Páginas

domingo, 22 de septiembre de 2024

EL EQUILIBRIO ENTRE LOS INTERESES DE LA PESCA ARTESANAL Y LOS DE LA CHINA

 

“Pensamos demasiado, hacemos poco o, la más de las veces, nada”

La problemática de la flota pesquera china y la pesca artesanal peruana, está conduciendo a la autoridad sectorial a recomendar paciencia, negar las incursiones de los barcos pesqueros chinos en el dominio marítimo peruano y tácitamente defender los intereses chinos.

Le pide a los pescadores paciencia y que esperen a que la pota reaparezca, y mientras tanto sugiere que se dedican a pescar otras especies. Pero no efectúa recomendación alguna para las plantas congeladoras que tienen en la pota su principal materia prima para procesar y exportar. Estas deberían, en términos prácticos y reales, cambiarse al procesamiento de otras especies, si es que las hubiera. ¿Se puede? ¿Es posible? ¿Hay especies sustitutas? ¿Qué fue del elogio a la participación de las exportaciones pesqueras de CHD, representadas por la pota con cifras importantes, ahora afectadas?

La enorme influencia que la China tiene en la economía peruana a través de sus inversiones es un hecho. Estas generan trabajo y utilidades a diversas empresas y a personas que, lógicamente, se convierten en defensores, no tanto de la China, sino de sus propios intereses y/o ganancias, disfrazándolos de “interés nacional”. Es otro hecho.

¿Cómo se encuentra el punto de equilibrio, si es que existiese, que satisfaga a todas las partes en toda la problemática sobre la pota y los barcos china?

Hace falta un elemento básico y previo antes de formarse una opinión, evaluar y tomar decisiones: Conocer la verdad y decirla abiertamente, sin hablar a media voz.

En esta realidad, ¿Está el gobierno actuando bajo presión de los intereses de los poderes fácticos que ganan con la presencia de la flota pesquera china? ¿O es que realmente esa flota no afecta a la pesca artesanal peruana?

¿Es verdad que la pota se ausentó por efectos climatológicos u oceánicos? Deberíamos tener la opinión técnica de una autoridad científica con credibilidad. ¿La tenemos?

¿Cuántas embarcaciones chinas están realizando capturas de pota fuera de las 200 millas, pero adyacentes a nuestro dominio marítimo? ¿Cuántas toneladas diarias de captura significa? ¿Ese volumen de captura no afecta a la salud de la biomasa de pota? ¿Tienen cuota de captura? No es probable porque pescan en aguas internacionales, y así la tuvieran, ¿Cómo se les controlaría? 

Así fuese cierto que no violan nuestro dominio marítimo y solo pescan fuera, ese esfuerzo pesquero ¿no impacta sobre el stock de pota que capturan nuestros pescadores artesanales? ¿Cuánta contaminación provoca esta flota que seguramente arroja sus residuos oleosos y basura al océanos? ¿Alguna entidad oficial ha investigado y evaluado este punto?

El gobierno se enfrenta a un dilema:

Primero: su obligación de actuar en defensa la conservación y sostenibilidad del recurso pota, así como de todos los demás.

Segundo: su deber de actuar en defensa de la economía peruana, dependiente del mercado chino y el impacto sobre el PBI nacional, sobre el cual se nos ha concientizado diciendo que su crecimiento nos trae bonanza, lo cual es cierto pero para los menos, pero no para los más.

Tercero, fijar una posición en relación a la dignidad nacional, el respeto a la soberanía y la decencia moral frente al hecho de que la presencia china en el mar adyacente a nuestro dominio marítimo, constituye una agresión de una potencia económica contra la salud del ecosistema, no solo en esta parte del planeta sino en varias otras como Senegal y Argentina.

¿Cómo piensa conciliar estos tres puntos? ¿A quién favorecerá? ¿O encontrará un punto de equilibrio?

Aunque en estos puntos debe haber muy pocas personas interesadas, ya que estamos en la edad del dinero, de la política inmoral, del PBI y de los políticos carentes de decencia y de moral.

Encuestas, discusiones leguleyas, informes (ciertos o manipulados) y discursos, no crean hechos. La verdad es que el país está bajo dominio extranjero desde el mismo día que se proclamó la independencia en 1821. Dominio político, militar o económico no importa, pero dominio al fin.

La flota china que opera por esta área, se estima entre 400 a 600 barcos. Son embarcaciones de acero y como tales necesitan subir a dique una vez cada dos años, por lo menos, para actividades básicas de mantenimiento además de eventuales reparaciones. Solo el SIMA puede dar ese servicio. ¿Se imagina la cantidad de trabajo que tiene la marina con estos servicios? ¿Se van a pelear fácilmente con esos clientes? Obviamente que no.

La instalación de la baliza satelital que ordena el DS 016 no resuelve el problema de fondo porque solo mostraría si han realizado actividad pesquera en las 200 millas. Por un lado ese dispositivo puede bloquearse ya que existe la tecnología para ello.

Por el otro lado en el supuesto de que todos lo tuviesen y de verdad no pesquen en nuestras aguas, igual están impactando al stock de pota a partir de la milla 201. Siendo el stock uno solo, afecta a la parte que vive dentro de las 200 millas. 

La real solución es negarles el ingreso a puertos y astilleros peruanos, lo que les encarecería los costos de mantenimiento y les complicaría la operación. Tendrían que busca servicios similares a los del SIMA en otros países y eso es una complicación. Medida complicada porque la Marina no lo aceptaría y Cancillería tampoco aduciendo, entre otros, los compromisos con la OMI. Pero cuando se trata de defender a la patria ¿no vale la pena arriesgarse?

Esto a la mayoría de ciudadanos no les importa. A los pocos que si les interesa, opinan en privado, en Tik Tok, en X, en Facebook, o en círculos cerrados; pero no hacen ni harán nada. Los menos, que hablan fuerte y claro, no tienen posibilidad de que sus opiniones y/o denuncias lleguen a plasmarse en un hecho real y concreto que conduzca a soluciones apropiadas. Esa es la realidad, que siempre impone su propio paisaje.

Información detallada en el siguiente link:

https://revistapesca.blogspot.com/2024/08/los-problemas-de-la-pota.html

Comentarios relacionados con el tema:

En el ámbito de la física, es bien sabido que, cuando las fuerzas naturales se desarrollan sin restricciones, las presiones tienden a igualarse de manera espontánea. Este principio subyace en múltiples fenómenos, desde la difusión de gases hasta la dinámica de fluidos, donde cualquier diferencia de presión se disipa en un proceso natural de equilibrio.

Sin embargo, en aquellos sistemas donde se desea mantener presiones desiguales, se requiere de una intervención humana que estructure compartimentos estancos, capaces de soportar la presión diferencial interna sin ceder. De lo contrario, dicha presión forzaría la ruptura de las barreras, restableciendo el equilibrio natural.

https://pescare.com.ar/el-inequivoco-colapso-que-acecha-presiones-insostenibles-en-la-economia-y-el-sector-empresarial/

Somos un país con capacidad filosófica hondísima. Tenemos dictámenes para todo, no hay títere que quede con cabeza luego de cualquier suceso. Pensamos demasiado, hacemos poco o, la más de las veces, nada.

Capaces de elaborar edificios teóricos, los peruanos, con palabras lindísimas, arribamos a las conclusiones más desopilantes pero de allí no pasamos. ¿Acaso la corrupción no nos acompaña desde la conquista, el virreinato, la colonia y toda la infausta historia republicana?

¿No hemos visto, hasta nuestros días, que ladrones y delincuentes, se hacen parlamentarios y presidentes una, dos o más veces? El reto es hacer y hacerlo en términos de inclusión de los más y no de los menos.

Hasta hoy minorías mediocres, racistas y excluyentes, lograron un país a su medida, con aleve renuncia a su patrimonio y con escritura mañosa de su historia, de suerte que los traidores son héroes, calles y avenidas con sus nombres.

La dinámica de procurar que Perú se dé su propia respuesta, impulsa un cambio desde el espíritu hasta la vida práctica y eso comporta conocer de nuestras flaquezas, pulverizarlas y hacer del país una nación digna, libre, justa y culta.

 https://senaldealerta.pe/pensamos-demasiado-hacemos-poco/

El “poder” de un presidente peruano es más bien relativo, muy modesto, en el escenario internacional, aparte de algunas posturas de tercera o cuarta línea, un mandatario tiene más bien influencia hacia adentro. Los operadores en ministerios, empresas transnacionales, bancos, en el Congreso, hacen el resto. No olvidemos a los cabilderos-lobistas muy bien pagados en los miedos de comunicación.

La quimera de la presidencia se desmenuza con facilidad. ¿Con qué base social militante, en las calles, en las organizaciones de base, en los clubes de madres, etc. cuenta un jefe de Estado para empujar decisiones populares en la búsqueda de un Perú libre, justo y culto? Sólo el hecho oprobioso de los vientres de alquiler, desmorona cualquier lógica impecable.

Los que lleguen tendrán que pactar silencio cómplice o silencio, con los que se van. Por la extraña razón que lo racional no funciona en Perú sino lo irracional, consensuado, custodia de las coimas gigantescas que permiten no pocas inversiones, estafas y contratos con nombre y apellido.

https://senaldealerta.pe/conspiracion-politica-y-quimeras/

El Estado nacional peruano no funciona sino en pequeñas porciones tradicionales y siempre bajo la premisa que es insuficiente, paquidérmico, incapaz de procesar el reclamo ciudadano por salud, trabajo, educación y seguridad.

Un Estado que por pura inercia sólo obedece el comando de gobiernos entreguistas, claudicantes, aventureros, se resigna a oír y acatar los mandatos que vienen desde los centros de poder financiero, económico e industrial de todo el orbe.

Ellos deciden qué produce Perú, qué precios pone a sus exportaciones primarias, qué límites debe acatar cuando ejerce su "soberanía" y cómo regala en bandeja de plata los grandes negocios del país, verbi gracia, Telefónica.

El otro Perú, el profundo, el multicolor, aquél casi siempre despreciado y devaluado por razón de su color de tez o forma de rostro, se mueve y lo hace secularmente ignorando qué dicta el Estado inepto y colonial que sigue obedeciendo órdenes desde las matrices lejanas.

https://senaldealerta.pe/estado-precarisimo-y-lideres-de-juguete/

La semana que pasó, di a conocer (información pública), que dos altos oficiales de la MGP viajaban a Beijing a firmar un Memorándum de Entendimiento entre la guardia costera nacional y la china. Habida cuenta de intromisiones chinas y de pesca no autorizada del recurso pota, devenía propio tocar el asunto en esa reunión.

¿Oyó usted si algún político-anchoveta opinó sobre el particular? No sólo hay pescadores artesanales perjudicados por la pesca ilegal china, hay un tema de soberanía que la Guardia Costera de la Marina, debía mejor definir. ¡Y qué mejor ocasión para precisarlo que en un Memorándum de Entendimiento.

Más aún. Preguntamos si la Cancillería tiene en estudio ese Memorándum que casi implica un tratado de límites marítimos con el país asiático. Torre Tagle se distingue por sus andares elefantiásicos y preferencia para que cogollos definan la política externa del Perú. ¿No es el momento de cambiar el rumbo?

Los informes que emitimos están basados en documentos oficiales públicos. Los políticos anchoveta ¿no leen? ¿Y qué decir de sus pelotones de asesores, brigadas de secretarias, amigotes, compadres, allegados, en las planillas de cada oficina, no se dieron el trabajito de revisar documentación seria, patriótica, fundamental para la elaboración de barruntos de política y análisis?

¿No debía el Congreso someter a minucioso escrutinio cuanto se acuerde en dicho Memorándum? Que se sepa, toca al Parlamento la ratificación de todos los temas referidos a tratados, límites y soberanía.

Ningún servidor del Estado, con o sin uniforme, está por encima de las leyes ni trabaja por la libre. Tiene Perú un futuro extraordinario con respecto al Océano Pacífico y su proyección hacia el Asia. Los políticos anchoveta conocen el mar cuando van a la playa, en sus yates o escapadas indiscretas.

¡Honor al mérito! Nuestros políticos anchoveta destacan por su profunda miopía e incontinencia cuando de dar “opiniones” se trata. Hablan porque tienen lengua y la hemorragia produce esperpentos a cual peor que, como no podía ser de otro modo, los brutos reputan como “análisis” y cierta prensa, igual de adocenada y cuasi ciega, celebra con alborozo estrambótico.

El grave problema de nuestros políticos anchoveta, desde hace más de cuatro décadas, es que son ineptos para proyectar un país vivible por los próximos 50 ó 70 años. Son lenguaraces y producen indigestiones cerebrales capaces de enredar una telaraña. Ciertamente tampoco son muy entendidos en el análisis de los grandes temas de la agenda nacional.

https://senaldealerta.pe/anchovetas-que-se-creen-delfines/

COMO DICE EL SIEMPRE VIGENTE GONZÁLES PRADA:

Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz. Dejemos la encrucijada por el camino real, y la ambigüedad por la palabra precisa. […] Seamos verdaderos, aunque la verdad desquicie una nación entera”. Han pasado 134 años y el mensaje es el mismo.

El Perú gime bajo la dominación de unos cuantos seres privilegiados. (…) En nuestro régimen político, la legalidad y la justicia figuran como breves interregnos. (…) El robo presenta los caracteres de una pandemia nacional (…). (…) Aquí no vivimos como hermanos, (…) sino disputándonos un rayo de sol, como gitanos en feria: tratando de engañarnos sórdidamente, (…) odiándonos interiormente con el rencor implacable de oprimidos y opresores.

Y ¡esto se llama nación y república! Si la historia de las naciones cupiera en una sola palabra, la del Perú se encerraría en la voz mentira. (…) porque no merece llamarse república democrática un estado en que dos o tres millones de individuos viven fuera de la ley. (…) La civilización de una sociedad no se mide por la riqueza de unos pocos y la ilustración de unos cuantos, sino por el bienestar común y el nivel intelectual de las masas.

Pueblo, Congreso, Poder Judicial y Gobierno, todo fermenta y despide un enervante olor a mediocridad. Abunda la pequeñez en todo: pequeñez en caracteres, pequeñez en corazones, pequeñez en vicios y crímenes. ¿Qué fue nuestra política? (…) con rarísimas excepciones, sólo hay cortesanos rastreros u opositores despechados. (…) Políticos de ambiciones colosales y miras liliputienses (…).

¿De qué nos sirven los Congresos? (…) En cada miembro del Poder Legislativo hay un enorme parásito con su innumerable colonia de subparásitos, una especie de animal colectivo y omnívoro que succiona los jugos vitales de la Nación. (…) Minorías, mayorías, palabras de significación aleatoria cuando se piensa que nuestros legisladores suelen amanecer oposicionistas y anochecer ministeriales. (…) En nuestros cuerpos legislativos, en esa deforme aglomeración de hombres incoloros, incapaces y hasta inconscientes, hubo casi siempre la feria de intereses individuales, muy pocas veces la lucha por una idea ni por un interés nacional.

El pueblo (…) permanece en la más estólida indiferencia. Gobierne quien gobernare, nada le importa; (…) todo lo sufre, todo lo acepta. El Perú, (…) puede sufrir los ultrajes de un bandolero, de un imbécil, de un loco y hasta de un orangután. (…) Nuestra columna vertebral tiende a inclinarse. (…) Y si hay hambre y miseria en unos mientras hay hartazgo y riqueza en otros, es porque el hambriento y el miserable, en lugar de rebelarse y combatir, se resignan cristianamente a sufrir su desventurada suerte. (…)

A Lima debe mirársela como el gran foco de las prostituciones políticas y de las mojigangas religiosas, como el inmenso pantano que inficiona el ambiente de la República. (…) lo que en Lima hacen ahora es comer (…) Ese banquetear de Lima (digamos de una fracción limeña) contrasta con la miseria general del país, da la falsa nota de regocijo en el doloroso concierto del Perú, es un escarnio sangriento a los millares de infelices que tienen por único alimento un puñado de cancha y unas hojas de coca.

No acatemos como oráculo el fallo de autoridades, sean quienes fueren, ni temamos atacar errores divinizados por muchedumbres inconscientes. (…) No contemos con los hombres del pasado: los troncos añosos y carcomidos produjeron ya sus flores de aroma deletéreo y sus frutas de sabor amargo. (…) ¡Abajo esas mentiras convencionales de respeto y resignación! (…) sólo el irrespeto y la rebeldía (…) cubrieron de flores el camino de la Humanidad. (…) Y la justicia no se consigue en la Tierra con razonamientos y súplicas: viene en la punta de un hierro ensangrentado.

Para nuestros hombres públicos, es decir, para los Beduinos (las cosas han de llamarse por sus nombres), el Perú fue tienda plantada en el desierto de una segunda Arabia:  acometieron y despojaron a los dueños; pero no se van porque todavía explotan algunos restos de grandeza y no vislumbran tienda que embestir y robar.

 Si conforme lo asegura Letourneau, medio Inglaterra pertenece a ciento cincuenta individuos y media Escocia a diez o doce personas, el Perú gime bajo la dominación de unos cuantos seres privilegiados. ¡Siempre los mismos hombres, sus hijos o sus parientes! Y el mal viene de arriba, las confabulaciones para todas las iniquidades se consuman en lo más elevado. Aquí la podre contagiosa se oculta bajo el frac y la levita, no bajo la blusa ni el poncho. En el Perú la corrupción actúa en sentido inverso de lo acostumbrado: en las naciones más civilizadas subsiste un fondo primitivo de donde suben a la superficie los elementos de la barbarie; pero entre nosotros existe una clase superior, y en esa clase una costra de donde bajan al asiento los gérmenes de todas las miserias, de todas las prostituciones y de todos los vicios. Nuestras mil revoluciones fracasaron o fueron contraproducentes porque esa costra, después de momentáneas inmersiones, sobrenadó siempre. Se derrocó presidentes, se derramó sangre de infelices; pero nunca se volteó lo de abajo para arriba ni se practicó una verdadera liquidación social.

 Lo sucedido ayer, sucede hoy y quién sabe sucederá por muchísimos años. El pueblo (y no sólo el pueblo sino muchos hombres con ínfulas de pensadores y cultos) se imagina que hace mucho con aplaudir o silbar, olvidando que en las saturnales de Roma los esclavos tenían derecho de emborracharse y decir desvergüenzas a sus amos.

 Fuimos ultrajados, pisoteados y ensangrentados como no lo fue nación alguna; pero la guerra con Chile nada nos ha enseñado ni de ningún vicio nos ha corregido: como enfermedad intercurrente, la invasión araucana desapareció, dejándonos todos nuestros males crónicos.

 Hoy la próxima elección de Presidente simula signos de vida en este organismo paralizado y casi muerto: los candidatos luchan -lucha de cuervos por dar picotazos a la ensangrentada cabeza de un soldado moribundo; los políticos se agitan -agitación de vibriones en las entrañas de un cadáver; los periódicos riñen -riña de meretrices en el charco de una plazuela.

 Asistimos a un espectáculo útil y necesario, aunque cínico y nauseabundo: todos los hombres públicos, valiéndose de documentos fehacientes, se arrojan a la cara el lodo que amasaron en su camino. Parece la sacada al Sol de todas las inmundicias almacenadas en un hospital de sifilíticos y leprosos. Sólo falta que la Nación arroje una buena dosis de ácido fénico.

 El pueblo, la masa nacional, permanece en la más estólida indiferencia. Gobierne quien gobernare, nada le importa; sobrevenga lo que sobreviniere, poco se le da; todo lo sufre, todo lo acepta. El Perú, como infeliz mujer encadenada al poste de un camino real, puede sufrir los ultrajes de un bandolero, de un imbécil, de un loco y hasta de un orangután.

 Todavía piensan algunos en vivar a los sempiternos repartidores de butifarras, cuando el único grito de todos los hombres honrados debería reducirse a ¡Fuera los Beduinos!

Las frases anteriores se encuentran en los libros de Manuel González Prada: Páginas libres (1894) y Horas de Lucha (1908)

Esto no es gobierno, es mojiganga