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domingo, 15 de enero de 2023

Perú: un país sin política pesquera

 

La pesquería en el Perú se destaca por carecer de una política pesquera. Por tanto, no hay un plan estratégico a largo ni a mediano plazo. Incluso a corto plazo es inexistente, como muestra el plan de gobierno presentado por el gabinete Otárola para su período de gobierno:

http://revistapesca.blogspot.com/2023/01/la-politica-del-gobierno-para-la-pesca.html

Existen funcionarios y personas que rotan de líderes a subordinados y viceversa, de sector en sector y de acuerdo a las circunstancias. Están siempre acechando la oportunidad de seguir trabajando para el Estado, parasitando al erario público sin ofrecer, en contraparte, un servicio de calidad.

La experiencia que muestran en la gestión pública no les concede, necesaria, ni automáticamente, la estatura moral, honestidad y decencia intelectual que requiere todo funcionario público digno. No exhiben conocimiento ni el debido interés por la pesca, careciendo de la voluntad necesaria para hacer algo que perdure en el tiempo para beneficio de las mayorías.

La pesca es una actividad relegada a nivel normativo.

Puede deberse a la falta de visión, experiencia y compromiso de las autoridades que son designadas para ocupar cargos sobre los cuales no poseen la más mínima idea; pero también podría deberse a la presión de grupos de poder, o personajes destacados, a quienes les conviene mantener la situación actual. Que nada se mueva, que no haya olas y que todos floten en un mar de beneficios personales. El interés del pais no entra en la ecuación.

El problema de fondo, es el sistema, el cual genera una clase política y de funcionarios públicos rotativos, que convierte a la política y a la función pública en una forma de vida insana, amoral, indecente. 

En esto poco o nada tienen que ver la necesidad de la población que vive de la pesca, ni del país.

La administración pública requiere de un funcionario moralmente intachable, comprometido con el sector y el país, que razone, que tenga idea de lo que hay que hacer y no que ejecute órdenes a ciegas de un jefe que le debe el cargo, a su vez, a otro jefe que ha llegado a ese puesto gracias a las manipulaciones que le permite el ejercicio del poder y que tampoco conoce de pesca.

http://revistapesca.blogspot.com/2022/12/la-designacion-de-nuevas-autoridades-es.html

http://revistapesca.blogspot.com/2023/01/la-administracion-de-la-pesca-en-el-peru.html

No existe política pesquera, ni plan de gobierno para la pesca, ni una agenda, sino tan solo la inercia que hace avanzar al sector y esto gracias a la presencia de funcionarios de carrera que no pueden ser despedidos ya la presencia de otros funcionarios, que no son de carrera y que por alguna razón se han mantenido en sus cargos, lo que permite preservar cierta experiencia y conocimiento.

En un escenario en el cual, desde el 2002, fecha en la cual se creo el Ministerio de la Producción, se ha tenido 28 ministros y 19 viceministros. Cada uno de esos nombramientos ha implicado un cambio de directores y funcionarios, con el consiguiente perjuicio para la continuidad de los planes del sector.

A continuación transcribo un extracto de un artículo escrito por el Dr. César Lerena, un experto argentino reconocido, en pesca referida a su país; pero cuyas afirmaciones son válidas y aplicables para el Perú también, por lo cual comparto su nota para mostrar que en nuestro país pasa casi lo mismo.

“La política pesquera nacional se constituye en directrices y lineamientos mediante los cuales el Poder Ejecutivo Nacional orienta a los organismos competentes en materia pesquera en la consecución del objetivo de lograr el uso sustentable, eficaz y eficiente de los recursos pesqueros, mediante la aplicación de un enfoque precautorio, ecosistémico y sostenible en la explotación pesquera; la salvaguarda de los ecosistemas marinos en que existen esos recursos; el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles en la Zona Económica Exclusiva y más allá de ella, de los recursos migratorios originarios y asociados de esta; su distribución equitativa y el desarrollo del litoral marítimo y, de las distintas provincias del territorio nacional mediante la práctica de criar, reproducir y engordar peces, crustáceos y moluscos en un medio natural o artificialmente creado al efecto.

Para ello, el Estado argentino debe reconocer que la pesca y la acuacultura son actividades que fortalecen la soberanía alimentaria y territorial de la nación, contribuyen a la seguridad nacional y son prioridad en la planificación del desarrollo nacional y, fomenta el ejercicio de la pesca marítima y la acuicultura en procura del máximo desarrollo compatible con el aprovechamiento racional de los recursos vivos marinos en la industria pesquera nacional y la acuicultura ambientalmente sostenible, con el apoyo de la industria naval pesquera nacional, la investigación y el desarrollo tecnológico .

Del mismo modo, promoverá la protección efectiva de los intereses nacionales relacionados con la pesca y garantizará la sustentabilidad y sostenibilidad de la actividad pesquera, fomentará la investigación y la conservación a perpetuidad de los recursos, favoreciendo su distribución equitativa entre los industriales y poblaciones de todo el país e incentivando la transformación total de las materias primas en plantas radicadas en el territorio continental e insular nacional, mediante procesos de calidad, sanitarios y, de forma ambientalmente apropiada; asegurando la obtención del máximo valor agregado; el mayor empleo de mano de obra argentina y promoviendo el consumo nacional.

En el Artículo 1° de la ley 24.922 define el objeto de su sanción y es, sin lugar a dudas, uno de los artículos más destacados de ésta, sin embargo, no alcanza a definir que el aprovechamiento del recurso debe tener como destino principal la industria pesquera nacional, como ocurre en la legislación de muchos otros Estados de Latinoamérica y El Caribe y que, tratándose de un recurso de todos, debe ser distribuido en forma equitativa y preferiblemente industrializado en plantas en tierra para agregar el máximo valor posible y no transferir la mano de obra a terceros países desarrollados que, por el contrario, podrían adquirir los productos argentinos terminados y no materias primas para su transformación.Además de ello, la industria pesquera debe servir para generar la producción industrial naval y retroalimentar la investigación y tecnología.

El enfoque ecosistémico es la administración pesquera desde lo global a lo particular. Gestiona el ecosistema y dentro de esto, a las especies y sus interrelaciones ecológicas y alimentarias y los efectos socioeconómicos vinculados con la explotación de los recursos; implica, una visión integrada del manejo de las tierras, aguas y recursos vivos, que tiene por finalidad su conservación y uso sostenible de un modo equilibrado . Incluye el análisis de todos los procesos, funciones e interacciones entre los componentes y recursos (vivos y no) del ecosistema e involucra el manejo de las especies y de otros servicios y bienes ecosistémicos.Bajo este enfoque se reconoce, además, que el ser humano y la diversidad de culturas son componentes integrales de los ecosistemas, considerando los impactos acumulativos derivados de sus múltiples actividades, así como la relevancia socioeconómica de estas.

Este enfoque implica tener muy presente la regulación de las capturas de los recursos migratorios originarios de la ZEE en alta mar por parte de los barcos de Estados de pabellón, como una forma imprescindible para la administración del ecosistema , ya que no es posible dar sostenibilidad a los recursos en la ZEE, sino se da sostenibilidad al ecosistema.Por otra parte, ello adquiere una dimensión superlativa, cuando, como casi todos los países de Latinoamérica y El Caribe han dado preminencia a «los aspectos sociales, económicos, tecnológicos, productivos, biológicos y ambientales» e, incluso, cuando la pesca y la acuicultura forman parte de los programas de seguridad alimentaria del país, cuyas proteínas son de alto valor biológico y, por cierto, muy superiores, al resto de las proteínas animales.

El Estado Nacional y/o Estados Provinciales deberán reservarse el derecho de explotar, industrializar o comercializar directamente los recursos que son de dominio y jurisdicción de esos Estados y, en ese sentido el Artículo 13º inciso 9º y 10º de la Ley 13/990 de Colombia ya lo regula y, ello, es bastante razonable, ya que, habría que preguntarse por qué el Estado obligarse a concesionar toda la explotación del recurso cuando este es de dominio público y, en el caso de Argentina en la ZEE de dominio y del Estado Nacional o hasta las 12 millas de las provincias del litoral marítimo. Este tipo de decisiones podrían dar lugar a la explotación de los recursos por parte de los Estados con destino a atender, por ejemplo, el consumo nacional y la atención de servicios sociales;recuperar las capturas destinadas a ser descartadas; establecer valores de referencia y, además, llevar las embarcaciones a competir en alta mar compitiendo con las embarcaciones extranjeras que subsidiadas y trabajo esclavo, entre otras irregularidades, se hacen en alta mar, de los recursos migratorios originarios de las ZEE. Pero, concesionada la explotación de los recursos, debe administrarse de tal modo que, atendiendo a las necesidades del consumidor nacional, se exporten con alto valor agregado. No es posible regalarles a los países desarrollados la mano de obra que debe quedar en la Argentina. concesionada la explotación de los recursos, debe administrarse de tal modo que, atendiendo a las necesidades del consumidor nacional, se exporten con alto valor agregado.No es posible regalarles a los países desarrollados la mano de obra que debe quedar en la Argentina. concesionada la explotación de los recursos, debe administrarse de tal modo que, atendiendo a las necesidades del consumidor nacional, se exporten con alto valor agregado. No es posible regalarles a los países desarrollados la mano de obra que debe quedar en la Argentina.  

Por otra parte, no podemos perder de vista que en la Argentina los gobiernos no han hecho prácticamente nada respecto al aumento en la dieta de los argentinos del consumo de esta proteína esencial, estando, con 4,8 Kg. per cápita/año, según el Consejo para el Cambio Estructural del Ministerio Desarrollo Productivo (marzo, 2021) entre los más bajos de Latinoamérica y El Caribe en el consumo de productos pesqueros, cuyo promedio es de 9,8 Kg; de África 10,1 Kg; de la Unión Europea de 23,97 Kg y del mundo de 20,2 Kg (2020).

Varios países de Latinoamérica tienen políticas de promoción del Consumo interno de pescado y entre ellos Panamá que, producto de esas políticas, tiene un consumo per cápita anual de 20,5 kg (2020), por encima del promedio mundial y un 427% más que argentino Su legislación pesquera promueve ello, tal es el caso del Artículo 12º del Decreto 204 del 18/3/2021 donde se indica una serie de objetivos que se refiere a “la conservación y administración sostenible”; al “desarrollo equitativo de las comunidades, erradicando la pobreza y mejorando la situación socioeconómica de los pescadores”;“mejorar la aportación de la pesca y la acuicultura a la seguridad alimentaria y la nutrición, así como apoyar la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada” e “incorporar valor agregado con el propósito de hacer más rentable a estas”.

…y es muy importante observar que «El Estado Mexicano reconoce que la pesca y la acuacultura son actividades que fortalecen en la soberanía alimentaria y territorial de la nación, que son asuntos de seguridad nacional y una prioridad para la planeación nacional del desarrollo» que, « la pesca y la acuacultura se orientan a la producción de alimentos para el consumo humano directo y el abastecimiento de proteínas de alta calidad y de bajo costo para los habitantes de la nación» y, que «Los sectores pesqueros y acuícolas se desarrollarán desde una perspectiva sostenible, que integre y concilie los factores económicos, sociales y ambientales, a través de un enfoque estratégico y ecoeficiente»; es decir, le asigna un rol importante a la Pesca, que entiende de soberanía territorial y alimentaria,

Me reitero: La incapacidad se pone de manifiesto poniendo a las personas en la máxima posibilidad de sus capacidades y, en muchas ocasiones, este umbral es muy bajo”.

Dr. César Augusto Lerena,  Experto en Atlántico Sur y Pesca – Ex Secretario de Estado,  Presidente de la Fundación Agustina Lerena,  Presidente Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana (CESPEL)


 

miércoles, 11 de enero de 2023

LA POLITICA DEL GOBIERNO PARA LA PESCA PERUANA 2023

 

Politica General de Gobierno

2023-2024

Presentación del Presidente del Consejo de Ministros

Dr. LUIS ALBERTO OTÁROLA PEÑARANDA

Ante el Congreso de la República

10 de enero de 2023

 

En la política general del gobierno actual, presentada ante el Congreso de la República el 10 de enero de 2023, en lo referente al sector pesca, se transcribe lo mencionado en relación a la pesca y el mar. 

Se puede deducir de su lectura, que la administración actual piensa que el sector pesquero no tiene mayores problemas ni necesidades y por tanto no merece mayor atención o agenda alguna. 

No se menciona la problemática de la formalización de las actividades pesqueras, los problemas de la pesca artesanal y otros que las personas dedicadas a la pesca conocen desde hace mucho.

Hace mención a las investigaciones que el IMARPE llevará a cabo fuera del dominio marítimo peruano, como si fuera la prioridad y la urgencia de dicha entidad. No se menciona actividad alguna en beneficio de la investigación pesquera. Tampoco se menciona cómo se va a abordar la situación de ilegitimidad en la cual se encuentra dicha entidad debido al Decreto de Urgencia 015-2020.

La pesquería peruana sigue en condición de invisibilidad. La ausencia de una agenda pesquera en el Perú es preocupante. No hablemos ya una nueva ley de pesca, sino tan solo de lo más elemental y fácil de implementar primero y sin mayores trámites: una agenda, que hasta la fecha no se aprecia ni se visibiliza.

La explicación al poco interés que le genera la pesca al gobierno puede comprenderse mejor en el siguiente enlace:

http://revistapesca.blogspot.com/2023/01/la-administracion-de-la-pesca-en-el-peru.html

“La incapacidad se pone de manifiesto poniendo a las personas en la máxima posibilidad de sus capacidades y, en muchas ocasiones, este umbral es muy bajo”.

Frase del Dr. César Lerena

“Perú, país marítimo (pág. 30)

En esa medida, el gobierno garantiza, este año también, al cumplirse 35 años de la presencia del Perú en la Antártida, que se reafirmará este derecho nacional con una nueva misión del buque científico BAP “Carrasco”, llamada “Campaña ANTAR XXIX”, reducido a fortalecer la visión geopolítica y la investigación científica peruana en el continente antártico .

En el mes de julio del presente año el Buque Escuela BAP “UNIÓN”, zarpará en un viaje de circunnavegación, alrededor del mundo, como parte del programa conmemorativo del Bicentenario de la Independencia Nacional, el cual contribuirá a fomentar y consolidar la presencia del Perú en el exterior, así como fortalecer las relaciones con otros países e instituciones extranjeras, a través de las actividades que se realizarán a bordo del Buque Escuela.

Para impulsar la producción (pág. 43)

El Ministerio de la Producción, implementará hasta julio del 2023, el plan “Con Punche Productivo” que atenderá demandas de S/ 176 millones, de los cuales 88 millones se atenderán a través del Programa Compras a MYPErú y S/ 88 millones a través de los Núcleos Ejecutores de Compras; y, en el año 2023 se realizarán contrataciones por un monto de S/ 316 millones en compras públicas ya Julio del 2024, se habrán logrado contrataciones por S/ 391.6 millones, en beneficio de más de 4200 MYPE de los sectores productivos priorizados de: textil confecciones, cuero calzado, metalmecánico y madera; lo cual, además, generará 24.300 puestos de trabajo directos y formales.

También para reactivar la economía, se aplicará el procedimiento de la factura negociable por un monto aproximado de 50 mil millones de soles, con la finalidad de aportar liquidez a unas 18 mil pequeñas y medianas empresas a nivel nacional, las que conforme el 83% de los demandantes.

En el marco del plan “Con Punche Productivo” se tiene previsto un incremento de ajustar presupuestal que permitirá a través del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero otorgar 650 créditos por el importe de S/ 13.0 millones de soles a julio de 2023 y diciembre del 2023 se tendrá como resultado un total de 1448 créditos otorgados por la importación total de S/ 29.9 millones para el incremento de la productividad del programa de Acuicultura y Pesca Artesanal a nivel nacional”.

Igualmente, en julio próximo entrará en operación el Desembarcadero Pesquero Artesanal “San Juan de Marcona”, en la Región Ica y en diciembre de este año empezarán a funcionar los de Huacho y Puerto Morín, este último en la región La Libertad beneficiando la pesca artesanal de esas zonas. En todos esos lugares habrá servicios de habilitación sanitaria a cargo del Organismo Nacional de Sanidad Pesquera-SANIPES”.



jueves, 5 de enero de 2023

LA ADMINISTRACION DE LA PESCA EN EL PERU

 

La historia de la administración de la pesquería en el Perú, nos muestra cómo es que se le puede mantener invisible y relegada, gracias en gran medida, a la falta de visión, experiencia y compromiso de las autoridades que son designadas para ocupar cargos sobre los cuales no poseen la más mínima idea, careciendo de la voluntad necesaria para hacer algo que perdure en el tiempo para beneficio de las mayorías.

Existen funcionarios y personas que caminan en manada, rotan de líderes a subordinados y viceversa, de acuerdo a las circunstancias. Están siempre acechando los cambios de autoridades para ver donde se ubican los amigos, a fin de recolocarse ellos también y seguir parasitando al erario público sin ofrecer, en contraparte, un servicio de calidad. Carentes de decencia intelectual y moral, poseen, de alguna manera, una experiencia en la administración pública, han aprendido de gestión pública y se han especializado. Sin embargo, eso no los convierte en conocedores de los temas del cargo y/o sector en el cual operan. Disimulan su desconocimiento de los temas sectoriales, camuflan sus verdaderos intereses; no evidencian ni preocupación por el sector ni vocación por resolver sus problemas.

Esa experiencia no les concede necesaria, ni automáticamente, la estatura moral, honestidad y decencia intelectual que requiere todo funcionario público digno.

Aceptar una tarea mayor de la que su capacidad le permite, es convertirse en un simio, actuando bajo órdenes que no necesariamente son decentes, correctas y debidas.

El funcionario público debe tener como norma fundamental e imprescindible, la moralidad. Un funcionario sin propósito, sin idea o conocimiento del sector en el cual es designado, es amoral, es una máquina que va descendiendo por una cuesta, a merced de cualquier obstáculo contra el cual estrellarse. Un funcionario que actúa sin moralidad, o subordinándola a sus propios intereses o a los deseos u órdenes de sus superiores por el temor a perder el cargo, o el poder que le confiere, es una monstruosidad.

El funcionario debe ser íntegro y honrado, asumiendo que la integridad es el reconocimiento de que no se puede traicionar la conciencia y asumiendo que la honradez es el reconocimiento de que lo incorrecto es irreal y no puede tener valor;  de que ni la fama, ni el dinero son valores cuando se les obtiene mediante el fraude;  de que toda tentativa para adquirir dinero o poder por medios ilícitos, inmorales o indebidos es inaceptable.

Una persona cuya fuente de valores descansa en sus propios intereses y que carece de sentido de lo moral, renuncia a ser un funcionario digno, por más títulos que tenga.

Quien actúa y/o acepta que su jefe le ordene accionar violando normas, ética, decencia y moralidad, es una ruina que se arrastra hacia un montón de chatarra. El funcionario debe poder decir sí cuando piensa que sí.  Pero cuando hay muchos que dicen sí mientras piensan que no; o dicen sí por la carrera, comodidad, o por la ganancia, mientras su conciencia dice que no, o calla, se convierte en un ser despreciable a quien ningún administrado respeta. Un funcionario público sin respeto, es lo peor que puede tener un gobierno.

En el tiempo más o menos corto que dura el cargo, siempre pretenden alargarlo adoptando una conducta complaciente. Porque grande es el temor de que no se le renueve el contrato o se le retire la confianza. Por ello no hay que dar la contra, no hay que discutir, no hay que opinar, sino flotar y durar el máximo tiempo posible.

El problema de fondo, es el sistema, el cual pregona bondades y libertades que son, precisamente, las que incuban a una clase de personas que devienen en inadecuadas e incapaces para dirigir el propio sistema, el cual genera una clase política que convierte a la política y al sistema de gobierno en una forma de vida insana, amoral, indecente. Favorece la aparición de personas que empiezan una guerra de intrigas, manipulación y contubernios por obtener cargos, para asegurarse a sí misma ventajas económicas y sociales que resuelvan sus propios problemas. 

En esto poco o nada tienen que ver las poblaciones y grandes mayorías para quienes supuestamente gobiernan y por quienes hicieron la lucha por obtener dicho poder. Les mintieron abiertamente ofreciendo lo que sabían no iban a cumplir. Nada vale salvo el poder y la ganancia personal.

La ciudadanía se está convirtiendo en receptora de las voces que proclaman la destrucción del sistema y viene reclamando un cambio que es imposible que se pueda dar desde dentro. No puede soportar indefinidamente a los políticos y a los burócratas.  Llega un momento a partir del cual la ciudadanía los rechaza, porque abusan demasiado del poder. Nos han conducido a un nivel de indecencia intelectual y moral nunca antes visto en la historia republicana. 

Probablemente esto viene ocurriendo desde la fundación de la República; pero la diferencia está en que antes de la era de la internet y las redes sociales, no conocíamos las interioridades del Estado y éramos ciudadanos menos informados que ahora. Ahora la gente común ya conoce lo que pasa y se está cansando de tener que pagar impuestos para mantener funcionarios que realizan una labor mediocre que en poco o nada favorecen a los administrados, en especial a los pescadores industriales, artesanales y a los trabajadores de las plantas pesqueras.

El país depende del Estado para crecer y desarrollarse en un ambiente de orden y progreso. La administración pública constituye la columna vertebral del Poder Ejecutivo, por lo que no puede estar en manos de funcionarios inmorales, amorales, deshonestos y/o sin compromiso con el país, que se consideren omnipotentes y que estén al servicio de intereses o ambiciones personales o de parte. El país no se puede gobernar con una administración basada en funcionarios de esta naturaleza.

La administración pública requiere de un funcionario moralmente intachable, que piense, que tenga idea de lo que hay que hacer y no que ejecute órdenes a ciegas de un jefe que le debe el cargo, a su vez, a otro jefe que ha llegado a ese puesto gracias a las manipulaciones que le permite el ejercicio del poder.

Lo trágico es que tal como están y como son las cosas, es muy poco probable que el propio sistema se modifique para regenerarse y construir un Estado realmente al servicio de la Nación.