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sábado, 19 de febrero de 2011

El consumo de pescado alcanza niveles históricos

No mejora el nivel de las reservas mundiales, según un último informe de la FAO.

La pesca y la acuicultura suponen el medio de subsistencia de cerca de 540 millones de personas 31 de enero de 2011, Roma - La contribución del pescado a la dieta mundial ha alcanzado un récord de casi 17 kg por persona de media, suministrando a más de 3 000 millones de personas al menos el 15 por ciento de su ingesta media de proteínas de origen animal.

Este aumento se debe básicamente al incremento continuo de producción de la acuicultura, que se prevé supere a la pesca de captura como fuente de peces comestibles, según el informe El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2010, publicado hoy. La FAO alerta además que la situación de las reservas mundiales de peces no ha mejorado.

En conjunto, se calcula que la pesca y la acuicultura suponen el medio de subsistencia para 540 millones de personas, el ocho por ciento de la población mundial. La gente nunca había consumido tanto pescado como ahora, cuando hay más gente que nunca que está empleada o depende de este sector.

Los productos pesqueros continúan siendo los productos básicos alimentarios más comercializados, con un valor récord de 102 000 millones de dólares EE.UU. en 2008, un 9 por ciento más con respecto al año precedente.

El porcentaje total de reservas de peces en los océanos del mundo sobreexplotadas, agotadas o en fase de recuperación, no ha descendido, y se calcula que es ligeramente más alto que en 2006. Según el informe, cerca del 32 por ciento de las reservas mundiales de peces están sobreexplotadas, agotadas o recuperándose, y necesitan ser reconstituidas con urgencia.

En el otro extremo de la escala, el 15 por ciento de las reservas controladas por la FAO estaban subexplotadas (3 %) o moderadamente explotadas (12 %), y por lo tanto capaces de producir más que el nivel actual de capturas.

"El hecho de que no haya mejorado la situación de las reservas es un motivo de gran preocupación", señaló el experto en pesca de la FAO Richard Grainger, uno de los autores del informe. "Es necesario disminuir el porcentaje de sobreexplotación, aunque al menos parece que estamos alcanzando su techo·, añadió.

Lea el artículo completo en la edición de febrero de la Revista Pesca

sábado, 12 de febrero de 2011

EDITORIAL EDICION FEBRERO 2011

La finalidad de desarrollar una pesquería sostenible y diversificada en el tiempo no solamente es la generación de riqueza y recuperación de inversión, sino además la alimentación de la población nacional en forma prioritaria, que se refleja en mejores condiciones para asimilar una buena educación. También el aporte de tributos al desarrollo del Estado, y finalmente asegurar la existencia y crecimiento de puestos de trabajo.

El análisis de la problemática del sector pesquero y la adopción de un proyecto para su desarrollo racional y sustentable solo puede lograrse a través del diálogo, la concertación y la voluntad de trabajo porque es un tema impostergable que requiere atención prioritaria.

La degradación del entorno marino, y la interferencia con el ecosistema a través de la consciente o inconsciente utilización de los océanos como receptor de desechos, además de la destrucción del hábitat originado por malas prácticas de extracción, son factores de creciente incidencia en términos de deterioro de la producción marina.

La industria pesquera atribuye a los recursos marinos, no solo el carácter de renovable, sino además, la cualidad de inagotable. Han elegido aceptar el mito, en obstinada ignorancia de los hechos.

El problema podría ser más profundo. Los modernos sistemas de administración pesquera, no han dado la suficiente importancia a las pautas de comportamiento que caracterizan al pescador según su contexto económico, social y cultural.

Las generalizaciones del problema, que pretenden simplificar una situación extremadamente compleja, tienden a opacarlo. Un ejemplo es el concepto de que la reducción de la flota, o de su capacidad de bodega es una solución. Si bien esto es cierto en parte, el problema presentado de esta manera se ve reducido a una cuestión de números y, por ende, susceptible de solucionar mediante formas sencillas de regulación. El término evade el hecho de la capacidad de captura que la tecnología moderna le confiere o puede conferir a las embarcaciones de hoy. El número de embarcaciones e incluso las formulas que combinan eslora, envergadura y potencia del motor para medir la reducción o incremento del esfuerzo pesquero son bastante relativas.

Este punto también simplifica, relega y/o evade las complejidades ecosistémicas y las asociadas con la dinámica de poblaciones, factores determinantes del tamaño y comportamiento de los stocks.

Al no tener en cuenta los impactos medioambientales y ecosistémicos así como los aspectos institucionales, los sistemas de gestión han buscado soluciones que tratan los síntomas del problema y no sus causas.

La administración desconoce el volumen real de la biomasa de todas las especies del ecosistema marino de Humboldt y del ecosistema fluvial y lacustre. También desconoce el número exacto de pescadores y embarcaciones artesanales existentes. Careciendo de esta información no se puede determinar con precisión cuáles serían los límites máximos de captura por especie ni cuándo deben aplicarse vedas biológicas. Por
tanto es imposible asegurar la sustentabilidad de las pesquerías ya que no se sabe si se está aplicando el esfuerzo pesquero correcto.

Lo que obliga a realizar mayor investigación científica y estadística para disponer de la información mínima necesaria que permita: Asegurar la sostenibilidad de las pesquerías diseñando el ordenamiento adecuado.

La intervención de capitales industriales ha irrumpido en territorios tradicionales de la actividad pesquera artesanal, transgredido regulaciones básicas y sustituido el concepto de sustentabilidad colectiva por el de explotación competitiva.

La supervivencia de los recursos pesqueros fue afectada por los procesos de penetración de capitales, las inversiones en tecnología y la creación de mercados globales.

La coexistencia armónica entre la pequeña empresa artesanal y la gran operación industrial perduraría solo mientras los recursos marinos mantuvieran cierto nivel de abundancia y los mercados para las respectivas capturas presentaran diferencias marcadas.

Una pesquería sostenible solamente será posible cuando el país alcance el adecuado nivel de madurez cívica que le permita entender y aceptar que se requiere colocar el interés nacional por encima de los intereses de parte.

El interés nacional requiere que se desechen los intereses económicos grupales y se privilegie la alimentación de la población nacional por encima de todo. Ello impone tener pesquerías sustentables, una adecuada preservación de los recursos pesqueros, del ecosistema y del medio ambiente, de tal forma que se garanticen alimentos de precio razonable para toda la población del país en forma prioritaria.

La crisis mundial de alimentos y el índice de desnutrición de nuestro país, nos obligan a ser totalmente objetivos a fin de proteger los recursos hidrobiológicos que proporcionan alimentación. Estos recursos, además de representar una oportunidad importante para la alimentación nacional, constituyen una reserva estratégica que en el mediano plazo pueden colocar al Perú en una posición ventajosa en términos de abastecedor mundial de alimentos.

http://www.revistapescaperu.com/index.php/revistas/cat_view/54-2011