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sábado, 28 de enero de 2012

Editorial Revista Pesca Febrero 2012

La responsabilidad de la conducción del país recae en el Presidente de la República, elegido por voto popular. Basado en esa autoridad, designa a los Ministros, que son los titulares de Pliego responsables de ejecutar las políticas de Estado definidas en la oferta electoral por el partido ganador, del cual el Presidente es el líder.

  Esta edición analiza, desde una perspectiva singular, el impacto que causa la política nacional en el sector pesquero.

  Los cargos de confianza que significan ministros y viceministros devienen  en empleos de suma importancia para la conducción política del país.  Sin embargo, cabe cuestionar las razones por las cuales algunos aspiran y pugnan por ocupar esos cargos, aún sabiendo la temporalidad y precariedad de los mismos. ¿Vocación de servicio?  ¿Vanidad y ansia de poder? ¿O intereses comerciales y personales?

  El tema fundamental en la pesquería peruana ha sido, es y será, la debida y justa contribución de la industria, a fin de que el Estado disponga de los recursos económicos necesarios para la inversión en investigación, modernización de la pesca artesanal e infraestructura. Ello implica compromiso de la Presidencia de la República y voluntad política para actuar. Ministros sin respaldo político del más alto nivel corren el riesgo de ser de derrumbados por el poder fáctico, como presumiblemente ha ocurrido recientemente.

   Es Palacio de Gobierno  quien tiene que asumir el liderazgo de emprender las reformas necesarias para la pesca en el Perú.

   Se espera que el Ministro del Sector tenga un mínimo de tiempo garantizado que le permita administrar el sector con el mínimo de rotación posible de funcionarios. Pero ocurre que el empleo temporal de Ministro, viceministro o director, va  más allá de ser temporal y se está convirtiendo en precario.

  En un escenario donde el cambio de Ministro, que implica una rotación de todos los cargos directivos de confianza, no tiene un plazo determinado, el sector se sumerge en una incertidumbre tal que aleja la posibilidad de que personas de calidad acepten empleos en la administración e incrementa la probabilidad de no introducir las reformas necesarias.

   Trabajar o invertir en medio de una administración que tiene un plazo de vida corto, incierto o indefinido, implica un riesgo alto y un costo personal innecesario.Bueno


miércoles, 25 de enero de 2012

La crisis del jurel. El informe de IDL Reporteros

El Perú es la segunda potencia pesquera mundial, sólo superada por China. En el destartalado puerto de Chimbote, el mayor del país, se descarga más pescado en un año que lo que toda la flota española captura en ese mismo periodo.

El análisis exhaustivo de más de 100.000 descargas entre 2009 y la primera mitad de 2011 halló que la mayoría de las compañías peruanas que elaboran harina de pescado sistemáticamente hacen trampas en la mitad de los desembarques. En algunos casos, declaran capturas por un valor inferior al 50 por ciento del real.

Este fraude permite a las compañías pescar más de lo autorizado por las cuotas establecidas, además de darles la posibilidad de evadir el pago de impuestos y de los aranceles establecidos por tonelada, o de abonar menos salario a los pescadores que reciben un porcentaje sobre las capturas.

El problema no radica exclusivamente en la sobrepesca del jurel, sino también en la sobreexplotación de la anchoveta, un pez que se parece a una sardina con el tamaño de una anchoa y que es un recurso fundamental para elaborar las harinas de pescado usadas en la acuicultura.

La anchoveta peruana es la mayor pesquería mundial. Si las exportaciones de harina de pescado son un gran negocio en Chile cerca de 535 millones de dólares anuales, en el Perú representan el triple de ese valor: 1.600 millones de dólares al año.
Lea el informe haciendo en el siguiente enlace:

http://www.revistapescaperu.com/index.php/sabia-usted/436-jurel-crisis-idl

DESAPARECE EL JUREL DEL PACÍFICO SUR

DESAPARECE EL JUREL DEL PACÍFICO SUR, Y OTRAS ESPECIES PODRÍAN SEGUIR

En sólo 20 años, los stocks de jurel se redujeron de aproximadamente 30 millones de toneladas a menos de 3 millones. Una investigación sobre la industria pesquera en el Pacífico sur realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que abarca ocho países, muestra que este fenómeno podría anunciar el colapso progresivo de las poblaciones de peces en los océanos del mundo.

Para Daniel Pauly, oceanógrafo de la Universidad de Columbia Británica, el jurel del Pacífico sur es un indicador alarmante.

“Es el último de los búfalos -advierte el científico a iWatch News-. Cuando hayan desaparecido, habrá desaparecido todo… Es el fin.”

Delegados de al menos 20 países se reunirán la semana próxima en Chile para participar en el encuentro anual de la Organización Regional de Gestión Pesquera del Pacífico Sur (ORGPPS), donde analizarán opciones para frenar la sobrepesca.

Los científicos calculan que entre los años 2006 -2011, los stocks de jurel disminuyeron un 63%. La convención de la ORGPPS precisa ocho firmas para ser vinculante, pero hasta el momento tiene sólo seis.

En septiembre pasado, científicos de la ORGPPS acordaron establecer un límite de 520.000 toneladas. Pero Cristian Canales, investigador ictícola del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) de Chile, considera que la cifra más segura sería de 250.000 toneladas. Y varios expertos que disienten con esta visión, quieren prohibir totalmente durante cinco años la pesca de jurel.

Según la práctica internacional, los barcos pueden pescar lo que deseen en las áreas que no están gobernadas por acuerdos ratificados.

No obstante, la Unión Europea (UE) estipula que los barcos de los Estados miembros deben cumplir las medidas interinas de la ORGPPS y los países de la UE deben dividir una cuota anual colectiva de la especie.

Pero los armadores encuentran la manera de no cumplir con las normas. El trasbordo en alta mar también socava los esfuerzos de sustentabilidad.

Los chilenos pescaron más de 4 millones de toneladas de jurel en 1995, ocho veces más que la cantidad que los científicos de la ORGPPS consideran sustentable para 2012. Desde 2000 a 2010, Chile descargó el 72% de todo el jurel en el Pacífico sur.

En 2009, el IFOP propuso un recorte marcado a 750.000 toneladas, según Oceana. Pero cuando la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) aumentó la captura a 1,4 millones de toneladas, el Consejo Nacional de Pesca lo aprobó.

Perú, la segunda nación pesquera más importante del mundo, después de China, también teme por el futuro de la anchoveta, una fuente crucial de harina de pescado para la acuicultura, que sostiene la pesquería más grande del mundo.

De acuerdo con Roberto Cesari, enviado principal de la UE en la ORGPPS, recién espera la ratificación para 2013. El año pasado, la ORGPPS recortó voluntariamente las cuotas en un 40%, pero China, entre otros países, no adhirió a esta medida. Más tarde resolvió reducir su cuota en un 30%.

El oceanógrafo Pauly opina que esta tendencia no cambiará a menos que una potencia importante –la UE o Estados Unidos- asuma una postura firme a ese respecto.

“Alguien tiene que tomar la iniciativa, y otros lo seguirán”, asevera.

http://fis.com/fis/worldnews/worldnews.asp?monthyear=&day=26&id=49386&l=s&special=&ndb=1%20target=

jueves, 12 de enero de 2012

PRESUPUESTO Y EFICIENCIA EN LA GESTION PUBLICA PESQUERA


LAS CIFRAS

La ejecución presupuestal del sector Producción de los últimos once años constituyen una ecuación fría y objetiva de la eficiencia de la administración pública referida en este caso puntual a la pesquería.

Más allá de presupuestos pobres, de contribuciones inadecuadas de la industria, y de ratios cuestionables, el hecho evidente es que la eficiencia en la ejecución del presupuesto tiene niveles deficientes.

Podría utilizarse ese argumento para juzgar que el sector no necesita de más presupuesto ni contribución de la industria pesquera en vista de la pobre capacidad de gasto demostrada; pero eso sería un análisis relativo e injusto. Más allá de que puede haber argumentos que justifiquen la pobre ejecución presupuestal, no se debe dejar de lado la cuestión ética y moral del debido aporte de la industria pesquera para con la sociedad civil por la extracción de recursos naturales.

En un Estado debidamente organizado, con una política definida y con la adecuada voluntad política de ejecutarla, cristalizado en un documento técnico de gestión como el Plan Estratégico Sectorial Multianual, que define objetivos, indicadores y metas para todo el quinquenio de gobierno, lo único que compete a los Titulares  de Pliego es dedicar su gestión al cumplimiento de sus Planes Estratégicos y Operativos, puntualizando su acción y control en la eficiente ejecución del presupuesto.

Sería lo adecuado que los equipos que desempeñarán la gestión pública no tengan un alto índice de rotación sino que sea el menor posible a fin de formar grupos de trabajo expertos e identificados con las metas diseñadas por la voluntad del gobierno de turno.

La máxima expresión de eficiencia sería que las políticas fuesen de largo plazo y sean continuadas por los gobiernos sucesivos, de tal modo que las metas que no pueden alcanzarse en el corto plazo se continúen para alcanzarse en los plazos adecuados.

La estadística de los últimos once años evidencia no solamente poca eficiencia en el gasto público sino ausencia de políticas, de planes y objetivos que se agravan con una excesiva rotación de funcionarios. Cada vez que se cambia al Titular del Pliego, este movimiento genera relevos de casi todo el equipo lo que contribuye alarmantemente a pobres niveles de eficiencia en el  planeamiento y ejecución del gasto.

Los políticos que asumen la cartera de Producción y de Pesquería no están obligados por norma alguna a continuar los planes (si los hubo) de su predecesor, lo que sumerge a la pesquería en una suerte de nave sin rumbo en un océano donde cada vez hay menos peces, mientras la población reclama cada vez mayor proteína y mayores fuentes de trabajo.

La meta principal en el sector, como mínimo, es trabajar para asegurar la eficiencia en la ejecución del gasto presupuestal. Esto implica capacidad de liderazgo y de gestión no solo del Titular del Pliego sino en los directores, que son los responsables directos de la ejecución.

Crear impacto en los medios de comunicación se ha venido convirtiendo en factor casi determinante del accionar y agenda de los funcionarios que desempeñan cargos de confianza, por cuanto una de las principales metas, al parecer, es conseguir una imagen mediática lo más aceptable posible para mantenerse en el cargo. Esta inclinación, generalmente, va en desmedro del trabajo eficiente y productivo, por cuanto se busca prioritariamente la aceptación de los medios y de los agentes del sector antes que ejecutar una política pública que podría significar granjearse enemistades y animadversiones de sectores minoritarios, entendiendo que se administra para beneficio de las mayorías.

En los últimos once años el sector Producción ha dejado de ejecutar casi 340 millones de soles, lo que deja mucho que desear de la eficiencia de sus funcionarios. Esta cifra es casi la mitad de la que se requiere para adecuar la infraestructura pesquera artesanal a la norma sanitaria y además ponerlos en óptimas condiciones operativas.

LA RAZONES POLITICAS

Cabe preguntarse si una de las razones es la alta rotación de funcionarios, o la mayor dedicación de tiempo a publicitarse en los medios de comunicación y con los agentes del sector en perjuicio de una mayor concentración en la ejecución de los planes operativos que disponen de una asignación presupuestal.

Otra razón puede ser el tiempo dedicado a inventar o diseñar nuevas políticas en ausencia de una política de Estado, o la discrecionalidad que evidencian los titulares de Pliego para imponer nuevas orientaciones estratégicas o políticas durante su gestión, que en los últimos 5 años ha sido, por cierto, muy breve o insuficiente por lo menos para ejecutar una Política de Estado que, por otro lado, también brilla por su ausencia.

A la precariedad y temporalidad del empleo de ministro, viceministro y director, debe sumarse la exposición que sufren no solo a los medios de comunicación, sino a toda la crítica maldiciente que existe en el sector y que se complace en el ataque y la crítica destructiva. Se añade a los lacayos que, probablemente pagados por sectores que se ven afectados de una u otra manera por la administración (especialmente si pretende introducir reformas), desatan campañas que incluyen ataques personales.

Es improbable que fuese casual la remoción del Ministro Burneo, justamente en el mismo mes que había dispuesto la realización de un estudio sobre la situación de los derechos de pesca en el país, que permita evaluar la conveniencia y necesidad de introducir un proyecto de ley de regalías pesqueras; y la asunción del control y fiscalización por parte del Ministerio reemplazando a los actuales operadores pagados por los propio s administrados. ¿Alguien con el poder e influencia suficiente sintió que sus privilegio sestaban siendo comprometidos y manipuló para lograr su salida del gabinete?

Factor importante es la existencia de casi 2,000 organizaciones sociales de pescadores artesanales que exigen y demandan tantas cosas que se hace imposible atenderlo a todos. Se suman los gremios privados que no solo efectúan demandas sino que pretenden dirigir el sector en la práctica, lo que configura un sector casi ingobernable.

Finalmente, al término de la gestión cada uno de los funcionarios designados enfrentará procesos investigatorios, juicios y demandas, algunos justificados y otros no porque se derivan del cumplimiento de funciones, a veces con una vehemencia que exige una velocidad mayor a la que el aparato público puede moverse debido a su propia estructura.

La cereza del postre es la inexistencia de un plan político, de un programa, de metas de largo plazo. Si los funcionarios designados disponen de la libertad de introducir sus propias ideas y criterios cada vez que asumen el cargo, el desgobierno se hace presente. Si el Presidente de la República y su entorno no impone una política y objetivos claros, el desgobierno se hace evidente. Si el entorno Presidencial ignora al sector pesquero, bien sea porque lo considera un sector “light” o por ausencia de información real, aún en la presunción de que exista un programa de gobierno para la pesquería, seguiríamos estando en un desgobierno sujeto a la discrecionalidad de los titulares de pliego, que en cualquier circunstancia, son empleados precarios, temporales y sin ningún forma de estabilidad o fecha de término de su gestión, la que pretenden prolongar haciéndose “populares” en los medios y las organizaciones sociales sectoriales.

No podría configurarse un sistema más perverso que el descrito. Es el escenario real en el cual se tiene que mover la administración pública del sector pesquero, para beneplácito de todos los maldicientes, críticos y analistas que jamás encontrarán al funcionario ideal, salvo que fuesen ellos mismos.

El presidente Humala, en Paraguay, calificó al Perú como un "país privatizado" y criticó que haya empresas con más plata que el Estado. "Debe haber un balance", añadió. Volvió a expresar su postura a favor de un Estado con mayor protagonismo en el Perú, al considerar que estamos en un "país privatizado", según explicó durante su alocución en la Cumbre Iberoamericana."Hemos pasado de tener un Estado empresario a un Estado débil (...) Y hablar del Estado era un pecado porque iba en contra de la corriente neoliberal", dijo Humala, quien criticó a ciertos sectores –"poderes fácticos", los llamó- que lo presionaron desde el día siguiente a su victoria en las elecciones presidencial.

Este término ha sido empleado juiciosamente por el Presidente de la República en un discurso en Paraguay, mas no dentro del Perú.

El Perú ha sido secularmente manipulado y dirigido por este tipo de poder en todos los sectores.  El sector pesquero no es ajeno a este tipo de manipulación. Eso lo saben todos los agentes del sector y todos los funcionarios y empleados de la administración.

Más allá de la prueba y del hecho legal o ilegal que ello constituya, se impone la primacía de la realidad. Más allá de lo que digan o dejen de decir los medios, o quienes controlen a los medios, los lacayos y los maldicientes, todos saben que hasta Julio existía un estilo en el cual la fuerza y el poder generado por el dinero que mueve el sector, constituían factor determinante en la regulación del negocio pesquero. La salida del ex Ministro Burneo ha devuelto al sector al status anterior, que era lo que algunos deseaban y han conseguido.

EL RIESGO DE ASUMIR RESPONSABILIDADES POLITICAS

Un ejemplo del riesgo que corre quien de buena fe acepta un cargo público, entre otros riesgos, es el de la ex viceministra Rocío Barrios.  A la salida de Burneo, se le pidió que continuase en el cargo a lo cual ella accedió si se respetaba al equipo que conformó, lo que fue aceptado. Sin embargo, pese a ello, varios de sus directores fueron reemplazados sin consultarle y sin su visto en la Resolución correspondiente, lo que enviaba un mensaje para que se fuera, innecesario por cierto, pues lo primero que hizo fue poner su cargo a disposición el primer día que asumió el nuevo Ministro. Ante dicha situación presentó su carta de renuncia irrevocable, la cual curiosamente no fue tramitada en algún nivel de la administración y más bien se publicó una RS en el cual se dejaba sin efecto su designación sin hacer referencia a su carta de renuncia. Lo que evidencia, que además de la precariedad y dificultad de ser autoridad, se está expuesto a vendettas de tipo político o provenientes de personajes influyentes, seguramente. No es lo mismo renunciar ante una coyuntura de inaceptables condiciones para continuar en el cargo, a que dejen sin efecto una designación. Pero...esas son nuestras formas “políticas”.

Todos los directores de PRODUCE, excepto dos, han sido reemplazados. Obviamente por el tiempo que dure la actual gestión, porque sin ninguna duda el ministro que reemplace al actual hará lo propio y así será sucesivamente. Los gurús, los lacayos a sueldo que defienden a quien les paga, los resentidos, los que todo lo saben y los frustrados, seguirán cumpliendo su rol de críticos descontentos. Seguirán actuando como falsos profetas sin propuestas técnicas  susceptibles de ser convertidas en un documento de gestión pública.

Hasta que no haya un equipo con mística y vocación de servir al país, la pesca estará condenada a sufrir los embates ciegos de una Naturaleza que sonríe ante nuestras necedades y pequeñeces morales esperando su turno de pasarnos su factura y ahogar La Gran Transformación en un mar de visión limitada y  desinterés.

El poder fáctico ha sido determinante en la historia de la pesca. Parece que seguirá siendo así, pese a las buenas intenciones del Presidente de la República. Se aprecia un problema de gestión y de desconocimiento de la realidad pesquera en todos los niveles de gobierno.

No es improvisando ni haciendo ofertas para ganar popularidad ni de lanzando ideas imposibles o ilusorias como se ordenará el sector, sino con una idea clara del futuro de la pesquería, convirtiendo ideas en planes estratégicos y operativos alineados con un presupuesto a través de los documentos técnicos vigentes en el aparato estatal. Existe toda una normativa y metodología para la ejecución presupuestal. Es iluso pensar que pueden introducirse modificaciones sustanciales si es que no tienen una partida presupuestal aprobada u otra fuente de financiamiento.

Al 28 de enero 2012 van 30 días sin que se designe un viceministro de Pesquería. Sin embargo se han designado directores de línea y asesores para el Despacho Viceministerial. ¿Qué margen de acción le deja este escenario al nuevo viceministro?

Somos todavía una tierra de caciques y de curacas. Nos fascina la sumisión ante los poderosos, no importa lo absurda que fuese la manera en que nos gobiernen. Es la principal debilidad del sistema, el cual se protege a sí mismo aprovechando la fascinación popular por la adoración a los caciques de turno y las ventajas temporales que cada quien pueda obtener de ellos.

Se hace más difícil cada vez entender realmente el significado de La Gran Transformación, que fue el argumento bandera de la campaña electoral.

En el caso del sector Pesca ¿hay ingenuidad, desconocimiento, o sutil manipulación?

En cualquier caso, las evidencias apuntan a tener cinco años más de lo mismo. La Sociedad civil tiene que aprender a reaccionar ante promesas que no se cumplen.


sábado, 7 de enero de 2012

La coyuntura política y la pesquería peruana

La política pesquera está definida en el plan de gobierno del Partido Nacionalista, la misma que se convirtió en el documento de gestión mencionado que concluyó en el Plan Estratégico Sectorial Multianual 2011-2016.

La nueva administración debe saberlo y darle continuidad a la voluntad política expresada por el Partido de Gobierno en su oferta electoral. Improvisación y desconocimiento no solo del Plan, sino de lo actuado en los primeros 5 meses de gobierno, sería una señal de desgobierno e incoherencia.

Lea el análisis completo en el Suplemento de la Revista Pesca:
La coyuntura política y el sector pesquero

En el siguiente link:

miércoles, 4 de enero de 2012

Políticas públicas y el sector pesquero

La Administracion del ex Ministro Kurt Burneo definio 7 Objetivos estrategicos y 13 politicas para alcanzar los mismos, lo que constituye la política pesquera para el quinquenio. Esto fue expuesto ante el Congreso y se encuentra publicado en esta misma página web.

El documento de gestión, como corresponde en la administración pública y que recoge los objetivos y políticas, es el Plan Estratégico Sectorial Multianual 2011-2016, del cual se deriva el Plan Estratégico Institucional y el Plan Operativo Institucional. El primero, abreviado PESEM, no llegó a aprobarse con la Resoluciín Ministerial correspondiente debido al imprevisto cambio de Ministro.

La administracion actual deberia continuar y aprobar el PESEM y no hacer declaraciones de que hace falta una política pesquera, como si esta no existiese ni inventar otra politica.

Si ese fuese el caso y dada la alta rotacion de ministros y funcionarios en el sector, que ya ha devenido en una suerte de constante en los últimos 5 años, cada año, o menos,  tendriamos politicas nuevas, lo que es totalmente inadecuado y reflejaría no solo desgobierno sino incoherencia.

La politica pesquera esta definida en el plan de gobierno del Partido Nacionalista, la misma que se convirtio en el documento de gestion mencionado que concluyó en el Plan Estrategico Sectorial Multianual 2011-2016.

La nueva administracion deberia saberlo y darle continuidad a la voluntad política expresada por el Partido de Gobierno en su oferta electoral. Lo que se está dando actualmente refleja una suerte de improvisación y desconocimiento no solo del Plan, sino de lo actuado en los primeros 5 meses de gobierno.

Lo que el sector requiere es continuidad de políticas, administración eficaz y no demagogia.
http://www.revistapescaperu.com/images/stories/documents/plan%20estrategico%20sector%20pesca%202011%202016.pdf

domingo, 1 de enero de 2012

Revista Pesca enero 2012: Editorial

Las reformas que necesita la pesquería peruana requieren 4 condiciones fundamentales:

Voluntad política, un Gobierno fuerte, decisión política, y un plan estratégico derivado de una visión y objetivos de largo plazo.

La oferta electoral contenida en el Plan de Gobierno es solamente una visión general, la misma que un equipo humano integrado por varias personas en la administración Burneo-Barrios, el cual incluyó a miembros del partido de gobierno, convirtió en un Plan Estratégico para el quinquenio de gobierno.

Sostenibilidad, seguridad alimentaria, reordenamiento, inclusión social y redistribución de la riqueza generada por la pesquería en forma justa y equitativa eran los objetivos bandera. La proporción grotescamente desproporcionada entre lo que factura la industria y lo que le paga a la Nación, como propietaria del recurso pesquero, es a todas luces injusta, ante la pasividad de un Estado que ha prestado escasa o nula atención a la pesquería peruana y que tenía que corregirse.

La interpretación de la voluntad política contenida en el plan de gobierno apenas empezaba a diseñarse y aplicarse cuando se produce un cambio ministerial que genera dudas razonables. Una de ellas  conlleva a especular que alguien, o los intereses de poderes fácticos que dominan al sector pesquero, viendo peligrar sus posiciones de privilegio y de poder, maniobraron para volver al estado anterior. Otra es que el desconocimiento de la realidad del sector  por parte de las más altas esferas del gobierno, minimiza su importancia. El hecho es que el Ministro Burneo fue removido y la viceministra Barrios renunció a fines de diciembre, quedando la tarea inconclusa.

Convertir a la política y al gobierno en un sistema de guerra de guerrillas por alcanzar el poder, para asegurarse a sí misma ventajas  que resuelvan sus propios problemas y atiendan sus propios intereses, es parte de la tragedia de la abundancia de anchoveta en el Perú. 

La pesquería tal como estaba concebida antes del 28 de Julio de 2011 es la obtención de la mayor ganancia posible y eso sólo se logra con la explotación irrestricta de los recursos naturales y de otros seres humanos en beneficio de minorías. 

La  visión de  una política pesquera de largo plazo, alejada de intereses  personales o de grupo se convierte cada vez más en un sueño difícil de realizar.

No es posible contentar a todos si se quiere realmente una pesquería sustentable, redistributiva e inclusiva. Lo correcto es contentar a las mayorías y no a las minorías.

Considerando  que la alta rotación de funcionarios en el sector en los últimos años se ha convertido en una perversa y nociva constante, lo que refleja falta de voluntad y decisión políticas por emprender reformas, con el perjuicio que representa esta inestabilidad, es preciso que la Sociedad Civil  demande mayor participación y presencia en la administración pesquera en procura de la protección de sus intereses en materia de extracción de recursos naturales, en este caso hidrobiológicos.

Se debe conocer con precisión a quién se sirve y a quién se defiende.

P.D.

La viceministra de Pesquería presentó su renuncia después de Navidad. Sin embargo, el  31 de diciembre la RS Nº 013-2011 dice en su parte resolutiva: “Dar por concluida, a partir de la fecha, la designación de la señora abogada ROCÍO INGRED BARRIOS ALVARADO, en el cargo de Viceministra de Pesquería del Ministerio de la Producción, dándosele las gracias por los servicios prestados”
El texto del documento no es coherente con lo ocurrido, por cuanto lo procedente era aceptar su renuncia como correspondía

http://www.revistapescaperu.com/