes links se encuentran comentarios precisos al respecto: